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Negación por DyC

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Kyungsoo no apareció el día siguiente como lo prometió, ni el siguiente, ni aquellos que faltaban antes de que Jongin volviera a clases. El moreno había pasado el tiempo libre que le quedaba entre hacer todas las tareas y evitar a sus amigos quienes seguían invitándolo a fiestas a las que no tenía ganas de ir. Aunque sus ánimos estuvieran decayendo, había empezado a comer bien de nuevo para no preocupar a sus padres.

Jongin se repetía a sí mismo que la ausencia de Kyungsoo ya no debía sorprenderlo, después de todo tuvo que haberlo visto venir, pero más que sorpresa sentía una pesada decepción alojándose en su pecho. Tenía la opción de llamarlo, después de todo el mismo Kyungsoo le había anotado su número, pero cuando tomaba su celular el enojo y el orgullo hacían acto de presencia impidiéndole realizar cualquier acción comprometedora.

Su lamentó y autocompasión duró hasta el domingo por la noche cuando no pudo evitar más a su dúo dinámico. Probó con Inventar mil y una excusas para no salir de su casa aquella noche, principalmente por su pierna, que horrible iba a ser estar en una fiesta con muletas, pero nada fue lo suficientemente válido para que le dejaran en paz.

-Anímate y vayamos a conquistar chicas... o chicos, lo que tú prefieras.

Jongin rueda los ojos mientras observa a Taemin hacer desastres con su ropa.

-No estoy interesado en nadie -responde con un suspiro ganándose la mirada fija de sus dos amigos. Jongdae de pie en la puerta de su habitación deja de prestarle atención a su celular solo para mirarle y luego reírse de él - ¿Qué? -no entiende porque le están viendo de esa forma.

Sus padres no estaban en casa, ya que era una de sus "noches de pareja" por lo que tampoco contó con su apoyo para salvarse de salir. Terminó siendo obligado a bañarse en tiempo record, le tocó vestirse con una bermuda, zapatos converse y una polera negra con letras blancas en inglés que no sabía lo que significaba, dejó que su cabello se secara alborotado como un acto de rebeldía. Con la ayuda de Jongdae caminó hasta la salida de su casa porque resultó ser que Taemin andaba jugando con sus muletas.

-¿A dónde vamos?

-Sunggyu está cumpliendo años.

-¿Quién es Sunggyu? -los dos chicos se encogen de hombros y esta vez Jongin no puede evitar soltar una carcajada mientras esperan fuera de su casa a que el taxi que llamaron llegara a buscarlos.

Lo que llevaba puesto era lo que él denominaba “un atuendo para los domingos” y se sentía incómodo ir a una fiesta vestido así, pero grande fue su sorpresa al ver que en la casa donde entraban casi todos vestían tan informal como él. Sonrió complacido mientras era dejado atrás por sus amigos una vez dentro de la casa.

El lugar no estaba muy concurrido, varios se acercaron a saludarlo mientras caminaba a paso de tortuga de un lado a otro en busca de un lugar para sentarse. La casa era bonita e inmensa, Jongin no se explica cómo es que no había ningún lugar disponible para sentarse y los inútiles de sus amigos tampoco aparecían para socorrerle. La música no sonaba muy alta, era más como para crear ambiente, también podía oler algo que parecía hojas quemadas, de seguro estarían fumando cosas raras por ahí.

Cansado termina sentado en unas escaleras de madera que parecen dar a un segundo piso, deja las muletas a un lado y coloca sus codos hacia atrás para sostenerse. Suspira mientras cierra los ojos, al día siguiente tiene clase, debería estar en su casa porque está seguro de que no hará más que aburrirse estando en ese lugar. La férula pesa, sus axilas duelen debido a la presión de las muletas al caminar, está fastidiado y tiene hambre, su trasero ya comienza a doler por estar sentado en aquel lugar, ni hablar de su espalda. Deja caer su cabeza hacia atrás y comienza a gimotear lleno de fastidio. Está a punto de formar una pataleta y decidirse por llamar a sus padres para que lo pasen buscando cuando escucha una risa sobre su cabeza, frunce el ceño y abre los ojos econtrándose con la visión de un chico que se ríe mientras va bajando las escaleras donde él está sentado.

-No parece que te hayas caído...¿estás bien?

El chico termina de bajar las escaleras y le mira aun con una sonrisa ladina en los labios. Jongin frunce el ceño sin entender lo que ha dicho.

-Solo estoy sentado.

El desconocido parece estar disfrutando de algún chiste interno del que Jongin no se ha enterado, porque sigue sonriendo mientras asiente sin apartar la mirada de sus ojos. Jongin lo analiza de pies a cabeza y no encuentra nada extraordinario que llame su atención, solo está aquella sonrisa irritante, la cual quiere evitar ver mientras pueda.

-Ya... pero te ves muy incomodo ahí donde estás ¿Quieres buscar otro lugar?.

-Ya he caminando toda esta casa sin encontrar un lugar libre.

El chico sonríe aún más, como si eso fuera posible, piensa Jongin

- Eso es porque no estabas con la persona correcta. Ven, levántate - le extiende una mano y Jongin lo mira con desconfianza - ¡Vamos! Te aseguro que no te arrepentirás.

Termina aceptando su mano, más que nada porque está muy incómodo en aquel lugar, se pone de pie y el chico le ayuda a acomodar las muletas. Jongin aprovecha de echarle una mirada de cerca, no es para nada feo, lo que más llama su atención es que tiene unos ojos bonitos y unas mejillas abultadas que provocan tocar, es unos centímetros más bajo pero a Jongin le gustan los bajos así que es un punto a favor. Sus miradas se cruzan y Jongin sabe que ha sido descubierto en medio de su escrutinio pero el otro no parece incomodarse porque sonríe y se aleja caminando delante de él. También tiene un buen trasero y lindas piernas.

Jongin ahoga todo los pensamientos que van a apareciendo donde compara al chico desconocido con Kyungsoo, no quiere pensar en Kyungsoo, aunque está claro que es la persona más hermosa y nadie se le compara, punto y fin, no quiere saber nada más sobre ese mentiroso.

Sigue su camino y llegan hasta un rincón de lo que parece ser una sala en su peor estado, todo está desordenado y hay dos sofás llenos de gente que hablan y ríen en voz alta mientras discuten acerca de algo que Jongin no entiende. Arruga la nariz ante el fuerte olor a alcohol mientras se acercan. Todos exclaman cuando ven llegar al otro chico y éste recibe un vaso del cual bebe todo el contenido hasta el final sin preguntar qué es.

-Jimmy muévete que tenemos a un discapacitado por acá.

Jongin frunce el ceño, porque él no es tal cosa.

El chico desconocido patea a ese tal Jimmy quien se acomoda en el suelo dejando un espacio libre en el sofá. Jongin no está feliz pero tampoco piensa desaprovechar aquella oportunidad de oro, no le tienen que decir dos veces para que se deje caer en aquel lugar y deje las muletas en el suelo. Los ánimos del grupo bajan mientras toda la atención se centra en los recién llegados, Jongin nota que algunos de ellos ya están borrachos y los otros están muy, muy borrachos. Sonríe, es divertido estar sobrio en esos momentos.

-Y a ti ¿qué te pasó? -pregunta una chica de cabello negro que estaba sentada en el suelo frente a él.

-Un borracho... - “cómo ustedes” piensan pero no lo dice- ...chocó la rueda trasera de mi bicicleta y me mandó a volar.

-¡Cool! - exclama Jimmy y todos ríen incluyendo Jongin. Al instante los ánimos vuelven y todos comienzan a contar anécdotas sobre diferentes accidentes que han sufrido en el pasado. Jongin nota de reojo que el chico (del que aún no sabe el nombre) se acerca de nuevo hacia ellos, no lo había visto irse, y se sienta en el brazo del sofá a su lado mientras ríe y bebe de su vaso; no tarda en ofrecerle un poco pero Jongin niega, no quiere ni imaginarse borracho intentando caminar en su condición.

Los comentarios y las ocurrencias más absurdas van y vienen dejando a Jongin sin aire por las carcajadas. Con el paso de las horas comienza a asociar algunos rostros con nombres, está Jimmy ese que le dio su puesto en el sofá y tiene una risa super contagiosa, Seohyun es la chica de cabello negro que pregunto por su pierna y que está acostada sobre las piernas de Jimmy. Henry con su cara aniñada es quien más locuras cuenta. Sentado en el sofá de enfrente Woohyun es de la clase de chicos que lo exageran todo (concluye Jongin), Minzy al lado de este tiene el cabello corto y es la que se encarga de darle golpes al chico cada vez que dice alguna tontería, o sea siempre.

Hyomin es la escandalosa, linda pero con una voz muy chillona para el gusto de Jongin, Minho parecía ser el más normal pero la realidad se va dejando entrever mientras más alcohol circula en su sistema, sus comentarios dejaban a todos fuera de base antes de reírse. A parte de ellos hay tres chicos más. El chico que lo arrastró hasta ese lugar se lama Min, mientras que él se ha quedado como "El negro".

Rueda los ojos un par de veces antes de acostumbrarse al mote poco original.

En algún momento de la noche, que no recuerda con exactitud, ya no puede negarse más y un vaso aparece en sus manos, luego otro y otro más. Es consciente que a alguien le tocaría arrastrarlo hasta su casa luego, pero después de probar el primero ya no podía negarse a los cócteles que preparaba Min, eran deliciosos.

-¡Oye, negro! -Jongin alza la mirada-¿Es cierto o no que a los chicos les excita ver a dos mujeres besándose?

Todas las miradas se posan en Jongin, baja el vaso de sus labios haciendo tiempo para encontrar alguna respuesta coherente para aquella locura.

-Puede ser...-responde dudoso.

-¡Lo ven!

-Eso no prueba nada, Hyomin.

-El punto aquí es, que eres una pervertida y te gusta el Yaoi -comenta Minho con diversion.

-Pues sí, a mí sí me gusta -responde la chica con indiferencia ante las acusaciones que recibe.

-No entiendo cómo les puede gustar eso.

-A todas estas ¿cuál es el problema? -Jongin ladea la cabeza mientras pregunta.

-¡No hay ningún problema!

-¡Es extraño!

-Esta discusión se resolverá haciendo una prueba -sentencia Jimmy. Todos comienzan a hablar al mismo tiempo queriendo dar su opinión entre risas y palabras mal pronunciadas - ¡Sí!... no... Espera...¡Sí! aquí se besan dos mujeres y dos hombres, fin del asunto.

-Ah pues, ¿tú te besarás con quién? -le pregunta Minzy.

-¿Qué? ¡No! ¡Yo no, ni loco!

-¡Tú eres quien lo está proponiendo!

-Sí, Jimmy, debes ser tú.

-Que seamos El negro y yo - todos se quedan en silencio y se giran para ver a Min y a Jongin.

-Está bien -responde mientras cruza miradas con el chico que tiene a su lado y éste le sonríe de lado. Desvía la mirada riendo cuando escucha silbidos y exclamaciones indecentes.

Se escoge la pareja de chicas y por unanimidad se decide que ellas serán las primeras. Jimmy saca su celular y graba el momento en que las dos se besan, hay mucho escándalo y Jongin ríe por las reacciones del resto, después de ver tantas locuras en diversas fiestas hay cosas que le dejaron de sorprender hace algún tiempo. Cuando el beso acaba vuelve las exclamaciones sin sentidos y las risas desenfrenada hasta que todos les empiezan a señalar que ha llegado su turno.

-Nosotros seremos mucho mejor que eso -declaró Min mientras toma el vaso de Jongin y lo deja junto al suyo en el suelo. Min se inclina sobre él, tomándole de la quijada y no tarda mucho en sentir sus labios contra los suyos, sabe a coctel de piña y a Jongin le gusta. Sus labios se mueven entre sí y poco a poco se va tornando más profundo, el chico sabe besar muy bien y Jongin se encuentra animado a dar más explorando con su lengua en la boca ajena. Hay un nuevo estallido de exclamaciones cuando Min cambia de posición y coloca sus rodillas a los costados de su cuerpo sentándose en su regazo, Jongin lo sujeta de la cintura y se pierde en el acto hasta que se les hace necesario respirar. Se alejan jadeando y se miran a los ojos por un instante que se hace extenso, con una sonrisa Min se aleja y vuelve a su lugar regresándole su vaso, las discusiones vuelven pero Jongin se siente muy mareado después de aquel beso como para prestar verdadera atención a lo que dicen.

 

Ya son más de las tres de la madrugada cuando el hermano de Taemin los pasa buscando, tal y como lo predijo tuvieron que ayudarlo a caminar sin las muletas y fue un verdadero desastre. Y si de algo era plenamente consciente era de que si amanecía con dolor en la pierna, su papá lo mataría.

 

Jongin desea con todas sus fuerzas asesinar a sus amigos cuando su alarma suena la mañana siguiente, siente que su cabeza pesa y está siendo aplastada por kilos de concreto que le impiden levantarse de la cama. Hyesung es a quien le corresponde ir a levantarlo de la cama y le obliga a darse un baño para poder ir a la escuela.

Logra vestirse y bajar a desayunar; Jeong, su otro papá, ya está comiendo y lo saluda con una sonrisa animada que no llega a contagiarlo. Logra comer todo el desayuno y sus padres le apresuran porque deben llevarlo a la escuela en auto antes de irse a sus respectivos trabajos y no quieren que el tráfico pesado de la mañana los agarre. Jongin recuerda que por ésta y otras razones prefiere mil veces su bicicleta.

Llega a la escuela temprano, solo algunos de sus compañeros han llegado al salón, le toca entretenerse con su celular hasta que Jongdae aparece.

-Eres una perra - es el saludo que le da cuando se sienta a su lado.

-Mi cabeza está que explota y estoy de mal humor así que ¿A qué te refieres con que soy una perra?

-¿Ya viste el facebook?

Jongin niega con la cabeza y Jongdae se apresura a buscar algo en su teléfono bajo la mirada curiosa del moreno, cuando lo encuentra le enseña un vídeo donde se ve el beso que compartieron las dos chicas la noche anterior y el suyo con otro chico, ahora que lo ve con la mente aclarada se da cuenta de que aquello fue una verdadera locura y está montado en las redes sociales.

-¿Pensabas hacer una orgía sin invitarme?

Jongin bufa y aleja el celular de su amigo, eso era malo, muy malo, toda la escuela se enteraría y sería un gran fastidio. Jongin por un momento se olvida del factor “Kyungsoo” hasta que lo ve llegar al salón, su rostro normalmente tranquilo está terriblemente serio y Jongin por poco se siente culpable, pero entonces recuerda que el mayor le mintió y decide que no tiene porque sentir ninguna clase de culpa.

Hay actitudes, gestos y palabras que nos dejan entrever cuando una persona está enojada con nosotros. Cuando Jongin se le acercó a Kyungsoo para regresarle sus cuadernos después de terminar la primera clase, le quedó muy en claro que Kyungsoo estaba más que molesto con él, se encontraba enojado y como consecuencia después de su breve encuentro Jongin se comenzó a sentir irritable el resto de la mañana, Taemin y Jongdae procuraban estar lejos por cuestión de supervivencia.

La gota que derrama el vaso es cuando Kyungsoo no aparece en clases después del almuerzo. Jongin toma la decisión de ir a buscarlo porque ya está cansado de jugar al gato y el ratón con el chico.

Sabe dónde lo va a encontrar, siempre está en el mismo lugar cuando quiere desahogarse. Camina lo más rápido que le permiten las muletas y cuando llega esta vez lo encuentra trotando alrededor de la cancha, se ha cambiado el uniforme por un short negro y una franela blanca, Jongin sabe que lo más seguro es que Kyungsoo no halla almorzado tomando en cuenta que no habían pasado ni 15 minutos después de que terminara la hora de la comida y la ropa del chico estaba tan empapada de sudor que se le pegaba al cuerpo.

-¡Ey! ¡Kyungsoo!

Jongin se acerca más hacia el campo y sabe que lo ha escuchado, es imposible no hacerlo por lo que tiene la certeza de que lo está ignorando cuando no obtiene ninguna respuesta. Kyungsoo sigue trotando sin detenerse, da un par de vueltas pasando frente a Jongin y actuando como si nadie estuviera ahí llamándolo a gritos. Jongin se cansa y cuando lo ve acercarse de nuevo lanza una de sus muletas en medio del camino provocando que Kyungsoo se sobresalte por el repentino objeto y le toque saltar para no tropezar y caer. Se detiene jadeando sujetándose de sus propias piernas mientras recupera el aliento.

Jongin da un paso adelante para intentar alcanzar la muleta que ha lanzado al suelo pero es detenido a mitad de camino cuando unas manos lo empujan bruscamente contra las rejas que rodean la cancha.

-¿Estás loco? ¡Pude haberme caído! -Kyungsoo le mira con enojo respirando agitadamente.

Hace una mueca de incomodidad mientras se incorpora, no se ha podido terminar de acomodar cuando de nuevo es empujado.

-Deja de empujarme -gruñe entre dientes mirando directamente a los ojos de Kyungsoo.

-¿Por qué? -sonríe Kyungsoo- ¿Te enoja? -le empuja de nuevo- ¿No te gusta? -uno más y el choque del cuerpo de Jongin contra el metal produce un sonido irritante. Cuando el menor pierde la poca paciencia que tiene, le regresa el empujón sin medir sus fuerzas y Kyungsoo acaba en el suelo, tal y como él hubiera terminado de no ser por las rejas a su espalda.

El mayor le mira con asombro y el remordimiento se instala en su pecho, quiere disculparse pero la mirada chispeante que recibe luego le hace callar, de cierta forma le duele el odio que está recibiendo pero también es consciente de que se lo merecía. Cuando Kyungsoo se levanta y se va contra él con todo y puños dispuesto a golpearle, él se lo espera y está más preparado, forcejean mientras Jongin intenta inmovilizarlo porque sus golpes duelen de una forma física y sentimental.

-¡Ya basta, Kyungsoo!

Kyungsoo gruñe mientras busca hacerle verdadero daño, se contiene de darle patadas porque no es tan cruel pero su rabia va en aumento cuando Jongin logra sujetarle las muñecas y luego inmovilizarlo contra la pared.

-Suéltame ¡Suéltame!

-¡No! ¡Ya, cálmate de una vez!

-¡Déjame! ¡Te odio!

Jongin está seguro de que deben darle un premio a la proeza del año porque retener a Kyungsoo mientras tiene una pierna lastimada no es nada fácil y su frente se perla de sudor por el esfuerzo que hace. Su mirada se cruza con la de Kyungsoo mientras le comienza a gritar en la cara cuánto le detesta. Decide callarlo con sus labios porque ni loco le suelta las manos. El beso es salvaje e hiriente tal y como ellos se sienten, Kyungsoo deja escapar quejidos de dolor por el fuerte agarre que ejerce el menor en sus muñecas, esta vez no hay toques suaves, ni de cariño ni amor, lo que hay son mordidas, gruñidos y un beso cargado de muchas emociones contradictorias.

Jongin siente que Kyungsoo empuja su cuerpo hacia adelante contra el suyo en un vago intento por separarlo, pero lejos de lograrlo lo que consigue es crear una especie de fricción entre ellos, ambos dejan escapar jadeos cargados de chispas con placer que se van creando a su alrededor. El beso se corta mientras respiran con dificultad y sin alejarse con sus narices aún tocándose, sus miradas quedan clavadas en el otro por un tiempo indefinido. El agarre de Jongin ya no es tan fuerte pero sigue estando firme alrededor de las muñecas de Kyungsoo. El menor sabe muy bien que está jugando con fuego cuando empuja su cadera contra Kyungsoo provocando fricción en sus entre piernas, pero la mueca y el gemido de placer que el mayor deja escapar  le hacen querer quemarse en el mismo infierno.

Kyungsoo se sonroja completamente por su reacción. ¡Había sido tomado desprevenido!

Cuando Jongin busca besarle de nuevo él gira su rostro provocando que los labios del menor terminen en su quijada.

-No... déjame.

Jongin sonríe contra su piel y le besa ahí donde han quedado sus labios.

-Suéltame, no quiero -insiste Kyungsoo.

-Eres tan contradictorio...-Jongin aleja su rostro para poder verle bien - No te entiendo Kyungsoo ¿Qué es lo que quieres?

Kyungsoo le mira de nuevo con esa expresión llena de dureza- Quiero que me dejes en paz.

-Pues... eso no es lo que reflejan tus acciones.

-Y las tuyas ¿qué reflejan, eh?

Jongin frunce el ceño- No sé a qué te refieres.

-¡Vi el estúpidos vídeo! ¿A eso te dedicas en tu tiempo libre? ¿a besar a cualquier idiota que se te atraviesa en el camino? -se comienza a retorcer de nuevo para liberarse- ¡¿De qué te ríes?!

-¿Estás celoso?

Los labios de Kyungsoo se abren mucho ante la incredulidad- ¡No! ¡Jamás! ¡Tú, grandísimo, idiota!

-Te ves muy lindo celoso...

-¡Cállate!

-Me puedo quedar callado si me besas -se inclina en busca de los labios de Kyungsoo pero este mueve su rostro de un lado a otro esquivándolo, no logra alcanzar sus labios y vuelve a reír al ver cómo Kyungsoo cierra sus ojos con fuerza. Lo mira un instante y termina suspirando dándose por vencido, aleja su rostro de nuevo - Soo...- y está vez su voz sale con calma -... No tienes nada que reclamarme, tú mismo te has encargado de que entre nosotros no haya nada, así que no puedes venir y hacer un berrinche de celos porque me bese con otro chico.

-Eso no fue solo un beso.

-Fue solo un beso -insiste- solo... fue una tontería no le des mucha vueltas -puede ver en los ojos de Kyungsoo algo que cree es miedo.

El mayor está a punto de decir algo más cuando son interrumpidos por una exclamación.

-¡Hey! ¿Qué hacen?

Jongin da un paso atrás con su pierna sana mientras busca el origen de la voz. Siente un golpe en su rostro que lo tumba al suelo en el momento, se lleva una mano hasta su nariz donde duele y observa a Kyungsoo totalmente confundido, el puño del mayor aún está en el aire y Jongin no entiende porque lo ha golpeado. A lo lejos se escuchan unos pasos que se acercan pero su mirada no se aparta de Kyungsoo quien se apresura a alejarse sin mirarle ni darle una explicación.

-¡Kyungsoo! -le llama la otra persona pero ya el chico se ha ido. Jongin alza la mirada y se sorprende al ver que Min se está arrodillado a su lado.

-¿Estás bien?

¿Qué hace este chico aquí?



Notas finales:

Deberían echarle el ojo a ese chico travieso que aparecio en este cap.

¿Saben quien es? creo q es obvio xD

¿Sera que llegan a quererlo?

<3 ¡Se les quiere!


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