Cuando Kyungsoo se aleja casi corriendo, Jongdae no busca detenerlo. Sale de donde se escondían y mira hacia la puerta de entrada de la casa, le gustaría tener muchas excusas para justificar a su amigo, pero la verdad es que Jongin ha metido la pata completa y él lo golpeará la próxima vez que lo vea. Mientras tanto, intenta tomar una decisión acerca de si seguir a Kyungsoo o dejarlo solo; pasan dos segundos y echa a correr tras Kyungsoo, que va tan rápido que a él le toca avanzar una manzana antes de alcanzarlo.
-¡Kyungsoo!
Con su llamado, el otro chico de detiene y él logra alcanzarlo envolviéndolo en un abrazo en cuanto puede tocarlo.
-¿Qué haces? -Kyungsoo lo empuja lejos y lo mira con una mueca de enojo.
-Yo... Yo p-ensé...
-Pues deja de pensar. Esto no es un drama o que sé yo, aléjate -Kyungsoo se sacude el cuerpo como si Jongdae lo hubiera ensuciado con aquel toque.
Jongdae lo mira con incredulidad ante el grosero gesto del otro.
-Al cabo que ni quería, tu eres quien está sucio, sudado y huele feo -Jongdae se cruza de brazo recogiendo del suelo un poco de su dignidad pisoteada. Cuando Kyungsoo se ríe burlándose de él, decide que sería mejor dejar a aquel ingrato solo, así que comienza a caminar.
-¿Tienes hambre? Si te quedas conmigo, te compró comida.
Los pasos de Jongdae se detienen, es su dignidad o comida...
Termina regresando los dos pasos que se había alejado en menos de un segundo sin importarle el gesto divertido con el que lo recibe Kyungsoo.
-Vaya que eres fácil de convencer.
-Puedo irme si de verdad lo quisiera, sin importarme nada -un gesto solemne acompaña sus palabras para parecer más creíble-. Pero la comida es sagrada.
-Sí, claro...-Kyungsoo se sigue burlando y toma una de las mangas de la chaqueta de Jongdae para arrastrarlo en otra dirección hacia donde sabe que hay una tienda de 24 horas abierta, ahí encontrarán comida.
*
Kyungsoo hubiera podido decir que estuvieron envueltos en un cómodo silencio la mayor parte de la noche/madrugada, y en realidad así era, pero lo cierto es que la insistente mirada que tenía Jongdae sobre él, hacía que se sintiera de muchas formas menos cómodo.
-¿Podrías dejar de mirarme con lástima? -deja de lado la tasa de sopa instantánea que sostiene entre sus manos y mira al otro con enojo.
Están sentados en la acera comiendo de esos fideos de rápida cocción que se hacen con un poco de agua hirviendo. Para el hambre que tenían, aquello era como un banquete de reyes. Aunque después de haberse comido cuatro cada uno e ir a mitad del tazón número cinco, aún seguían teniendo hambre.
-No es lástima…
La mirada de "no te creo" de Kyungsoo es muy evidente.
-¡Lo digo en serio! -insiste Jongdae.
-Bueno, entonces simplemente, deja de mirarme.
-¿Qué piensas hacer ahora?
-Castraré a Jongin la próxima vez que lo vea.
-Procura no dejar evidencias, así no caerás preso después.
Kyungsoo sonríe y se termina su comida.
-¿Qué crees tú que deba hacer?
Jongdae se encoge de hombros -Me gusta tu idea, yo puedo ser tu coartada a la hora de desmentir que seas el criminal.
-¿Seguro que eres amigo de Jongin?
-Pues esta noche tú me estas cayendo mejor.
Se sonríen mutuamente y nadie dice nada más. Cuando terminan de comer, emprenden de nuevo la marcha, sus casas quedan más o menos en la misma dirección, no muy cerca, pero al menos se acompañarán un poco más.
Mientras van caminando, Kyungsoo recuerda los bocadillos que también había comprado junto a las tasas de ramen, saca de su bolsillo un par de barras de chocolate y en cuanto Jongdae lo nota, sus ojos brillan.
Jongdae salta sobre Kyungsoo y se forma una pequeña lucha cuando logra arrebatarle de las manos todos los chocolates y pega una carrera, claro que a Kyungsoo no le cuesta mucho alcanzarlo y Jongdae es hecho pagar por su travesura probando por primera vez un golpe de Kyungsoo.
-¡Ah! ¡Joder mi estómago!
-No te metas con mis chocolates y agradece que no golpeé más abajo.
Jongdae es torturado siendo dejado sin chocolates a lo que pone cara de perrito callejero mientras intenta persuadir a Kyungsoo.
-Esas cosas no funcionan conmigo.
Pero él no se da por vencido y termina convenciendo a Kyungsoo siéndole entregado de vuelta un chocolate.
*
Cuando llegó el momento de tomar calles diferentes, Jongdae se detuvo un instante y después de tomar valor suficiente, decidió confesar algo que jamás pensó decirle a nadie y mucho menos a Kyungsoo.
-A mí también me gusta alguien, no sé cuándo ni cómo comenzó, pero ahora estoy atrapado. Me agobio al no saber qué hacer y no tengo a nadie a quien contárselo.
Kyungsoo lo mira comprendiendo sus palabras -¿Es un chico?
-Es Yixing.
Los ojos de Kyungsoo se abrieron de par en par sin poder creer aquellas palabras. Se quedó en silencio observando fijamente a Jongdae mientras esperaba que este se riera y dijera que todo era una broma. ¿Yixing? ¿Yixing el que él conocía? ¿Cómo es que era posible?
Cuando Jongdae desvío la mirada, Kyungsoo comprendió que no era una broma.
-¿Por qué me has contado esto? -sentía como si él mismo temiera de su propio juicio en un tema como aquel.
Jongdae se encoge de hombros, sonriendo un poco- No lo sé... Tengo una corazonada de que puedo confiar en ti -sin decir más, el chico alzó su mano a modo de despedida y emprendió su vuelta a casa dejando a Kyungsoo sorprendido y fuera de sí.
Había experimentado tantas emociones en una sola noche que le termina doliendo la cabeza y aún le faltaba llegar a casa.
*
Durante el domingo, Kyungsoo se cansó de desviar las llamadas de Jongin y terminó apagando su celular, aún no había decidido qué hacer con respecto a ese tema. Por otra parte, la confesión de Jongdae no salía de su cabeza y por alguna extraña conclusión de su mente, sentía que había encontrado un aliado en Jongdae y eso hacía sus penas un poco más llevaderas, era un sentimiento nuevo y extraño, pero se dio cuenta con gran alivio de que se le hacía muy agradable la idea.
Todo era muy extraño con Jongdae, años estudiando juntos sin detenerse a pensar en la existencia del otro y de pronto siente una conexión con él... Era tan extraño, casi tanto como lo era todo el asunto con Jongin.
Con la llegada de una nueva semana, Kyungsoo metió su cabeza de lleno en los juegos y los entrenamientos, notaba los esfuerzos en vano que hacia Jongin por hablarle aunque fuera un solo instante, pero él no le permitía ni la más mínima oportunidad. Llegó a un punto en el que el chico parecía enormemente frustrado y Kyungsoo temió que gritara algo comprometedor a mitad de clase, alguna locura con tal de atraer su atención. Por suerte no lo hizo.
Jongin asistió a todos los partidos de fútbol que se presentaron en las siguientes semanas, aunque fueran amistosos, era de los primeros en llegar y de los últimos en irse. Kyungsoo se encargó de dar grandes espectáculos hasta el punto de que la fama del gran equipo del instituto traspasó los muros del colegio y su pésima actuación en el primer partido, quedó olvidada.
Su padre, inconforme como siempre, le recordaba que aquello no era gran cosa, que no se podía esperar menos de él que el que cumpliera sus obligaciones, Kyungsoo no debería emocionarse mucho con aquellas pequeñas victorias en juegos de niños, él debía aspirar a más y llegar a una selección nacional... Estar entre los grandes.
Kyungsoo se agotaba mentalmente, quería rendirse ante todo, pero si dejaba todo, entonces, ¿qué haría?
Ya habían pasado más de un mes desde el concierto, los juegos amistosos habían acabado y la copa regional de fútbol estaba a tan solo días de dar inicio, a las clases no les quedaba mucho antes de terminar y Kyungsoo no se dejaba de preguntar cómo serían las cosas cuando Minseok se hubiera graduado y estuviera fuera del instituto. Detestaba ver cómo en las últimas semanas no se había apartado de Jongin en todos los ratos libres.
Tan molesto…
Esa mañana del jueves, acudió más temprano de lo normal para entrenar un poco antes de ir a la primera clase del día. Para su sorpresa, ya se encontraba alguien trotando alrededor del campo de juego. Dejó sus cosas en lugar seguro y calentó sus músculos antes de unirse al otro chico que trotaba sin parar. No sabía si Minseok había advertido su presencia antes de que se le uniera a trotar alcanzado su ritmo con facilidad.
Paso a paso daban vueltas al campo en completo silencio, uno al lado del otro, solo se escuchaba sus respiraciones trabajosas mientras no dejaban de mirar hacia adelante con el sudor empapando sus cuerpos. Aquello no era novedad para Kyungsoo, la verdad es que disfrutaba de los ejercicios matutinos y en más de una ocasión había coincidido con Minseok en aquellos mismos espacios e incluso ahora se le hacía cómodo hacerlo, era como no estar solo, pero tener tu propio espacio y privacidad.
Minseok fue el primero en detenerse para tomar un poco de agua. Kyungsoo continuó sin parar varias vueltas más hasta que se detuvo con la respiración apenas agitada, bien hubiera podido seguir más de media hora sin detenerse, pero habían cosas rondando en su cabeza desde hacía varios días atrás y a cada instante tomaban más y más fuerza.
El mayor se había sentado en el suelo con la espalda apoyada en las rejas mientras tomaba agua y miraba hacia la nada como si intentara ignorar su presencia. Kyungsoo se acercó y tomó su respectivo pote de agua mientras se sostenía también sobre el material metálico, pero permaneciendo de pie.
Dio un par de tragos y respiró profundo antes de comenzar a hablar- Minseok... a ti... ¿de verdad te gusta Jongin? -su mirada se clavó en el rostro del mayor queriendo captar cada una de las expresiones que se le escaparan y dejaran en evidencia lo que estuviera sintiendo, como la sorpresa justo en ese instante. Kyungsoo estaba seguro de que de haber estado tomando agua, Minseok se hubiera atragantado tras escuchar su pregunta.
-¿A qué viene eso de pronto? -Minseok le mira con desconfianza y el entrecejo fruncido.
-Solo… -Kyungsoo se piensa las palabras- Es algo obvio, pero nunca hemos hablado de ello sin gritarnos el uno al otro.
Minseok guarda silencio un instante y toma un poco de agua para hacer tiempo. Termina asintiendo y dándole la razón a Kyungsoo.
-¿Qué es lo que te gusta de Jongin? -Kyungsoo sigue atento mientras espera una nueva respuesta.
Minseok sonríe inconscientemente, el solo pensar en las cosas que le gustan de ese moreno tonto, provoca que un ejército de mariposas revoloteen por todo su cuerpo haciéndole sonreír sin que pueda ocultarlo. Carraspera intentando no parecer demasiado un idiota enamorado.
-Pues no lo sé...
Kyungsoo sonríe sin creerle ni una sola palabra- Debes saberlo ¿Qué te gusta? ¿Sus labios? -su mirada se desvía hacia al frente como si estuviera visualizando a Jongin frente a él en ese momento- ¿Esa sonrisa que parece querer iluminarlo todo? ¿O sus bonitos ojos marrones? -mira a Minseok y ambos están sonriendo, pero el mayor no lo mira, él también parece estar absorto en sus fantasías.
-Hay muchas otras cosas...-comienza a decir, pero es interrumpido por Kyungsoo.
-Ah... claro, también están sus manos, esas manos cálidas y fuertes que te logran hacer estremecer cuando tocan tu cuerpo...-Kyungsoo se muerde el labio ligeramente mientras invoca los recuerdos de la tarde que compartió junto a Jongin en el parque. Sus ojos están fijos en Minseok cuando a este se le borra la sonrisa tras sus palabras. Kyungsoo cree ver confusión y dolor en sus ojos cuando lo mira - Jongin... Él sabe cómo hacer estremecer.
La sonrisa de Kyungsoo no tiene gracia, es más como una oscura diversión al ver la forma en que reacciona Minseok, quien se logra recomponer un poco y aparta las imágenes mentales de Kyungsoo y Jongin estando juntos de forma íntima...no puede ser cierto.
-A mí no me gusta solo por algo físico -termina respondiendo Minseok, clavando su mirada en su pote de agua- También está su forma de ser, sus pensamientos, sus sentimientos... Todo de Jongin me gusta -concluye Minseok con un tono bajo, dubitativo.
-Entonces...-Kyungsoo se incorpora dejando su agua a un lado- Quédate junto a él, cuídarlo, conquístalo, aléjarlo de mí -la sonrisa ya no está y su mirada fija en los ojos de Minseok es tan intensa que llega a intimidar al mayor. Se inclina la ligeramente hacia adelante, cerniéndose sobre él- Porque yo me encargaré de destrozar su corazón, de que pierda toda la esperanza en el amor y de que se lamente de haberse cruzado en mi camino, haré que sufra tanto, que sienta que el mundo se le viene encima... -se encoge de hombros restándole importancia a sus propias palabras palabras- Así que será mejor que estés ahí para recoger los pedazos que queden de él...
Y tras aquellas advertencias, echó a correr de nuevo para continuar con sus ejercicios dejando a un Minseok con la boca abierta y lleno de angustia bajo aquellas amenazas.
*
Jongin no había parado de preguntarle a Jongdae que había pasado la noche del concierto, no importaba que ya hubieran pasado semanas, él seguía temiendo que Kyungsoo hubiera dejado de hablarle porque de alguna forma u otra, por más imposible que a él le pareciera, el mayor se había enterado de su beso con Minseok. Jongdae seguía repitiendo que nada, que solamente el juego había salido muy mal y a Kyungsoo se le había ocurrido ir a buscarlo, claro que al llegar a casa de Jongin se había enterado de que él andaba con Minseok.
Jongin sabía que había algo que su amigo no quería decirle o no sabía.
¿Cómo es que las cosas terminaron volteadas en su contra? ¿No era él quien estaba enojado con Kyungsoo por su mal proceder?
No había nada que pudiera animarlo aquellos días, incluso aquellas tardes y noches en las que asistía a los partidos solo, se dedicaba a observar a Kyungsoo sin poder gritar animado como lo hacía en el pasado.
No había nada que lograra subirle los ánimos, ni siquiera las ocurrencias de sus amigos, ni las noches de películas con sus papás... Nada. Minseok era el único que lograba abrir una brecha en su pecho, dejando colar un poco de alegría en medio del tormento de demonios que cargaba en su interior. Sí, así se sentía toda la mezcla de emociones que se arremolinaban en su corazón, eran como miles de demonios rasgando desde adentro.
Bastante dramático.
El fin de semana que se acercaba no parecía que fuera a ser diferente a las semanas anteriores y con cada día que pasaba, sus esperanzas iban decayendo un poco más, y lo peor de todo era la impotencia de no poder hablar con Kyungsoo. Pero el viernes las cosas volvieron a cambiar y una luz de esperanza se encendió.
Minseok había estado actuando de forma extraña desde el jueves, parecía estar más empeñado en devolverle los ánimos y Jongin se estaba planteando seriamente dejarse envolver por los encantos del chico, pero fue el día siguiente, ese viernes por la tarde cuando ya estaba a punto de tomar una determinación con respecto a ese tema, cuando el anuncio de un mensaje entrante en la pantalla de su teléfono cambió radicalmente todos sus planes.
La pantalla de su celular titulaba con el nombre de Kyungsoo en ella, anunciando que había un mensaje nuevo del mayor. A Jongin se le hizo increíble lo nervioso que se puso al instante, la euforia que le recorrió el cuerpo entero, sus pulsaciones se dispararon y mil cosas cruzaron por su mente.
Lo primero que hizo fue alzar la vista hasta donde sabía que se encontraba Kyungsoo, para su sorpresa este lo miró de vuelta haciendo un gesto de insistencia para que leyera su mensaje, Jongin reaccionó y de forma torpe cogió su móvil y abrió el mensaje sintiendo como sus latidos hacía eco en cada rincón de su cuerpo, haciéndolo vibrar. Aquello solo podía ser algo muy bueno o algo muy malo.
El mensaje era corto sencillo, con las palabras suficientes para que Jongin sonriera y la esperanza se volviera a instalar en su pecho con bastante solidez.
De: Kyungsoo
Hace buen clima, ¿no?
Vamos al parque... Salgo de entrenar a las 5.
Pd: Debes gritar ¡Sí! Si estás de acuerdo xp
Jongin sonrió al leer la última parte. Jongdae se acerca para preguntarle qué es tan gracioso, pero él interrumpe a su amigo cuando alza sus manos hacia el techo del salón de clases y exclama un ¡Sí! a todo pulmón, ganándose miradas extrañadas de todos sus compañeros seguidos de burlas y una mirada de enojo por parte del profesor quien lo hace pasar a la pizarra para resolver los ejercicios que estaba explicando.
Al pasar al lado de Kyungsoo y ver la sonrisa que este tenía, Jongin se da cuenta de que no le importaría hacer mil veces estupideces como aquellas y ser regañado por ello, con tal de ver esa sonrisa en los labios del chico.
*
Jongin llegó al parque una hora antes de la acordada, se sentó en una de las bancas de madera que habían bajo la sombras de los árboles, a esperar mientras escuchaba una de sus listas de reproducción favoritas.
Aquella tarde el parque estaba lleno de muchas más personas de las que había visto en sus anteriores visitas: niños de diversas edades y la mayoría de ellos aún con uniformes de colegio correteaban de un lado a otro, adultos paseando, así como una que otra persona trotando con ropa deportiva.
Jongin intentaba distraerse con alguna cosas para no pensar en Kyungsoo, pero las ansias que experimentaba por poder volver a hablar con él estaban jugando en su contra haciendo que sintiera que los segundos iban pasando cada vez más lentos.
Terminó poniéndose cómodo sobre su asiento y cerrando sus ojos mientras se dejaba envolver por la fantasía de que estando así, el tiempo se aceleraría un poco.
Su técnica pareció funcionar (o al menos eso quiso creer) porque no tardó en sentir que uno de sus audífonos era removido de su oreja derecha. Sonríe, sabe bien qué es y no necesita abrir sus ojos. Pronto Kyungsoo comienza a cantar el coro de la canción que está sonando desde su celular.
-Good luck, baby good luck to you...-Kyungsoo tararea un poco - Esa es de BTS, ¿cierto?
Jongin abre sus ojos - No, esos son Beast.
-¿No son los mismos?
Jongin niega - Tus comentarios son una aberración para el K-pop... ¡auch! -se queja luego de ser pellizcado en el brazo por Kyungsoo, quien le quita el celular y coloca la canción desde el comienzo. Jongin observa con deleite cómo Kyungsoo comienza a cantar los fragmentos que se sabe de la canción.
Toda su ansiedad se ha ido drenando de su cuerpo y ya no le importa si hay muchas o pocas personas a su alrededor. Con Kyungsoo ahí, lo demás pasa a segundo plano.
Cuando la siguiente canción comienza, Jongin nota el ceño fruncido de Kyungsoo.
-Este nombre me suena conocido...-comenta Kyungsoo mientras observa la pantalla del celular.
-Take my hand ...-Jongin comienza a susurrar al mismo tiempo que la canción - You know I'm here with you. Say my name. Cuz lies can't kill the truth...
-Flower de Junsu -le interrumpe Kyungsoo.
-Claro que lo sabes, has leído el nombre -se queja Jongin con una sonrisa. Ambos se quedan en silencio observándose como si estuvieran retándose entre ellos y siendo cómplices al mismo tiempo.
Se está quemando.
Las verdades ocultas en las mentiras.
Se está silenciado.
Todos los sueños rotos en pequeños labios.
La música sigue sonando sin que ellos aparten sus miradas.
Nadie puede ayudarme.
Sácame de los podridos recuerdos...
-¡Come take my hand! - Kyungsoo exclama alzando sus manos de modo que se gana varias miradas llenas de extrañeza de las personas a su alrededor. Una exclamación nada masculina se le escapa cuando Jongin se aprovecha y pica su costado con uno de sus dedos causándole cosquillas. Kyungsoo termina abrazándose a sí mismo, frunciendo el ceño para que Jongin no vuelva hacer aquello mientras el moreno lo mira con total diversión.
Cuando la canción termina, Jongin le pone pausa a la música y se quita los audífonos.
-Tenemos que hablar.
Kyungsoo arruga su nariz como si algo le oliera mal- Eso suena tan serio.
Ambos se quedan en silencio sin atreverse a decir ninguna palabra.
¿Ahora que se suponía que debía ocurrir?
-Me ignoraste...-lanza Jongin y espera que Kyungsoo diga algo, pero no lo hace -Todo este tiempo.
Kyungsoo se encoge de hombros y no lo mira cuando responde - Sabes que te lo merecías.
-¡No! No me lo merecía. ¿Podrías explicarme por qué dices tú que sí me lo merecía?
Algo que a Jongin no le gustaba era ver que a Kyungsoo no le gustara hablar, se le hacía frustrante. Se quedó esperando al menos alguna respuesta, una queja o reclamo, pero no hubo nada, Kyungsoo se quedó mirando al frente, ignorando sus palabras y su pregunta como si él nunca hubiera hablado.
-Dime algo…-insiste Jongin.
Kyungsoo siguió sin responder y cuando estaba a punto de decir algo más, el mayor se giró hacia él y lo miró directamente a los ojos.
-Tienes dos opciones: puedes seguir hablando y te juro que me iré porque es demasiado aburrido o puedes besarme justo ahora y olvidar lo que pasó.
Jongin frunce el ceño - ...Quiero que aclaremos las cosas.
Kyungsoo rueda los ojos y toma su mochila del suelo poniéndose de pie- No somos novios ni nada, así que no te debo explicaciones de si te hablo o no lo hago.
Y con aquellas palabras, se van al olvido sus esperanzas de pasar el resto de la tarde con Kyungsoo.
Con un suspiro de frustración le observa marcharse.
*
Ese fin de semana, Kyungsoo lo tiene libre de juegos, piensa en poder descansar, pero quedarse en casa no es la mejor opción, es por esto que termina pasando todo el día del sábado en casa de Kris. Su mejor amigo intenta convencerlo de ir a una fiesta el domingo, al parecer Jongdae realizará la tan esperada fiesta en su casa.
Kyungsoo no quiere ir y hay una sola razón, la cual tiene nombre y apellido: Kim Jongin.
No quiere ver al chico por muchas razones, la principal de todas es que se está sintiendo cada vez más confundido con respecto a él, quisiera tener las cosas claras, pero después de decir aquello de que "no somos novios ni nada" lo único que había logrado era estallar una bomba dentro de su cabeza, mil voces en su conciencia que le repetían que ellos no eran nada, que no podían ser nada , pero que quizás y sólo quizás, Kyungsoo quería que fueran algo.
Así que su decisión estaba tomada, no iría a aquella fiesta. Necesitaba pensar con claridad antes de volver a ver a Jongin.
Lástima que el chico no pensaba darle tregua.
Una llamada entrante en su celular hizo que a Kyungsoo se le pusieran los nervios de punta, olvidándose de la película de terror que estaba viendo con Kris. Era Jongin. Su mejor amigo al notar el cambio brusco en él, decidió dar pausa a la película mientras lo miraba fijamente.
-¿No piensas contestar?
-No... No es nada importante -mintió mientras desviaba la llamada y aparentaba que nada estaba ocurriendo.
Kris alzó una ceja - Te conozco perfectamente, así que no te creo nada.
Kyungsoo buscó con la mirada algo que llevarse a la boca para calmar su creciente ansiedad y al no conseguir nada, terminó atacando su dedo como última opción. El nombre de Jongin volvió a titilar en la pantalla de su teléfono, esta vez no la desvió tras los primeros segundos, si no que dejó que sonara mientras pensaba.
-Kris...-alzó la mirada hacia su amigo quien se acomodó en su puesto para prestar atención- Tú siempre has sido mi mejor amigo...
Sus palabras se detienen cuando el chico más alto alza una mano haciendo un gesto para que se detenga.
-Espera...-Kris cierra los ojos un instante como si quisiera borrar una imagen mental espantosa- No quiero saberlo.
-¿Qué? -Kyungsoo se sorprende ante el inesperado cambio de su amigo a quien ve ponerse de pie- No, debes escucharme...Kris, es importante -él también se pone de pie, intentando ser escuchado, viendo cómo su amigo a comenzado a caminar de un lado a otro, se está poniendo muy nervioso con todo aquello, pero necesita que Kris lo comprenda.
-No...-las palabras de Kris son interrumpidas por el tono de llamada de Kyungsoo, otra vez. Se detiene un instante observando el aparato, frunce el ceño y dirige su atención a Kyungsoo- ¿Crees que soy tonto? ¿De verdad piensas que no sé qué pasa? ¿Qué no tengo ni idea de quién te está llamando?
-Kris...-su tono de voz suena suplicante.
-¡No! No... ¡ah! Joder, contesta esa maldita cosa.
Kyungsoo se sobre salta y busca su celular que está sobre el sofá y atiende la llamada.
-¿Qué quieres? -su mirada no se aparta de Kris.
-¿Dónde estás?
-Estoy muy ocupado... Hablamos luego.
-¡No!... Espera, Soo... Necesito verte.
Desvía la mirada de su amigo, él también quiere verlo, necesita verlo- Ahora no puedo, tendrá que ser otro día.
-Estoy frente a tu casa... Sal.
Kyungsoo siente como el alma se le va del cuerpo- ¿Qué?... No...-Jongin comienza a decir algo sobre no moverse hasta que salga- Vete, no ¡escucha! Vete. ¿Te has vuelto loco? ¡Ni siquiera estoy en mi casa!
Kyungsoo se siente al borde de la histeria mientras que Kris frunce el ceño con preocupación.
-¡Entonces dime dónde estás!
-Estoy en casa de Kris... Por favor, vete, si mis padres te ven, tendré problemas -oculta su rostro bajo su mano mientras se deja caer en el sofá. Cuando no obtiene ninguna respuesta, aleja el celular de su oído - ¿Aló? -la llamada se ha cortado y él siente que la respiración le falta.
-¿Te has vuelto loco, Kyungsoo? ¿Sabes lo que pasará si se enteran?
Kyungsoo vuelve a ocultar su rostro entre sus manos, Kris suena enojado.
-¿Acaso ya olvidaste lo que sucedió con Jun Myeon? -siguió Kris.
Kyungsoo negó con su cabeza muchas veces antes de alzar la mirada.
-Kris, ya estoy cansado de todo esto, de mis padres, del maldito equipo de fútbol, de tener que estar saliendo con chicas cuando...
-¡No lo digas!
-Kris...-ante su súplica su amigo desvía la mirada- Sé que solo tú puedes llegar a comprenderme.
-Pues no, fíjate que no te comprendo. ¿Acaso crees que esto de tú y... ¡él! llegará a alguna parte? Porque si es así, entonces estás más loco de lo que imaginé.
-Yo solo... estoy confundido.
-Sí, claro...
-¡Te lo juro!
-No me jures nada... ¡Pero si tú bien sabes cómo son las cosas! ¿Cómo pudiste dejar que todo llegara hasta este punto?
-No lo sé... Yo solo...
-Kyungsoo...
Kris le mira con tanta intensidad y seriedad que su cuerpo se estremece mientras que sus ojos solo reflejan desesperación.
-Tus padres son homofóbicos. ¿Sabes lo que eso significa? ¿Lo sabes? -Kris se lleva una mano hasta su propia cabeza y la toca con gesto brusco- Piensa... Piensa en lo que ocurrirá cuando se enteren ¿O es que esperas que jamás lo sepan?... Recuerda lo que ocurrió con tu primo, cómo tu familia lo trató, cómo fue que tus padres reaccionaron ¿Crees que contigo será diferente? Pues no, contigo será peor, Kyungsoo.
-¡Lo sé! ¡Lo sé! Ya lo sé.