Kyungsoo termina reaccionando, dándose cuenta de lo que ha hecho y lo que ha provocado. Jongin no podía irse pensando que su mejor amigo y él lo habían traicionado, odiando a Jongdae y maldiciéndolo a él. Una presión en su pecho lo golpea contra esa horrenda realidad y lo deja sin aire por un instante antes de que logre ponerse de pie y correr en busca del menor.
Porque no, no, no. Aquello no podía terminar así.
Corrió escaleras abajo y un ligero mareo le hizo detenerse un segundo antes de volver a emprender la carrera. Buscó aquí y allá entre las personas, pero Jongin parecía haberse desaparecido en el aire. Recorrió toda la casa un par de veces hasta que sus piernas no dieron para más. El desespero se había consumido en su interior dando paso a la desolación.
La hora de su teléfono daban las 4:45am cuando decidió irse a casa. Mientras caminaba por las calles vacías de la ciudad, no dejó de llamar a Jongin a su celular, una y otra vez. Al principio repicaba hasta que la llamada se cortaba, pero después de varios intentos, la voz computarizada le dejaba en claro que Jongin había apagado el teléfono.
No supo cómo llegó a su casa, tenía tantas cosas en su mente que era difícil ordenar sus pensamientos y más que nada, sobresalía el deseo de gritar y golpearse a sí mismo por haber sido tan estúpido.
Terminó estando tan agotado al llegar a su habitación que se dejó caer en su cama y sin darse cuenta, cayó en un profundo sueño.
A la mañana siguiente, el dolor de cabeza que sintió al despertar casi lo convenció de quedarse en cama todo el día. Era sábado y sabía que debía lograr hablar con el menor, era ahora o nunca. Mientras se daba un baño, en vez de pensar en que nunca más probaría ni una gota de alcohol, no dejaba de lamentarse de no haber bebido más hasta el punto de no recordar nada. Era cobarde, lo sabía, pero no quería tener todas esas imágenes y recuerdos atormentando su cabeza con punzadas dolorosas que terminaban haciendo eco en su pecho también, deseaba cerrar los ojos y que al abrirlos, todo se hubiera arreglado.
Y aunque lo intentó un par de veces, todo seguía igual.
La impaciencia lo estaba consumiendo a cada segundo. Desayunó con sus padres y planeó mentalmente una excusa para tener que ausentarse el resto del día.
-Tengo ganas de ir a entrenar un par de hora extras...
Aquello fue suficiente para liberarse de sus padres y poder salir en cuanto terminó su desayuno. Tomó sus cosas y se fue rumbo a la casa de Jongin. Kyungsoo estaba convencido de que el chico no podía esconderse por siempre y él estaba dispuesto a buscarlo hasta debajo de las piedras.
Al llegar a la casa de Jongin, fue HyeSung quien le recibió y dijo que su hijo había salido con su otro papá. Kyungsoo intentó obtener más información: ¿a qué hora volvía? ¿Dónde estaban? Pero el hombre no le respondió nada en concreto, solo le daba respuestas vagas que le dejaron en claro lo que ya llevaba sospechando tiempo atrás: él no era de agrado para ese señor.
Se sentó en las escaleras del porche sin importarle que el sol de esa hora alcanzara su cuerpo. El recuerdo de la noche del primer juego amistoso que habían perdido hace meses atrás llegó a su mente. Había estado horas y horas sentado en aquel mismo lugar junto a Jongdae, hablando por primera vez, creando una confianza entre ellos tan rápido y de forma tan natural que a Kyungsoo se le hacía muy cómodo estar junto a él.
También ese mismo día había visto a Jongin besar a Minseok.
Se sintió aún peor de saber lo que el menor pudiera estar sintiendo en ese momento por su culpa. En su momento él se había sentido realmente mal.
Llegó el mediodía y ya estaba cansado de estar sentado ahí esperando, volvió a intentar llamar a Jongin y de nuevo repicaba hasta que se cortaba la llamada, al menos ahora tenía el celular prendido.
Decidió enviarle un mensaje pidiéndole que se encontraran en el parque donde solían pasar las tardes juntos. No tardó en caminar en aquella dirección y se quedó dando vueltas una vez llegó al punto de encuentro.
Después de una hora sin recibir respuestas, intentó muchas más veces e insistió tanto que se comenzó a sentir patético.
Cuando el atardecer empezó a caer sobre la ciudad, sus ojos se empeñaron de lágrimas mientras que la esperanza se drenaba de su cuerpo. Sabía que podía volver a la casa de Jongin e insistir hasta humillarse, pero si el menor le había ignorado después de todos sus intentos por ser escuchado, entonces ya nada podía hacerse, lo había echado a perder a lo grande.
Llegó a su casa, abatido y encerrado en su habitación lloró, lloró, lloró y lloró como nunca antes había llorado por la pérdida de alguien.
Antes no supo cuán importante era Jongin para él, ahora que sabía que ya no lo volvería a ver, su alma se caía en un pozo oscuro. De seguro en ese momento Jongin lo odiaba y Kyungsoo también se odiaba a sí mismo.
*
Las últimas dos semanas de clases, más la semana en que cada profesor entregaba las notas finales, pasaron en la vida de Kyungsoo como una borrosa mancha de recuerdos.
Solía quedarse al menos media hora por día observando la puerta del salón, ansiando que un Jongin alegre entrara por esa puerta. Después se recordaba que el chico estaba ahora en una ciudad a kilómetros de él y suspiraba, lleno de frustración.
Algunas noches, en medio de su tristeza, cuando dejaba que todas las emociones contenidas durante el día lo abrumaran, se obligaba a recordar que todo había sido su culpa y que Jongin no estaba muerto, que quizá algún día él tendría la oportunidad de aclarar las cosas...
Solo que aquel futuro se veía tan lejano y poco real... Las horas pasaban tan lento.
En el instituto, Kris seguía sin dirigirle la palabra, aunque Kyungsoo notó que poco a poco su mejor amigo iba dejando de actuar como si él no existiera para volver a mirarle, al menos. Tenía fe en que solo era cuestión de tiempo para que las cosas entre ellos volvieran a funcionar como antes.
Jongdae no le dirigía ni la mirada y eso le enojaba porque si sus recuerdos de borracho no le fallaban, Jongdae había sido quien lo besó en primer lugar. Taemin de vez en cuando se acercaba a él, pero nada muy importante, el chico seguía siendo el mismo.
Yixing ahora tenía novia, una relación tan estable que no parecía cierto, pero sí, el chico se había enamorado de una mujer que Kyungsoo conoció y quien para su mayor frustración era todo un encanto.
A Kyungsoo le hubiera gustado poder hablar con Jongdae porque presentía que el chico se estaba sintiendo incluso peor que él, y Jongdae le agradaba después de todo.
Por estos sentimientos encontrados comenzó a caer en una especie de amor-odio hacia Jongdae.
Y Minseok...
Durante esos últimos días Kyungsoo tuvo más peleas (físicas y verbales) contra Minseok de las que había tenido en toda su vida escolar con cualquier otra persona. El ambiente se había vuelto tenso y no se podían ver porque era seguro que terminaban como mínimo diciéndose el mal del que cada uno se iba a morir.
Toda una pesadilla.
*
Con la graduación y la partida de Minseok y Yixing del instituto Kyungsoo vio un poco de alivio entrando en su vida.
Las vacaciones no fueron gran cosa y para cuando el nuevo año escolar comenzó, su relación con Kris volvió a ser casi la misma.
Su tristeza por Jongin iba y venía, habían días en los que sentía que ya lo había superado y estaban otros donde se sentía morir.
Las cosas se volvieron a poner mal cuando la sombra de Minseok volvió a posarse sobre él en el nuevo año escolar.
Había fuertes rumores por todas partes de que el ex-capitán se había mudado a la capital.
Peor fue cuando una imagen de Minseok y Jongin abrazados y sonriendo se difundió por el facebook. Algunos incluso decían que estaban saliendo.
El corazón de Kyungsoo había caído de nuevo en un pozo.
Una noche, mientras aquel chisme se difundía por todas las redes sociales y en el instituto nadie dejaba de hablar de la sorprendente noticia, porque la gente se preguntaba: "¡Oh Dios! ¿Minseok también era del otro lado?"
Kyungsoo había decidido ahogar sus penas en alcohol.
Esa noche y después de un año de contenerse, volvió a llamar a Jongin. Aún guardaba su número telefónico, lo había borrado un par de veces, pero entonces el número seguía dando vueltas en su cabeza hasta que acababa guardándolo de nuevo entre sus contactos telefónicos y podía volver a estar tranquilo.
Jamás pensó que después de tanto tiempo, Jongin le contestaría... pero lo hizo.
El escuchar de nuevo la voz del menor al otro lado de la línea hizo que él se llenará de tantas emociones en tan solo un instante que las palabras no salieron de sus labios. Su mente embriagada colapsó.
-¿Aló? ¿Hay alguien ahí? - insistió Jongin al no recibir respuesta.
Kyungsoo reaccionó con sus manos temblorosas y colgó la llamada mientras su respiración se agitaba. Le costó una hora completa de espiraciones, profunda volver a controlarse. Había comenzado a llorar y se sentía la peor persona del mundo.
Cuando logró estar calmado, se sentía bastante mareado. Se encontraba en su habitación y había robado una botella de la estantería de su papá... tendría problemas. Aún así, nada le importó. Cuando volvió a intentar y llamó una vez más a Jongin, el menor contestó más rápido. Kyungsoo había acercado su laptop y ya tenía todo listo para lo que quería hacer, sabía que sus palabras ya no servirían de nada.
-¿Aló?
Justo antes de que pudiera empezar a reproducir la canción que tenía en la pantalla del computador, Jongin dijo su nombre.
-¿Kyungsoo?... ¿Estás ahí?
Kyungsoo ahogó un sollozo contra su mano mientras le daba play a la melodía.
"No puedo averiguar desde cuándo y en dónde las cosas salieron mal.
Todo se siente frágil como la dispersa niebla.
No puedo encontrar a nadie que me escuche decir: estoy solo.
Incluso la tolerante razón se aleja cada vez más.
Me caigo y me quiebro todos los días.
Me aferro a mi cicatriz que ni siquiera ha tenido tiempo de sanar.
Mientras corro a través de esta oscuridad sin fin.
No puedo averiguar desde cuándo y en dónde las cosas salieron mal.
Todo se siente como una prisión de la cuál tengo que escapar.
Estoy sin aliento, aún ahora me es difícil estar de pie, no hay lugar para descansar..."
-Kyungsoo...
Jongin vuelve a hablar al otro lado de la línea y su voz sale pausada y con suspiros- Tú siempre serás mi primer amor.
Kyungsoo colgó la llamada cuando las lágrimas le comenzaron a ahogar y a dificultar la respiración.
*
Un año más pasa y cuando ya estaban a punto de graduarse, Kyungsoo comienza a salir con una chica, de verdad le gusta y él no había vuelto a pensar en ningún chico mientras cada día sentía dar un paso más hacia la superación de Jongin.
Estaban a punto de graduarse y sus vidas cambiarían.
*
Si en algo era bueno Kyungsoo era en ocultar sus sentimientos y emociones tras una máscara de indiferencia.
Podía mentirle a todos.
Podía salir y fingir estar bien.
Pero al final de cada día no podía engañarse a sí mismo, no podía negar cómo Jongin lo había cambiado.