La ansiedad se había convertido en un sentimiento que Jongin aprendió a reconocer en su pecho en el instante en que aparecía. Era de esa clase de sentimientos donde se vuelve difícil controlar los impulsos, son esos días donde se muerde el dedo pulgar hasta que le duele mientras su pierna no deja de moverse, sus pensamientos se desordenan y es casi imposible de razonar con él. Sus amigos ya le conocen bien y es por eso que Jongdae frunce el ceño mientras intenta concentrarse en clases, sin lograrlo.
-¿Puedes quedarte quieto? Por favor -más que pedirlo la voz de Jongdae lo exige y Jongin le dedica una mirada de cachorro perdido.
-Debo hablar con él...-su respuesta sale en susurro para que los oídos de ciertos curiosos no capten su conversación, y por supuesto evita a toda costa pronunciar a Kyungsoo.
Jongdae no comprende porque de pronto Jongin ha tomado esa actitud en la tercera clase cuando temprano había estado normal y casi indiferente-Te besaste con su chica, ya que más da.
-¿Cómo que "qué más da"? ¡ni siquiera me ha dirigido una mirada! -su exclamación sale en susurro también pero aun así la mirada enojada del profesor se cruza con la suya y le toca fingir que está escribiendo algo en su cuaderno y de esa se salva al menos por ahora. Jongdae deja pasar unos minutos antes de contestar.
-Jongin, él nunca te dirige la mirada.
El moreno se muerde el labio inferior ante el choque de las palabras de su amigo, no deja de tener razón, Kyungsoo nunca le dirige la mirada pero no por eso se siente menos intranquilo, en su pecho hay algo que más que una ansiedad, es una necesidad de disculparse por lo ocurrido en la fiesta de Taemin...
Se siente como si le hubiera sido infiel a Kyungsoo, y está consciente de lo patético que es que precisamente él se sienta de esa forma.
Las prácticas de Fútbol por lo general son de cuatro a seis de la tarde, dos o tres días por semana dependiendo de si hay campeonatos o no. Jongin sabe por experiencia que si Kyungsoo no está con su grupo de amigos en su lugar habitual por los pasillos del instituto, de seguro estará por las canchas pateando pelotas al arco.
Y es precisamente así como lo encuentra Jongin cuando lo busca después del almuerzo, esa tarde la tienen libre por lo que Jongdae ya se había ido a su casa minutos antes rodando los ojos y repitiendo lo cabeza dura que era Jongin. Por su parte él caminó hasta las canchas, deteniéndose en la entrada hacia el campo abierto de fútbol, bajo la sombra mientras observaba cómo Kyungsoo corría de un lado a otro moviendo diestramente la pelota entre sus pies.
El rostro de Kyungsoo reflejaba la concentración que tenía en ese momento, Jongin se lo podía imaginar estando en una final de campeonato, parecía la misma concentración, el mismo estrés, solo que tenia la ligera sensación de que al mayor lo estaban agobiando muchas más cosas que no tenían nada que ver con ganar una copa.
Kyungsoo pateó y la pelota se estrelló en el medio de la portería convirtiéndose en un gol, el sol inclemente bañaba su cuerpo agitado, su cabello estaba completamente mojado por el sudor producto del ejercicio al igual que su uniforme escolar (el de camisa y pantalón de vestir y no el de deporte) el cual estaba sucio y echo desastre, su rostro normalmente blanco estaba rojo y húmedo.
Jongin dio un paso adelante con las manos en los bolsillos de su propio pantalón.
-Estando solo es muy sencillo hacer un gol- dice en voz alta mientras camina a pasos tranquilos hasta donde está el balón, no mira al mayor pero está casi seguro de que éste le mira a él.
Por su parte a Kyungsoo quien estaba perdido en sus pensamientos y respiraba agitadamente por la boca, se le tensan los músculos al escuchar tan conocida voz, se incorpora llevando sus manos a su rostro para limpiarse el sudor y peinarse el cabello hacia atrás mientras que con la mirada sigue los pasos del otro chico.
Jongin pisa el balón antes de patearlo provocando que rebote hasta los pies de Kyungsoo quien lo mira aún sin decir nada.
-Veamos si conmigo aquí se te hace tan fácil meter un gol -es una idiotez y Jongin lo sabe, pero vale la pena, vale todas las penas del mundo en cuanto Kyungsoo ríe y le mira con diversión, él también sonríe contagiado y se acomoda en medio de la portería imitando la postura que le ha visto al portero del equipo, piernas abiertas y flexionadas con los brazos a cada uno de los lados, Kyungsoo bufa sin dejar de sonreír al verlo de aquella forma y Jongin se convence que el calor que siente en sus mejillas es producto del sol y no de la vergüenza.
Kyungsoo se concentra, toma posición, observa el arco un par de veces y luego patea.
Jongin ni siquiera pestañea cuando la pelota pasa por su lado derecho y se estrella en la malla sin que tenga tiempo de reaccionar ¡había sido demasiado rápido!. Se aclara la garganta y evita la mirada burlona del mayor mientras busca el balón y se lo lanza de vuelta.
-Eso solo fue una prueba, ahora si voy en serio -se defiende Jongin mientras ve a Kyungsoo rodar los ojos antes de mirarlo de nuevo seriamente ¿de verdad no pensaba decirle nada?
Media hora pasa mientras Jongin intenta reaccionar a tiempo para detener aunque sea una vez la pelota pero le es imposible. El rostro divertido de Kyungsoo se va poniendo cada vez más serio hasta tener una mueca de molestia en el rostro, en algún punto de todo el asunto Jongin ha dejado de ir en busca del balón y en cambio ahora huye de él, Kyungsoo cada vez patea más duro y él tiene la ligera impresión de que el mayor está buscando volarle la cabeza con alguno de los tiros.
-Kyungsoo...¡Kyungsoo! ¡Ah! -un grito de dolor escapa de sus labios al momento en que el balón se estrella contra la parte superior de su brazo izquierdo; se deja caer de rodillas y luego de espalda sobre la grama de forma dramática, su rostro se contrae en una mueca de dolor, realmente le duele.
Abre sus ojos y se encuentra con la mirada inexpresiva del mayor.
-¿Qué es lo que quieres? -pregunta Kyungsoo viéndolo desde arriba.
-Bueno... en este instante algo que me alivie el dolor porque ¡Joder! Esa pelota golpea duro hyung ¡Ah! -sus palabras son ahogadas por otro grito de dolor cuando Kyungsoo se le ocurre la cruel idea de colocarle el pie sobre su mano derecha con la que se sostiene el área del brazo afectado.
-Sabes a que me refiero.
-Aleja tu pie no tienes que...¡Aaah!
-¡Solo dime qué quieres! ¡¿Qué quieres Jongin?!
-¡Solo quiero disculparme! -al gritar esas palabras se va la presión extra en su brazo y él abre los ojos y parpadea para poder ver el rostro de Kyungsoo a contra luz - ¿Por qué haces eso? - se queja por el maltrato recibido cuando Kyungsoo le mira y va suavizando su expresión encogiéndose de hombros en respuesta a su pregunta - Eres cruel -se sigue quejando mientras vuelve a cerrar sus ojos, su brazo punza y se siente caliente bajo sus dedos.
-Dime eso cuando bese a tu novia.
La culpa se instala en su pecho tras esas palabras, su rostro contrayéndose como si hubiera chupado un limón.
Kyungsoo suspiró desviando la mirada- Ya te disculpaste, ya te puedes ir.
-Yo de verdad no sabía que era tu novia, además ella tampoco mencionó nada. -se muerde la lengua después de decir lo último - Lo siento yo...
-Solo largo, Jongin.
-No, necesito hablar contigo -Jongin se incorporó quedando sentado y le mira seriamente, Kyungsoo mueve el balón entre sus pies sin mirarle.
-No tenemos nada de qué hablar.
-¡Claro que sé!
-A ¿sí? ¿De qué tenemos que hablar Jongin? -Kyungsoo se cruza de brazos mientras le mira fijamente. Las palabras se le quedan a Jongin trabadas en algún lugar entre su cerebro y la punta de su lengua. Ambos se miran, en silencio, durante un tiempo indeterminado y con una intensidad que Jongin no sabe cómo definir.
-...De nosotros, tenemos que hablar de nosotros...
-No existe un "nosotros", Jongin.
Él sabe muy bien que no existe tal cosa, entre Kyungsoo y él pueden haber un sin fin de cosas pero un nosotros definitivamente no existe. Pero que Jongin sea consciente de ello no significa que sea menos doloroso al escucharlo, sobre todo cuando Kyungsoo lo dice de aquella forma tan cruda y directa, es injusto porque a Kyungsoo no parece afectarle en lo más mínimo que no exista un "nosotros" entre ellos y eso duele aún más.
Jongin desvía la mirada hacia la grama bien cuidada y piensa que lo mejor será ponerse de pie e irse.
-Ven... levántate, tengo algo de crema para los golpes en mi locker.
Alza la mirada pero Kyungsoo no le está mirando, el mayor solo se inclina a recoger el balón y se encamina hacia los baños que están a un lado de la cancha. Mientras le observa, Jongin piensa en que tiene pensamientos encontrados con respecto a Kyungsoo, también hay un sin fin de dudas y preguntas, incluso muchas imágenes emos de él cortándose las venas están rondando su mente, pero cuando todo se vuelve demasiado dramático decide desconectarse y ponerse de pie siguiendo los pasos de Kyungsoo.
Una vez que entran al baño, Kyungsoo se dirige hasta su locker abriéndolo y buscando adentro hasta sacar una crema para los dolores.
-Debiste cambiarte el uniforme -comenta Jongin mientras se detiene a su lado de pie con el hombro bueno contra las columnas de metal.
-Sí, la verdad es que sí debí hacerlo -Kyungsoo sonríe tranquilo, intentando no sentirse demasiado incómodo junto a Jongin- Ahora pareciera que me hubiera revolcado en la tierra como un niño de primaria.
Jongin suspira mirándolo mientras Kyungsoo abre la tapa de la crema y se coloca un poco en sus dedos- Ojalá hubiera sido yo quien te revolcara... -Jongin recibe una mirada reprobatoria por parte del mayor a causa de sus palabras y él solo sonríe- Es broma...
-Claro, siempre tan gracioso -Kyungsoo deja de crema dentro de su locker y luego se acerca a Jongin subiendo la manga de su camisa lo suficiente para ver el área afectada y es ahí dónde empieza a aplicar el ungüento con movimientos circulares. Jongin por su parte no aleja la mirada del rostro de Kyungsoo.
-Deja de verme fijamente -se queja Kyungsoo mientras continúa con su trabajo intentando no ser brusco en aplicar la crema.
-¿Por qué?... ¿Te incomodo?
-Sí.
-¿Por qué? - repite esta vez con una sonrisa llena de diversión al ver como el mayor aprieta sus labios hasta formar una fina línea, lo está desesperando.
-Eres tan molesto...-Kyungsoo detiene el movimiento de sus dedos, ha terminado, pero comete un error y alza la mirada encontrándose con Jongin y su sonrisa demasiado cerca de su rostro para ser normal.
Están solos y Jongin sabe que nadie va a aparecer por ese lugar pronto, es una oportunidad y no la desaprovecha cuando coloca su manos en la cadera de Kyungsoo y sin mucho esfuerzo lo acorrala contra los lockers, en ningún momento ha dejado de mirarle porque teme incluso pestañear y que Kyungsoo desaparezca. No tarda en sentir unas manos en su pecho que le empujan y ahí está Kyungsoo comenzando a tomar su papel en la resistencia, le ve fruncir el ceño y las palabras no tardan en llegar.
-¿Qué crees que haces?
-Tú lo sabes muy bien - su mirada se desvía hacia los labios entreabiertos de Kyungsoo con su linda forma acorazonada y cuando vuelve a alzar la mirada nota como éste mira alrededor con cierto miedo- Nadie va a venir - y más vale que no hubiera dicho nada porque Kyungsoo le dedica una mirada de enojo.
-¿Como lo sabes?
-No lo sé, pero escucharíamos si alguien entra - de a poco se ha ido acercando hasta estar tan cerca que siente la respiración del mayor chocar contra sus labios, muere por besarlo pero se contiene mientras sigue mirando directamente a sus ojos.
-Déjame ya, aléjate - Kyungsoo desvía su mirada, no está convencido de que no puedan ser vistos en ese lugar. Vuelve a hacer presión sobre el pecho de Jongin pero este parece una piedra inamovible; gruñe frustrado porque de verdad quiere liberarse de aquel chico y no puede, se sofoca y no encuentra salida.
-Kyungsoo ¿Por qué? ¿Por qué siempre haces esto? - Jongin nota cómo el mayor evita mirarlo ladeando su rostro para quedar lejos de su alcance - ¿Por qué llevas más de un año correspondiendo mis besos si luego vas a alejarme? me apartas y no me dejas llegar a ti.
-¿Llegar a mí? - Kyungsoo bufa y le vuelve a mirar esta vez de una manera tan fría y distante que a Jongin le da la impresión de que está tan lejos, tan fuera de su alcance - No digas tonterías, ¿qué es eso de llegar a mí?
-Pues, es solo yo queriendo entrar aquí - Jongin sube una de sus manos y toca directamente con su dedo índice en el medio del pecho de Kyungsoo.
-Yo no te quiero ahí. - golpea la mano del menor para alejarla de su pecho.
-Entonces ¿por qué correspondes mis besos?
-Solo son impulsos.
-Muchos impulsos a lo largo de todo el año - se mofa en su cara.
-Errores, no son más que eso y he estado borracho en la mayoría de ellos.
-Pues al parecer tienes por hobby cometer un mismo error muchas veces, estés en el estado que estés.
-Déjame en paz, tú solo vienes aquí y pretendes tomar lo que quieres solo porque sí, no sabes nada sobre mí, Kim, nada, y aunque te bese son solo eso, besos que están vacíos, pueden pasar años y solo obtendrás eso, besos vacíos ¿Qué has hecho para merecer algo más?.
Jongin le mira fijamente unos instantes antes de volver a hablar -La pregunta sería ¿A qué le temes, Kyungsoo?
Kyungsoo desvía la mirada de nuevo sintiéndose inseguro otra vez - Esto está mal...- siente una mano en su quijada y Jongin le obliga a verle a los ojos.
-¿Qué está mal?
-Tú... yo.
-¿Por qué? ¿Por ser hombres? - Jongin siempre tuvo la teoría de que si Kyungsoo lo evadía tanto y al mismo tiempo le correspondía cuando estaban a solas y sabían que no serian vistos, quizás era porque el mayor temía aceptar el tener sentimientos por otro chico. Y ahora que veía sus ojos inundados de miedo estaba casi seguro de que su teoría era más certera de lo que imaginó.
-Debo irme ya...- es lo único que responde Kyungsoo, y el tono suplicante que utiliza hace que Jongin retroceda un paso mientras observa cómo de forma apresurada Kyungsoo recoge sus cosas y luego sale casi corriendo del lugar.
Y una vez más le deja ir.