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Un solo defecto por Reiga

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Notas del fanfic:

Hola niñas, sé que tiene que actualizar jeje ya vendré con eso.

Aquí les traigo un nuevo  Shot de mi parejita adorada. Hace mucho ya que no escribía  nada de ellos aparte del seriado claro (o mas bien terminaba algo). Espero les guste y disfruten de la lectura. Creo que es algo dulce así que espero endulzarle el día bonitas!!

OOC
Menciones de tres parejas.

 

~~°~~

 

Un día soleado y con suave y fresca brisa. En si un día tranquilo y perfecto para la preparatoria Seirin  y por lo que acontecería el día de hoy.

Ocho de la mañana y una delicada profesora de castaña y corta cabellera hacia ingreso en la sala como de costumbre.

—Chicos… —suspiro con una leve venita en su frente, el libro de clases lo dejo caer con fuerza sobre su escritorio dejando a todo el salón en silencio y rígidos del susto — hoy se integra un nuevo alumno — Dijo luego de recuperar su aura angelical, al lograr llamar la atención de todos sus alumnos, todos en el salón se quedaron viendo al chico que se encontraba a su lado —Él es Kagami taiga, estuvo estos últimos tres años en estados unidos y ahora vuelve para iniciar su preparatoria en Japón,  sean amables con el — termino de decir,  mientras el mencionado hacia una reverencia —siéntate al lado de Kise — el rubio levanto la mano alegremente llamando su atención.

Las clases continuaron con normalidad entre una u otra regañada de la profesora a el chico nuevo y su nuevo amigo.  Congeniaron de inmediato y más de alguna ves los habían pillado conversando y  totalmente distraídos de los que pasaba en la clase. 

—Ya chicos no se olviden que la próxima clase tenemos examen y… — ya no había caso seguir  hablando, más de la mitad del salón había volado al sentir la campana. — no hay caso con estos niños — suspiro derrotada. Guardando sus cosas.

—¿Por qué tanta prisa? — pregunto extrañado el pelirrojo. Mirando como poco a poco se  notaba y  escuchaba más claramente el alboroto de casi toda la preparatoria.

—¡Ah! es que hoy hay un partido amistoso del equipo de basquetbol  contra Yosen.

—Oh ya veo —contesto un tanto distraído.

—Ven apúrate, para que agarremos buen puesto oh —recordó algo y se detuvo — pero primero vamos por mi kurokin — decía el rubio con estrellitas en los ojos.

—¿kurokin? — alzo una ceja, mientras caminaba por los pasillos y veía la locura en los alumnos sobre todo en las chicas.

—Es mi novio, la creatura más bella que ha pisado este planeta, un ser celestial… — kagami rodo los ojos ante el enamorado y cursi chico, prestando poca atención ante tanta palabrería, pero sonriendo ante cada gesto soñador que este hacía, le hiso gracia y gusto que reconociera que tenía a otro chico por novio y que fuera tan abierto a demostrarlo—¡Tetsu! — grito y kagami  vio con sorpresa al chico sin expresión, bien dicen que lo opuestos se atraen, eso el muy bien lo sabía.

—Kise no me aprietes tanto — le decía tratando de soltarse hasta que le llamo la atención la mirada del pelirrojo — Hola.

—Hola…

Kise los quedo mirando, y suspiro ante tanta comunicación.

—Bueno será mejor que vallamos a ver el partido ya debe haber comenzado — dijo al escuchar el descomunal griterío.

—kyaaaa, quiero verlo es tan hermoso —suspiraba un chica con su grupo de amigas que paso por al lado de ellos. Y Kise rio.

 —De verdad se alocan, no pensé que les gustara tanto el deporte a casi toda la escuela — decía un asombrado kagami, ya que no se veía ni un alma en los pasillos.

—yo diría que más de la mitad, va a mirar a cierto espécimen que juega que el deporte en si — contesto kuroko sin importancia.

—¿A qué te refieres? — pregunto interesado, ya iban saliendo del edificio dirigiéndose a las canchas

—A que más de la mitad de la escuela bota la baba por el capitán, hasta yo cuando recién llegue — decía Kise  asombrado recordando aquellos tiempos. —claro que me duro poco porque luego mis ojitos se posaron en los cielos de kuroko y fue inevitable enamorarme de el — kuroko ni se inmuto y miro a kagami como diciendo que no sabía que es lo que le había visto y el pelirrojo rio moviendo su cabeza.   

—¿Así? Y ¿qué tiene de especial? — preguntaba curioso. Mientras caminaban Kise iba por una malteada y se la daba a su novio para seguir con su plática.

—Si te soy sincero, es casi perfecto, es muy lindo, de piel poco común, pero muy llamativa, ojos fieros he invitantes, pero con una suavidad a la vez que logran cautivarte, bastante alto para su edad, es el primero en su clase, a pesar de que falte casi siempre, sus notas son de envidiar y ni hablar lo bueno que es con los deportes sobre todo en el basquetbol,  es muy carismático pero eso solo ves con gente que le agrada con otras personas es muy frio y  para rematar  de buena familia

—Ya veo todo un adonis — dijo con burla  y rodando los ojos  el pelirrojo.

—Así es

—No solo eso — se les sumo una vocecita nueva, kagami miro a su lado ahora y se encontraba un chico de piel blanca, ojos platinados, cabello un tanto largo y con una sonrisa resplandeciente, ambos se miraron y se saludaron con una pequeña reverencia, recordaba que era el chico que estaba sentado delante de el —es el la sensualidad y lujuria hecha persona, lo desprende por cada poro de su cuerpo, más aun cuando juega y sonríe con cierta prepotencia al encestar  y es que no comete errores o al menos nadie lo ha visto — decía el nuevo chico con pose muy filosófica.

—Como te escuche Kasamatsu-sempai  estarás en problemas Takao-kun— acotó el peli celeste sorbiendo otro poco de su malteada.

—Lo sé — rio nervioso — no es que me guste, solo estoy siendo realista.     

—ya veo… ¿y porque el “casi” perfecto entonces?

—Porque nada es perfecto y él tiene un solo  defecto según las chicas — rio con gracia el rubio

—¿cuál es? — pregunto kagami realmente interesado

—Tiene novio — contesto esta ves kuroko, esperando alguna reacción y lo único que llego fue una risotada.

—¿Ese es su defecto?

—Por eso te dije que según las chicas, hace dos años una de las tantas que se le declararon, intento besarlo luego de ser rechazada y hasta ahí llego su límite de paciencia, le dijo que tenía novio desde hace mucho tiempo así que les pedía por favor que dejaran de molestarlo, la cosa se calmó, pero después de un tiempo volvieron a hostigarlo, pues aunque él siempre decía que tenía pareja nunca se le vio ni se le ha visto con nadie.

—Oh que raro, ya me causo curiosidad — sonrió.

A medida que se iban acercando se podía ver claramente la aglomeración de alumnos

—A todo esto, kagami-kun  me parece  que buscas a alguien ¿no?

—Ah,  sí es que…

“Miren ahí está de nuevo demostrando porque es el capitán ahora”  decían unas chicas.

—Supongo que este será el mejor lugar, ya que ni con suerte llegaríamos adelante — dijo Kise subiéndose seguido de los demás a una banca

Las canchas estaban rodeadas de rejas y fuera de ellas estaba prácticamente toda la preparatoria mientras los profesores calmadamente miraban el partido y platicaban entre ellos.

De pronto el partido fue detenido por él árbitro de un pitazo que los dejó a todos en silencio.

Al Az y capitán de Seirin le llego un pelotazo con todo y doble potencia por parte de Akashi, un lanzamiento que debido a su distracción no pudo alcanzar ni prever y le llego de lleno en la cabeza, mandándolo derechito al suelo.

Sus compañeros corrieron a su lado, a excepción del causante de dicho golpe, el solo camino sin inmutarse ni preocuparse de lo que podría haber causado.

—¿Estas bien Aomine-kun? —pregunto uno de sus compañeros ayudándolo a incorporarse.

—¿Ah? — Su manos se la llevo a su cabeza y la movió lentamente—si, bien…  es que… —recordó la razón de su desconcentración y levanto la vista rápidamente —¿Taiga? —Lo busco con la mirada, pero entre tanta gente y más su leve mareo no ayudo mucho. Pensó que solo había sido su imaginación, hasta que esa hermosa maraña de cabello rojo llego nuevamente a su vista —¿¡Taiga!? — Gritó llamando la atención de todos.

Entre el público se miraban entre ellos para ver a quien se dirigía y solo unos pocos miraron al pelirrojo con la pregunta impregnada “¿eres tú?”. Los chicos se bajaron de la banca y kagami lo inundo un minúsculo sonrojo al ver que todos lo miraban ¿había hecho algo mal?.

La estupefacción solo se hizo mayor al ver que el moreno saltaba la reja y caminaba rápidamente al pelirrojo con una sonrisa nunca antes vista, de esas que resplandecen tu rostro he instantáneamente iluminan tus ojos,  los mismo que parecían no creerlo que veían.

—Taiga… — las palabras no salían de su boca, y es que no lo veía desde hace tanto tiempo que no creí que fuera cierto. Tomo una de sus manos y con la otra acaricio delicadamente su mejilla —no puedo creer que estés aquí ¿Qué haces aqui?

Kagami le sonrió y cerró los ojos sintiendo con todo su ser la calidez de su tacto—Quería que fuera una sorpresa — le decía  apretando la mano entre las suyas.

—Vaya que si lo fue, te esperaba la otra semana… dios aun no puedo creerlo —lo atrajo hacia su cuerpo y lo estrecho en sus brazos, luego miro con el ceño fruncido a su amigo —¿¡Akashi, porque no me lo dijiste!?

El pelirrojo menor en estatura, se había acercado a ellos un poco molesto por tan cariñoso abraso. Se encogió de hombros ante el reclamo.

—Taiga me lo pidió  y será mejor que lo sueltes estamos en la escuela y si ya lo olvidaste en medio de un partido —cada vez más molesto, nunca ha sido bueno controlando su complejo de hermano mayor para con taiga.

Aomine suspiro y lo soltó lentamente, conocía a su querido amigo, y si no quería tener represalias contra de él, mejor y le hacía caso, su amigo de infancia podía parecer calmado y que no mataba ni una mosca. Pero cuando se trataba de kagami era un auténtico demonio sobre todo con él.

—Ya voy, Taiga…— se separó un poco de él. Sonriendo con verdadera alegría  al volver a verlo de nuevo — espérame ¿sí?

Kagami asintió. Y aomine en un acto de valentía le dio un fugaz beso en su frente. Al pasar por el lado de Akashi sudo frio.

—Recuerda que solo tiene quince, ten más cuidado con ese tipo de demostraciones —vos de ultra tumba en donde dejaba claro que no aguantaría una próxima vez.

—Vamos Akashi, no te molestes, sabes que no tengo ese tipo de intenciones con él, ya deberías tenerme más confianza.

—¡Ha! Le pediste que fuera tu novio cuando tenía cuatro años, ¿qué confianza le puedo tener a un aprovechado así?

—¡ahh! — Gritaba ofuscado — ¿no me vas a perdonar jamás eso? —ya estaba por iniciar nuevamente el partido y ellos dos seguían alegando.

Akashi lo ignoro y lanzo el balón para comenzar el juego. No, jamás se lo perdonaría.

En su niñez aomine y Akashi se conocieron porque sus madres eran mejores amigas y sus padres, compañeros de negocios, sin embargos Aomine vino a conocer a kagami cuando este tenía cuatro años y el siete. Ya que su padre cuando viajaba se lo llevaba con él para que se desenvolviera desde pequeño con el idioma y empezara aprender y entender  lo que deparara como un futuro heredero.

Fue en una visita casual yendo a visitar a Akashi que  pudo conocerlo, ver un niño tímido y retraído, le causo algo en su interior, que no evito que se le acercara. Le recordaba a Akashi cuando lo conoció y  se preguntó si sería igual de amargado.

 

~*~Flashback~*~

 

—¡Waa que lindo es tu hermanito Akashi! — le dijo luego de que el menor le dijera con sus deditos la edad que tenía, el grito del corazón fue grande y lo abraso con todas sus fuerzas.

—Oí, suéltalo lo estas asustando — el pelirrojo mayor se cruzó de brazos y frunció el ceño hasta que el moreno lo soltó.

—hui que enojón — al soltarlo un poco vio al menor con sus ojos bien abiertos y rojo como un tomate —Taiga-chan es muy lindo, ¿quiere ser mi novio? — el menor lo miro no entendiendo muy bien la pregunta, pero el niño moreno le gradaba, así que asintió — ves Akashi ahora soy tu amigo y tu cuñaaaa… —grito al ser arrastrado lejos del pequeño por el hermano mayor de este — me vas a sacar el brazo 

—¡¿En qué estás pensando idiota?!

—oh vamos no tienes que molestarte tanto, era una broma — le dijo sobándose

—No bromes con eso y menos con el ¿te queda claro?

—Está bien, está bien, nunca más — le dijo riendo y levantando las manos en son de paz.

Luego de eso se dedicaron jugar toda la tarde y ya entrada la noche fue la hora de irse y Aomine quería despedirse del pequeño.

—Está durmiendo así que para la otra será — sonrió Akashi con maldad

—¿Tía puedo pasar a despedirme, no lo despertare? —preguntó ignorando a su gruñón amigo

—Claro cariño, como negarme a esa carita — Akashi abrió la boca no pudiendo creer la traición que acababa de sufrir por parte de su madre.

Aomine, subió las escaleras y se fue directo  a aquella habitación que de antemano sabía que era del menor, cuando lo encontró, lo vio plácidamente dormido, en una camita hecha a su tamaño y con barandales para que no fuera a caerse.

Llego a su lado y sonrió

—Pareces un bebe —dijo al aire — y uno muy lindo — susurro mientras su mano acariciaba su carita — nos vemos pronto.

Al salir de la habitación se encontró con un ceñudo Akashi.

—¿Qué?

—Nada —le contesto caminado a su lado, algo le molestaba y bastante, miraba al moreno de reojo y todo su ser le decía que el de cabello azulino era potencialmente peligroso, tenía que exterminarlo.

Pasó el tiempo más específicamente un año y aomine no volvió a ver al pequeño y estaba seguro de que eso era culpa de Akashi.

Kagami en ocasiones venía con su padre de visita pero Akashi se las arreglaba para  que Aomine y su familia no fueran en esas fechas, las cuales eran muy pocas.

Hasta que llegó el momento de que el menor tendría que iniciar la escuela por lo que se establecería tres años en Japón y luego a estados unidos.

—Hahaha ya decía yo que no podía esconderlo por siempre — le dijo con burla el moreno a un enfurruñado Akashi —Hola taiga — se inclinó un poco para estar a su altura — ¿cómo has estado?.

—Bien…. Emm… humm — se sonrojo, aomine no supo entender la reacción de kagami y Akashi se molestaba cada vez más pues él sabía perfectamente lo que le pasaba.

—¿Te ocurre algo?   

—Es que yo… —bajo la mirada avergonzado y Aomine se inclinó un poco  para poder míralo —nosotros… —Aomine lo miraba con duda —¿Aun…aun somos novios?

Su mirada desviada, sus ojillos brillosos, ese hermoso sonrojo mientras sus manitas se aferraban a su camisa, hicieron que el flechazo llegara directo al corazón de Aomine. Akashi suspiro derrotado, kagami siempre le preguntaba por su amigo.

—Ves lo que provocas idiota, te dije que no jugaras con eso, nunca sabes cómo lo puede tomar un niño — le recriminaba Akashi, sin embargo  aomine estaba sumergido en ese par de rubies, ya recordaba lo que le había gustado tanto de el —a ver cómo le explicas

—Sei ven un momento — lo llamo su madre. Momento justo para Aomine le aclarará las cosas al menor.

—Taiga veras… — sonrió, no… no tenía corazón — Claro que si… ¿tu aun lo quieres? — el niño asintió rápidamente.

—Me gusta tu cabello —le dijo acariciándolo y provocando un leve sonrojo en aomine.

—G-gracias, Taiga ponme atención — se levantó y se sentó en el sofá dejando al menor enfrente suyo— serás mi novio, pero será un secreto, si tu Nii-chan se entera va a matarme —lo dijo con tal gesto de horror que causo la risa en kagami — ¿me entiendes?

—Si — dijo con dulce voz antes de darle un suave beso en la mejilla del moreno, quien sonrió pendiéndose en esa mirada. Hasta que Akashi y su madre llegaron al living.

—Vamos taiga, alguien dormirá su siesta—dijo cariñosamente su madre tomándolo de la manito pero este con la otra no soltaba a Aomine.

—No tengo… — bosteza —sueñito mamá

—Nada de eso, el viaje fue largo así que a dormir quieras o no — kagami miro con pena al mayor antes de soltarlo, su madre lo tomo en brazos y antes de que se lo llevara, se despidió con la mano provocando una linda sonrisa en el menor que ya cerraba sus ojitos debido al cansancio.

—¿Que le respondiste? — Aomine dejo de despedirse y un ligero calosfrió recorrió su espalda.

—ya deja de preocuparte está todo bien — sonrió con algo de miedo, ante esa filuda mirada.

Con el pasar de los años, y con tan solo quince años  aomine comprendía a la perfección que se había enamorado del aquel niño  pelirrojo que tenía por novio y que aquel noviazgo que había iniciado como una broma y juego de niños en un principio ahora  iba bastante en serio desde hace algunos años.

Momento crucial de su descubrimiento fue cuando kagami llego con su amigo de estados unidos, aquel chico pelinegro no se despegaba de kagami y  por primera vez en años sintió lo que era no ser la prioridad del más pequeño, no se quedaba en silencio mirando como él jugaba, es más ni lo miraba le prestaba atención aquel niño tímido que a él. Aquella experiencia fue horrible para su corazón quien parecía romperse al ver que esa mirada y esa sonrisa eran dirigidas tan cálidamente hacia otro chico.  

Ya no quería seguir a escondidas, Akashi de por si le hacia la vida imposible de solo sospechar algo. Pero ya era deprimente poder verlo diez veces al año  y en ocasiones por sus constantes viajes, como para  que en esos mismos momentos fuera a escondidas. Ahora solo faltaba un mes para que se fuera por tres años nuevamente a estados unidos y no, ya no seguiría así.

Ambas familias eran  muy tradicionales, así que no dudo en un arranque de valentía, y en una cena familiar pedir la mano del menor de la familia Akashi. El silencio fue sepulcral, pero su mirada solo se enfocaba en esos ojos soñadores que amaba mientras sus oídos esperaban escuchar alguna respuesta.

—Vaya, vaya — dijo el señor Akashi —un hombrecito con agallas  —aomine trago en seco. No sabía si esa sonrisa era de “repite eso si eres tan valiente” o de “wao admiro tu valentía o estupidez”

Akashi suspiraba ante lo que ya le parecía inevitable, solo le quedaba  la seguridad de que su padre se negaría ante semejante situación, los padres de Aomine aun estaban impactados pero a la vez orgullosos de su pequeño y único hijo. Si se atrevió a hablar algo tan importante solo, pues que se les arreglara solo.  

—Taiga… ¿tienes algo que decirme? — Pregunto su padre en tono serio — si este joven se atrevió a pedirme tu mano ¿es por algo no? —Kagami asintió —¿y bien? — esperando respuesta.

—Yo lo amo — contestó con determinación  ante la sonrisas resplandeciente del moreno. Akashi quería lanzarle la comida para que dejara de sonreír como idiota.

—Pues bien, taiga se va a estados unidos, si son capaz de esperar volveremos hablar de este tema ¿les parece? —no podía tomar algo así tan enserio por ahora, pero ante la determinación de ambos menores les daría el beneficio de la duda.

—Claro que sí señor Akashi —respondió alegremente, llevaban años juntos de esa manera, tres años más para hacerlo formal, no era nada para él—auch — se quejó al recibir una patada en su rodilla.

—¿Te pasa algo hijo? — pregunto la madre del moreno preocupada

—No, nada — dijo con una dolorosa sonrisita mirando a su pelirrojo amigo quien comía como si nada hubiera hecho.

 

~*~Fin del flashback~*~

 

 Volviendo a la actualidad, kagami se encontraba un poco cohibido, las chicas parecían querer comérselo vivo y no por gusto, más aun cuando Aomine encestaba y se lo dedicaba a él.

—No puedo creer que seas el novio perdido de Aominecchi — decía un sonrojado Kise seguido de Takao al soltar tantas alabanzas arteriosamente.

—Es verdad ¿porque no lo dijiste? — preguntaba aun pelinegro que aun quería darse contra un árbol por la vergüenza 

—Lo siento, es que mencionaban aun capitán y no tenía idea de que daiki fuera el capitán ahora, ¿cuándo pasó eso?  —un poco extrañado al no enterarse de tal acontecimiento.

—Hace como dos semanas, hyuuga-san se lesiono, así que lo dejaron a el —respondió kuroko.

—ah ya veo— respondió más tranquilo.

El partido termino con el equipo de casa como ganadores, Aomine al terminar, se fue inmediatamente donde kagami.

—Taiga, ven tenemos que hablar — le dijo tomándolo de la mano, la misma que le fue arrebatada al instante.

—Nada de hablar ahora a las duchas, y ustedes a clases  —dijo Akashi en tono demandante los chicos asintieron rápidamente, al presidente no se le contradecía.Ya todos se estaban retirando, y kagami miraba intensamente a unas chicas que no dejaban de mirarlos y a el sobre todo de mala manera.

—¡Tengo algo en la cara acaso! — les grito sorprendiendo a varios que estaban ahí, al darse cuenta bajo la mirada arrepentido.

—Ey, nada de bajar la mirada, vete a clases no vemos a la salida —Kagami asintió, caminando al lado de kuroko y Kise.

—Y tu será mejor que te vayas a las duchas y no faltes a la clase que sigue — le regaño Akashi, Aomine rio y se fue corriendo.

Akashi se quedó mirando a kagami hasta que entro en el edificio.

“—Después de todo si tenía novio, aun no puedo créelo

—Ni siquiera es tan bonito — dijo un chica mordiéndose el labio, ni ella creyendo lo que dijo

—Tenia cara de mojigato —dijo otra

—Al menos ahora sabemos quién es, podemos hacer algo para que…”

Akashi ya harto de las féminas intervino.

—Escúchenme bien, para su información, están juntos prácticamente desde kagami tiene memoria y Aomine solo ha tenido ojos para él, les sugiero que se compren una vida y no se metan en la de ellos, si hacen algo por lo más mínimo que dañe a mi hermano, les aseguro que la pagaran caro, a sus familias ni para limpiar pisos le darán trabajos. ¿Fui claro o hay algo que no entendieron?

Las chicas, en su vida habían visto al presidente del concejo escolar tan atemorizante, su rostro no había cambiado mucho pero sus ojos y su tono de vos lo decían todo, hablaba muy enserio. Asintieron rápidamente, mientras lo veían irse.

Las clases terminaron y ahora los dos tortolos parecían en su propio mundo, Akashi sonrió al verlos, muy a su pesar y aunque no se lo diría a Aomine aun, ya lo había aceptado, nadie mejor que el para su hermano pequeño.

—Sei-niisan ¿podemos ir dar una vuelta? — pregunto el menor con cara de perrito con hambre, Aomine estaba preparado para la negativa del siglo.

—Está bien, Aomine será mejor que taiga este antes de las ocho en la casa — El moreno estaba que no lo creía.

—¿Estas bien? No te creo… donde está la trampa — el moreno achico los ojos, y retrocedió un paso al ver reírse a su amigo.

—Tienes diez segundos antes de que me arrepienta.

Aomine tomo la mano de kagami y salió corriendo de ahí.

Akashi sonrió, antes de sentir unos brazos rodearlo por la cintura, seguido de una cabeza apoyarse en su hombro para luego sentir una cálida respiración en su oído.

—¿Y eso que los dejaste? —pregunto el recién llegado

—No se han visto en un buen tiempo — solo eso respondió. El peliverde sonrió, dejando un pequeño beso en su mejilla.

—Por eso me gustas —las palabras entraron como fuego por sus oídos y se instalaron con furia en sus  mejillas

—I-Idiota

 

~*~

 

Aomine había corrido alegre tomado de esa mano que se aferraba a la suya con la misma fuerza, llegando a una parque con hermosos ejemplares verdes, caminaba en silencio de su mano buscando con la mirada un lugar donde establecerse.

Desvió la vista hacia kagami y lo vio mirado con asombro un cerezo con las flores en toda su gloria.

—Hace mucho tiempo que no veía uno florecer — mencionó, en las ocasiones que viajo a Japón no había tenido esa oportunidad. Aomine sonrió y camino al dicho árbol apoyándose en su troco y abrazando nuevamente a kagami entregándose al momento mientras aspiraba su aroma.

—Te extrañe mucho — menciono sin esperar respuesta, solo quería decirlo.

Kagami sonrió sintiendo como su cuerpo era apretado con más fuerza. Aomine lo alejo un poco de su cuerpo manteniendo su mano en su cintura mientras la otra ahora reposaba cálidamente en su mejilla.

Sus vista se deleitaba con esos ojos, que como siempre lo han mirado a él y solo a él, con su pulgar roso sus labios.

Recordó los besos que se han dado en ocasiones anteriores y aquellos podían ser contados con una sola mano.

El primero y el más hermoso fue aquella vez que se le declaro oficialmente, diciéndole que no era un juego para él, en verdad nunca lo fue pero aquella ves donde kagami contaba con cuatro años no había sido sincero, por lo que pensaba que no era del todo real, la sonrisa de kagami fue su contestación y lo sellaron con un roce de labios que los sonrojo a ambos, para luego abrasarse disimulando la vergüenza.

El segundo y uno de los más especiales fue cuando aomine le demostró sus tontos celos hacia himuro y kagami lo callo besando sus labios por un lapso eterno de cinco segundos, seguido de la frase “Pero te amo a ti imbécil”. El imbécil estaba demás pero como estaban teniendo una tonta discusión se le salió para luego disculparse.

El tercero fue el casi motivo de su muerte joven, pues estaba a punto de dárselo cuando Akashi llego y los sorprendió, extrañado no dijo nada pero esperaba alguna repuesta, la que llego fue de un moreno preocupado por el menor ya que se le había metido un pelusa en su ojo, algo estúpido pero le había salvado la vida.

Y el cuarto fue hace tres años cuando kagami se despedía en el aeropuerto, aomine se despedía de el con tristeza viendo como este caminaba hacia el enorme avión, estaba toda su familia así que la opción de un beso de despedida estaba descartada por parte de él. Con los ojos como platos quedo cuando kagami retrocedió corriendo abrazándolo del cuello y atrayéndolo para darle un fuerte beso en sus labios,  al soltarlo le sonrió y se fue corriendo antes de escuchar los reclamos de su padre y hermano. Claro… el que tuvo que aguantar la mirada matadora del señor Akashi y la constante molestia de seijuro fue el, pero valía la pena.

Sonrió con amor antes de acercar sus labios a los del menor hasta juntarlos, estuvieron así hasta que les pareció una eternidad  y aun así podrían seguir.

Kagami se separó algo sonrojado, no por el beso si no por algo que paso por su mente y Aomine se dio cuenta de que algo lo molestaba.

—¿Qué pasa? — kagami lo miro mientras pensaba si se atrevería a algo así. Mientras su mente debatía el que hacer,  llevo sus manos al cuello de Aomine atrayéndolo de nuevo para juntar sus labios. Con todo el valor reunido abrió su boca y con algo de inseguridad saco su lengua…

Aomine se separó en el mismo instante en que sintió la lengua de kagami tocar su labios, abrió sus ojos asombrado ante el atrevimiento de su menor.

—Lo… Lo siento — se disculpó kagami aterrorizado por la reacción del moreno — ¿lo… lo hice mal? — se alejó de su cuerpo y Aomine pudo sentir el frio dejado por él.

—¡No! — se apresuró a alcanzarlo — no es eso, solo me sorprendí, es… es que no me los esperaba — reconoció, podía sentir su corazón querer salir por su boca, dios~  eso si fue un ataque a todo su entendimiento, no negaría sus ansias de querer besarlo en toda la regla, pero como lo conoció siendo apenas un niño, le costaba tomar esa iniciativa, aún tenía en su mente la imagen de ese niño el cual sonrojado le preguntaba si aún eran novios, además de que no tenía idea de cómo hacerlo —¿a qué se debe? — pregunto con algo de desconfianza ¿Por qué ahora la iniciativa? Kagami no debería saber tampoco, pensaba con desconfiada.

—¿eh… a que se debe de qué? — Pregunto no entendiendo — ¿el beso dices? — Aomine asintió y kagami como si recordara algo se sonrojo y desvió la vista.

No, kagami seria incapaz de engañarlo ¿verdad? Más le valía hablar luego, su mente estaba trabajando a niveles insospechados.

—¿kagami?

—Es… es que hace un tiempo, estuve hablando con himuro…

—De que — dijo en un tono demandante y algo extraño, kagami pudo reconocerlo de inmediato.

—¿Estas desconfiando de mí? — dijo molesto y mirándolo enojado mientras se cruzaba de brazos

—jeje — rio nervioso, enojado, su menor era peor que Akashi — claro que no, continua… ¿de  que hablabas con himuro?

—Bueno … me pregunto si alguna vez tú y yo nos habíamos dado un verdadero beso, al decirle que no me dijo que debería intentarlo, que si metía mi lengua dentro de tu boca se sentiría mucho mejor y bueno… lo intente — termino de decir muerto de vergüenza.

Aomine sonrió más tranquilo y lo atrajo nuevamente para abrasarlo — inténtalo de nuevo — le susurro en su oído para luego besarlo esperando de nuevo esa iniciativa que no tardó en llegar, pero antes de que esa lengua ingresara en su boca, la propia se había apropiado de la boca del menor moviéndola con avidez dentro de la cavidad bucal de kagami, obligando a la de taiga a moverse junto a la suya.

Ante el ímpetu del arrebatador y sofocante beso kagami hiso ademan de alejarse para respirar, pero Aomine se lo impidió poniendo  una de sus manos en su cabeza y presionando más contra su boca, su lengua entraba y salía a la vez que movía sus labios de un lado hacia otro queriendo devorarlo, los soltó hasta que sintió un gemidito ahogado por parte del pelirrojo.

Kagami recuperaba la respiración dependiendo de ello su vida y  al regularla lo golpeo en el brazo

—Casi me… ahogas — Aomine rio

—¿Qué tal se sintió? — le pregunto el moreno limpiando con su pulgar la humedad dejada en los labios del menor.

—Definitivamente mucho mejor — contesto inmediatamente y con sinceridad, Aomine pudo ver el brillo en esos ojos, lo atrajo nuevamente y de nuevo se sumergieron en un nuevo beso, al terminar le seguía uno y otro y otro, para luego volver a empezar.

Se hacía tarde, el frio comenzaba hacerse presente, aunque ellos poco lo sentían,.

—Creo que me hare adicto a esto — susurraba Aomine, teniendo apoyado su frente en la contraria mientras sus reparaciones chocaban aceleradas.

—No será una mala adicción

—Mientras tu adicción sea solo conmigo — le dijo presionando su agarre en su cintura y kagami rio.

—¿Vas a empezar?

—Lo siento — sonrió —sabes que soy bueno manejando mis celos

—Eso debería ser para mi, nunca me mencionaste que tenías a tantas admiradoras — le comentó con reproche.

—No me importan — se apresuró a contestarle preocupado, más la sonrisa de este le hiso saber que eso no le preocupaba.

 

—Muy lindo, de piel poco común,  llamativa, ojos fieros he invitantes, con suavidad cautivarte, alto para su edad, es el primero en su clase, sus notas son de envidiar, bueno que es con los deportes sobre todo en el basquetbol,  carismático pero solo con gente que le agrada con otras personas es muy frio, de buena familia. Es la sensualidad y lujuria hecha persona, no comete errores o al menos nadie lo ha visto… solo tiene un defecto… su novio — dijo con simpatía el pelirrojo al recordar las descripciones para el moreno — un defecto…  — decía pensativo

Aomine rio ante los calificativos para él, kagami se había dado vuelta por lo que lo abraso por la espalda y se apoyó en árbol.

—yo diría que eres lo único perfecto en mi — le susurro, sobre sus cualidades físicas, bueno eran suyas, pero en cuanto a ser el primero en la clase era por él, el padre de Akashi se lo había exigido había sido solo un comentario pero Aomine supo que era para él, su amor y pasión por el básquet había sido en gran parte por kagami  también. Aquellos momentos que disfrutaban jugando juntos, aquella mirada guerrera que le dedicaba kagami para ganarle le encantaba y ansiaba volver a repetirlo.

—ya se está haciendo tarde será mejor irnos

—Si… oh los chicos mencionaron que los de primero tienen su propio equipo al igual que los de segundo y los de tercero, como ustedes se van este año es tradición que los de segundo y los de primero compitan con ustedes para sacar a los titulares y al capitán… ¿es así? — pregunto aun de espaldas

—Así es, Aunque los titulares pueden salir tanto como de primero o segundo ¿porque?

Kagami se separó de él y camino unos  pasos antes de darse vuelta y mirarlo retadoramente.

—Te iras con una derrota, vamos a machacarte — le dijo con determinación.

Aomine sonrió ante el reto

—Apuesto a que sí, pero no porque seas mi novio y mi futuro esposo te la hare fácil

Ambos se miraban y sonreían hasta que Aomine se fijó en un aterrador detalle en kagami.

—Maldición — se apresuró en llegar hasta él y mirar sus labios —demonios va a matarme

Kagami no entendía, Aomine miraba sus labios y quería llorar, los labios de kagami estaban hinchados, rojos y tenían una leve hinchazón en la parte inferior derecha más notoria.

Y como no estarían así, si ahora que recordaba, los había besado hasta el cansancio, lamio, mordió y chupo a su antojo, por poco y no se los arranco de las ansias y deseo que tenía.

Luego suspiro~ ya que, el daño ya estaba. Le sonrió a su novio quietándole importancia y emprendieron camino.

Al llegar Akashi estaba con el ceño fruncido y enseguida noto lo nuevo en su adorado hermanito, sonrió de manera tétrica, claro solo Aomine lo notaba  ya estaba acostumbrado.

—Nos vemos mañana taiga — este sonrió y se despidió  con la mano mientras veía a su moreno abandonar la casa.

—Muchas gracias sei — le dijo luego abrasándolo

—De nada,  taiga ahora vete a duchar — le dijo acariciando su cabeza, a pesar de que su hermano menor hace unos años sobrepaso su altura, sus gestos para con él no habían cambiado y eso le gustaba.

Apenas perdió a su hermano de vista, salió de la casona dándole alcance al moreno que no estaba muy lejos de la casa aun, lo tacleo con todo su cuerpo mientras el más alto caía al suelo y era ahorcado por el más bajo.

—Crees que no me di cuenta maldito aprovechado, roba inocencias,  hijo de…

Y así empezaba de nuevo la tortura, no negaría que le hacía gracia, a pesar de ahora lo estuviera ahorcando con verdadero enojo, no lo hacía con fuerza ni con ganas de lastimarlo de verdad, sabía muy bien que Akashi seria el causante de su mártir hasta que  kagami le diera el sí. Respuesta de la cual estaba muy seguro.

Kagami ya había vuelto y con eso la decisión, volvería a tocar aquel tema de hace tres años, dejarían de ser novios ara convertirse en una pareja comprometida y reconocida ante la sociedad y sus círculos más influyentes, para luego de que kagami cumpliera la mayoría de edad pasara a ser su esposo de manera irrefutable. Si… estaba decidido.

 

Fin.

Notas finales:

¿Qué tal? *w*

Espero les haya gustado, nos leeremos pronto, las quiere <3

Que tengan buen fin de semanita bye bye :3 


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