Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Eres mio. por Daydream duet

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ni lo mecionen, no estaba muerta, tristemente tampoco andaba de parranda, simplemente ha sido un tiempo dificil, disfruten el nuevo cap y ahmmm...

estoy trabajando en otra histori, se supone que seria exclusiva para la pag en face pero digamos que falta audiencia, x decirlo de algun modo, asi que pienso traerla para acá... se llama Seduceme, asi que esperen por ella.

 

 

 

 

Era el primer día de exámenes finales, Joe había terminado su prueba con rapidez y en aras de esperar por Adair había ido a retozar en una banca de los jardines, no mucho tiempo después de dejarse caer sobre la superficie de madera la lluvia comenzó a caer.

El cielo gris y el aire frio inundaban sus sentidos, Joe amaba los días como aquel, el placer y la sensación de paz que le provocaban eran indescriptibles, respiro profundamente gozando del aroma a tierra mojada que llegaba desde todos lados, pequeñas gotas de lluvia golpeaban su rostro y su ropa estaba comenzando a empaparse pero se negaba a moverse de ahí.

Había cerrado los ojos disfrutando el momento, pero cuando dejo de sentir las gotas contra su piel volvió a abrirlos extrañado, frente a él, cubriéndole con una sombrilla se encontraba Samuel, la sorpresa era tanta que Joe se vio incapaz de hacer nada más que clavar la mirada en reconocimiento obteniendo una sonrisa torcida por respuesta.

-Sigue gustándote hacer cosas que te traerán mal después.

-Hay consecuencias que valen la pena.

Por un momento pareció que tiempo no había pasado en ellos, estaban mirándose a los ojos y el silencio no parecía incomodarlos, fue Samuel quien tomó la iniciativa y jalando a Joe por la muñeca le arrastro rumbo al estacionamiento.

-Espera, qué crees qué haces?- Joe se jaloneo cuando Samuel intento meterlo en la cabina de una camioneta.

-Necesitamos hablar.

-Yo no necesito nada.- Cualquier cordialidad que se estableciera entre ellos se rompió en ese momento, Samuel sustituyó su expresión de ternura por una de fastidio.

-La ultima vez fuimos interrumpidos, aun hay cosas entre nosotros, no puedes hacerme esto Joe.

-Yo no te hago nada, te lo hiciste solo cuando decidiste tomar el dinero de mi padre largándote lejos y dejándome atrás.

-Hice mal y vine a remediarlo.

-Es tarde Sam, estoy con alguien, tu solo volviste por ego.

-No me harás las cosas fáciles verdad?- Cuestionó con frustración.

-Conmigo nunca lo ha sido.- Joe intentó alejarse en ese momento  sintiendo las gotas volver a caer sobre el al verse lejos de la protección del paraguas.

-No quiero ser el malo, pero si tengo que hacerlo lo haré. - las palabras de Samuel le detuvieron y el rubio acortó los pasos de diferencia volviendo a proteger a Joe de la lluvia

-Nunca se te ha dado el papel de villano Sam, y si lo fueras serias uno de chiste.- Las palabras de Joe fueron agudas y Sam sintió inmediatamente el filo en ellas.

-seria un chiste acabar con la campaña de tu padre?- Joe se giró para confrontar la mirada segura y el pose arrogante de Samuel.

Por un momento Joe dudo y se sintió intimidado, un impulso casi incontrolable por agachar la mirada y someterse le recorrió el cuerpo pero de alguna estoica manera logro mantenerse erguido y aparentemente imperturbable. –Tu no tienes ese poder.- Dijo con una seguridad que realmente no sentía.

-Pero tu si, la campaña de tu padre a avanzado gracias a tu amorío, no crees que pueda caer también por él?

-tus palabras no tienen sentido.- La postura del castaño seguía siendo firme pero una pequeña traba en su voz delato su nerviosismo haciendo sonreír al rubio.

Joe no había cambiado, desde que había decidido regresar la duda de sabía instalado en su cabeza, si Joe había cambiado, si lo había olvidado… en el parque había confirmado que aunque quizás el castaño ya no lo amara cuando menos no había indiferencia ni olvido en su mirada y aunque confirmar los rumores de los programas de chismes fue desagradable supo que aún tenia de donde aferrarse, ahora Samuel terminaba de comprobar que Joe seguía siendo el mismo cachorro que aunque arrogante era asustadizo y sumiso.

Su cuerpo se movió solo para terminar acorralando a Joe entre su cuerpo y la camioneta con ambos brazos a cada lado del menor y sus pechos casi rozándose, esa acción desequilibro por completo a Joe, el castaño podía sentir su ritmo cardiaco comenzar a subir descontrolado, podía sentir el aliento de Samuel contra su oído mientras hablaba.

El paraguas había terminado en el suelo y el calos de la cercanía de sus cuerpos contrastaba con el frio que les mojaba.

-Las tienen. Me fui y tal vez fue mi error pero si me conoces sabrás que no me iría sin nada, aun le guardo mucho rencor a Cristóbal.- Su voz era amenazante y su cuerpo reaccionó con excitación al notar el estremecimiento que provocaron el Joe.

-Tu…- qué podía decir? Era claramente una amenaza y Joe no sabía como reaccionar a ella.

-Si lo entiendes, deberías comenzar a portarle bien conmigo, no crees?-

Joe no dijo nada, pero no había necesidad de que lo hiciera, Samuel le conocía tal vez mejor que nadie, habían pasado juntos mas de 5 años antes de que lo obligaran a marcharse y dos de ellos fueron siendo pareja, poco o nada existía que no supiera sobre el castaño incluido el como manejarlo.

Su mano dejo la superficie del capo para cambiar su contacto a un objetivo más suave y caliente, pero antes de que pudiera alcanzar la cintura de Joe su brazo fue obligado a dirigirse en dirección contraria.

-Me parece que te di tiempo suficiente para hablar, pero no soy tan benevolente como para permitirte tocar lo que es mío.

Joe había permanecido con la cabeza gacha hasta el momento en que escucho la voz inconfundible de Adair, su mirada confundida se encontró casi de inmediato con los ojos oscuros del moreno.

Adair se había apresurado en terminar su examen, realmente no le interesaba demasiado la materia, de echo seguía preguntándose porque estudiaba lo que estudiaba si realmente no le interesaba, había acordado encontrarse con Joe en cuanto terminaran para tener una cita y eso le emocionaba mas que la idea de aprobar la materia, aun así se obligo a intentar contestar la mayor cantidad de problemas y preguntas posibles antes de entregar primero y salir casi disparado del aula.

Maldijo a la lluvia cuando quiso salir del edificio y el agua fría comenzó a empaparle obligándolo a regresar sobre sus pasos hasta que la cornisa le prestó protección, con la vista recorrió la entrada de los edificios cercanos en busca de laguna cabellera castaña pero no la encontró, sin embargó al pasear su mirada or los jardines encontró a su objetivo.

Adair permaneció unos minutos observándolo, era un poco lejos para definir su expresión pero la impresión que le daba es de disfrutar mojarse bajo la lluvia, un paraguas negro le corto la visión del menor por unos instantes y Adair permaneció parado observando, no tardó en reconocer a Samuel en cuanto él y Joe comenzaron a andar rumbo al estacionamiento bastante cerca e uno del otro como para el agua no tocara a ninguno de los dos, solo había visto al rubio una vez pero esa había sido suficiente para que  se grabara en su memoria como una persona nada grata.

Las ganas de correr y separarlos se incrementaba con cada paso que daban para alejándose de los edificios, pero se reprimió, había escuchado algo de la historia de esos dos de labios de Dan, nada realmente concreto, la que conocía mas detalles era Lizet pero atendiendo al secreto profesional Dan y Adair solo podían quedarse con las pequeñas migajas que el de ojos almendra le soltaba a Dan.

Adair no era tonto, podía imaginarse la intensidad de lo que fue y entendía el que Joe se reservara esas historias estando en su presencia y en el fondo lo agradecía porque no se creía con la madurez para escucharlas, esta era una oportunidad para confiar en su pareja, enfrentando su propia aversión al frio el pelinegro avanzo bajo la lluvia deteniéndose a un vehículo de distancia  de donde su novio discutía con Samuel, una parte de su conciencia le gritaba que espiar aquella conversación no era correcto pero su instinto le marcaba que aquello era lo correcto y agradeció seguirlo cuando notó el cambio en la escena y a Samuel siendo claramente ofensivo con sus acciones.

Le tomo poco tiempo quedar a un lado de ellos aunque estos no le notasen y cuando adivino la dirección de los movimientos del rubio se alivió de poder intervenir, la mirada de Joe le dejó una sensación de ácido en la garganta, quería estampar su puño en la cara de Samuel pero gracias a algún ser superior y poderoso se limito a tomar a Joe entre sus brazos, cambiando el deseo de sus puños por destrozar en suaves caricias en el cuerpo más delgado.

 

-Maldición!! Otra vez tu?- La irritación de Samuel explotó ante la vista del moreno y sus celos hirvieron ante el contacto que no gozó y ahora veía disfrutar al otro.

-Lárgate antes de que mi paciencia se agote.- gruño el pelinegro.

-No creo que tu novio quiera eso, o sí pequeño stitch?- Samuel sabia que estaba jugando con fuego, su constitución era fuerte pero conocía sus enormes limitaciones, si se desataba una pelea llevaba las de perder, pero la reacción de Joe ante el apode que le había dado desde sus comienzos bien valía el riesgo.

La mirada interrogativa de Adair cayó sobre Joe y el castaño no supo que hacer, la amenaza de Samuel seguía flotando entre ellos y precisamente por lo bien que le conocía sabía que en esa ocasión no estaba faroleando.

Ver el miedo reflejado en el rostro de Joe y la burla en los ojos de Samuel fue demasiado para su prudencia.

-No creo que un solo hombre sea capaz de acabar con una candidatura.

-Oh! Así que escuchaste? Bien si estas tan seguro podemos probar quien tiene la razón.

-Inténtalo.

-Dos semanas, en dos semanas cogerás tu arrogancia del suelo y te largaras con el rabo entre las patas.- sentenció Samuel al pelinegro antes de lanzar su siguiente amenaza en dirección a Joe. – Aun entonces te daré una oportunidad, puedes volver a mi en cualquier momento y terminar con este absurdo.

 

Samuel rodeo la camioneta para entrar en el asiento del piloto y encender el motor poniéndose en marcha y dejando a los otros atrás, aun bajo la lluvia observándole marcharse.

 

 

****

Los días pasaron rápido, Joe se obligo a concentrarse en sus estudiaos como refugio a su ansiedad, la amenaza de Samuel llegaba a sus pensamientos cada vez que los dejaba libre por lo que invirtió la totalidad de su tiempo a hundirse entre sus apuntes y libros de texto, para las clases que compartía con Adair convirtieron sus citas en cesiones de estudio en la biblioteca, Adair podía jurar que era capaz de sacar la nota máxima de tanto que habían estudiado, más de lo que nunca en su vida.

No habían vuelto a hablar de lo ocurrido con Samuel pero Adair notaba la preocupación disimulada en el castaño y sin que lo supiera había comenzado a actuar, faltaban exactamente 5 días para el limite de dos semanas que el rubio les había indicado y en el tiempo que había pasado Adair no había podido deducir de donde vendría el dichoso ataque.

No tuvieron que esperar mucho, por la noche después de dejar a Adair en su casa y volver a su departamento encontró la respuesta, su teléfono sonó iluminando la pantalla con el rostro y el nombre de Joe.

-Hola, tan pronto comenzaste a extrañarme.- bromeo en cuanto contesto la llamada.

-Lo hizo.- La voz de Joe sonaba inexpresiva.

-De que hablas?

-Sam, lo hizo.

-Hizo qué? Joe deja de preocuparme, qué ocurre? Estas bien?

-Yo… espera. –Para la mayor desesperación del pelinegro Joe terminó la llamada en ese momento, Adair estaba por remarcar cuando el celular vibró en sus manos indicando un muevo mensaje precisamente de Joe.

Era una imagen, sobre el escritorio del castaño un sobre y una hoja extendida, una especie de invitación-citatorio par una entrevista en uno de los programas con más audiencia a nivel nacional.

Pocos segundos después el teléfono volvió a sonar con una llamada del castaño.

-Adair, el realmente va a hacer algo, yo… mi padre me matara, tengo que, tengo que detenerlo.- Adair podía percibir la enorme desesperación en su voz.

Las palabras de Samuel resonaron en su mente

Aun entonces te daré una oportunidad, puedes volver a mi en cualquier momento y terminar con este absurdo.”

Joe no podía estar pensando en…

No, claro que no podía.

-Tranquilízate bien, no pienses de más, no estas solo, encontraremos la manera de arreglar esto, ok?

Adair no esperó una respuesta, simplemente termino la llamada para hacer otra a un numero diferente, tres tonos más tarde la línea estaba conectando.

-Esto si que es una maldita sorpresa!!- La voz irritante del otro lado de la línea logro erizarle los cabellos de la nuca y tuvo que tomar un par de respiraciones antes de poder hablar.

-Necesito tu ayuda.- Las palabras le supieron a acido, tener que acudir por ayuda precisamente de esa persona era lo que había jurado jamás pasaría en su vida y preferiría morir antes de hacerlo, sin embargo ahí estaba, haciendo lo que nunca imagino por una causa que se sería más importante que su propia vida.

-Wow!!! Es acaso esto una broma? Tu pidiendo mi ayuda suena demasiado irreal, sabes?

-Eres la primera persona en quien pensé y la mas indicada para el favor que pediré.

-Espera espera, solo un segundo, necesito grabar esto… bien, necesito que repitas eso…

-Ni muerto, dime ahora si me ayudarás o no?- La irritación estaba alcanzando niveles excesivos en su sistema y las ganas de colgar se hacías casi incontrolables, aún con todo sabia que no había nadie mejor para ayudarle en ese momento.

-Lo haré.- Podía sentir la sonrisa y el aire de superioridad que tendría en ese momento y con todo se sintió profundamente aliviado.

-Gracias.-

A la ultima persona que había querido recurrir era a Gina y sin embargo cuando ella accedió a ayudarlo de alguna manera sintió que le caía un poco mejor, Su cabeza había comenzado a trabajar a velocidad luz en cuanto observó la imagen que Joe e había enviado, trató de hacerse una idea de lo que el rubio estaba tramando y cada posible idea resultaba tan desastrosa como la anterior, un programa de televisión, esa había sido una jugada muy sucia pero también muy ingeniosa, lo que sea que dijera frente a cámaras a nivel nacional desencadenaría un verdadero caos, por eso la primera persona en aparecer en sus pensamientos fue Gina, su familia era dueña de varias cadenas de comunicación, como ellos no había nadie tan influyente, si quitar la desesperación y fatalismo del rostro y la voz de Joe significaba romper su orgullo, lo haría.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).