-Solo créeme que no te miento cuando digo que no es lo que piensas, con Adair es mejor no hacerse ideas preconcebidas, es un tipo raro pero directo, es casi seguro que todo es un mal entendido, deberías preguntarle, nada como ser directos, no? – Dijo repitiendo la frase que minutos antes empleara el de cabello más claro.
-No lo sé, mi vida ya es suficientemente complicada como para liármelas por él, tal vez solo debería dejarlo así y mandarlo por un tubo.
-No lo hagas.- el tono de Dan rallaba en la desesperación y ni el propio medico sabía porqué. –Mira, tu no quedaras a gusto y el probablemente se complique y e complique a mi de paso, solo dale una oportunidad vale?
-Esta bien, solo por que no me sentiría a gusto después.
-Venga ya, será mejor si dejamos de hablar de Adair, no crees?
-Es tu mejor amigo, no? Y mi salvador.- dijo encogiéndose de hombros para restarle importancia a algo que daba por hecho era el único tema de conversación entre ellos.
Dan había interpretado el gesto con certeza, por algo le había valido entrar a estudiar medicina y ahora estar en su año de practicas, tonto no era y más bien inteligencia le sobraba y entre los atributos que lo convertían en todo un estuche de monerías se encontraba ese sentido para entender y conocer a las personas.
-Vale si, pero lo que me interesa es otro asunto.- Joe se mostró claramente intrigado e interesado y al no decir nada el de ojos presumiblemente verdes ese día opto por seguir hablando.- Bien, no me vienen los rodeos y puedo percibir que tu también prefieres no andarte por las ramas.- Dijo tras dudar por un momento como abordar aquel tema, decantando por la opción mas directa y centrando a su acompañante en un mayor interés. –Joe, se que no llevas una vida fácil- Joe lucio claramente desconcertado. – La cosa es que me preocupas, tengo alma de medico y cuando te conocí te adopte como paciente y un medico jamás abandona a alguien a su cargo… el hecho es… amm, el hecho es que me intrigas y cada día que averiguo algo mas sobre ti lo haces en mayor medida, por favor no me mal interpretes, lo que quiero decir es que estoy preocupado, ya lo he dicho, y comienzo a dar vueltas y hablar rápido por que estoy nervioso.- Al notar el gesto confundido el Joe simplemente termino- Estuve investigándote.- confesó por fin.
La expresión de Joe se ensombreció ante las palabras y su cuerpo se puso por completo rígido mientras en acto reflejo llevaba su mano a buscar sus pertenencias a los pies de la silla en la que se encontraba sentado para salir lo antes posible de ahí.
Necesitaba irse cuanto antes y no volver a encontrarse con Dan o incluso Adair nunca más, no era necesario preguntar que tanto sabia el otro castaño sobre él, el caso es que sabia y por su supuesta preocupación era algo que nadie debería. una voz interna le grito que nuevamente estaba huyendo y la mando callar en un instante, y qué si lo hacía? Era a lo que estaba acostumbrado, no era cobardía era una retirada necesaria cuando se sabe que no se tienen las fuerzas para lidiar con lo que fuese que se avecinara.
Sin embargo cuando ya se encontraba de pie dispuesto a girar en dirección a la salida del local la mano de Dan le apreso por el brazo y usando su verdadera fuerza le obligo a permanecer sentado, aflojando el agarre y recorriéndolo hasta presionar con consuelo su mano.
-Hey, tranquilo… Joe no quise incomodarte, en verdad, es mi naturaleza curiosa y no puedo evitarlo, menos cuando alguien me importa.- Al notar que el chico no reaccionaba continuo con lo único que le faltaba por decir y su ultima carta para lograr que Joe le aceptase. –Soy tu amigo vale, yo ya te considero el mío, falta que termines de aceptarme como tuyo, solo quiero ayudarte.
El silencio los invadió de manera pesada, Dan estaba sudando por el nerviosismo y Joe simplemente se había quedado estático tratando de procesar aquella extraña confesión.
Por varios minutos ninguno dijo nada, se dedicaron a tomar de sus bebidas cada uno hundido en sus propios pensamientos hasta que por fin Joe levantó la cabeza afrontando, tal vez por primera vez, sus miedos de manera directa.
-Me agradas.- para muchos una respuesta insatisfactoria pero Dan podía ver a través de esas simples palabras el verdadero significado.
El boxeador sonrió realmente feliz por aquellas palabras y ahora con la seguridad que estas le infundían retomo su propósito sin cortarse un pelo.
***
Joe entro en la casacón cuidado, procurando no llamar la atención, cuando constato que en la estancia no había nadie y que el comedor y la cocina también se encontraban vacías soltó el aíre que había estado conteniendo desde que atravesó la entrada y camino con seguridad hacía las escaleras y mientras subía pudo constatar atreves de uno de los grandes ventanales que el resto de su familia se encontraba felizmente reunida en la terraza, a la distancia la figura de su hermano lucia saludable, su madre feliz y su padre parecía sumamente relajado, cosa nada habitual, sonrío sintiéndose en verdad feliz por ellos y sin ganas de tenerse lastima a si mismo apresuro el rumbo a su habitación.
Tiro su mochila y las bolsas de compras a un lado y se dejo caer recostado en la cama mientras repasaba todos los locos acontecimientos del día, sintiéndose claramente intimidado por que alguien lograra bordear y penetrar la muralla invisible que construyese alrededor suyo y su historia, pero al tiempo emocionado.
Soy tu amigo, solo falta que me aceptes como tal. Habían sido las palabras de Dan y tal vez el futuro medico no lo supiera pero esas habían sido las palabras correctas para todo, para darle animo y confianza más que ninguna otra palabra de consuelo o afecto que hubiera recibido jamás y probablemente las más sinceras hasta ese entonces.
Ese fue el motivo por el que, no sin cierto temor, terminó contestando de manera directa cada una de las preguntas que el más bajo le hiciera y aunque le sorprendió demasiado la cantidad de cosas que el moreno ya sabía terminó por constatar todo aquello que este quería aclarar.
Una emoción nerviosa hervía en su interior, por primera vez tenia la sensación de tener a alguien a quien poder llamar amigo de manera directa y verdadera, solo rezaba por no tener que arrepentirse más tarde por ello.
***
Adair había pasado una noche terrible enredado como estaba en sus propios motivos y sentimientos por Joe que entre m[as los pensaba m[as confundido quedaba no pudo pegar ojo hasta bien entrada la madrugada y para cuando sonó la alarma maldijo al ruidoso aparato sintiendo que solo había dormido unos cuantos minutos.
Si su humor habitual ya era de por si volátil con el poco descanso y mal sueño resultaba prácticamente explosivo, y mientras atravesaba los pasillos del campus las personas tomaban distancia ante el aura oscura que parecía rodearle, y mientras las clases pasaban y el se hundía en un mutismo impropio de el mientras se preguntaba por qué no era mañana? Sus amigos y compañeros más cercanos le observaban extrañados sin saber sin preguntar o no por tan extraño estado de animo.
Al final nadie se atrevió a inmiscuirse en las intimidades del pelinegro, desde que se conocieran Adair había dejado claros los limites para la intromisión de estos en sus asuntos más personales y aunque este rasgo de su vida les picaba en la curiosidad preferían no afrontar la ira de quien se diera a conocer ya una vez como un demonio estando enojado.
***
Dan había mensajeado con Adair por la mañana pudiendo notar a través d los textos el humor de su mejor amigo como si escuchase sus respuestas cortantes de la misma voz de este, sonriéndole al aparato sabiendo exactamente a que se debía el mal humor del pelinegro ingreso al hospital con su característico semblante alegre.
Saludo a las enfermeras en recepción y casi corrió por los pasillos para estar a tiempo en la oficina del doctor Thomas con quien le tocaba hacer ronda esa semana y quien tenia la fama de ser extremadamente estricto, cuando se encontró frente a la puerta freno su paso, se tomo unos segundos para checar la impecabilidad de su atuendo, confirmar que estaba 5 minutos antes de la hora y respirar profundo para tranquilizar esa ansiedad que le venia cada vez que se presentaba por primera vez ante quien seria su maestro por los siguientes días.
***
Joe llego a clases como últimamente estaba haciéndosele costumbre, tarde, se había pasado la noche repasando la conversación con el otro castaño y se había olvidado programar el despertador a la hora provocando que su despertar llegara tarde y por consiguiente tuviera que emprender una épica carrera hasta la universidad para poder alcanzar su primera clase, tras disculparse por el retraso con la docente en turno se situó en su asiento constatando que nuevamente Miranda había cambiado lugar con su compañero habitual y era la morena quien se encontraba en el asiento contiguo.
Le sonrió al saludarle y sin volver a prestarle atención se concentro en tomarle el hilo a la clase que ya estaba algo avanzada, Joe no era nada tonto, despistado si, mucho, pero tonto no, y mucho menos cuando se trataba de saber a quien le gustaba, estaba seguro que lo que Miranda hacia no era ser simplemente agradable era un claro coqueteo.
Sabia que tenia que encargarse de ese mal entendido antes de que mas rumores se dispersaran por el salón de clases y por la carrera en general, de por si ya era difícil tratar de fingir demencia ante la mirada expectante que más de uno de sus compañeros les dirigían.
Y pensando en miradas su memoria le jugo malas pasadas haciéndole recordar otras de las que prefería no pensar, sintió la garganta cerrársele y los ojos comenzar a humedecerse, apretó los dientes sintiéndose frustrado ante la idea de seguir siendo tan débil y más que eso de mostrárselo al mundo y dejar que sus compañeros lo notaran.
Espero a que terminara la clase y tan pronto como la docente salió el la siguió prácticamente corriendo hacia el baño donde se encerró en un cubículo y se dejo caer sentado en el inodoro apoyando los codos en las rodillas y enterrando la cabeza entre las manos, no podía co aquello, por qué precisamente en ese momento tenían que atacarle los recuerdos?
Desde que despertara semanas atrás en la habitación desconocida de Adair se había jurado a si mismo que aunque físicamente no lo había conseguido la parte que le amo, el hombre que se entrego y lo perdió todo había muerto aquel día y con el toda su historia, y sin embargo ahí estaba, encerrado en el cubículo de un baño escolar tratando de contener los sollozos.
Patético- se dijo a si mismo y se quedo así, mordiendo su labio y tragándose el llanto con la cabeza enterrada entre las manos durante la siguiente hora.
***
Dan termino su jornada en el hospital sintiéndose satisfechamente cansado, el doctor Thomas era mas de lo que se decía pero él era amante de los retos y aquello le emocionaba bastante, choco el reloj en su mueca y confirmo que efectivamente había pasado 12 horas en aquella tortura que llamaban practica.
Más que eso lo que en verdad le cansaba era la saber que ahí no terminaba su carga de trabajo para ese día, Thamaneitor como había escuchado a algunos de sus compañeros llamarlo le había asignado un buen cumulo de tarea que básicamente era pura y santa investigación y que en su creencia de que los estudiantes son robots y no humanos le había pedido tener preparado para el día siguiente.
Lamentándose por tener que perderse el entreno de ese día llamo a su coach y le informo que no llegaría, luego se dirigió a la biblioteca principal de la ciudad para buscar el material necesario para hacer sus deberes.
7 libros fue lo que termino por satisfacerlo para desarrollar su investigación, estaba por dirigirse a la recepción para que se los liberaran por al menos 3 días cuando la imagen de Joe acudió a su mente y dejando los libros que cargaba encargados con la bibliotecaria que ya le conocía apuro el paso al pasillo de psicología, seria bueno si se ilustraba más sobre la condición de Joe para poder ayudarle, decir meramente depresión era un diagnostico ambiguo y aquel adjetivo no calificaba con él, y como la buena fortuna le sonríe a quienes siempre dan lo mejor mientras rebuscaba entre las estantería pudo ver en una de las mesas continuas a quien se había convertido en su muza desde que la viera por primera vez.
Sin cortarse un pelo y haciendo alarde de su chulería que le ganaba mas de un par de citas cada semana se acerco hasta quedar frente a la muchacha que se mantenía concentrada en su lectura.
Cuando se sentó del otro lado de la mesa y se le quedo observando fijamente durante 5 minutos y esta parecía ni haberse percatado de su presencia decidió carraspear para llamar su atención cosa que le gano una llamada de atención por parte de un vigilante y solo consiguió que la chica alzara la mirada por un par de segundos sin moverse un ápice de su cómoda y extraña posición antes de volver a ignorarle.
-Nos volvemos a encontrar.
-parece que un solo golpe no fue suficiente.
-Es de mala educación no mirar a la gente cuando se le habla, sabes?
-Es de idiotas seguir en un sitio donde no se te quiere, sabes? O a caso eres mazoca y necesitas que te de otro golpe para que entiendas?- se la regreso y en ningún momento despego la mirada de su libro.
Dan sonrió realmente divertido esa actitud huraña era una de las cosas que tanto le llamaron la atención de la chica.
-Si no mal recuerdo me debes una disculpa por ello ya que lo mencionas.
-El hombre no se disculpa con la hormiga a la que pisa.
-Una teoría contrastante con tu lectura o lo crees?
Y fue entonces cuando la chica se digno a mirarle por mas de 3 segundos consecutivos, aunque con una mueca de clara molestia y una expresión que hubiera logrado ahuyentar a cualquiera, si, cualquiera menos él.
Y así amarrándose los estragos que le causaba ser rechazado y definitivamente dándole la razón en cuanto a lo de masoquista respectaba se quedo ahí, intentando una y otra vez hasta lograr que de labios de aquella mujer de hermosa mirada saliera una oración completa que no contuviera insulto en ella.