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Eres mio. por Daydream duet

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Notas del capitulo:

Hola, tarde en escribir este cap, lo había terminado pero no me convencia asi que termine casi por reescribirlo por completo y este es el resultado, tengo que confesar que el rumbo que lleva la historia no es ni de cerca lo que imagine cuando comence a escribirla pero como siempre mis niños prefieren hacer las cosas a su manera y terminan sorprendiendome incluso a mi.

 

Con incertidumbre pero sin ninguna otra opción Manuel tomo a su madre por el brazo y la ayudo a dirigirse a su habitación para después él hacer lo mismo y aunque estuvo tentado a espiar un poco y averiguar quien exactamente era el intruso en casa no se atrevía a desobedecer una orden de su padre.

Una vez solos fue el hombre mayor quien rompiera el extraño silencio.

-Cristóbal Armendis.- Pronuncio estrechando la mano del muchacho.

-Daniel Villagrana.- A Cristóbal el nombre le sonó de algo pero de forma inmediata no pudo relacionarlo con nada.

-Sígueme.-Le ordenó para dirigirse a su despacho.

Por aquellas horas el personal de su casa tenia bastante que se había marchado, que hubiese un extraño en su casa solo podía relacionarlo con algo y el hecho de que su hijo menor desobedeciera una orden explicita hiso que apretara los puños y quisiera subir las escaleras para darle una lección, pero se contuvo, primero tenia que saber quien era ese muchacho tan confiado, de mirada retadora y porte arrogante.

Entró a su despacho sin voltear en ningún momento para asegurarse de que lo siguieran, Cristóbal era un hombre muy seguro de sí y de la imponencia que proyectaba para los otros, no en vano había llegado hasta donde estaba, camino hasta su escritorio y tomo asiento en su enorme silla de roble y cuero.

Daniel siguió al hombre disculpándose mentalmente con Joe y recordando las palabras que Georgina le dijera el día de su fiesta de cumpleaños, sin duda la chica tenía un poco de razón o más bien mucha razón y era hora de ponerlo a prueba y se sentó en una de las dos sillas frente al escritorio

-Qué haces aquí?

-Vine a visitar a Joe.- El castaño se acomodo más n su silla cruzando las piernas de manera relajada.

Para Cristóbal darse cuenta que su presentimiento era acertado le produjo un revuelco de enojo y decepción, Joe no era el tipo de hijo rebelde, todo lo contrario, eso lo desconcertó.

-Debió haberte dicho que no puede recibir visitas.- Tanteo el terreno.

Dan era generalmente una persona simpática, agradable y cortes pero tenia un alto grado de maldad que aunque la mayor arte del tiempo permanecía oculto le brindaba la habilidad de detectarla también en los demás y aquel hombre frente a el lograba que sus instintos mas calculadores salieran a flote.

-Lo hiso, pero es normal visitar a una persona enferma.- Ante aquella afirmación Cristóbal se tensó pensando en que tal vez Joe hubiera abierto la boca de más, dispuesto a defenderse abrió la boca pero el castaño no le dejo continuar. –Además es normal que venga a presentar mis disculpas después de los problemas que he causado.

-disculpa?

-La empresa se encargó de censurar los medios para no divulgar mi nombre pero fue un descuido de ellos que el de Joe terminara filtrado y además dañara la imagen de nuestro tan admirado candidato, todo una pena, no lo cree?

 Cristóbal estaba por replicar las incoherencias de aquel petulante muchachillo cuando el celular de este comenzó a sonar y sin siquiera disculparse con el Daniel, como se había presentado, atendió la llamada girando tan solo un poco el rostro para tener, privacidad?

-Diga?... No, no lo he olvidado- Dijo rodando los ojos con fastidio.- Estaré ahí dentro de poco… Vine a disculparme con el licenciado Armendis… si, la disculpa formal será pasado mañana pero su hijo es un buen amigo por ello… De acuerdo.- terminó la llamada y devolvió su teléfono al bolsillo interno de su chaqueta de donde lo había sacado. –Tendré que disculparme candidato, me retirare por hoy.- Aquella frase había sonado como una amenaza. –Nos veremos pronto.- Dan se levanto de su asiento y camino hasta la entrada del despacho girándose antes de salir para decir sus ultimas palabras. –Habrá que tener más cuidado con Joe, eso de que tropiece por las escaleras no es bueno, suele ser propenso a accidentes- La ultima palabra la había encomillado con ayuda de los dedos de su mano. –Sería bueno para todos si ya no ocurriera.-  Una vez más aquel tono amenazante y antes de que Cristóbal pudiera replicar nada o siquiera moverse de su sitio Dan le dejo solo y después de unos momentos pudo escuchar el característico sonido de la puerta principal siendo cerrada.

 

Después de reflexionar por largos minutos Cristóbal tuvo la idea de subir a ver al menor de sus hijos, pero, qué le diría? Los impulsos de ira y de arremeter contra él habían quedado congelados ante las palabras del joven que acababa de marcharse y subir pretendiendo solo una visita casual no era una opción, sabia que la salud de su hijo se encontraba bien y el no era especialmente el padre mas cariñoso así que aquello no tenía sentido.

Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no sintió la entrada e Manuel sino hasta que este le habló desde el sitio que antes ocupara Dan por lo que parecía segunda ocasión.

-Papá, estas bien?

-Sí, qué sucede?

-eso es lo que pregunto, me sorprendió ver a Daniel aquí y espere a que saliera para venir a preguntar.

-Lo conoces?

-Y quién no?- Cristóbal levanto la ceja en un gesto que expresaba su desconocimiento.- Papá es Daniel Villagrana el heredero de las empresas Clement.

Y en ese momento todo cuadró para Cristóbal.

***

Dan llego sintiéndose extremadamente cansado al departamento de Adair, abrió la puerta y caminó arrastrando los pies hasta dejarse caer en el sofá, pocos minutos después Adair salió de su habitación con solo unos vaqueros puestos y con el cabello aún humedo por la ducha que tomara justo antes de que llegara su amigo.

Aunque trataba d contenerse para Dan la ansiedad de su amigo resultaba obvia en cada movimiento que dio para sentarse frente a el y en la mirada suplicante que le dirigía, quiso reír por aquel hecho pero la cantidad de pensamientos en su cabeza solo le permitieron sonreír un poco, quería probar el autocontrol de Adair, esperaría por una de esas tan raras suplicas.

-Maldita sea Daniel dime de una buena vez qué ha pasado? Él esta bien?- El tono elevado de voz sacudió al castaño de su sitio logrando que se sentara en un solo movimiento, tuvo que restregarse los ojos un poco y tardo unos instantes en comprender que había estado por quedarse dormido sino es que realmente lo había hecho.

Suspiró de cansancio y le dirigió una mirada seria a su mejor amigo antes de hablar con ese tono contundente que rara vez usaba, era hora de Adair se enterara de una buena vez quien era realmente Joe y cuan era su situación, si al pelinegro realmente le gustaba Joe tendría bastante a lo que enfrentarse a partir de ese momento.

Para su consuelo el tema del de ojos almendrados resultaba bastante serio para su amigo por lo que fue fácil hablar con él y aunque en ocasiones tuvo que recurrir a la diferencia de fuerza para tranquilizarlo y volverlo a su sitio evitando uno de sus arranques de ira, lo vio variar expresiones a lo largo de toda la charla, sorpresa al enterarse de la verdadera identidad de Joe, furia al conocer sobre las golpizas, compasión por su situación familiar y al final simplemente concentrado.

-Qué ocurre Adair?

-Es solo que trato de procesar todo lo que has dicho.-

Y eso que omití algunas cosas.- pensó Joe. –Y qué piensas?

-No lo sé, es extraño, acabo de darme cuenta de que realmente no sabía nada sobre el, de que cada vez que me acerco me doy cuenta que es completamente diferente a lo que pesé en un inicio y cuando creo que me he acercado un poco termina sorprendiéndome otra vez.

- Y entonces?

- Es frustrante.

-Adair, te conté todo esto porque creí que me apoyarías, Joe no necesita mas dificultades en su vida y si tu…

-si yo?- Le interrumpió sabiendo lo que seguramente vendría. – No es eso Dan, creme es solo que pese a todo no puedo dejar de pensar en él, me había intrigado una ilusión pero la realidad me absorbe, quiero tenerlo cerca en todo momento, protegerlo y aguantar sus extraños cambios de humor que me irritan, me sigue gustando pese a todo.- al terminar de hablar de manera apresurada AdairExhaló pesadamente y se dejó caer en el sillón del cual se había levantado cuando empezó aquella objeción.

Dan sonrió complacido- Bien, eso es lo que esperaba, en ese caso te contare mis planes.- a continuación comenzó a explicarle a su amigo lo que desde hacía tiempo venia rondando por su mente, ahora que eran 3 en el plan todo podía ponerse en marcha y es que de alguna forma había logrado convence a Lizet de participar en esa locura.

-No estoy seguro Dan, además Joe esta de acuerdo?- Aunque había estado emocionado cuando el castaño comenzó a narrarle como solucionar las cosas al terminar se sentía bastante inseguro, había descubierto que Joe tenia un carácter un tanto voluble y lo menos que quería era terminar mal con él, terminar algo que ni siquiera había comenzado.

-Créeme, es lo mejor, además, cuando me he equivocado?

-De acuerdo pero te advierto que si algo sale mal te mandate de cabeza a ti primero.

-Completamente de acuerdo- Se rio Dan sabiendo que no importa si aquello terminaba en desastre su amigo no era capaz de abandonarlo.

-Pero…

-Y venga con tus dudas, desde cuando eres tan miedica?

-No es eso idiota, estoy preocupado tu no puedes…

-De hecho puedo- Le interrumpió el de ojos miel con una sonrisa arrogante en los labios.

-Qué? No me digas que…

-Efectivamente, me dieron la noticia hace una semana

-Por eso habías estado tan misterioso y ocupado.

-En parte sí,  los abogados por fin encontraron un vacío legal, aun no puedo disponer de todas mis pertenencias pero el testamento dice que mi abuela administrara mis bienes hasta que termine la carrera y me case.

-Eso no nos deja igual.- cuestionó el pelinegro con una mueca en los labios. – Digo, aun no te gradúas y no estas casado, por bendición.

-Exactamente, pero el contrato especifica la disposición de los bienes, osea el control de las acciones, el dinero, las casa, pero no dice nada sobre manejar la empresa.

-Llámame idiota, sigo sin entenderte.

-Cuál es el sueño de mi abuela?

-Que dejes de hacerte idiota con lo de ser medico, te cases y dirijas la empresa.

-Pues justo eso aunque no en ese orden.

-Entonces?

-estamos por entrar de vacaciones, mis rondas en el hospital terminaron, entrare a dirigir la empresa.- Sentenció por fin al notar la dificultad de su amigo por unir todas las pistas.

-Vas a dejar la..

-No, tengo 2 meses libres para hacer esto solo necesitare uno.

-Tu abuela no lo permitirá.

-Lo hará.

-Cómo?

-Gina me ayudará, con la presión de su familia y mi inusual disponibilidad no hay forma de que se niegue.

-esa estúpida mujer- Bufo Adair ante la mención de su prometida.

-Déjala en paz por favor.

-Esta bien todo poderoso seños Villagrana, estamos en tus manos.- Y como si sellaran un pacto se estrecharon la manos mentalizándose para lo que vendría.

***

Adair caminaba nervioso hacia la casa de Joe, Dan había accedido decirle donde vivía solo por el bienestar del plan y para ser sincero el tenia que admitir que se sentía intimidado, Adair se había codeado con gente de alcurnia desde que tenia memoria pero era la primera vez que sentía intimidado por una. Contemplo la casa por unos momentos antes de finalmente tocar el timbre para ser atendido por una mujer con el cabello recogido en un moño y el uniforme de servidora domestica.

-Buenos días, vengo a ver a Joe por favor.- Se atropelló con sus propias palabras por el nerviosismo.

-Lo siento pero el joven no puede recibir visitas.

-Estoy seguro de que el licenciado Armendis no se negara, depsues de todo no pudo hacer la ultima vez verdad.- Adair temblaba por dentro pero no era momento para mostrar sus dudas y apegandose a su furte personalidad se dijo que haría lo que fuera por ayudar a Joe.

-Yo, pero…

-No habrá problema, créame.- Y como hiciera su amigo el día anterior entro a la fuerza en la casa dirigiéndose al cuarto del de ojos almendra guiado por las indicaciones que le había dado Dan. –Después de todo estaremos viéndonos a menudo.- Sonrió para tranquilizar a la mujer antes de comenzar a subir las escaleras.

Odari serró la puerta mientras observaba al alto muchacho subir los escalones de dos en dos y suspiro mientras se persignaba pidiendo que su jefe no se enterase y que su suerte siguiera siendo tan buena como el día anterior, suponía que como su jefe no le había llamado la atención el chico anterior se marchó antes de que ellos llegaran, deseo que así sucediera otra vez.

 

Cuando Adair encontró la habitación de Joe la puerta estaba entre abierta, sin saber si tocar o interrumpir se quedo parado por unos minutos observando al castaño semi-recostado en la cama con un grueso libro en las manos y la computadora encendida a un lado con una expresión tan concentrada que solo variaba a pequeños gestos de incomodidad cuando variaba su posición, en ese momento recordó que su padre lo golpeaba y las ganas de corres abrazarlo y sacarlo en ese mismo momento de aquella casa se apoderaron de él, pero así no se debían hacer las cosas y había mas posibilidad de salir airosos si seguían el plan de Dan.

Carraspeo un poco la garganta para llamar la atención del menor mientras abría por completo la puerta para poder entrar.

Aunque Joe se mostro sorprendido y un poco incomodo por la visita inesperada, después de 20 minutos de platica trivial y torpe ambos chicos se encontraron más cómodos, lo suficiente para que Joe pudiese preguntar las razones de la presencia del pelinegro en su casa, en su habitación.

Por unos momentos Adair medito la mejor mentira que no lo era tanto ya que llevaba un poco de verdad pero al observar las orbes almendradas de Joe se acobardó al instante, no quería hacer las cosas de esa manera, no era su estilo, y pidiendo una silenciosa disculpa a Dan por si las cosas terminaban mal y echaba todo a perder terminó confesando la entera verdad al chico que tenía enfrente.

 

-Ustedes en verdad son algo.

-Lo siento.- Se disculpo el pelinegro agachando la mirada y preparándose mentalmente para el completo rechazo del castaño.

-Conocía la identidad de Dan y me hacía una idea del poder que tiene, nunca imagine hasta que extremo podía llegar.

-El solo quiere ayudar, no lo mal interpretes no es una mala persona pero suele ser muy protector.- Adair trató de defender a su amigo.

-Lo qué no entiendo es porqué juegas tu un papel tan importante, conozco tus intenciones pero o me gusta que intenten aprovechar la situación.

-no nos mal interpretes por favor.- Casi suplicó Adair con la mirada aún en el suelo y las manos fuertemente agarradas entre sí.

-Entonces explícame porqué tú? Por qué no otro?

-Soy el único que no se vendería.- Confesó por fin elevando la mirada y observando como un torrencial de emociones atravesaban por los ojos ajenos.

Para Joe aquellas palabras fueron como un balde de agua fría y la historia que tanto se empeñaba en enterrar en sus recuerdos se sintió tan fresca como cuando ocurrió, recordó cada palabra, la influencia de su familia y la facilidad con la que el dinero compraba la traición, sintió una punzada llegar en su pecho y se vio tentado a desquitar su pesar con quien tenía enfrente pero se detuvo en seco, se perdió en los ojos oscuros y la mirada sincera que parecía taladrar hasta lo mas profundo de su alma.

-Por qué estas tan seguro?- Logró articular sin poder apartar la mirada.

-Por que no hay nada que me falte y lo único que podría desear y no esta del todo a mi alcance eres tú.- Confesó sincerándose por completo y cambiando su posición de la silla que había tomado para sentarse al llegar a la cama del menor, justo a su lado. Joe quedo sin palabras ante la confesión tan directa y no reacciono sino hasta sentir las grandes y frías manos de Adair sobre su mejilla. – Joe, lo sabes todo, te he contado toda la verdad y entenderé si quieres sacarme a patadas de tu casa, no voy… vamos a obligarte a nada, es completamente tu decisión pero necesito preguntar esto y quiero que sepas que nada tiene que ver con nuestro plan y que lo digo de verdad…

Quieres ser mi novio?

 

Joe se sentía aturdido, toda la información que acababa de recibir se entremezclaba en su cabeza con los recuerdos haciéndolo sentir confundido y mareado, cerró los ojos con fuera y al abrirlos se encontró con la mirada expectante de Adair, ese que ya lo había salvado una vez y quería hacerlo otra vez, ese extraño chico con una personalidad complicada que poco a poco se había estado acercando a él y consiguiendo que él mismo mostrase partes de si que no quería que nadie viera y que el pelinegro acepto sin mayor complicación.

No estaba seguro de lo que pasaría, si se arrepentiría mas tarde o si podía confiar por completo en las palabras de aquel chico y en esa mirada pero termino asintiendo con la cabeza consiguiendo una media sonrisa en Adair justo un momento antes de volver a sentir las frías manos sobre la piel de su rostro y unos cálidos labios posarse sobre los suyos.

Notas finales:

Bien, amm qué les pareció? me gustaría saberlo porque la verdad ya no se si les gusta o deberia simplemente desechar la historia o posponerla y entro en crisis y bueno como soy solo yo y Ai-chan solo me dice que no puede ni quiere intervenir me desespero.

como sea agradecere sus comentarios y asi me sacan de este dilema.

hasta la proxima. Gracias por leer.

Jin.


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