-No debiste haber hecho eso.
-¿Estás enojado?
Minseok sonríe ante la pregunta de Jongin deteniendo la mano con la que se encuentra limpiando las manchas en su camisa.
-¿Por qué habría de estarlo?
Jongin se encoge de hombros- Es que estás muy serio.
-Puede ser, pero no es por ti, más bien estoy agradecido... -Minseok deja de hablar y contiene su respiración un instante cuando ve a Jongin acercarse, sus fantasías van más allá de la realidad porque mientras él se imagina siendo atacado por un apasionante beso, Jongin solo se acerca para ayudar con las manchas y con decepción en los ojos, Min puede seguir respirando - Solo... preferiría que no te metas en problemas con esos chicos.
-No lo entiendo -frunce el ceño - ¿Cómo es que se han podido meter contigo? Lo hacen con muchos, pero nunca con uno de los suyos...-Jongin se esmera en restregar la mancha en la ropa ajena, descargando su frustración en aquella acción. Se detiene cuando escucha una risita viniendo desde Minseok - ¿Qué es tan gracioso? -alza la mirada.
-Estos chicos son... ¿cómo decirlo? Mmm -la mirada de Minseok vaga a su alrededor en busca de la respuesta - Son una manada de cabezas huecas -sonríe triunfal por haber conseguido las palabras exacta-, por un tiempo me siguieron a mí, pero ahora siguen a Kyungsoo.
Jongin desvía la mirada recordando la actitud de Kyungsoo y hubiera querido tener alguna justificación con la cual excusar sus actos, pero no había ninguna y se sentía mal.
-Kyungsoo... él...
-Si yo fuera él... -la voz de Minseok se anima- Hubiera hecho algo peor.
-¡Min!
Los ojos de Jongin se abren con sorpresa.
-¡Es la verdad - ríe- Piensa, yo lo golpeé con un balón y de paso he estado sobre ti todo el día, es lógico que esté enojado -Minseok se encoge de hombros y se aleja de Jongin para poder verse en el espejo... Es un desastre, suspira mientras acomoda su cabello, no quiere ir a clase así.
-¿Cómo es que puedes justificarlo?
-¡Tsk! No lo justifico, Jongin. Kyungsoo está celoso y es inseguro, eso es todo.
-¡Pero...!
-¡Yha! -da un golpe ligero en la cabeza del menor -Ya olvídalo o harás que me arrepienta de decir que me gustas -le saca la lengua mientras toma su mochila. Se ríe al ver la expresión que tiene el moreno mientras se acaricia la cabeza en la zona donde él le ha golpeado-. Andando que debes ir a clases y yo a mi casa.
-No quiero ir a clases- Jongin toma su propia mochila-. Igual ya no falta mucho para la salida.
Jongin observa cómo Minseok sonríe ampliamente sin responder nada. Salen juntos del instituto, caminando bajo un cómodo silencio. Jongin va pensando en un par de entradas, un concierto y Minseok... quién sabe.
Cuando llegan a la parada de buses donde cada uno debe tomar rutas distintas (Jongin no tiene ganas de caminar), es cuando el menor toma una decisión.
-Min... ¿Qué harás el fin de semana?
-Nada -la respuesta llega tan rápida y con tanto entusiasmo que causa que Jongin ría.
-Entonces vayamos a un concierto... Yo tengo entradas y...
-¡Me encantaría! ¡Tendríamos una cita! ¿Cual concierto?
-B-igBang.
-¡BigBang! ¡Wow!
¿Cita? ¿Cita? ¿En serio? Este chico... da miedo.
Jongin se muerde el labio mientras la angustia le recorre por las venas y Minseok parlotea sobre lo geniales que son los cinco chicos del famoso grupo.
Nunca estuvo entre sus planes el que Minseok tomara aquello como una cita, pero lo dejó pasar y mientras transcurrían los minutos, se fue sintiendo menos incómodo con aquella idea. Cuando volvió a relajarse, se pudo permitir hablar sobre su agrupación favorita.
Una de las debilidades de Jongin era BigBang, es por esto que cuando Min y él comienzan a hablar con esmero sobre el asunto, no hay quién los detenga. El mayor no se consideraba fan de la agrupación, pero tampoco les era indiferente.
Jongin termina tomando el mismo bus de Minseok y lo acompaña hasta su casa. Las horas pasan muy rápido en medio de una charla agradable y para cuando Jongin vuelve a su hogar, ya está oscuro.
Pero después de todo, ese día no dejaba de traerle sorpresas…
Jongin se detiene frente a las escaleras que dan entrada a su casa, observando al chico que está sentado en ellas.
-¿Qué haces aquí? -su pregunta sale en un tono de voz tan molesto e indiferente como pretendía sonar.
-Solo quería hablar contigo.
-Vete a casa, Kyungsoo. Estoy cansado -comienza a subir las escaleras hasta que un agarre en su pantalón le detiene a mitad de camino. Suspira sin mirar al otro chico, de verdad no quiere hablar con él en ese momento ni verlo ni escucharlo. Él mismo Jongin no se lo creía, pero así se sentía justo ahora hacia el mayor. Este al parecer decide ignorar sus palabras y le sujeta el pantalón con más fuerza.
-Sabes que las cosas en el instituto son... diferentes, siempre lo has sabido.
Kyungsoo se muerde el labio al no recibir ninguna respuesta. Soltando el pantalón de Jongin se pone de pie y sube unos escalones hasta quedar frente al menor- Quiero saber lo que querías decirme.
Sus miradas se conectan en ese momento, pero a pesar de las ganas que siente Jongin dentro de su pecho de pedirle a Kyungsoo que vaya con él al concierto e inventarle alguna excusa a Minseok, termina mordiéndose la lengua y simplemente no lo hace, no responde nada.
Está a punto de volverle a repetir que se vaya cuando siente unos labios presionando los suyos. Su primera reacción es abrir los ojos con sorpresa observando cómo Kyungsoo tiene sus parpados cerrados. Aquellos labios suaves y dulces se mueven y él se siente derretir por dentro y a pesar de esto, no corresponde. Quiere resistirse porque las cosas no deben ser así, sus manos pican por querer rodear aquel cuerpo cálido, pero se contiene una vez más y no lo hace.
Va bien y está seguro de que aguantará las tentaciones que sacuden su cuerpo, pero entonces Kyungsoo se atreve a morder su labio y con esa acción todo desaparece de su mente. Él cierra los ojos dispuesto a corresponderle el beso al chico de sus sueños y futuras pesadillas.
Cuando salta contra aquellos labios que le hacen delirar, su celular comienza a sonar con una melodía escandalosa, retrocede cortando el beso de forma brusca; Kyungsoo lo mira perdido y él se siente casi culpable, atiende la llamada y la voz de Minseok lo hace tocar tierra.
- Dime...
-¡Conseguí el video! La canción es...
-Dame un segundo...- Jongin pasa a un lado de Kyungsoo y camina hasta la puerta de su casa donde busca las llaves en uno de los bolsillos de su pantalón, abre y entra sin decir nada más.
Pasan varios segundos antes de que Kyungsoo comprenda que se ha quedado solo, su mirada no busca a Jongin en ningún momento, sus labios húmedos aún tienen el sabor del otro, mientras que la pesadez en su pecho le recuerda que ha sido rechazado y dejado.
...Él estaba consciente de que se lo merecía...
*
Las cosas entre ellos no mejoraron en los siguientes días. Jongin estaba dispuesto a ignorarlo lo más que pudiera mientras se empeñaba en negar que a donde fuera que llegara su mirada, siempre iba en busca de Kyungsoo.
La temporada de juegos se acercaba y Kyungsoo se vio a sí mismo envuelto a tiempo completo en sus entrenamientos. Pero a pesar de todo lo que pudiera separarlos, el aula de clases siempre era un lugar en común que no podían evitar.
Jongdae llevaba días notando que Jongin andaba con los ánimos decaídos a pesar de que este lo negara siempre que se lo preguntaba; no le prestó demasiada atención al asunto ni siquiera cuando se quedó observando cómo la mala maña que tenía Kyungsoo sobre morder sus lápices cuando estaba nervioso o estresado, había ido en aumento. Lo que realmente le hizo sospechar de toda la situación fue llegar a notar las miradas furtivas que se daban ambos chicos cuando el otro estaba totalmente distraído.
Rodó los ojos y suspiró ante esta nueva realidad que se abría frente a él; esos dos chicos eran un caso. Al parecer Yixing tenía razón, esa misma mañana le había preguntado sobre si sabía lo que ocurría entre Jongin y Kyungsoo y con toda sinceridad que él no tenía idea de nada... Hasta ahora.
-¿Qué es lo que ha pasado entre Jongin y Kyungsoo? - Yixing se estaba acomodando su uniforme mientras le miraba con curiosidad.
Jongdae se había sentido totalmente perdido en ese momento. ¿Había ocurrido algo entre aquellos dos? - ¿He? ¿A qué te refieres?
-¿No lo has notado? - Yixing ríe.
-Mira chino, si lo único que quieres es sacarme información para tu amigo Minseok, dejame decirte que pierdes el tiempo.
La estruendosa risa de Yixing tras escuchar aquella respuesta, le hizo saltar en su lugar.
-Solo me dices chino cuando te la quieres dar de interesante.
-Yo soy interesante. ¿Recién lo notas?
-Claro... El punto es que no te enteras de nada.
-¡Claro que sí! Además, ¿Por qué te interesa tanto?
-Solo es curiosidad.
-Pues dile a Min....
-Hombre, que no es por Min -Yixing lo corta antes de que Jongdae continúe con aquel discurso sin sentido- Si Minseok necesitara o quisiera saber algo, simplemente iría él mismo por ello, no necesita de mí ni de nadie para esa clase de cosas, sobre todo si se trata de Jongin -respira profundo para recuperar el aliento y mira a los ojos del otro chico para asegurarse de que ha sido comprendido. Sólo se encuentra con el gesto arrugado de Jongdae-. ¿Qué?
-Nada... - Jongdae se encoge de hombros mientras se acomoda la camisa dentro de sus pantalones.
-¿Qué? ¡Dime!
-Mmm...
-Jongdae- aquello suena a una peligrosa advertencia.
-Minseok no me termina de gustar, sólo eso.
-Crees que Kyungsoo es un mejor partido para tu amigo...- y aquella no era una pregunta.
Cuando ya estaban a punto de salir de su escondite Yixing se despidió diciendo:
-Min me contó que Jongin lo había invitado a un concierto este fin de semana...
Jongdae siempre solía ser distraído para notar lo que ocurría a su alrededor, sobre todo si eran cosas serias, pero una vez su interés es atrapado por algo, no lo deja ir tan fácil. A mitad de la clase de inglés se pregunta hasta qué punto el hecho de que varias personas supieran acerca de la extraña relación que había entre Jongin y Kyungsoo, podía llegar a afectar al capitán del equipo de fútbol. Porque su amigo no tendría grandes problemas, cosas peores se había rumorado sobre Jongin, pero Kyungsoo era otra historia.
No había que ser muy inteligente para saber que Kyungsoo no saldría favorecido con todo aquello.
Por otra parte: ¿qué tantas personas sabían sobre ellos? Minseok por su obvia rivalidad con Kyungsoo y Yixing por ser el mejor amigo. Taemin y él no sabían gran cosa en realidad, pero tras conocer el largo enamoramiento que ha estado sufriendo Jongin por el futbolista y el repentino interés que este ha mostrado, han dejado entrever lo suficiente como para que ellos saquen sus propias conclusiones.
Eran muchos, demasiadas personas sabían y si aquellos dos seguían actuando de forma tan impertinente con aquellas miradas mal disimuladas, terminarían por fregarlo todo.
-Estás demasiado serio.
Jongdae alza la mirada y se encuentra con un Taemin que lo observa como si le hubiera crecido una segunda cabeza.
-Alguien tiene que portar la seriedad en este trío de mierda.
-¡Oye! ¿Por qué somos unas mierdas? -Taemin se siente ofendido con aquellas palabras.
-Porque lo somos -esa es la única respuesta que sale de los labios de Jongdae antes de dirigir su mirada hacia donde está Jongin totalmente distraído con hacer formas abstractas y sin sentido sobre las hojas de su cuaderno.
Para cuando la clase termina, Jongdae ya ha tomado una decisión. Se levanta de su puesto sin llamar la atención ya que casi nadie está sentado y una gran parte de los estudiantes incluso han salido del aula de clases.
Se sienta con descaro sobre la mesa de Kyungsoo, apartando un libro atravesado. Tal y como lo esperaba, el mayor le mira con sorpresa y extrañeza.
-¿Ya acabaste con tus lápices y ahora vas por tus dedos? -Jongdae alza una ceja observando como Kyungsoo parece ligeramente avergonzado mientras aleja su dedo de sus labios.
-¿Qué haces?
-Hablo contigo.
-¿Qué quieres, Jongdae?
-Solo... - se encoge de hombros mientras toma una de las libretas que estaban en la mesa y la ojea sin interés- Quería saber si estabas bien, te noto estresado.
-¿Y a ti qué te importa?
Jongdae no puede reprimir una sonrisa ladina que se extiende por sus labios, sus ojos se fijan en los de Kyungsoo con una insistencia retadora en la que ninguno de los dos aparta la mirada hasta que son interrumpidos por un estúpido gigante (como Jongdae ha decidido nombrarlo en su mente). El cuaderno es arrebatado de sus manos por Kris.
-¿Se te perdió algo?
-Oh, vamos, Kris... ¿Eres el jodido guarda espalda de Kyungsoo? - Jongdae no intenta disimular el fastidio que sale con sus palabras. Kris deja caer sobre la mesa el cuaderno y Kyungsoo se limita a sonreír mientras adopta una actitud relajada sobre su asiento, cruzando sus brazos sobre su pecho.
Kris toma a Jongdae por la camisa, de forma amenazante, levantándolo de la mesa hasta dejarlo de pie, todos han guardado silencio, demasiado interesados en lo que está a punto de ocurrir. Jongin desde su puesto había estado observando todo con el ceño fruncido hasta entonces, su cuerpo se pone alerta por si tiene que ir a dar y recibir golpes por su amigo.
-Tranquilo...- Jongdae no se altera en lo más mínimo, alza sus manos sin dejar de ver a Kris- solo hablamos acerca de la próxima gran fiesta que daré en mi casa -siente que el agarre se afloja en su camisa- o en la de Taemin… quién sabe. ¿Quieres unirte al comité de decoración? ¿O prefieres el de la comida? -sonríe con burla antes de ser soltado con cierta brusquedad.
-Más te vale que sea buena -son las palabras que escupe el alto.
-Siempre son las mejores -sonríe con suficiencia. Kim Jongdae y Lee Taemin son respetados por sus fiestas. Kris sonríe sin dejar en ningún momento aquella escalofriante mirada de "no te creo una mierda" y se aleja de ellos hasta donde están un par de chicas y otros de sus amigos.
Jongdae hace una mueca divertida causando que Kyungsoo ría.
Y Jongin mucho más atrás, desde su puesto, muere de celos.
Jongin sabe que es absurdo y que está mal porque son su mejor amigo y Kyungsoo... Pero es que Kyungsoo lo va a venir matando de los nervios un día de estos.
Durante todo el tiempo que resta de clases Jongin no deja de repetirse que Jongdae solo está haciendo del tonto con Kyungsoo y es algo normal... normal... no debería estar sintiéndose de mal humor ni nada. Pero lo cierto es que sí, se siente muy enojado; este sentimiento va en aumento cuando Jongdae se sienta al lado de Kyungsoo permanentemente y siguen hablando el resto de las horas que les quedan antes de la salida.
Para cuando terminan la jornada del día, él se encuentra psicológicamente agotado y sin ganas de ver a su amigo ni en pintura. Taemin ha permanecido a su lado intentando animarlo un poco, sin enterarse por completo de la razón que tiene a Jongin casi jalándose el cabello.
-¡Oye! Te has desaparecido todo el día -la exclamación de Taemin hace que Jongin levante la mirada mientras caminan fuera del instituto, está a punto de decirle "Loco, ¿qué te pasa? estoy aquí" pero entonces nota a un Jongdae muy animado acercándose a ellos, automáticamente pone mala cara.
Traidor...
-Hola...-sonríe Jongdae- ¿Sabían que este sábado habrá el primer juego amistoso aquí en el instituto?
-¿¡En serio!? -Taemin se emociona.
Jongin decide no responder nada a pesar de la mirada fija de insistencia y extrañeza que tienen sus amigos sobre él.
-¡Deberíamos venir! ¡Los tres! -insiste Taemin.
-Yo voy al concierto -corta Jongin sin ánimos de seguir entre aquellos dos. No es tonto, él sabe que ellos lo único que quieren es tocar el tema de Kyungsoo.
-Con Minseok...-los tres se detiene ante un semáforo en rojo y dos pares de ojos sorprendidos se posan sobre Jongdae.
-¿Minseok? -Taemin se siente perdido - ¿Minseok? -vuelve a preguntar esta vez viendo a Jongin.
-¿Cómo...? -comienza a preguntar Jongin, pero Jongdae lo interrumpe.
-Yo todo lo sé -Jongdae sonríe con suficiencia y hasta cierto punto se le hace divierto ver los ojos enojados de Jongin-. Podemos venir al juego y luego te vas al concierto - propone.
-No, gracias - Jongin comienza a caminar zanjando el tema con sus palabras.
-¿En serio?... ¿Minseok? -Taemin no entiende nada.
Los siguientes días, Jongdae no deja de molestar a Jongin reclamándole por su mal genio. A pesar de todo Jongin termina perdonando a su amigo porque, pues, es su mejor amigo y en realidad no ha hecho nada malo, así que las cosas vuelven a la normalidad entre ellos.
Para el viernes, su ánimo ya se ha restaurado completamente y la ansiedad hace su aparición, quiere hablar con Kyungsoo, lo extraña demasiado.
Sus amigos “los graciosos”, ese par de idiotas hacen de las suyas de nuevo ese mismo viernes.
Durante toda la mañana, Jongin había permanecido dormitando, demasiado cansado (de hacer nada) para estar tan animado como Taemin y Jongdae; por suerte las clases ese día eran hasta las doce y su profesor de matemática parecía andar de buenas por lo que les permitió salir media hora antes de que sonara la campana.
Jongin guardó y acomodó sus cosas con la lentitud digna de un perezoso. Ignoró las quejas de sus amigos ante su tardanza y tenía pensado seguir de ese modo hasta llegar a su cama y dormir, pero sus planes fueron interrumpidos cuando el par de chicos le arrebataron la mochila de sus manos.
-¡Ey! ¿Qué hacen?
Jongin tarda en entender unos segundos que le tocará correr tras su par de amigos para poder recuperar sus cosas. Se detesta a sí mismo en el instante en que guardó sus llaves y cartera en aquel lugar, si los tuviera en sus bolsillos no le hubiera importado que se llevaran sus cuadernos.
-¡No sean así! ¡No quiero correr!
Se queja mientras ve a sus mejores amigos alejándose por el pasillo. Le toca comenzar a seguirlos y sus pasos siguen siendo torpes mientras aumenta de velocidad.
Los chicos gritan burlas hacia él mientras corren en el patio trasero del instituto; Jongin siente que aquella tortura no acabará nunca. En poco ya se encuentra jadeando y con el cabello húmedo debido al sudor que sale de sus poros, cree haber visto a Minseok viéndolo como el bicho raro que es, pero no se detiene.
Sus pies solo dejan de correr cuando su nombre es llamado por una voz que le hace estremecerse. Ya está por la parte trasera del instituto y en un descuido ha perdido de vista a sus amigos, aún así al detenerse su mirada se fija en el cuerpo de Kyungsoo sosteniéndose contra la pared.
Mientras intenta regularizar su respiración, da una mirada a su alrededor y nota que el lugar está desierto, no hay nadie cerca.
-No entiendo cómo puedes ser tan delgado, cuando no haces ninguna clase de ejercicio.
El tono burlón del mayor le hace rodar los ojos mientras coloca las manos en su cadera.
-Supongo que mi metabolismo es rápido -Jongin intenta dejar de jadear como si hubiera corrido un maratón, pero se le hace difícil incluso contener el oxígeno.
-Pues odio tu metabolismo -continúa Kyungsoo sin dejar de sonreír. A Jongin se le antoja irresistible y están a tan solo cinco pasos de distancia, pero se contiene a sí mismo de acercarse.
-Bueno... - Jongin no sabe qué responder y pronto se ven envueltos en un silencio incómodo. Jongin ha olvidado hacia dónde iba y qué estaba haciendo antes de encontrarse con el mayor.
Kyungsoo es el primero en volver a hablar y aleja su cuerpo de la pared sin llegar a acercarse a él- ¿Aún estás enojado?
A Jongin le hubiera gustado responder con un rotundo: ¡SÍ! Pero estaría mintiendo y él se muere por estar bien de nuevo con Kyungsoo.
-Quizás...
Se siente orgulloso de lo seria que suena su voz al responder.
-¿Quizás? ¿Quizás por qué? -Kyungsoo da un paso y luego otro, ahora si esta acercándose y las alarmas se encienden en la mente de Jongin. Él sabe que Kyungsoo quiere parecer inocente, pero no lo está logrando. - ¿Qué debo hacer para que ya no te enojes conmigo?
Y con esa pregunta a Jongin se le estremece el cuerpo. Busca todo el poder interior para controlarse antes de contestar de la forma más natural que le es posible teniendo a Kyungsoo tan cerca.
-Podrías comenzar por disculparte con Minseok -sus palabras tienen un efecto inmediato: observa cómo Kyungsoo se muestra perdido ante su respuesta.
-¿Minseok?
-Sí... lo del comedor, tú siendo muy grosero -su ceño se arruga ante el recuerdo mientras pasa su mano por su cabello húmedo, al menos su respiración ahora es más normal.
-Ja... claro -Kyungsoo le sonríe, pero Jongin tiene la certeza de que hay enojo en su mirada, por lo que aquella sonrisa no es bonita- Así que, ¿todo tu madl humor conmigo es por lo que pasó con Minseok?
-Claro -era obvio, ¿no?- ¿Por qué otra cosa estaría molesto?
La respuesta que recibe viene en un ligero empujón y sabe que es "ligero" porque ya ha probado la fuerza de Kyungsoo y puede ver que se está conteniendo.
-¡Pues por mi puedes estar enojado la vida entera! Porque si se me presenta la oportunidad, lo volveré a hacer una y mil veces.
A Jongin le gusta cuando Kyungsoo se pone celoso o al menos espera que sea eso lo que ha provocado el estallido de enojo en el mayor. Comienza a reír.
-¡¿De qué te ríes?! ¡Grandísimo i-diota! -Kyungsoo gruñe enojado antes de girarse y emprender su camino lejos del menor. Pero sus pasos no llegan muy lejos porque Jongin le sujeta el brazo haciéndolo regresar.
-¡Suéltame! ¡Suéltame o te juro que voy a golpearte!
Jongin sonríe y le sujeta las dos muñecas para evitar tener moretones el día siguiente.
-¡¿De qué te ríes?! -insiste el mayor con tono desesperado.
En ese instante, el timbre de salida resuena por todo el lugar y en medio del forcejeo que comienzan ellos dos, Jongin empuja a Kyungsoo contra la pared.
-¡Anda y ve con tu estúpido Minseok!
-Eres lindo cuando estás celoso.
-¡Yo no...! -la exclamación enojada de Kyungsoo se ahoga sobre los labios de Jongin cuando este le besa.
El contacto entre ellos no dura mucho porque Kyungsoo gira el rostro y se niega a besar a Jongin cada vez que este se acerca a sus labios. Los insultos no tardan en llegar al igual que las amenazas de muerte por parte de Kyungsoo. Jongin no deja de sonreír.
Se las arregla para envolver al mayor en un abrazo asfixiante donde le suelta las muñecas y le toma por la cintura con un brazo y con el otro le envuelve alrededor de los hombros. Kyungsoo golpea fuerte su pecho, pero el escaso espacio entre ellos le hace quedarse sin escapatoria y sus golpes van disminuyendo de intensidad.
Es así cómo Jongin puede volver a alcanzar aquellos labios que tanto le gustan, y puede sentir con claridad cómo la resistencia de Kyungsoo va disminuyendo.
Cuando Kyungsoo comienza a corresponder el beso, este se vuelve fogoso en instantes, dejándolos sin aliento mientras que sus brazos cambian de posición, Jongin termina sujetando su rostro con ambas manos mientras Kyungsoo lo abraza por el torso.
-Deja de sonreír -se queja Kyungsoo sobre sus labios.
-Eres un quejón -ríe Jongin.
Hay besos y besos en medio de las palabras.
-Idiota.
-Boca sucia.
Kyungsoo le muerde el labio por aquella acusación y abre sus ojos para mirarle con picardía.
-Me gustas -declara Jongin.
Kyungsoo sonríe- Y yo te odio.
-Entonces me voy con... - Jongin no puede terminar su amenaza cuando ya está siendo besado una vez más, solo que este beso tiene una carga sentimental distinta la cual provoca que grandes descargas de adrenalina se dispersen por todo su cuerpo.
Él puede morir ahora mismo.
Sus manos acarician las mejillas y el cuello de Kyungsoo mientras que su cuerpo lo presiona un poco más contra la pared, haciendo que de sus labios escape un jadeo. Es oficial, aquel chico es su perdición.
El aire se hace indispensable entre ellos y aunque se separan, la distancia entre ambos no es mucha.
-Tienes prohibido irte con la gorda .-Kyungsoo permanece con los ojos cerrados.
-¿Cual gorda? -Jongin comienza a presionar suaves besos por la mejilla, la quijada y el cuello de Kyungsoo, de forma inocente.
-La gorda fea de Minseok.
Jongin se detiene y aleja su rostro solo para verlo un instante antes de romper en carcajadas.
-Min no es gordo.
-Sí, sí lo es -frunce el ceño- y es feo.
-No -Jongin reanuda su labor de dar besos esta vez por el otro lado del cuello y rostro de Kyungsoo- Él es lindo.
-Tienes muy malos gustos -suspira Kyungsoo ante los besos que recibe y sin darse cuenta sus manos se sujetan más a la camisa de Jongin.
-¿Dónde quedas tú?
-Yo soy la excepción a esos malos gustos - esta vez es Kyungsoo quien se inclina sobre el cuello de Jongin y le muerde dejando un marca rojiza. Sonríe y Jongin se queja.
-Me has mordido -lo acusa con sorpresa y Kyungsoo sigue sonriendo-. Ahora me toca hacerte un chupón yo a ti.
-¡No! -Kyungsoo apresura sus manos para cubrirse el cuello.
-No te vas a salvar.
-¡Jongin dejame! -ríe. Se sobresalta cuando siente una mordida en su oreja y automáticamente su rostro se vuelve completamente rojo y Jongin no pierde la oportunidad de hacerle burla por eso.