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Negación por DyC

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La luna roja en sí, te maravillaba. Jongin no se imaginó que de verdad sería tan literal aquel nombre para el fenómeno que habían observado de primera mano aquella noche, pero a pesar de todo el impactante momento, era la sonrisa de Kyungsoo quien siempre tuvo la prioridad ante su mirada.

A pesar de todo el magnífico momento, para decepción de la mayoría, este no duró demasiado, solo un par de minutos antes de que todo volviera a la normalidad. Debían irse a casa y Kyungsoo era uno de los más ansiosos al respecto. Mientras se alejaban del parque, Taemin y Jongdae caminaban al frente comentando acerca de las fotos que habían logrado sacar con sus respectivos celulares, mientras que Jongin y Kyungsoo caminaban en medio de un silencio cómodo, hasta que a Kyungsoo es atacado por dudas que decide compartir con el menor.

-¿Por qué razón la luna habrá tomado ese color tan extraño?

Capta la atención de Jongin a lo que este responde con una sonrisa ladina- Algunos la llaman la luna de sangre - sin dejar de caminar se acerca un poco más a Kyungsoo para susurrarle- dicen que hace que los vampiros despierten.

Jongin ríe al ver el gesto de incredulidad en el rostro de Kyungsoo quien bufa al mismo tiempo que rueda los ojos.

-¿Vampiros de verdad o de esos que brillan con el sol?

Jongin ríe de nuevo ante el sarcasmo de Kyungsoo y con un poco de valentía alza su brazo y lo deja caer descuidadamente sobre sus hombros.

Es Kyungsoo quien se detiene cuando llegan a la primera esquina donde deben cruzar a mano izquierda para llegar a la casa de Jongin, ya la luna sobre sus cabezas ha vuelto a la normalidad, el menor lo mira interrogante cuando el mayor se libera del brazo que había puesto sobre sus hombros.

-Mi casa queda en aquella dirección -señalan hacía su derecha.

-Los chicos se quedarán en mi casa. ¿Por qué no vienes?

Kyungsoo da un paso atrás alejándose mientras que la sonrisa en sus labios tiembla - No puedo, otro día será -da otro paso atrás y nota que Jongin está a punto de decirle algo por lo que él se apresura a continuar - lo pase muy bien esta noche... Adiós Jongin- mueve su mano a modo de despedida antes de darse la vuelta y comenzar a caminar hacía su casa.

-Deja que te acompañe.

-No soy un niño, estaré bien -sigue hablando sin dejar de caminar.

-Puede ser peligroso.

-No le temo a los vampiros y si al caso vamos, tu eres menor que yo.

-¡Kyungsoo!

Cuando termina de cruzar la calle, escucha cómo es llamado por Jongin, así que se detiene y se gira.

-En serio... ten cuidado con los vampiros que brillan.

Ríe ante la advertencia del menor. - Lo tendré - asegura aún con una sonrisa en los labios. Es extraño cómo se sienten cosas raras en su pecho en ese momento mientras observa a Jongin sonreírle al otro lado de la calle. Sabe que es tarde y que es momento de seguir su largo camino hacia su casa, pero sus pies parecen estar anclados al suelo, él se siente sujeto a aquella sonrisa.

Perdiendo el control de sus pensamientos, Kyungsoo comienza a desear que Jongin cruce la calle y acabe con la distancia que hay entre sus bocas. Puede sentir el hormigueo en la punta de sus labios, los cuales presiona entre sí para contener un suspiro. Podría jurar que ve a Jongin dando un paso hacía él, pero si hubo o no una verdadera intención, tal parece que nunca lo sabrá.

-¡Chicos!

El grito de Taemin llega a sus oídos como un recordatorio del tiempo y espacio donde está; alza su mano sobre su cabeza y la agita a modo de despedida hacia los chicos que le ven con gesto confundido y sin darle una última mirada a Jongin, emprende su camino de vuelta a su casa.

Jongin quería ir detrás de él, pero sentía que sería presionar demasiado.

*

Jongin sabe que las comparaciones son malas, y no es que le guste hacer uso de ellas, pero desde el momento en que Kyungsoo y Minseok han estado participando activamente en su vida, le es casi imposible no hacerlo. Ambos son tan diferentes sin dejar de tener mucho en común, como el mal genio y las miradas asesinas, por ejemplo.

Una nueva semana de clases comienza y Jongin se siente de muy buen humor a pesar de no haber sabido nada sobre Kyungsoo durante todo el fin de semana, la razón de su felicidad: ¡Su papá (Hyesung) le había regalado dos entradas para el concierto de BigBang el próximo fin de semana!

Después de haber llorado el luto de saber que no podría ir porque sus padres habían insistido que no tenían dinero y él ya había ido a "suficientes conciertos ya", no tenía otro camino que no fuera el sufrimiento y la resignación. Y justo ahora, no sabía si sus padres eran los mejores o los más crueles.

Su plan original era ir directo hasta Kyungsoo, sin importarle todos los acuerdos de no acercamiento que se habían dicho entre ellos, para poder decirle la gran noticia y pedirle que fuera con él al concierto.

Ignoró a sus amigos y a todo ser viviente que no fuera su pequeño hyung, al cual visualizó entre su grupo de amigos como de costumbre. Hay veces en las que Jongin parece estúpido y actúa como estúpido, ¿qué otra razón habría para que actuara en la forma en que lo hizo cuando se acercó a Kyungsoo?

-Hyung.

Todos los pares de ojos del lugar e incluso los de Kyungsoo se posaron en la figura agitada del chico recién llegado.

-Necesito... hablar contigo -las palabras de Jongin salían con dificultad debido a la corta carrera que había llevado a cabo.

Algunos de los presentes miraron a Kyungsoo quien permanecía inexpresivo mientras observaba los ojos de Jongin, mientras que Kris y otro par de chicos se dedicaron a dar comentarios groseros sobre la pésima condición física del moreno.

Jongin comenzó a caer en la cuenta de lo tonto que había sido cuando Kyungsoo ni se inmuto ante sus palabras. No había sonrisa ni palabras ni siquiera un indicio de que estaba dispuesto a ir con él a un lugar más privado para hablar.

- Yo... -la incomodidad se comienza a colar dentro de su cuerpo y no es común que esto ocurra.

-¿Qué quieres, Kim?

Las palabras cortantes de Kyungsoo como un balde de agua fría.

-S íKim, tu presencia es molesta, di lo que vas a decir y vete- se escucha una tercera voz.

La risa molesta de los otros chicos, provoca malestar en Jongin. No deja de pensar en lo molestos que son. A pesar del bufido que escapa de sus labios, no aparta la mirada de Kyungsoo en ningún momento, el problema es que ya no tiene ganas de darle la noticia y por ende no tiene ni idea de que excusa podría dar.

-A nuestro amigo el africano le comieron la lengua los ratones.

-En su casa deben haber muchos.

Las burlas de mal gusto continúan y Jongin se cansa de todo eso- Solo quería saber si tenías hecha la tarea de historia - cosas más tontas se han dicho en momentos de desesperación, se consuela a sí mismo.

La risita que deja escapar Kyungsoo está cargada de muchas cosas menos de algo agradable.

-¿Para eso viniste hasta acá?... ¿Qué te hace pensar que te daré mi tarea?

Este Kyungsoo, el odioso, el cruel, el de la sonrisa cínica no es nuevo para Jongin. En realidad, lo conoce bastante bien, aunque no son muy seguidas las veces en las que el mayor toma esta actitud, aún así la presión en su pecho le hace ver que cada día que conoce un poco más el lado amable, simpático y hasta tierno de Kyungsoo, más difícil se le hace aceptar sus tonos amargos.

En ese momento llegó a cuestionarse seriamente su decisión de haber dejado a un lado su amor platónico por uno real... las consecuencias son físicamente dolorosas.

-Solo pensé que...

-¡Ah! Es que piensas... no pareciera, porque de ser así no te hubieras acercado en primer lugar.

Jongin se muerde el lado interno de su labio para contener todas las palabras que le vienen a la mente. Entre las risas del resto, intenta convencerse de que aquella solo es la máscara del mayor para poder encajar entre su círculo de amistades. Por el rabillo del ojo, nota a Yixing quien no está riendo, ni siquiera parece prestar atención a lo que está ocurriendo, a pesar de que forma parte de aquellos desagradables chicos.

Su mirada vuelve a Kyungsoo y esta vez le sonríe - Tienes razón, a veces me desfaso - hace un gesto con su mano señalándose a sí mismo como un loco. La sonrisa de Kyungsoo tambalea y eso es suficiente para él, se inclina ligeramente y se gira para irse. No se le escapa que Yixing sonríe abiertamente y Jongin siente como si de alguna forma lo estuviera apoyando.

Jongdae lo está esperando en las escaleras hacía la entrada del instituto con una mueca de reproche por haberlo presenciado todo desde la distancia, pero una mirada de Jongin es suficiente para detener cualquier comentario sarcástico o de burla que pudiera haber dicho en un principio, en cambio, solo caminan dentro de los pasillos, sin mucha prisa.

-¿Me vas a contar a qué se debe tu felicidad al llegar o debo sonsacarte la información?

Esa pregunta es suficiente para que los ánimos del moreno se vean renovados de nuevo y con una sonrisa de cuenta a su mejor amigo acerca de las entradas y el concierto.

La comparación entre Minseok y Kyungsoo surge con mayor fuerza a la hora del almuerzo. Jonin, Taemin, Jongdae y otros chicos y chicas de su sección, están sentados en uno de los pasillos pasando el rato y esperando que el tumulto de la cafetería baje un poco, cuando Minseok aparece, él chico es todo sonrisas y bromas como normalmente es y aunque no conoce a todos en el grupo, no le cuesta nada ser aceptado entre los de menor curso.

Las atenciones del ex capitán van especialmente dirigidas hacia Jongin haciéndole sentir un tanto incómodo, pero divertido de tenerlo con su grupo de amigos. Y es entonces cuando son inevitables las comparaciones.

El grupo de fútbol no tarda en hacer su aparición cuando van camino a la cafetería, pero no llegan a inmutarse por la presencia de ellos cuando pasan a un lado; para Jongin es inevitable fijar su mirada en Kyungsoo, sintiendo sus ánimos decaer una vez más cuando este no dirige ni una mirada en su dirección, en cambio Minseok comienza a insistir más en ganar su completa atención.

Las cosas empeoran, si es posible, cuando ya la primera media hora ha terminado y el comedor está un poco despejado. Todos entran y buscan un lugar donde dejar sus bolsos antes de ir por la bandeja de comida. Jongin está tan distraído hablando con Minseok acerca de muchas cosas que sin darse cuenta se atrasan siendo los últimos del grupo en tomar sus comidas y caminar de regreso a la mesa.

Están riendo por la mala suerte que tiene Minseok al intentar ligar con chicas, cuando inesperadamente tropieza con algo entre sus pies provocando que bote su bandeja de manera estruendosa y caiga de rodillas al suelo. A Jongin le hubiera gustado reaccionar a tiempo para evitar que se cayera, pero la bandeja en sus manos le impide hacerlo tan rápido como hubiera querido.

El sitio se llenó de alaridos de burlas, cosa que pasa siempre que a alguien se le cae cualquier cosa en aquel lugar, pero ahora que el golpe de la bandeja en el suelo a llamado la atención de todos, la bulla es más ensordecedora que otras veces. Jongin sale de su conmoción inicial y alza la mirada solo para ver como se reían todos los del grupo de fútbol, pero eso es lo que menos importa, lo que hace que su corazón se hunda es ver la sonrisa ladina de Kyungsoo mientras observa a Minseok poniéndose de pie.

-¿Te has tropezado, hyung? - pregunta el capitán con total burla y nada de preocupación.

Jongin se siente tremendamente enojado con él en ese instante, su mandíbula se tensa y la decepción se abre paso en su pecho, porque ha sido Kyungsoo quien ha hecho caer a Minseok y es por esto que Jongin lo está mirando fijamente.

-Jongin vamos...- Minseok se ha puesto de pie y tomado el brazo del moreno al ver la actitud de este. Una señora de limpieza ya se está encargando del desastre y el mayor se lo agradece aun en medio de toda la bulla. Su uniforme está manchado y quiere irse de aquel lugar, pero Jongin parece una piedra inamovible y teme que comience una especie de pelea que no valdría la pena - Muy maduro, Kyungsoo - observa al actual capitán del equipo con enojo antes de volver a intentar hacer que Jongin le siga.

A Kyungsoo no le importa ni en lo más mínimo aquellas palabras llenas de sarcasmo, la verdad es que ha sido tan divertido que lo repetiría muchas veces más si se le presentara la oportunidad. ¡Si incluso Kris está riendo! Por otro lado, sabe que Jongin está furioso, puede sentir su mirada fija en él, cuando alza los ojos por primera vez después de su encuentro de aquella mañana. No se intimida, pero mentiría si dijera que en alguna parte de sí, aquella mirada remueve cosas que no le hacen sentir bien.

Jongin deja caer de mala gana su bandeja sobre la mesa de Kyungsoo haciendo que algunas partículas de comida salpiquen hacia el mayor de forma que este se sobresalta y queda atónito.

-¡Jongin! - Minseok lo reprende.

-¿Vas a dejarme tu comida? - Kyungsoo limpia su mejilla con uno de sus dedos y luego lo lame con una actitud tan calmada que enoja aún más a Jongin al mismo tiempo que baja la alerta del resto de los chicos que ya estaban a punto de darle una buena paliza al moreno. - Porque tengo mucha hambre.

Después de escuchar aquellas palabras Jongin se deja arrastrar por Minseok, porque simplemente ya no quiere seguir viendo la actitud de Kyungsoo.

¿Aquella era solo una máscara o estaba siendo engañado y el verdadero Kyungsoo si actuaba así?

 


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