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Eres mio. por Daydream duet

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Notas del capitulo:

Bien, me he estado retrasando un tanto en las actualizaciones, lamento informarles que lo mas seguro es que asi siga, llevar una ingenieria y tres idiomas no es facil por lo que me ahogo en tareas y proyectos, examenes y practicas que no me dan el suficiente tiempo para escribir y estar al día, pero no se preocupen igual seguire esforzandome para tener un cap cada semana o minimo cada dos.

 

Joe decidió que  ya suficiente era quebrarse la cabeza pensando en un hombre como para ahora tener que hacerlo por dos, eso no estaba bien, y como no podía hacer nada en cuanto al primero respectaba decidió atacar por la segunda opción, tenía que poner un remedio al desastre que era su cabeza y recordando las palabras de Dan con quien había estado hablando bastante los últimos días y siempre le recordaba que era mejor confrontar las cosas y terminar con ellas pese a lo difíciles que están fueran huir y ser perseguido por ellas.

Con una convicción naciente arrojo las sabanas de su cama al suelo y se levanto para prepararse e ir a la universidad, hablaría con Miranda luego enfrentaría de una buena vez a Adair para aclarar las cosas y quitarse un peso de la conciencia.

Se prometió a si mismo que aquel día no saldría del campus sin haber aclarado todo con el pelinegro.

 

***

 

-luces terrible…- Joe levantó la cabeza que había mantenido apoyada sobre la mesa y se topo con la mirada compasiva de  Zhet.

-gracias, es lo que toda persona desea escuchar por la mañana.- contesto con sarcasmo.

-Estas bien?

-solo no he dormido bien, tu como estas?

-Excelente. Amm oye, puedo hacerte una pregunta?

-claro.

-Estas saliendo con Miranda?

-qué?- Joe se atraganto con su propia saliva provocándose de ese modo un ataque de tos que Zhet intento contrarrestar con ligeros golpecitos en la espalda.

-Lo siento, sé que no te gusta que sean entrometidos con tus cosas pero como últimamente se sientan juntos todos lo días y están muy pegados, pues..

-jum, no te preocupes es solo que me sorprendió que saltaran a esas conclusiones.

La entrada del profesor interrumpió y corto de golpe la conversación al mandar a todos a sus lugares para poder comenzar con la clase, nuevamente Miranda se sentaba en el lugar contiguo y Joe sonrió con una mezcla de cordialidad y pesar.

Tenía bastantes cosas por resorber y una de ella era aclarar aquella extraña situación con la morena para parar de una buena vez aquellos extraños rumores que estaban surgiendo, una de las cosas que mas odiaba era estar en boca de todos y mas aún por chismes infundamentados.

Mientras transcurría la clase Joe no dejo de darle vueltas en su cabeza al posible desarrollo de la conversación que mantendría con Miranda y cuando por fin terminó la clase y a sabiendas que tenían 10 minutos libres antes de qué el siguiente docente se presentara reunió el valor e hizo el primer movimiento reteniendo a la morena para que se quedara sentada en lugar de ir, como la mayoría, en busca de algún refrigerio.

-Podemos hablar?

-claro- La emoción era palpable en su expresión.

Joe hizo un gesto indicando que esperaran  a que se vaciara un poco mas el salón y cuando casi fueron los únicos, fue Miranda quien rompió el silencio.

–entonces? De qué es de lo que querías hablarme?

-amm, yo, la verdad es que no se bien como comenzar.- Joe se tomo un momento para tratar de organizar sus ideas, mismo que parecía haber sido más largo de lo que pensó ya que nuevamente la chica se adelanto tomando la palabra.

-Joe?- el castaño levanto la mirada que hasta ese momento tenia perdida en la nada y la miro directo a los ojos. –Quieres salir conmigo?

Y de todo lo que pudo haber esperado que dijera la chica aquello era lo menos pensado, Joe abrió  cerró la boca un par de veces sin que ninguna palabra pudiera escapar de ella y su ojos se abrieron de manera tan graciosa que Miranda no pudo reprimir la risa que esta le causo.

-Tranquilo, no es como si te estuviera comunicando tu sentencia de muerte jeje, además no creo ser tan fea.

-oh yo.. de verdad lo siento no fue mi intención

-Relájate Joe, no te preocupes, no estoy mal interpretándote.

Joe le sonrió con originalidad y se rio de si mismo al notar el extenso rubor que cubría sus mejillas cuando Miranda le puso enfrente el pequeño espejo de bolsillo que siempre llevaba con ella.

Sin darse cuenta los minutos habían transcurrido de manera rápida y al final Joe no pudo abordar el tema que realmente le interesaba, peor aun, después de aquella charla en lugar de mejorar las cosas estas se habían vuelto más complicadas con la declaración directa que había hecho la morena.

 

Parecía que últimamente estaba de moda cambiar sitios, no era que a Joe le importase realmente quien se sentaba dónde, sino más bien que no era muy amante de los cambios ni grandes ni pequeños, se adaptaba bien a ellos pero no le gustaban en absoluto, como todo tauro debe ser.

Joe paso las siguientes dos horas sintiéndose increíblemente incomodo, los cambios de lugares habían terminado de alguna manera con él atrapado entre Miranda y Adair que había quedado en la mesa contigua justo a su lado y que por una razón que aun no lograba entender por mas que se lo pensara seguía viéndole con mirada asesina.

Y mientras por un lado sentía una energía negra y maldiciente por la otra casi podía ver los corazoncitos que despedía el aura de la morena que no dejaba de voltear a verle cada tanto con una sonrisa coqueta.

Joe hundió la cabeza entre sus manos y revolvió su cabello sintiéndose en extremo frustrado y rogando por que el minutero del reloj en la pared avanzara más rápido para poder darle fin a aquella bizarra situación.

Para cuando el reloj marco la hora y el profesor dio por finalizada la clase Joe ya tenia un plan de acción para proceder y de una buena vez volver a la tranquilidad que tanto anhelaba, sin sonrisas coquetas ni miradas fulminantes.

Joe estaba por detener a Miranda cuando ella termino de meter todas sus pertenencias a la  mochila pero en lugar de levantarse para retirarse giro sobre su asiento hasta quedar de frente y demasiado cerca del castaño.

-Entonces?- Casi susurró de manera provocativa haciendo que Joe tragara pesadamente sintiendo el aliento de la chica pegar en su cara.

 

***

Adair se había levantado especialmente enérgico, había ansiado especialmente que llegase ese día, tras pensar demasiado sin llegar a la especifica resolución que su mejor amigo esperaba de él entendió que estaba buscando la respuesta correcta en el sitio equivocado, o era lo qué el sentía o pretendía sentir sino más bien lo que el castaño despertaba en el, algo que no conocía, no comprendía y debía descifrar y cuya respuesta solo encontraría justamente estando con Joe.

Paso sus primeras clases tamborileando los dedos sobre la mesa, moviendo rítmicamente la pierna o estrujando algo entre sus dedos para lidiar con la ansiedad.

Cuando la hora tan ansiada llego Adair no se tomo los 10 minutos entre clases de manera relajada y para bromear con sus compañeros y amigos como acostumbraba sino que casi salió corriendo a la locación de su siguiente clase que efectivamente era la que compartía con Joe.

Mientras andaba por los pasillos escaneaba cada sección en busca de una cabellera castaña especifica sin encontrarla en ningún ala de recreación asumiendo que se encontraba aun el salón apresuró aun mas el paso pero freno de golpe en la entrada del salón.

Joe estaba sujetando el brazo de Miranda para retenerla mientras la mayoría de sus compañeros salían apresurados empujándole un poco en su apresurado paso, Adair permaneció ahí, observando a detalle lo que ocurría con ese par, sintiendo que una amarga y quemante sensación nacía en su estomago y subía por su garganta.

Cualquier amago de buen humor y energía se esfumo de su cuerpo al escuchar la conversación que dentro del aula se desarrollaba, apretó las manos en puños cuando escucho la confesión y casi tuvo el impulso de dar media vuelta y largarse a su casa pero la necesidad de conocer la respuesta que pudiera dar el castaño lo mantenía ahí, torturándose escuchando como ambos reían animadamente mientras la extraña acides se incrementaba en su estomago.

Adair pudo moverse de sus sitios hasta que sus primeros compañeros comenzaron a llegar saludándole mientras le pasaban para dirigirse a sus asientos, Adair respiro aliviado al notar como Miranda, un poco incomoda volvía a tomar u poco de distancia con Joe y como este comenzaba a preparar sus cosas para la clase ya sin prestar atención a la chica.

En uno de sus impulsos con los que nunca había luchado, ni pretendía hacerlo, tomó a Mike por el cuello y  casi lo intimido para que cambiara sitios con él, de esa manera al comenzar la clase Adair se encontraba sentado a un lado de Joe, en un sitio perfecto para seguir observándole, y no es que quisiera espiarle, de eso nada, simplemente necesitaba hacerlo para responderse a si mismo la pregunta que Dan había dejado grabada en sus pensamientos.

Durante la clase entera no despego la mirada de Joe, necesitaba saber exactamente qué volvía a aquel muchacho especial, la idea de que solo le intrigaba hace tiempo que había quedado atrás y estaba convencido que aquel interés que le despertaba y las sensaciones raras que le provocaba tenían que tener otra explicación misma que tal vez encontrara siendo mas observador con los detalles y uno de esos pequeños detalles que no había podido evitar notar eran las miradas melosas que a chica le dirigía cada tanto a Joe, desviando el objetivo de Adair que alternaba la mirada entre ambos ocupantes de la mesa vecina sintiéndose cada minuto un poco más enfadado.

 

Justo antes de que terminara la clase Adair fue distraído por su compañero de mesa para ponerse de acuerdo con el aparente proyecto que habían asignado en esa clase y para cuando pudo volver a centrar su atención en Joe encontró a este encarando a la morena a tan solo centímetros de distancia y la sensación que aquella escena le provoco no le gustó para nada.

-Entonces?- Había dicho la morena en casi un susurro que Adair tuvo que esforzarse en descifrar y al entender a lo que se refería no pudo con ello.

 

 se puso en pie pasando por detrás de la pareja que estaban tan ocupados perdiéndose en la mirada del otro que lo notaron sino hasta que se atravesó entre ambos tomando la mano de Joe con una mano y la mochila de este con la otra y arrastrarlo fuera, dándose tan solo tiempo de gritarle a la chica una excusa.

-No te molesta si te lo robo verdad? Es urgente.

Y sin más salió a paso veloz sin detenerse hasta llegar a su auto donde quedó frente  a la puerta del piloto y pudo apreciar su imagen a través del cristal tintado.

La imagen que le devolvió le provoco una vuelta al corazón, su pecho subía y bajaba al ritmo de su irregular respiración, en una mano colgaba la mochila de Joe y en la otra sostenía con fuerza casi bruta la muñeca de este, paso su vista al reflejo de este notando su castaño cabello alborotado, su respiración también alterada y una mueca de incomodidad en su rostro.

Se giro para encararlo pero el menor mantenía su mirada baja claramente rehuyendo la suya, observó el agarre que mantenía sobre el y noto lo enrojecido de la delgada muñeca notando el daño que le estaba causando lo soltó como si quemara.

Joe llevo su extremidad mallugada a su pecho donde comenzó a masajearla lentamente con la mano sana.

-Yo, lo siento, o quise…

-Solo dime qué pasa para poder irme.

-Qué?

-No entiendo que he hecho, o en que te he faltado pero si me lo dices podre disculparme y compensarte.

-No entiendo de qué…

– Ya no puedo con esto-  Joe hablaba en susurros tratando de ocultar lo quebrado de su voz. -solo volvamos a ser extraños, piensa que nada de lo que paso ocurrió realmente y deja de maldecirme con la mirada cada vez qué me vez, no puedo soportarlo.-

-Oye no.- Adair estiro la mano en un impulso de limpiar una lagrima que resbalaba por la mejilla de Joe pero este la retiro de un manotazo antes de que alcanzara a tocarlo.

-Solo dime qué es lo qué quieres?

-Te quiero a ti!!, bien?- le gritó,El rechazo del castaño había hecho explotar el cumulo de emociones que había estado llevando encima todo el día y fue hasta que escucho el sonido de su propia voz haciendo una afirmación tan consisa que pudo dar respuesta a la pregunta que le atormentaba desde que su amigo se la formulara…

¿Qué sentía por Joe? Ahora lo sabía.

 

 

 

 

 

***

Al entrar a su residencia saludo al portero, estacionó frente a la puerta y un miembro del servicio termino de acomodar el coche mientras el ya se encontraba dentro de la casa, observo las habitaciones visibles en su paso a las escaleras y suspiro tranquilo al notar que su abuela no se encontraba en casa.

Subió más confiado las escaleras pero el repentino buen humor se le esfumo al toparse con su abuela saliendo de la recamara principal ataviada en un vestido de gala.

-Daniel, qué horas son estas de llegar? Ya deberías estar listo, vamos cámbiate de una vez he ordenado que te dejaran el traje listo en tu recamara.

Dan frunció el ceño,  1 no entendía de que iba la anciana y 2 como mierdas se habían atrevido a profanar su habitación, su enojo iba subiendo en escala, era lo único que pedía, gozar de completa y profunda privacidad en cuanto a su recamara refería, había cedido el control de todo y lo qué pedía a cambio era realmente poco y ella se había atrevido a robarle incluso eso.

-Por Dios niño, hoy es la fiesta de Georgina, como pudiste olvidarlo?

Ante la mención del evento Dan lo recordó todo y aquella situación tomaba un poco de sentido.

-No iré.

-Pero qué dices? Es la fiesta de tu prometida, no puedes faltar.

-mi prometida? Tal vez la suya, después de todo usted es la única que accedió a ese compromiso.

-que insolente, si tu padre estuviera aquí….

-si mi padre estuviera aquí yo seria feliz, pero vea usted que la vida no es tan condescendiente, así que no iré, y si mi padre estuviera aquí estoy seguro no me obligaría a hacerlo.

- Esa insolencia es producto de la mala educación que te dio tu madre, parece que la vulgaridad no se saca de la sangre por mas educación que me empeñe en enseñarte.

-Si ya o ha entendido será mejor que no insista.

- Acaso has olvidado quien manda aquí? Si yo lo considero necesario bien puedo mandarte a la calle y lo sabes.

-Cosa que no ha hecho, me pregunto por qué? Será a caso la clausula de su contrato que marca que los beneficios de los que goza se perderán en caso de que ya no desee hacerse cargo de mi?

-Eres un maldito…- La mujer alzo la mano con afán de abofetear a su nieto pero este tomo su mano al vuelo evitando el golpe.

-Un maldito qué? Si su hijo estuviera vivo usted no tendría poder de nada.

-Pero no lo esta, tu lo has dicho y mientras no te gradúes y te cases yo sigo a cargo de todo así que cámbiate de una buena vez y más te vale comportarte.

Dan contuvo los insultos que se acumulaban en sus gargantas y camino pesadamente hasta llegar a su habitación y cerrar de un portazo.

Salvaguardado por soledad de su recamara se recargó en la puerta de se deslizo por la puerta hasta quedar sentado en el suelo mientras las primeras lagrimas se fugaban de sus ojos.

Notas finales:

y bien... qué les ha parecido? Ai-chan me había rogado por que de una buena vez terminara con el sufrimiento de Joe y Adair y no pude más que complacerla, espero que les haya gustado tanto como a ella.


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