Si a Jongin le pidieran que dijera la fecha en la que inició toda su locura con Kyungsoo, él sin dudar diría que fue la noche de la fiesta donde se celebró el nombramiento de Kyungsoo como capitán del equipo oficial de fútbol. Tomando en cuenta desde el día en que lo conoció hasta ese momento, Jongin llevaba unos cinco o seis meses con Kyungsoo metido en la cabeza, aún no estaba enamorado pero sí sentía mucha atracción(frustrada) por el chico.
El hermano mayor de Kris resultó ser bartender de una discoteca en la ciudad, por lo que Kris lo convenció de dejarlos pasar por la puerta de servicio. En un comienzo solo iban a ser el grupo de amigos de Kyungsoo y un par de chicas, pero a pesar de que Jongin, Taemin y Jongdae no estaban incluidos en la invitación, lograron colarse. Eran un trío divertido, nadie iba a decirles que no.
El rey de esa noche era Kyungsoo, y aunque no parecía estar muy cómodo con toda la atención que recibía, Jongin podía notar que estaba disfrutando. A pesar de que no todas las noches un grupo de menores de edad se colaban en una discoteca, el tiempo transcurrió sin que se ocurrieran grandes acontecimientos, a diferencia de lo que todos esperaban, Jongdae se la pasó haciendo el ridículo como siempre con sus bailes alocados, Taemin intentando ligar con chicas mayores, Jongin pendiente Kyungsoo y el resto en lo suyo. La pasaron bien, se divirtieron, rieron, bailaron hasta sudar y tener la ropa pegada al cuerpo, pero sobre todas las cosas cumplieron el objetivo principal de la noche que era:
-¡Sacar a Kyungsoo a pasear!
-Kris no soy un perro para que me saquen a pasear -reclama Kyungsoo mirando con malos ojos a su amigo.
-¡Tú sabes a lo que me refiero!
Nadie sabía a lo que se estaba refiriendo el chico alto, por lo que se limitaron a reír y a seguir con la fiesta.
Con la teoría en mente de que a las cinco de la mañana los taxi son más económicos, se quedaron hasta que el local cerró, por suerte era domingo, cada quien se arrastraba o le arrastraban como podía. Había sido demasiado alcohol para sus cuerpos jóvenes, por suerte Jongin era de los pocos cuerdos, bailar tanto durante la noche tenía esa ventaja de quemar el alcohol de su sistema. Encontrar taxi fue sencillo el problema fue comenzar a acomodar a cada borracho en el taxi que le correspondía, Jongin reía consciente de los gritos desafinados de Jongdae mientras cantaba una canción irreconocible, por lógica él debía irse con sus amigos pero el grito de Kris desde la ventana de su taxi le hizo replantearse la idea.
-¡Aquí falta uno! -gritaba el chico entre risas e hipidos.
-Jongin entra...-le apresura Taemin mientras que la mirada de Jongin iba de un carro a otro - Oye... no estás pensando...
Jongin sonríe- Nos vemos luego -le guiña el ojo a Taemin y cierra la puerta del carro antes de caminar hasta donde están Kris y Kyungsoo.
-Jongin ¡Jongin!
Ignora los llamados de Taemin a su espalda mientras alcanza el otro carro y abre la puerta estratégicamente opuesta a donde está Kris. Kyungsoo quedando en medio de ambos.
-Yo voy con ustedes -comenta con una sonrisa mientras comienza a entrar.
-¡Traidor! -escucha gritar a Jongdae - ¡This is War! ¡Espartaaa!
Cierra la puerta y suspira cuando los gritos de Jongdae son amortiguados por esta.
-Jongmin Jongmin, me agradas... me agradas... -comenta Kris quien comienza a hablar incoherencias, nombrándolo de forma incorrecta y haciendo que ruede los ojos un par de veces antes de que el taxi se ponga en marcha y Kris se calle la boca (al fin) quedándose dormido y roncando al instante, y solo hasta entonces Jongin deja de arrepentirse de su decisión de irse con ellos.
Se permite apartar su mirada de la ventana girando hasta ver el rostro de Kyungsoo quien también parece estar profundamente dormido a su lado, aprovecha ese instante para observarlo de cerca, afuera aún el cielo está oscuro, pero la poca luz intermitente que llega de las farolas de las calles que van pasando se le hace suficiente. Aún con los párpados cerrados los ojos de Kyungsoo son grandes, sus pestañas curvas, sus cejas pobladas; con cuidado y temor alza su mano y pasa su dedo rozándole la frente ajena, apartando un mechón de su cabello. Su nariz es pequeña y redonda, sus labios marcados y gruesos, esos labios que tanto llaman su atención. Su dedo baja y roza su mejilla sin llegar a tocarle por miedo a ser descubierto. El corazón de Jongin bombea eufóricamente sangre a cada rincón de su cuerpo, él solo desea una cosa ¿estará mal? solo anhela probar aquellos labios, sería solo un roce lo que pide, lo que necesita...
Su mirada está fija en su objetivo, se convence a sí mismo de que si Kris y Kyungsoo están dormidos y jamás se enteran de aquello, nada malo tiene que pasar. Se muerde su propio labio inferior mientras que su sentido auditivo recibe y procesa los pausados y constantes ronquidos de Kris.
Solo sigue roncando,gigante. Piensa
Una vez más le da una mirada recorriendo el rostro de Kyungsoo antes de decidirse por inclinarse y posar sus labios sobre los ajenos. Al principio solo era un roce uno efímero y discreto, pero las ganas de obtener un poco más fueron más fuertes que su autocontrol y es por eso que mueve sus labios atrapando el labio superior de Kyungsoo.
Se olvida de los ronquidos de Kris y de donde están, siente un suspiro sobre sus labios, como si de pronto fuera una señal de que Kyungsoo está disfrutando al igual que él, pero rápidamente piensa que es solo producto de su mente delirante por el alcohol que aún queda en su sistema. Se aleja asustado con la idea de haber despertado a Kyungsoo a quien mira fijamente con los ojos bien abiertos esperando ver alguna reacción, pero no hay nada, Kyungsoo sigue igual, dormido y con un suspiro de alivio Jongin se sienta correctamente y se relaja en su asiento justo en el momento en el que el taxista le dice en voz baja que han llegado, agradece al hombre y le paga una parte del costo total del viaje, ya debe bajarse, sale del auto notando las líneas naranja en el cielo porque ya había comenzado a amanecer y todo está más claro ahora. Cuando va a cerrar la puerta se encuentra de lleno con un par de ojos oscuros de mirada fija sobre él...
Kyungsoo le está mirando.
Cualquier rastro de sueño (si es que existió) se ha ido del rostro del mayor y no parece estar borracho tampoco, tampoco hay ninguna expresión en su rostro. Jongin palidece y por instinto cierra la puerta sin apartar la mirada mientras su boca se seca. El taxi arranca y deja de ver la mirada de Kyungsoo, pero aún no puede moverse, pasan unos segundos antes de que reacciones y se gire para entrar a su casa.
Cuando comienza a caminar es que se da cuenta de lo débiles que se sienten sus piernas.