La luz del amanecer los tomó por sorpresa, era increíble que hubieran aguantado toda la noche sin que el sueño alcanzara sus cuerpos.
Con la primera luz del alba acomodaron y guardaron sus cosas, debían salir antes de que apareciera algún guardia, o peor aún, que el lugar fuera abierto al público.
Ambos en sus mentes desearon poder quedarse un poco más, pero nadie dijo nada mientras emprendían la salida. Jongin encontró con bastante facilidad el tubo flojo por el cual tenían que salir y Kyungsoo no pudo contenerse de mirarlo con sospecha.
A esa hora de la mañana aún no pasaba transporte por lo que les tocó comenzar a caminar hacia la ciudad. Al pasar frente a la puerta principal del palacio, vieron a un vigilante desperezándose mientras salía de una casita no muy lejos de la entrada.
-¡Buenos días! -exclamó Kyungsoo alzando la mano. El hombre pestañeó muchas veces viéndolos con extrañeza. Jongin jaló del brazo de Kyungsoo y le hizo acelerar el paso calle abajo. No habían lugares cercanos a ese como para que un par de chicos caminaran esas calles a esa hora. Kyungsoo sabía que el vigilante tendría mucho en que pensar después de verlos. Y mientras él reía, Jongin le acusaba de estar loco.
Llevaban casi dos kilómetros cuando un bus apareció en el camino, en esa zona no había parada, pero el bus igual se detuvo tras sus señas y la cara del chófer no era mejor que la del vigilante.
El tráfico mañanero era casi inexistente los domingos y mientras más se acercaban a la ciudad, Jongin se iba sintiendo más inquieto y nervioso. Después de todo, había llegado el momento de hablar. Tenía algo importante que decirle a Kyungsoo, pero cada vez que respiraba profundo para decirlo, terminaba arrepintiéndose a último momento. La parada donde se bajaba Kyungsoo llegó y él seguía sin abrir la boca. El mayor intentó despedirse, pero con un poco de torpeza Jongin se bajó junto con él, entonces Kyungsoo supo que algo ocurría.
-¿Qué sucede? - alzó una ceja mientras permanecían de pie bajo el techo de la parada de buses. Jongin parecía inquieto.
-Tengo que decirte algo.
Kyungsoo entrecierra los ojos - Entonces sí había una razón para todo esto.
-Sí, pero no es lo que piensas.
-¿Y cómo sabes lo que pienso? - Kyungsoo permanecía serio, aunque por dentro le divertía ver a Jongin hecho un lío.
-¡Kyungsoo! - se quejó Jongin y él terminó riendo.
-Está bien. ¿Qué es lo que tienes que decirme?
Hubo un minuto de silencio en el que Jongin recobró la compostura.
-Me voy -soltó de la nada.
Kyungsoo no dijo nada porque no entendía y esperaba más explicación, pero tras unos segundos y ver que Jongin no respondía nada, su sonrisa se esfumó.
-¿De qué hablas?
Jongin tomó la mano de Kyungsoo haciendo que este tuviera la urgencia de retirarla, algo no andaba bien.
-Pues... verás, a mi pápa...
-¿Cuál de los dos? -le interrumpió Kyungsoo.
Jongin casi quiso reírse.
-Jeong... a él le ofrecieron un puesto de trabajo en la capital...-Jongin se detuvo cuando sintió que Kyungsoo intentaba retirar su mano, pero no lo dejo- Escucha. Ayer, después de que me dejaras en el parque y regresara a casa, me dieron la noticia, me dijeron que tendríamos que irnos a final de mes...
-Eso es en dos semanas - volvió a ser interrumpido.
-Sí pero...
-¿Por qué no lo dijiste antes? -Kyungsoo se sentía tan inquieto, por una parte estaba molesto, por otra dolido, pero mayormente estaba confundido.
Jongin suspiró, negó con la cabeza un instante, sabía que no iba a ser fácil - Yo quería que tú y yo... quizás... podríamos seguir... juntos - no sabía qué palabras usar y la última se escapó de sus labios llenas de mucho temor. Si Kyungsoo aceptaba él daría todo de sí para que funcionara.
-¿A distancia?
Kyungsoo pareció bajar la guardia y eso le hizo tener esperanzas.
-Más o menos... mi otro papá se quedara aquí un par de semanas más por su propio trabajo así que estaré viniendo los fines de semana... Si tú quieres... puede funcionar.
Kyungsoo frunció el ceño y desvió la mirada mientras lo pensaba. Cuando lo vuelvió a mirar tienía el rostro relajado, con una sonrisa ladina- ¿Me estás pidiendo que salgamos... así de salir?
Jongin traga y asiente.
Kyungsoo se muerde el labio antes de responder - Entonces, está bien.
El alivio se extendió desde su pecho por todo su cuerpo hasta relajar sus músculos tensos y sonrío, sintiéndose feliz.
*
Es increíble como el tiempo pasa rápido mientras más deseas que pase lento.
La tan esperada fiesta de Jongdae fue pospuesta cuando el chico se sintió mal del estómago y tuvo un serio problema a la hora de hacer sus necesidades fisiológicas. Días después cuando todos se enteran de la partida de Jongin, Jongdae decide que su fiesta ahora tiene un gran motivo para ser realizada: La despedida de Jongin, quien se asegura de rodar los ojos cada vez que sus amigos sacan a relucir el tema. ¿Es que acaso no estaban tristes por su partida? ¿No? ¿Todo solo era fiesta?
-¡Pues obvio! - le había respondido una tarde Jongdae - La vida es corta, hay que bailar y disfrutar.
Sus amigos eran los peores.
A pesar de todo, Jongin se sentía feliz, casi todas las tardes salía con Kyungsoo a alguna parte, a comer helado, dar vueltas en algún parque o centro comercial, jugar el juego favorito de ambos adivinando canciones. Hicieron realmente muchas cosas, con tan buena suerte de no haber levantado sospechas.
Había días en los que Jongin se sentía como una gran popo de perro porque se había alejado de Minseok. El chico había estado mucho más animado y pegado a él desde la noche del concierto, como una llama de esperanza totalmente encendida a su alrededor y por feo que sonara, él había aprovechado todas esas atenciones en los días en los que Kyungsoo lo había ignorado completamente, pero ahora que volvía a tener la atención del chico que le gustaba, Minseok se había vuelto algo muy cercano a lo molesto.
No quería pensar de esa manera, pero a veces se le hacía inevitable.
*
Las cosas fueron bien durante las semanas restantes antes de la partida de Jongin. Kyungsoo y él estaban mejor que nunca y no tenía que preocuparse por aquellos que les rodeaban. Todos seguían sin tener la más mínima idea de la relación que ellos compartían (excepto Jongdae y Taemin). De manera astuta entre las horas de entrenamiento, juegos y la escuela, buscaron la manera de hacerse tiempo para ellos.
Kris no le había vuelto a dirigir la palabra, pero Kyungsoo supo que su mejor amigo le había cubierto la espalda frente a sus padres la última vez que hablaron asegurándoles que se había quedado en su casa toda la noche; eso le hacía tener esperanzas con su amigo.
Pero hay un dicho que recita que nada puede ser perfecto para siempre. A pesar de todo lo bueno, todo se torció justo el día de la fiesta.
Llegó el día de la despedida de Jongin. Kyungsoo odiaba que la fiesta fuera nombrada con aquel propósito porque de una u otra manera él no se quería despedir del menor y Jongin no parecía estar muy contento tampoco.
A la casa de Jongdae hubo invitación abierta para todo aquel que quisiera ir, y pues, como en todas las fiestas de Jongdae, casi toda la escuela asistió.
Kyungsoo mantenía contacto vía mensaje de texto con el menor mientras ambos se arreglaban para asistir. Intentaban hablar de lo que fuera menos de que el día siguiente Jongin ya no asistiría a la última semana de clases sino que estaría en un vuelo hacia la capital.
Kyungsoo había gastado horas y horas pensando en cómo serían las cosas a partir de ese momento, cómo sería su relación con Jongin, y aunque no dijera nada, en su mente nada parecía ser demasiado alentador. A él le hubiera gustado ser tan optimista como Jongin, pero se le hacía tan difícil que incluso en varias ocasiones había pensado en terminar esa especie de relación que los unía y decirle a Jongin que no valdría la pena todo aquello, pero entonces el menor aparecía con todo y sus sonrisas y Kyungsoo no encontraba la forma de decírselo.
A pesar de lo que le había dicho a Minseok tiempo atrás, él realmente no se atrevía a dañar a Jongin. Aquel arranque había sido fruto de su enojo y ganas de fastidiar al mayor.
Terminó de vestirse luego de poner especial empeño en verse bien y salió de su casa rumbo a la de Jongdae. No se apresuró porque sabía que Jongin aún estaba en su casa terminando de empacar algunas cosas y llegaría súper tarde, eso no le alegraba, pero no estaba de ánimos para permanecer tanto tiempo junto a su padre y arriesgarse a que este lo obligará a ver algún juego de fútbol, así que la mejor opción sin duda era esperar a Jongin en la fiesta.
No dejó de escribirle que debía darse prisa, pero el menor siempre terminaba cambiando de tema y distrayéndolo para que dejara de apresurarlo.
No eran ni las nueve de la noche cuando ya casi llegaba a la casa de Jongdae y Kyungsoo estaba casi seguro de que sería el primero en llegar, al menos Jongdae le caía muy bien y podrían hablar mientras esperaban. Grande fue su sorpresa cuando al llegar a aquella casa, se encontró con que ya había bastantes personas.
Mientras entraba y recorría el lugar supo que era el primero de su grupo de amigos que llegaba. Sabía que Kris asistiría aunque el chico no le hubiera comentado sus planes, su amigo ya no le comentaba nada, pero seguían estando en el mismo círculo de amistades. Todo el mundo lo saludaba al pasar y aunque él no conocía ni a la mitad, saludaba a todos con rápida cortesía.
Al único que conocía realmente era al dueño de la casa.
Jongdae estaba en la cocina, a Kyungsoo jamás se le hubiera ocurrido ir a buscarlo precisamente a ese lugar de no haber sido por la chica que le había indicado dónde estaba. Cuando entró y vio al chico ordenando algunas cosas, de inmediato supo que algo le ocurría porque esa alegría y buena vibra que desprendía Jongdae todo el tiempo simplemente parecía no estar en ese momento, sus ojos distraídos no notaron su presencia hasta un rato después de que Kyungsoo estuviera observándolo de pie con su cuerpo de costado sobre el marco de la puerta.
-Ey... Has llegado - Jongdae alzó la mirada hacia un reloj de pared -. Muy temprano, por cierto.
-Sí, bueno - Kyungsoo comenzó a caminar a pasos distraídos en dirección a Jongdae mientras observaba las diversas botellas que se encontraban sobre la encimera a un lado del lavaplatos -.Tenía pensado ver si no necesitabas ayuda antes de que todo el mundo llegara...- toma una botella de Ron y la empieza a inspeccionar mientras deja que su cuerpo esta vez se recargue en la propia encimera - Pero al parecer muchos otros han tenido la misma idea - no alza la mirada y sus últimas palabras salen en tono distraído.
Jongdae ríe mientras continúa acomodando algunaos de los utensilios de su mamá - Sí, bueno, ojalá todos hubieran venido para ayudar.
Kyungsoo sabe que Jongdae no está esperando una respuesta de él, así que no dice nada por varios minutos hasta que se aburre de leer la etiqueta de la botella de licor y lo deja en su sitio. Respira profundo y esta vez sí alza la mirada cuando está a punto de preguntarle a Jongdae qué es lo que le sucede, pero no logra decir nada porque justo en ese instante, Taemin aparece con todo y su torbellino de exclamaciones exigiendo atención a su persona.
Él y Jongdae terminan siendo arrastrados por Taemin quien los saca de la cocina alegando que es hora de animarse y de que se unan a la fiesta. Un vaso lleno de algo termina en manos de Kyungsoo mientras llegan a lo que a hace minutos era la sala y ahora se ha convertido en una improvisada pista de baile. Jongdae no tarda en hacerse eco de su amigo y terminan alborotando a los presentes para que se unan a bailar.
Kyungsoo decide que es su momento de retirada, así que se va hasta donde está la ventana y se queda observando las locuras que hacen los chicos en sus vagos intentos de baile, él cree que aquello es más como si se estuvieran contorsionando para ver qué tan flexibles son.
El vaso que ha dejado Taemin en sus manos tiene Vodka con un ligero toque de jugo de naranja, está sabroso, pero Kyungsoo sabe que está fuerte no solo por el sabor en su paladar si no por la sensación que va dejando por su garganta con cada trago que da.
No pasa mucho tiempo (aunque sí el suficiente como para que haya recargado su bebida la primera vez) cuando es arrastrado hacia la "pista de baile" Todos le animan a que baile con una chica que no conoce, pero es linda, sabe bailar y todos gritan lo bien que se ven juntos, así que Kyungsoo no pone resistencia y se deja llevar, era una fiesta después de todo.
Han pasado casi dos horas y el lugar se ha llenado de más personas, su grupo de amigos recién ha llegado y comienzan a buscar su propio sitio, él no se preocupa demasiado. A esas alturas ya ha perdido la cuenta de cuántos vasos a bebido y de cuánto tiempo lleva bailando (ahora es una chica diferente a la primera), su celular es otra cosa que ha sido olvidada en el bolsillo trasero de su pantalón y pues... Jongin hace rato que no pasa por su mente.
Kyungsoo no había tenido la intención de emborracharse aquella noche, pero la sensación de enajenación que va sintiendo con cada trago le sienta bien para dejar de pensar... Ha pensado demasiado en los últimos días. Quizás es por eso que cuando el moreno lindo con el que está saliendo a escondidas aparece de la nada en su campo de visión con una mueca que no refleja felicidad, él no se puede contener de expresar lo bien que se siente de tenerlo ante sus ojos de nuevo.
-¡Jongin!
Sobre el ruido de la música no son muchos los que escuchan su exclamación, pero aquellos que lo hacen no tardan en girarse hacia el chico recién llegado quien parece avergonzado y horrorizado porque Kyungsoo nunca, nunca lo llama por su nombre y mucho menos de forma tan animada frente a otras personas. Nadie piensa mal de aquello porque a fin de cuentas la reunión era por y para Jongin.
Kyungsoo deja a su pareja de baile sin importarle que están a mitad de una canción y se abre paso entre lo que para él es una multitud y logra su objetivo: abrazar a Jongin.
-Al fin llegaste, te echaba mucho de menos - las palabras susurradas al oído de Jongin son alargadas y torpes dejando al descubierto lo ebrio que se encuentra el mayor, eso no le hace feliz a Jongin, se había estado rompiendo la cabeza antes de llegar, buscaba una manera de estar cerca de Kyungsoo sin levantar sospechas, pero ahora que lo está abrazando y lo veía borracho, de una u otra forma, no le gustaba. Miró a su alrededor y por suerte nadie parecía estar pendiente de ellos dos y el lugar estaba poco iluminado así que dio un suspiro de alivio antes de alejar a Kyungsoo de su cuerpo.
-¿Cuánto has bebido?
Kyungsoo se aleja sin poner resistencia y le mira como si intentara procesar sus palabras - ¿Un poquito?
-¿Eso es una pregunta? -Jongin frunce el ceño
Kyungsoo se encoge de hombros en respuesta y una chica desconocida aparece para tomarlo del brazo y pedirle que sigan bailando. Kyungsoo despeja su mente un poco y termina guiñándole el ojo al menor antes de aceptar y volver con la chica.
Jongin gruñe por lo bajo, sintiendo cómo los celos crecen en su interior, se da la vuelta y salió a buscar algo para beber y solo entonces, cuando nadie podía ver su rostro, se permitió sonreír por la manera en la que había reaccionado Kyungsoo al verlo.
La fiesta se divide en varios ambientes, un lugar era para bailar, otro para aquellos que solo querían beber y hablar, incluso había lugar para quienes quisieran jugar (Taemin había tenido la idea de que jugaran eso de besar a otros según donde apuntará la boca de una botella)
Jongin y Kyungsoo encontraron la forma de no apartar la mirada el uno del otro en la pista de baile.
Jongin había conseguido una chica con quien bailar, pero mientras lo hacía no apartaba sus ojos del mayor ni este de los suyos. Incluso en un par de ocasiones se las ingeniaron para llegar a estar espalda con espalda y tomarse de la mano por instantes.
Después de tanto bailar y sudar el alcohol, Kyungsoo había recuperado un poco de conciencia y fue así como ambos se escabullen hacia la cocina o hasta algún rincón de la casa que estuviera oscuro y apartado para poder robarse un par de besos con la adrenalina corriendo a mil por sus venas ante la expectativa de no ser descubiertos.
*
Kyungsoo revisó su teléfono para ver la hora cuando ya eran más de las tres de la madrugada, decidió que era momento de marcharse porque Kris ya no le haría compañía hasta su casa (casi eran vecinos) y la idea de ir solo por las calles a esas horas no le era muy agradable, ni pensar en dejar que Jongin lo acompañará para que luego se fuera solo hasta su propia casa, no, ni hablar y sabía que el menor insistiría un rato. Además debía descansar al menos un par de horas antes de tener que ir al aeropuerto a despedir a Jongin.
Se excusó con su pareja de baile y subió las escaleras que sabía que le conducirían a un baño.
Al entrar, cerró con seguro y se vio en el espejo que estaba sobre el lavabo, estaba hecho un desastre, pero aún así sonrió, prácticamente había estado bailando toda la noche y no se sentía cansado si no todo lo contrario, estaba seguro de que podría seguir un rato más. Aprovechó para vaciar su vejiga y lavarse la cara con el fin de despejar su mente y lucir mejor antes de salir del baño.
Salió dispuesto a buscar a Jongin para una corta despedida, pero en el pasillo, lo detuvo la vista de Jongdae sentado en el suelo con la espalda contra la pared. Se sorprendió bastante, ¿estaba ahí cuando había pasado antes? Porque no lo había visto.
Se acercó sin decir palabras y se sentó a su lado, más cerca de lo que lo hubiera hecho de no ser por lo afligido que se notaba Jongdae en esos momentos. A Kyungsoo le daba la impresión de que rompería a llorar en cualquier momento y era extraño porque ese chico siempre estaba alegre.
Kyungsoo no sabía qué decir, así que se quedó observando el vaso de vidrio vacío con el que Jongdae estaba jugando entre sus dedos, pero el silencio se iba tornando cada vez más insoportable, así que terminó preguntando lo que parecía obvio.
-¿Estás triste por Jongin?
Jongdae no respondió al instante, pero luego, su tono de voz hizo sentir mal a Kyungsoo, como si le empezara a contagiar su estado de ánimo.
-Sí, que tu mejor amigo se vaya a otra ciudad cae del asco.
-Pero él dijo que vendría seguido - Kyungsoo necesitaba sacar a Jongdae de aquella tristeza porque sentía que si no lo hacía, él era el que iba a terminar deprimido.
-¿Y tú le has creído? - la sonrisa de Jongdae fue totalmente sarcástica - Y aunque así lo fuera, no será igual. Podrá venir todos los días la primera semana, pero luego vendrá solo dos días, luego uno, después una vez al mes y así hasta que deje de venir.
Kyungsoo no podía estar más de acuerdo con aquella visión y le dolía, era difícil aceptarlo porque entonces lo suyo con Jongin habría terminado justo antes de comenzar. Sintió las lágrimas formándose en sus ojos y de nuevo muchas dudas comenzaron a formarse en su cabeza: no lo lograrían, las relaciones a distancia siempre eran caóticas, ambos terminarían con corazones rotos... No, no podrían hacerlo.
-Pero no solo es Jongin...
La voz de Jongdae lo sacó de su propio pozo de depresión e hizo que le mirara para prestar atención.
-También es Yixing.
-¿Yixing? - Kyungsoo hurgó en su memoria y recordó la confesión que le había hecho Jongdae tiempo atrás donde le decía que a él le gustaba Yixing - ¿Qué ocurrió con Yixing?
Jongdae bajó la mirada hasta casi dejarla oculta bajo su flequillo - Me dejó.
Lo primero que pasó por la mente de Kyungsoo fue preguntarse: ¿acaso estaban juntos? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿En qué momento? Y de pronto se sintió como el peor para esconder relaciones porque estaba seguro de que cualquiera primero hubiera sospechado de él y Jongin antes que de Jongdae y Yixing.
-¿Qué... sucedió? - se obligó a preguntar en medio de su asombro.
Jongdae negó con la cabeza y Kyungsoo no supo cómo interpretar ese gesto. ¿Acaso no le diría nada? Pero aquella duda quedó despejada cuando Jongdae comenzó a contarle todo.
Al parecer las cosas entre Yixing y Jongdae habían comenzado de una manera muy extraña que ni ellos entendían, sólo sabían que un par de veces se habían descubierto mutuamente mientras alguno de los dos miraba al otro. Después intercambiaron un par de palabras, nada que dejara traslucir los deseos del otro hasta que Jongdae dio el paso y le propuso a Yixing encontrarse en aquel viejo salón que servía de almacén.
Desde el primer encuentro hasta la fecha (casi un año), ellos habían mantenido una relación estrictamente sexual, solo que Jongdae había terminado desarrollando sentimientos hacia su compañero y ahora que Yixing se iba a graduar, había decidido que ya no quería seguir con aquel juego, además a él no le gustaban realmente los chicos, prefería las mujeres, y sin más palabras que esas había acabado con aquello que tenían, pisoteando el corazón de Jongdae en el proceso.
Kyungsoo no se podía creer lo que estaba escuchando, es que Yixing era de los chicos más tranquilos que conocía. Ahora comprendía porque él había sido el único de su grupo de amigos que había faltado a la fiesta esa noche.
-Pues... deberíamos planificar (y esta vez de verdad) otra fiesta para conmemorar que no hemos quedado solteros sin haber tenido pareja ni siquiera - Kyungsoo ríe de sus propias palabras, pero más que gracia lo que siente es pena, principalmente de sí mismo.
-¿A qué te refieres?
-A que no creo que lo de Jongin y yo dure demasiado, ¡he irónicamente aún no tenemos nada!
Con un suspiro cargado de frustración, Kyungsoo deja caer su cabeza hacia atrás contra la pared.
-Deberíamos mejor organizar una fiesta gay para conocer chicos nuevos - se burla Jongdae.
Kyungsoo frunció el ceño - Yo no soy gay.
Jongdae ríe y esta vez sí es auténtica - ¿No? A pues entonces yo soy rambo.
Kyungsoo gira su rostro para verle mientras tiene el ceño fruncido.
-Solo me gusta Jongin.
-Eso no tiene nada que ver, te gusta un chico, te pueden gustar otros - termina encogiéndose de hombros, lo mismo le había dicho a Yixing en su momento.
-No.
-¿Acaso has besado a alguien más que no sea Jongin como para estar tan seguro? - la ceja alzada de Jongdae irrita a Kyungsoo.
-No, tampoco pero...
-Entonces no digas que no. Eres gay y… en fin, no sé cómo pueden decir que no lo son después de tanto. ¿Necesitan besar a media ciudad para darse cuenta?
Kyungsoo se ríe con cierta odiosidad sintiéndose molesto- ¿Y qué te importa con quién me bese o no? ¿Acaso piensas besarme tú para demostrar tu teoría?... Lo que yo sea o deje de ser tampoco te incumbe...
Kyungsoo estaba enojado principalmente porque sentía que las palabras de Jongdae eran ciertas y la confusión en su cabeza era cada vez más grande, quería que el tema terminara ahí, pero en cambio, Kyungsoo no había terminado de pronunciar sus palabras cuando ya Jongdae estaba sobre él presionando sus labios contra los suyos y dejándole paralizado por la sorpresa.
Kyungsoo quiso culpar a todo el alcohol que aún pudiera estar en su cuerpo y el de Jongdae.
No supo en qué momento sus ojos se cerraron y sus labios correspondieron al beso que Jongdae fue intensificando. Se sentía tan ajeno a todo, como si no fuera él, como si estuviera flotando lejos y no tuviera control sobre nada de lo que ocurría.
Cuando sus labios son liberados, él abre los ojos y traga sintiéndose momentáneamente en shock, Jongdae lo mira de vuelta con la misma expresión mientras se preguntan qué acaban de hacer. Sus rostros siguen estando muy cerca para ser normal, pero ellos no lo notan porque se están mirando fijamente esperando alguna reacción del otro, algo que les haga salir del estupor en el que han quedado.
Un movimiento detrás de Jongdae es el que hace que Kyungsoo reaccione alejándose de golpe cuando nota a Jongin de pie al principio de la escalera mirándoles con expresión vacía. Kyungsoo no sabe cuánto ha visto, solo sabe que Jongin da media vuelta y se aleja de prisa, él no se mueve, solo se queda viendo en la misma dirección mientras que Jongdae se pone de pie de un solo salto y comienza a gritar el nombre de su amigo mientras va detrás de él.
Kyungsoo se queda solo, sentado en el pasillo preguntándose si aquel era el momento indicado para dejar que Jongin se marchara. Si llegaba a odiarle, estaría bien porque entonces el menor lo olvidaría mucho más rápido.