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Negación por DyC

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Notas del capitulo:

Volvi.... Perdon la tardanza andaba sin pc pero prometo que estoy solucionando ese problemita.

Mientras aqui les dejo el cap 17  espero lo disfrunten ^^

 

-¿Crees que contigo será diferente? Pues no, contigo será peor, Kyungsoo.

-¡Lo sé! ¡Lo sé! Ya lo sé -Kyungsoo vuelve a ser interrumpido con el tono de llamada de su celular. Kris bufa exasperado por todo aquello mientras observa a su amigo contestar.

-Sal...-la voz de Jongin al otro lado de la línea es fuerte y ansiosa.

Frunce el ceño - ¿De qué está hablando?

-Sal -insiste el chico.

Kyungsoo camina hasta una de las ventanas de la sala. Sus ojos se abren con sorpresa cuando ve a Jongin afuera. El menor lo saluda y él cuelga la llamada con torpeza antes de abrir la ventana corrediza.

-¿Qué estás haciendo?

-Ya te lo dije... vine por ti y no me iré sin ti.

-¿Te has vuelto loco? Y ¿cómo es que sabes dónde vive Kris?

-Kyungsoo, eso no importa -Jongin rueda los ojos.

-No, vete, es la casa de Kris, ¿sabes? Kris.

Jongin se muerde el labio - Ya lo sé, invéntale lo que tú quieras, pero ven conmigo.

-Kyungsoo -lo llama Kris.

Kyungsoo se siente entre la espada y la pared. Jongin parece estar suplicando algo con la mirada, mientras que Kris insiste en que cierre la ventana.

 Termina haciéndole caso a su amigo y se aleja cerrando la ventana sin responderle nada a Jongin, tampoco mira a Kris.

-Recapacita -insiste su amigo-, ese chico no vale la pena por todos los problemas que tendrás - Kris intenta convencerlo utilizando otro tono de voz, uno vas conciliador.

-¿Cómo estás tan seguro de que valdrá la pena? -Kyungsoo nunca antes había sentido tantas emociones acumuladas en su pecho, queriendo explotar, salir.

-Es lógico Soo, tendrás problemas en la escuela, con tu familia... ¿Comó es que no te das cuenta?

Kyungsoo deja de escuchar a Kris y camina hasta donde están sus llaves y su billetera, se acomoda todo en los bolsillos del pantalón y cuando está listo, se teniente un instante, pero antes de que pueda decir algo más, Kris está tomando la palabra de nuevo.

-Si te vas, no volveré a hablarte de nuevo.

Kyungsoo alza la mirada con nerviosismo ante aquel nuevo giro en las cosas, era difícil, pero más difícil era si dejaba de contar con Kris.

-¿Cómo es que has acabado así? -Kris no parece darse por vencido- ¿Acaso has olvidado que tú y yo siempre hemos sido los principales acosadores de todos esos chicos maricas? ¿Ahora resulta que de pronto te vas a pasear a la acera de enfrente sin ningún aviso?

Kyungsoo quizás hubiera reído en otra situación por la escogencias de las palabras de su amigo, pero esta vez, inundado de nervios, dudas y confusión no podía hacer otra cosa más que tensar su cuerpo.

-Largo...

Aquella palabra llega hasta él como un latigazo doloroso directo a la boca de su estómago.

-¡Largo! No soporto verte -Kris alza una de sus manos señalando hacia la puerta de su casa, Kyungsoo advierte lo rojo que tiene el rostro. Da unos pasos inestables hacia atrás sin dejar de ver a su mejor amigo quien no le dirige la mirada. Las palabras que él quiere decir se le atoran en la garganta cortándole hasta la respiración.

Se mueve por fin, alcanza la puerta y la abre.

-Sabes...-susurra Kyungsoo por lo bajo- no importa que suceda, tú siempre serás mi mejor amigo.

-Pues tú para mí, acabas de dejar de existir.

Kyungsoo toma una respiración profunda tras aquello y sale de la casa de Kris. Si hay algo en lo que siempre ha sido bueno, es ocultando sus emociones, sobre todo aquellas que lo perturban. Cuando sale de aquella casa, no mira hacia atrás y camina hasta donde Jongin se ha sentado, en la orilla de la acera hacia la calle con la cabeza gacha como si estuviera derrotado.

-¿Siempre te rindes tan rápido?

Jongin se sobresalta poniéndose de pie de un solo brinco.

-N-o... yo... solo... pensé que -se detiene a sí mismo y sonríe avergonzado-. Hola. ¿Estás bien? -Kyungsoo luce... Jongin no está seguro de cómo decirlo, pero la palabra que viene a su mente es "mal". Kyungsoo luce mal.

-Pues hay un chico loco acosándome -hace un gesto de indiferencia con uno de sus hombros-. ¿Qué es lo que quieres?

La voz suave del chico llega extraña para los oídos de Jongin. Desiste de insistir en saber qué es lo que tiene Kyungsoo, principalmente porque el mayor parece querer hacer como si todo estuviera normal.

-Solo debes venir conmigo -extiende su mano hasta tocar la de Kyungsoo, el tacto es superficial, como dándole la oportunidad de que se aleje, pero el mayor no hace más que quedarse ahí, observándolo y eso hace que la valentía fluya por todo el cuerpo de Jongin.

-¿Para dónde?

-Confía...

Jongin comienza a caminar sin soltar la mano de Kyungsoo que ahora tiene bien aferrada con la suya. Sabe que se ha hecho tarde, muy tarde y teme que no consigan transporte para donde quiere ir. Mientras caminan y va acelerando el paso un poco más, Kyungsoo no deja de hacer preguntas:

¿A dónde vamos?

¿Qué vamos a hacer?

¿Por qué tanto misterio?

¡Jongin, respóndeme algo!

¿Por qué llevas esa inmensa mochila?

-¡Ah! De haber sabido que me ibas a ignorar, no hubiera venido -Kyungsoo jala del agarre que tiene Jongin sobre su manos para soltarse e intentar ir hacia el lado contrario, pero es detenido por el menor quien le jala y lo sorprende atrapándolo entre sus brazos y alcanzado sus labios en una maniobra perfecta que parece de película, eso es lo que lo deja más impresionado, aun cuando Jongin se aleja del beso.

-Llegamos...

Jongin susurra sobre los labios de Kyungsoo y sonríe. El mayor da una mirada a su alrededor y frunce el ceño.

-Me has traído a una parada de bus, ¿es eso?

Jongin rueda los ojos- Claro que no, tonto. Aquí esperaremos el bus que nos llevara… a otra parte.

Kyungsoo lo mira torciendo los labios. Debería matarlo por haberle dicho tonto, pero la curiosidad y la intriga siguen creciendo dentro de él así que se limita a cruzarse de brazo, ganando como recompensa a su refunfuñamiento que Jongin lo abracé desde atrás.

En aquel lugar no hay más personas que ellos dos, están solos. El peligro de posibles robos o encuentros con algún borracho no les inquieta mientras disfrutan del silencio y el buen clima que hay esa noche. Jongin siente cómo Kyungsoo se relaja entre sus brazos tras un suave suspiro, y su cabeza termina apoyada en el hombro del mayor mientras comparten ese instante.

Sus vidas se han convertido en una montaña rusa de emociones. Bien, mal, luego bien de nuevo, de pronto muy mal, al segundo siguiente bien otra vez… y así.

 

Por suerte el bus no tarda en detenerse frente a ellos y suben. Tienen un montón de asientos para escoger, Jongin se anima y camina casi hasta el final del vehículo seguido de un Kyungsoo que camina con pasos perezosos hasta dejarse caer a su lado, dejando que ahora su cabeza sea la que repose sobre el hombro de Jongin.

-¿De verdad no piensas decirme a dónde vamos?

Jongin acomoda sus manos que aún permanecen juntas y se lo piensa un poco antes de contestar mientras su mirada está perdida en la vista al otro lado de la ventana del bus.

-Sueles estar muy tenso todo el tiempo, sobre todo cuando estamos juntos. Siempre atento de tu alrededor, quienes van y quienes vienen. Solo quiero que pasemos un rato diferente, donde no hayan personas alrededor y túpuedas relajarte junto a mí.

Kyungsoo alza la mirada hacia el rostro de Jongin y este no tarda en devolvérsela con una sonrisa ¿nerviosa? Kyungsoo no entiende por qué.

-¿Tanto alboroto para eso? ¿No podías esperar un momento más adecuado? -su voz no es de queja, sino más bien de confusión.

-Es que... Tenía que ser ahora.

Kyungsoo no replica más y solo se vuelve a acomodar sobre el hombro ajeno mientras que el constante ronroneo del motor del bus va atontando sus sentidos hasta dejarlo casi adormilado. Las pocas personas que aún usan el transporte público a esas horas de la noche, suben y bajan esporádicamente en las paradas sin que llegue a llenarse el bus. Cuando ya ha pasado una media hora o más a Kyungsoo se le vuelve a llenar la mente con preguntas y conjeturas.

-Llevamos mucho rato...

Se incorpora en su asiento mientras hace la observación. Nota una sonrisa pícara en los labios de Jongin cuando lo mira en busca de respuestas.

-¿En serio aún no has descubierto a donde vamos?

Jongin parecía estar burlándose de él.

-¡No!

-Creí que conocías la ciudad.

¡Sí que se está burlando de él! Ese mocoso descarado.

-Pues fíjate que no tengo ni la menor idea -suelta la mano del menor para cruzarse de brazos y volver a refunfuñar. Jongin se ríe.

-Ya estamos llegando y lo sabrás -toma uno de sus brazos y lo mueve un poco- Kyung -canturrea-, lo vas a disfrutar.

Cuando se bajan en la última parada del recorrido, Kyungsoo frunce el ceño sin comprender qué están haciendo a las afueras del parque donde están las ruinas de un antiguo palacio imperial.

Aquel lugar servía de sitio turístico durante el día y solía ser muy concurrido, pero de noche estaba cerrado y desértico. ¿Qué se supone que harían ahí?

Kyungsoo da un giro sobre sí mismo, observando a su alrededor, piensa que hubiera sido mejor quedarse en el bus y regresar a la ciudad porque no estaban muy cerca de la civilización. En aquel lugar no se escuchaba más que el cantar de grillos y búhos ululando, todo estaba oscuro bajo un ambiente mucho más gélido que en el centro de la ciudad. Kyungsoo estaba casi seguro que Jongin le estaba haciendo una broma, pero al verle el rostro se dio cuenta de que el chico parecía tan emocionado que estaba punto de ponerse a dar brincos de un lado a otro.

-¿Es en serio?

-¿No te gusta? -a Jongin le aflora la emoción por cada poro de la piel.

-¿Qué se supone que hagamos aquí?

Jongin rueda los ojos- Pues entrar, obviamente.

-Te has vuelto loco.

-A ti no te gusta hablar, ¿no?. Entonces hagamos cosas divertidas.

Jongin toma su mano de nuevo y lo guía hacia uno de los laterales de la entrada. Él se va resistiendo un poco porque le parece que Jongin se ha vuelto loco.

-No seas aguafiestas, Kyungsoo, este es un lugar genial.

Sí, al menos de eso Kyungsoo no tenía dudas. Las ruinas estaban rodeadas de un bosque espeso, con grandes árboles, frutos varios y flores que le daban al sitio un aspecto muy agradable, sobre todo a las parejas que deseaban pasar un día juntos paseando en medio de muros que guardaban historias y jardines con olores dulces. Pero él nunca se imaginó estar ahí de noche.

Jongin lo llevó varios metros a la derecha hasta encontrar un barrote metálico suelto el cual movió hacia un lado y le hizo un gesto para que pasara él primero. Sus pasos vacilaron un instante, pero sin llegar a acobardarse dio un paso dentro del oscuro lugar mientras escuchaban los sonidos de la naturaleza intensificándose.

-No te preocupes -comenta Jongin a su espalda, después de pasar y acomodar la barra de hierro en su lugar- Traje un crucifijo y agua bendita por si se nos aparece un espanto.

Kyungsoo hace un intento de risa que acaba más bien convirtiéndose en un resoplido, sabe que el menor está bromeando.

-Me preocupa más que aparezca un psicópata y nos corte en pedazos o...-comienza a caminar- que una culebra venga y nos muerda.

-Pues yo le temo a que aparezca un vigilante y nos haga ir presos.

Sus ojos se han ido acostumbrando a la oscuridad, en la entrada hay un par de farolas que iluminan bastante hacia afuera y les ayuda a conseguir un camino estable hecho de escaleras de piedras. Los bombillos dentro de aquel lugar no alumbran mucho más allá de la entrada una vez que han comenzado a caminar. Saben en qué dirección van, principalmente porque ya han visitado aquel lugar en otras ocasiones, pero Kyungsoo advierte que más adelante lo único que los alumbrara será la luz de la luna y bajo la copa de aquellos árboles no parece ser algo muy esperanzador.

Jongin vuelve a alcanzar su mano y él no dice nada, caminando así incluso cuando han llegado hasta la gran edificación.

Para su sorpresa, la escasa luz de la luna, en vez de darle a aquello un aspecto terrorífico, es más como un aire místico y fantasioso. Su mirada se dirige hacia Jongin, pero antes de llegar a su rostro, nota que hay luciérnagas danzando aquí y allá.

-¿Has venido aquí antes? Me refiero a esta misma hora.

-Sí -Kyungsoo advierte que los ojos del menor tienen un brillo de travesura que le hace sonreír, incluso cuando no se lo propone-. En realidad no fue que vine...-Jongin suela su mano y comienza a caminar hacia su izquierda, la puerta principal está cerrada, pero son pocas las paredes que estén completas en aquel lugar, solo hace falta caminar un poco rodeando el frente para empezase a encontrar aberturas- Fue más bien que me dejaron.

Jongin sigue caminando, tocando las paredes rugosas con las yemas de los dedos, evocando recuerdos de su infancia. Puede sentir la presencia y escuchar los pasos de Kyungsoo a su izquierda, muy cerca de él.

-Yo tenía unos cinco años -continúa-, mi papá, Hyesung, me había traído para pasear. Caminamos tanto que se hizo tarde y en un leve descuido, yo desaparecí de su lado -sonríe-. Recuerdo que no noté que me había alejado de papá porque estaba muy fascinado con caminar y ver todas estas murallas pintadas y adornadas de forma tan extraña, brincando de un lado a otro. En algún momento me di cuenta que ya se había hecho de noche, pero eso sólo aumentó mi imaginación. Supe que algo andaba mal cuando de pronto apareció él llorando y gritando mi nombre, nunca antes me había abrazaron con tanta fuerza, lo primero que pensé es que le había pasado algo a él, no imaginaba que todo aquel alboroto se debía a mí.

Se detiene frente a una pared que le llega hasta la nariz. Kyungsoo no ha dicho nada-. Subamos por aquí.

Se gira hacia el mayor y siente cómo unas manos se posan en su pecho y lo van empujando contra la pared antes de sentir unos labios presionando los suyos. El beso consiste en solo eso: una presión de labios que de alguna forma le hace jadear por aire cuando se separan. Sus manos han bajado hasta la cadera de Kyungsoo, sujetándose de ellas.

-¿Y cómo es que sabes lo del barrote suelto de la entrada?

A Jongin le cuesta responder en primer lugar porque tiene la mirada fija en los labios húmedos del mayor y en segundo lugar porque no recuerda muy bien la respuesta para aquella pregunta.

-Creo...

Kyungsoo se aleja para comenzar a escalar la corta pared y lo hace con una destreza que sorprende al menor.

-Jongdae fue quien me lo enseñó una vez que vinimos y no teníamos dinero suficiente para pagar la entrada -asiente un poco, reafirmando sus palabras aunque el mayor no pueda verlo.

-Jongdae y sus malas mañas...

La última palabra le sale a Kyungsoo con un gruñido como si hiciera un gran esfuerzo. Su cuerpo está más del otro lado que de este, pero solo hasta entonces Jongin advierte que algo no va bien.

-Jong, creo que me atore.

Y efectivamente Jongin ve que un gancho ha agarrado la bota del pantalón de Kyungsoo, haciendo que quede a horcajadas sobre el muro.

-Espera, te ayudo.

Piensa que será sencillo hacerlo, pero las cosas se complican. No se explica cómo es que la tela acabó atrapada de una forma tan extraña.

-Bien, me quedaré aquí toda la noche -Kyungsoo sonríe divertido.

-Solo un poco más...- Jongin alza una de sus manos y hace presión en el muslo de Kyungsoo al mismo tiempo que jala de la tela del jeans y tras otro esfuerzo logra liberarlo del todo.

-Cuidado de dónde pones tu mano.

Aquellas palabras hacen que Jongin alce la vista y nota que su mano casi está sobre la entrepierna del mayor. Con un gesto avergonzado se aleja, soltándolo con tanta rapidez que Kyungsoo se desestabiliza por haber sido liberado bruscamente y termina cayendo al otro lado.

-¡Oh, por Dios! ¿Kyungsoo? -Jongin se apresura a escalar el muro cuando ya está a mitad de camino, del otro lado llega hasta sus oídos la risa estridente del mayor. Eso le hace relajarse, pero de igual forma se apresura a pasar aterrizando del otro lado del muro de un solo salto, unos pasos más hacia la derecha de donde está Kyungsoo de espalda sobre el suelo, riéndose.

El techo del lugar es otra de las partes de la infraestructura que no está completo, así que adentro también se cuela esa luz blanquecina de la luna que ilumina poco. El suelo está lleno de hojas, ramas e insectos, pero no da la impresión de que este sucio, muy por el contrario, todo parece tener su justo lugar en aquellas ruinas.

Kyungsoo se sigue riendo aun cuando toma las manos de Jongin para poder levantarse.

-¿Te has golpeado la cabeza? -aquella pregunta sale más que nada porque la risa desmedida de Kyungsoo suena casi como desquiciada y a Jongin se le ocurre que quizás ha sufrido una contusión cerebral sería. Además, él no ve qué es lo gracioso.

-No -responde Kyungsoo sin aliento-. Estoy bien -deja de reír, pero sigue con una mirada y una sonrisa tan brillantes y bonitas que a Jongin se le olvidan las preocupaciones.

*

Comienzan a caminar por el lugar, explorando aquí y allá mientras van compartiendo las historias que cada uno se sabe sobre los días de júbilo que tuvo aquel palacio en el pasado. Comparten risas y bromas mientras van de un lado a otro. A Kyungsoo le da por correr en algún punto del recorrido y Jongin lo sigue mientras el mayor se escabulle entre pasillos desapareciendo aquí y volviendo a aparecer más allá.

Kyungsoo se detiene frente a unas puertas que dan hacia una especie de balcón, el cual abre. Desde ese lugar se puede ver todo desde arriba porque han subido hasta dos pisos, el viento sopla suave contra su cuerpo y él sonríe con la respiración agitada.

-Es agradable...

-Estaba seguro de que te gustaría -la voz de Jongin llega desde atrás, las luces de la ciudad están a lo lejos y en el cielo, las estrellas se pueden observar sin ningún problema.

Kyungsoo camina hasta colocar sus manos sobre la baranda de seguridad.

-¿Por qué me has traído hasta aquí?

-Ya te lo he...

-No -Kyungsoo lo interrumpe antes de que Jongin pueda terminar de hablar-. Me refiero a ¿por qué me has traído aquí? De verdad.

Jongin no responde nada y Kyungsoo supone que el menor no le entiende. Él no se gira para ver cuál es su expresión, solo se queda ahí observando hacia el frente.

-¿Tienes hambre? -Jongin cambia de tema.

Kyungsoo se da cuenta de que sí tiene un poco de hambre y se pregunta qué hora será, pero su celular se ha descargado desde que iban en el bus, así que no tiene dónde consultar la hora. Termina asintiendo y por los ruidos que escucha a su espalda sabe que Jongin ha captado su respuesta.

-Nunca te acercabas a mí -murmura en voz baja sin querer ser escuchado.

-¿Cómo?

-Que nunca te acercaban a mí... Desde que comenzamos a estudiar juntos, nunca te acercaste a mí.

-...No tenía ninguna excusa para hacerlo y... me daba terror.

Kyungsoo sonríe- ¿Yo te daba terror?

-Mmm no exactamente, pero tus amigos, tu entorno. Simplemente parecías estar fuera de mi alcance, además siempre tenías alguna novia. ¿Qué esperanzas podría tener?

-Me supongo que ninguna. Yo, en los momentos en los que más te notaba era en los partidos. ¿Te gusta mucho el fútbol?

-No realmente -Jongin deja escapar una risita haciendo que Kyungsoo frunza el ceño y se gire dejando su espalda contra la baranda para por fin ver hacia Jongin. Las preguntas que tenía en mente se quedan atoradas en algún punto entre sus pensamientos y su garganta cuando ve a Jongin acomodando lo que parece ser sándwiches sobre una manta de cuadros azulados que ha dejado sobre el suelo.

-Parece un picnic -es lo único que sale de sus labios ante su sorpresa.

Jongin sonríe y lo mira con un brillo deslumbrante.

Kyungsoo mentiría si dijera que no siente la emoción, pero también se siente extraño, tal vez es solo que no está acostumbrado a esa clase cosas.

Cuando se recompone de su sorpresa, retoma el hilo de la conversación.

-¿Cómo es que no te gusta el fútbol?... La mayoría de las veces que te notaba era cuando gritabas animándonos en los partidos, no había ninguno a los que no fueras -intenta hacer memoria y su ceño se vuelve a fruncir-. Incluso la vez que llovió y era muy pocas las personas que asistieron, recuerdo haberte visto ahí -Kyungsoo no comprendía.

Jongin termina de acomodar lo que ha llevado para comer y se sienta bien sobre la manta acolchada que había extendido en el suelo, cruzó sus piernas y suspiró antes de mirar a Kyungsoo.

-Era por ti, siempre fue por ti.

Kyungsoo intenta no darle vueltas a aquella declaración porque sabe que si lo hace acabara más confundido- Siempre pensé que debía de ser un fanático del fútbol, pero luego estabas en las clases de deporte quejándose y maldiciendo todos los deportes y los ejercicios que existían... Nunca te entendí.

-Pues ahora puedes. Solo asistí a esos juegos porque era el único lugar donde podía gritar tu nombre sin ser visto como un bicho raro y sin que tú pensaras que estaba completamente loco.

Después de aquello, ambos se quedan viendo fijamente, sin decir ninguna palabra. Kyungsoo pensando en toda la nueva información que ahora tenía y Jongin esperando alguna reacción que rompiera con esa expresión plana en el rostro del mayor.

-¿Por qué? ¿Por qué yo? ¿Cómo es que te fijaste en mí?

Jongin advierte que el chico está ligeramente avergonzado y él toma valor para responder aquello.

-La verdad es que no lo sé, al principio solo era curiosidad por esa extraña manía tuya de mordedor de lápices, era algo entre extraño y asqueroso.

Kyungsoo ríe, no es la primera vez que escuchaba algo así. Se muerde el labio inconscientemente.

-Pero luego...- Jongin hace una pausa- Luego ya no podía apartar mis ojos de ti y vaya que lo intenté -termina encogiéndose de hombros y desviando la mirada sin poder mantener la de Kyungsoo.

-¿Alguna vez te imaginaste que tú y yo...?

La pregunta es dejada en el aire.

-No -Jongin lo vuelve a mirar-. Jamás. Cuando nos besamos la primera vez en la fiesta de Minho, creí que ya me había vuelto loco o que el alcohol me estaba jugando una mala pasada.

La sonrisa de Kyungsoo que había ido aminorado un poco, vuelve a ensancharse completamente.

Jongin ve a Kyungsoo dando un paso hacia adelante, hacia él y sin saber la razón contiene el aliento, no hay ningún motivo para que reaccione así, pero no puede evitarlo. También está hipnotizado, sin poder apartar la vista del mayor mientras éste camina a pasos ligeros hacia él. Hay algo en su mirada que Jongin no tiene ni idea de que es, pero que le hace sentirse nervioso.

No sabe en qué momento ha estirado sus piernas hacia adelante, dejando un espacio en medio para que Kyungsoo se arrodille frente a él. Mucho menos sabe cuándo se ha ido inclinando hacia atrás hasta el punto en que debe colocar sus brazos hacia atrás para sostenerse en sus manos y no caer de espalda con Kyungsoo sobre él. El mayor está a solo escasos centímetros de su rostro, puede sentir su respiración y cuando habla, su susurro le manda escalofríos por todo el centro de su columna.

-¿Quieres saber lo que estoy pensando?

Jongin traga y le cuesta reaccionar hasta que termina asintiendo.

-Pienso que eres un tacaño -el tono de Kyungsoo cambia a uno jovial mientras se aleja y se sienta sobre sus pantorrillas.

Jongin pestañea un par de veces antes de incorporarse también mirando a Kyungsoo con sus ojos bien abiertos.

-¿Eh?

-¿Por qué no pagaste un hotel?

El rostro de Jongin se vuelve totalmente rojo tras aquella acusación.

-Porque es bastante obvio, ¿sabes? -Kyungsoo alza una ceja con diversión ante la perplejidad que muestra el menor- Estamos solos, has traído comida... Bastante -aclara-. Una manta, ¿qué otras cosas hay en esa mochila? -Kyungsoo extiende su mano para coger el bolso de Jongin, pero este le detiene tomándole la muñeca y exclamando una rápida negación.

-¡No!

Kyungsoo ríe alejándose.

-Dios, Jongin. ¿Qué tienes ahí? ¿Esposas? ¿Mordazas? ¿Un consolador? -se sigue burlando.

-No, claro que no -Jongin parecía estar sumamente avergonzado con todo aquello y su ceño fruncido deja ver lo incómodo que se siente. Kyungsoo deja de reír mientras que el menor siente que todo le da vuelta a su alrededor, no sabe cómo tomarse todas las burlas que lanza Kyungsoo contra él.

Kyungsoo toma sus rostro con ambas manos y él pone resistencia, no quiere verlo a la cara, pero entonces el mayor lo toma con más rudeza, él no se puede negar y alza la mirada teniendo a Kyungsoo de nuevo muy cerca de su rostro.

-Eres como quien dice un “capullo adorable”.

Jongin bufa y vuelve a liberarse de las manos de Kyungsoo para poder girar su rostro. Kyungsoo aguarda en silencio hasta que el sonrojo de Jongin va disminuyendo.

-Yo... Un hotel... Solo pensé que algo así te asustaría.

-Tú no me asustarías.

Jongin no se cree aquello.

- Además –continúa- que...-se corta un poco mientras busca las palabras correctas para continuar- el hecho de que ocurrirá algo, solo era una posibilidad. Un hotel hubiera sido algo... muy descarado.

Kyungsoo se vuelve a incorporar sobre sus rodillas, quedando ligeramente más alto sobre la cabeza de Jongin.

-Jongin -lo llama, pero puede ver la resistencia que está poniendo el menor para no verlo -, Jongin, mírame -insiste con voz suave. Cuando le hace caso, él sonríe, pero no es un gesto burlón, es algo más parecido a un gesto de conciliación-conciliación-. ¿Alguna vez has hecho algo descarado?

Jongin está a punto de empezar a creer que Kyungsoo solo es un maldito cretino que se está burlando de él con todo aquello y eso le molesta, pero entonces la línea de sus pensamientos es interrumpida por la mano de Kyungsoo tomando la suya y llevándola hasta una de las nalgas del mayor.

Él está sorprendido con aquello y es entonces cuando los nervios se cuelan en su sistema y todos los restos de posible enojo, se evaporan.

-Porque no me importa si haces ese tipo de cosas...- Kyungsoo suelta su mano, dejándola en aquel lugar. El chico tampoco parece muy seguro, pero ahora que ya no sabe qué esperar, Kyungsoo lo vuelve a sorprender con una pregunta- Jongin, ¿tú me deseas?

Notas finales:

Les gusto?  Que piensan sobre Kris y Kyunsoo.. que deberia hacer?  

Nos leemos en el siguiente :)


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