Jongin está cansado de estar acostado, sentado, echado en su cama. Jongdae y Taemin habían prometido ir a visitarlo ese viernes con el fin de entretenerlo un poco ya que durante la semana no pudieron ir a verlo, solo se hablaron por teléfono y los dos chicos parecían andar emocionados por algo que Jongin desconocía completamente. Hyesung había estado insoportable después del accidente y aunque Jongin intentaba comprender su preocupación de padre, le estaba costando mucho, por suerte Jeong ya había llegado de viaje y calmaba un poco los ánimos.
¿Qué posibilidades existían de que un borracho rondara la ciudad a las seis de la mañana y te atropellara mientras manejabas bicicleta de camino a la escuela? Definitivamente la suerte de Jongin era del asco. La férula que tenía en su pierna derecha no le dejaba moverse bien ni dormir cómodamente por las noches, sus padres habían discutido porque definitivamente Hyesung odiaba esa bicicleta y sabía desde un principio que no había sido buena idea. Jongin intentaba no estar de mal humor pero cada día su paciencia era menos y sus nervios se crispaban con la más mínima cosa.
Jeong le había conseguido unas muletas para que pudieran caminar y aunque le costó en un principio después andaba felizmente caminando a todas partes sin ayuda; pero la felicidad le duró unas horas hasta que sus brazos comenzaron a doler y Jongdae le dijo por teléfono que era un llorón sin remedio.
Ya estaba oscureciendo cuando se da por vencido a que los ingratos de sus amigos aparezcan ese día, por lo que no le importa tener un desorden de bolsas de frituras por todas su cama mientras va cambiando de canales en la tv buscado algo interesante que lo distraiga, al menos hasta que le dé sueño y se tenga que dormir. Está masticando una papita frita cuando la puerta de su habitación se abre de golpe asustándolo y revelando dos chicos escandalosos.
-¡¿Qué es esto?! - exclama Taemin viendo con horror todo su habitación.
-Parece la cueva de un cerdito -se burla Jongdae.
Jongin rueda los ojos sin prestarles atención, quiso tanto que aparecieran durante todo el día y ahora solo quería que se fueran por donde habían llegado.
-Sería más como una manada grande de cerditos.
Jongin detiene toda acción de su mano a punto de llevar otra fritura a su boca cuando escucha el último comentario viniendo de una voz muy conocida e inesperada. Se gira hacia la entrada de su habitación y nota a Kyungsoo inspeccionando el lugar con diversión y una mueca de algo que no puede descifrar con exactitud. Está seguro de que palidece mientras busca una explicación en los rostros de aquellos que se hacen llamar sus amigos pero ellos le ignoran mundialmente mientras dicen cosas vergonzosas.
-Tienes razón, sobre todo por el olor...-continua jongdae
-¡Asco! ¿Esto es un bóxer sucio?- Taemin patea un aprenda de ropa lejos de la silla giratoria donde se sienta, Jongdae se ríe mientras sale de la habitación con la excusa de ir por algo de tomar a la cocina. Cuando ve que Taemin no nota la indirecta que le da con la mirada le toca regresar y arrastrar al chico por una de sus manos cerrando la puerta una vez que están afuera.
Jongin quiere cubrirse con sus mantas y desaparecer cuando se queda solo con Kyungsoo en su habitación, justo recuerda que debido a un berrinche que le armó a Hyesung no se había duchado en todo el día.
-¡Porque yo ya estoy grande para que me estés bañando! - le había gritado a su padre con desesperación.
-Pero no puedes mojar la Férula niño malcriado, deja que te ayude.
-¡No!
-¡Entonces no te bañes y que tus amigos te encuentren sucio y mal oliente!
-¡Pues así será!
Y en definitiva así fue, solo que el que lo estaba viendo sucio y mal oliente era el chico del cual estaba enamorado. Con disimulo recoge todas las bolsas de frituras que están en la cama, en un vago intento por conservar un poco de dignidad. Justo en ese momento también recuerda que la polera azul que le gustaba usar en casa estaba llena de huecos ¡él quería morir en ese instante!
-Lo siento por venir sin avisar...-la voz de Kyungsoo suena baja y apenada, Jongin no sabe que está haciendo el chico o que está mirando porque se siente demasiado avergonzado como para alzar la mirada - Pensaba venir mañana, pero... los chicos me trajeron en cuanto termine las practicas... mmm - el silencio era incomodo y Kyungsoo no era la persona correcta para combatirlo. Se sentía aliviado de ver que Jongin estaba bien y aparentemente entero, quería preguntarle que le había sucedido pero éste parecía no querer tenerlo cerca y era entendible.- Yo... te dejaré los apuntes de las clases, si tienes dudas puedes llamarme - sigue mirando a Jongin pero continúa sin obtener ninguna respuesta.
Después de un minuto más, camina hasta la esquina donde Jongdae lanzó su mochila y la abre acercándose un poco a la cama de Jongin, extrae un lápiz y arranca una hoja donde anota su número porque no está seguro de si el menor lo tiene. Vuelve a guardar su lápiz sacando solo algunos cuadernos que extiende hacia Jongin.
-Tomé todas las anotaciones que pude para que entendieras mejor - sonríe de forma amigable cuando Jongin alza por fin su mirada y toma los cuadernos.
-No tenías que hacerlo.
-En realidad sí, el profesor dijo que era mi tarea hacer que tuvieras todas tus anotaciones ya que pues, tienes unos amigos muy particulares - ríe mientras cierra su mochila de nuevo.
Jongin lo observa al fin y nota que Kyungsoo lleva puesta la chaqueta del equipo, siempre le ha gustado como le queda - ¿Estabas entrenando? ¿tan tarde, un viernes? no sabía que habrían juegos pronto.
Kyungsoo le mira.
-En realidad aún falta para la temporada de juegos, pero hay un par de técnicas que quiero perfeccionar.
-Eres muy bueno jugando ¿De verdad existen cosas que quieras perfeccionar?
El asombro de Jongin le causa gracia a Kyungsoo, y lo demuestra riendo un poco mientras toma valor y se sienta en la cama frente a Jongin quien se acomoda para darle espacio.
-En los deportes no importa que tan bueno seas, y no es como si yo fuera el mejor, por lo que siempre hay que practicar más, más y así - se encoge de hombros dejando su mochila en el suelo. Jongin asiente comprendiendo
- Suena como una pesadilla para mí - hace una mueca de horror ganándose una linda sonrisa de los labios de Kyungsoo.
-Es solo porque no te gustan los deportes. Ahora que lo pienso, nunca te he visto en ningún club ¿no hay nada que te guste hacer?
-Tú lo has dicho, "nada" es lo que me encanta hacer - le guiña un ojo y ambos ríen con ganas hasta que de un momento a otro se vuelven a quedar en silencio sin saber que más decir o hacer.
-¿Quieres que te explique las clases que dieron esta semana? -Kyungsoo estira su mano y toma una de sus libretas que están en el regazo de Jongin.
-¿No te molesta?
-No - se acerca un poco más mientras abre el cuaderno de lengua y busca la última clase.
Jongin toma el control de la televisión y la apaga.
-No esperaba visitas así que disculpa el desorden.
-Está bien, hay días en los que mi habitación está mucho peor, pero los gritos de mi mamá son convincentes con eso de hacerme limpiar y acomodar - cuando Kyungsoo levanta la mirada de nuevo, piensa en lo lindo que se ve Jongin sonriendo y con su cabello despeinado, su risa también es muy contagiosa y agradable, no se explica cómo no lo había notado antes. Por su parte Jongin cree que está en el cielo y aunque se había jurado una y mil veces que ya no suspiraría por Kyungsoo, estando así frente a él, hablando y riendo de esta manera, se le hacía imposible dejar de sentir esos hormigueos por toda su piel.
Está casi seguro de que ve un sonrojo cuando Kyungsoo baja la mirada hacia su cuaderno, él se acomoda para sentarse mejor y poderle mirar un poco más cerca mientras el chico busca las últimas lecciones y empieza a explicar qué dieron en clases y las tareas que asignaron para la próxima semana. El panorama no pinta agradable, solo es la primera materia que le explican y ya siente que tiene una montaña de trabajos por hacer; suspira y supone que lo hizo de forma dramática porque Kyungsoo alza la mirada hacia él con gesto divertido.
-Si quieres puedo venir luego y te ayudo a hacer las tareas, yo ya he adelantado las mías -se encoge de hombros, mientras Jongin piensa que ese es el mejor día de su vida.
-Está bien -su sonrisa no podía ser más brillante pero su mueca cambia a una de molestia cuando sin darse cuenta Kyungsoo ha colocado su mano sobre la férula de su pierna. Al ver su mueca el mayor se apresura a apartar su mano con gesto preocupado.
-Lo siento ¿Qué tienes?
Jongin aparta las mantas, sigue estando en bóxer pero no le importa, en sus piernas se notan raspones aparte del aparato que no le deja mover toda una pierna. Los ojos de Kyungsoo se abren mucho ante la sorpresa, cuando llegó había visto a Jongin en tan buen estado que casi olvidó lo del accidente.
-¿Qué fue lo que te paso? -pregunta mientras nota una cortada en uno de los brazos de chico y traza el camino de la herida a un lado sobre la piel sana con uno de sus dedos- El profesor no quiso decirnos nada y todos estábamos realmente preocupados -comenta con sinceridad, la tarea siendo olvidada. Jongin observa cada uno de sus movimientos, siente sus dedos trazando líneas descuidas sobre su piel y es inevitable que varios escalofríos recorran su cuerpo.
-Bueno, iba manejando bicicleta hacia la escuela cuando un auto apareció de la nada...-comienza a jugar con una esquina de su manta mientras la observa distraídamente-... intenté esquivarlo pero igual golpeó mi rueda trasera y me hizo, literalmente, rodar por toda la calle...-se queda en silencio un momento cuando siente una mano sobre su barbilla, levanta el rostro y entre todas las cosas que imagino encontrarse, jamás pensó que los labios de Kyungsoo sobre los suyos serían una opción.
Deja de respirar entrecerrando los ojos cuando siente esos dulces y suaves labios moviéndose sobre los suyos. Con sus brazos le rodea el torso mientras se dedica a corresponderle, sintiendo las manos de Kyungsoo bajando por su cuello, deteniéndose un instante y luego bajando un poco más hasta sus hombros. No tiene ni idea de a qué se debe que de la nada Kyungsoo le este besando, pero lo que sí sabe es que lo disfrutará mientras dure.
El beso se corta un instante y Jongin ve cómo Kyungsoo cambia de posición subiendo sus piernas sobre la cama quedando de rodillas a su lado mientras se inclina sobre él empujándolo hasta que su espalda está tocando el respaldo de la cama. Sus manos recorren la espalda de Kyungsoo antes de sentir que suspira contra sus labios y le vuelve a besar.
El beso esta vez es más profundo mientras en algún punto sus lenguas se encuentran y los dientes de Jongin muerden el labio inferior de Kyungsoo, haciéndole saborear los suspiros que va soltando el mayor. Se las arregla para quitarle la chaqueta dejándola tirada en algún lugar y cuando es necesario cortar el beso por falta de aire, nota cómo Kyungsoo mantiene los ojos cerrados y respira por la boca. Jongin no se contiene y comienza a repartir besos por toda su quijada sintiendo cómo le sujetan el cabello con fuerza, llega hasta ese punto erógeno bajo la oreja de Kyungsoo donde le besa y le hace estremecer por completo. El más bajo da un brinco y se aleja con el rostro sonrojado y los labios hinchados por los besos que han compartido.
-Debo irme -su voz suena sofocada, se aclara la garganta y comienza a buscar su bolso.
-No - Jongin le jala de nuevo cerca y alcanza sus labios sujetando su rostro para no dejarle ir- No te vayas -le vuelve a besar siendo rápidamente correspondido.
-Ya es... tarde... debo irme.
-No.
-Jongin -suspira.
Esta vez es Jongin quien se aleja lo suficiente para verle directamente a los ojos con el ceño fruncido - Te irás y volverás a ignorar mi existencia como siempre lo haces -le acusa sin soltarlo ni dejar que se aleje demasiado.
Ve a Kyungsoo sonreír y no sabe cómo interpretar aquello.
-Prometo volver mañana...
Siente las manos cálidas de Kyungsoo sobre las suyas alejándolas de su rostro.
-No te creo -sigue con el ceño fruncido y la mirada cargada de cierto enojo.
-Confía, mañana vendré -presiona otro beso contra los labios de Jongin, muerde ligeramente su labio superior y se aleja cuando Jongin busca profundizar- Aquí estaré cuando despiertes -promete.
Jongin ve cómo el mayor se aleja poniéndose de pie, mordiéndose el labio.
Con movimientos rápidos Kungsoo deja sus cuadernos sobre una mesa y toma su mochila colocándola sobre su hombro, camina hasta la salida pero antes de tocar el pomo de la puerta se detiene, gira y regresa con pasos rápidos, se inclina y le besa de nuevo.
Jongin ya ha perdido la cuenta de cuántos besos le ha dado Kyungsoo esa noche y es perfecto.
-Quita esa cara de gruñón -bromea riendo. Jongin es contagiado por su risa así que también ríe. Esta vez cuando Kyungsoo se aleja no mira atrás y sale de la habitación.
Jongin lo odia por hacer que su estado de ánimo sea volátil.
Después de salir de su estado de ensoñación se encuentra con la chaqueta olvidada de Kyungsoo, la toma del suelo y como el tonto enamorado que es la abraza y cierra sus ojos respirando el aroma del mayor. Esa noche puede dormir tranquilo mientras agradece el instante en que al borracho le dio por golpear la rueda de su bicicleta.
¿Es posible estar más loco?