Este relato llevaba madurandolo unas semanas, pero hasta hoy no me puse a escribirlo. Esta escrito de un tiron durante varias horas. Con el tiempo lo revisare mejor pero creo que me ha quedado bastante bien ^_^.
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La ágil figura camino sobre la cresta de las dunas. Vestía su cuerpo con una capa negra, recorría la arena como fuerza e ímpetu hacia el promontorio rocoso. Sus pies pisaron la tierra firme y respiro con fuerza, el viento abrió su túnica y sus rubios cabellos fueron removidos por el viento.
-Estúpido Harkonen…-La voz provino de su lado, el joven no se giro, alzo la mano y se bajo la tela que cubría su rostro para mirar a la figura que parecía haberse materializado tras una roca a escasos metros de el - No durarías ni un día en el desierto…-
-¿ahora juegas al escondite Paúl? –Pregunto con sorna- Discúlpame… creo que ahora te llamas Usul… es un bello nombre…-
Paúl se acerco a el lentamente, vestía un destiltraje descolorido pero completo, la mascara cubría parte de su rostro. En su mano llevaba un pequeño lanza agujas que agarraba con fuerza mirando a su alrededor atentamente.
-He venido solo y desarmado Paúl… como prometí –contesto el rubio-
-La palabra de un Harkonen no tiene valor para mi…-contesto Paúl tajante-
-No te pido que creas en el honor de mi casa, serias un necio si lo hicieras, te pido que confíes en mí, Paúl- musito el joven-
La recia figura de Paúl pareció meditarlo unos instantes mientras miraba al joven, finalmente alzo la mano y realizo tres complicados signos. A su alrededor cuatro fremens apartaron sus camuflajes, armas en mano y se dispersaron alrededor del promontorio rocoso perdiéndose en la noche.
-Impresionante, te has rodeado de valiosos amigos…-comento el rubio que sabia valorar la capacidad de un soldado-
-Este es su mundo… en el son invencibles…-Paúl giro y dio la espalda al joven- Acompáñame…-
Paúl comenzó a escalar la roca, El joven intento situarse a su altura, pero pese a su excelente forma física quedaba algo retrasado, el camino era casi invisible labrado en la roca viva. Tras pocos minutos llegaron a una entrada oculta. Paúl retiro una falsa roca y desvelo una entrada, haciendo un gesto indico al otro que entrase y le siguió dentro. Cerro la doble abertura y quedaron a oscuras.
-Luz- dijo Paúl, varios globos repartidos por la habitación se encendieron llenando las paredes rocosas de sombras tilineantes, la habitación estaba dotada de un pequeño deposito de agua, suministros básicos y varias esterillas de fibra de especie trenzada, Paúl aseguro la puerta estanca y se quito la mascara que salvaba su humedad-
-tus ojos…-la mano del joven se alzo hacia la mejilla de Paúl, que durante un instante fue a detenerla para permitir que le tocase, la mano se poso en su mejilla trasmitiéndole un intenso calor- no… todo tu has cambiado… -musito el-
-Feyd….- Paul aparto su mano y le dio la espalda- no… eres Feyd Rautha Harkonen… enemigo de la casa Atreídes y enviado a arrakis para matarme…-
-El destino nos ha puesto en contra Paul…-musito Feyd acercandose a el- pero somos nosotros quien decidimos aceptarlo-
-Debería dejar que los fremens te mataran –dijo Paul- has sido un necio viniendo aquí… ahora tu y yo somos enemigos…-
-¿y por que no lo haces? –Pregunto Feyd separando los brazos- aquí me tienes, MATAME si tanto me odias…- Feyd desgarro su túnica y mostró su pecho, musculoso y liso- pero quizás… aunque seas mas fuerte, aunque hayas cambiado externamente sigues siendo aquel niño de Caladan que me sedujo en la fiesta de Corrintio… o también negaras eso…-
Feyd se acerco a paúl que retrocedió consternado. Y lanzo su puño hacia su rostro, Paúl vio el movimiento incluso antes de que lo hiciese, sintió los nervios del brazo de Feyd ordenar el golpe, su conciencia se disgrego y paro el ataque agarrando su brazo, pero Feyd proyecto su cuerpo contra Paúl que se vio desplazado hacia atrás, busco el torso de Feyd y giro en el aire para golpearle, pero este le paralizo la pierna. Los sentidos de Paúl no tenían igual pero Feyd había sido criada para la lucha. Quedaron en una incomoda postura unos segundos, sus rostros a escasos centímetros bloqueándose mutuamente. Los ojos de Feyd intentaron buscar la mirada de Paúl, pero sentía perderse en el intenso azul de su mirada.
-¡¿esto es todo lo que puede hacer el kuishad Haderach?!-grito furioso Feyd- ¿es este todo el poder que posees? ¿Crees que con esto podrás derrotar a los corinto y al barón?-
-¡Cállate! –Grito Paúl, su mente era un tornado de dudas, cada ves que lograba convencerse de sus sentimientos la mirada de Feyd volvía a en revesar tu mente- ¡“Cállate”! –la voz sonó a través de el, a través de su alma, el poder de su interior se canalizo por completo en su voz-
El joven soltó a Paúl como si le hubieran golpeado, le miro, todo su cuerpo en tensión trataba de luchar contra la orden de Paúl, pero esta lucha amenazaba con destruir su mente. Callo al suelo de rodillas, las lagrimas comenzaron a brotar de su rostro, irguió su mirada y la clavo en Paúl.
- estúpido…-la voz era apenas un murmullo inteligible-… yo… te… amo…-
Paúl le dio la espalda y apretó los puños con fuerza. Dudo durante segundos… pero finalmente se dio la vuelta y se arrodillo frente a Feyd para mirarle antes de abrazarlo con fuerza, Sintió su cuerpo contra su pecho. Las manos de Feyd agarraron la tela de su destiltraje y tiraron de el hasta que sus labios se encontraron en un suave contacto, la suavidad de la piel de Feyd se topo con el áspero rostro de Paúl, curtido por el viento del desierto.
-“Hablame” –musito a su oído-
-Paúl…- las expertas manos de Feyd se hundieron en su destiltraje, sacado prenda a prenda hasta descubrir un pecho fornido. Las sabias manos del joven recorrieron su pecho, encontrándolo mucho mas musculoso y duro que antaño -
Paúl se giro y tomo a Feyd de os hombros recostándolo en esterilla, deslizo sus labios por su suave piel, aspirando los perfumes que despedía el joven. Sus cuerpos eran obras de arte que les propinaban infinitos placeres. Sus fuertes manos arrancaron sus pantalones y su depilado sexo quedo a su merced. Los labios tomaron posesión de el, mordiendo, besando. Feyd grito con fuerza al escapar de su cuerpo su esencia que cubrió el pecho de Paúl. El joven se irguió y coloco a Feyd boca abajo. Tumbándose a su lado mientras masajeaba sus nalgas.
-Paúl…- Feyd sentía la dureza de Paúl contra el. No deseaba esperar mas, le amaba y quería ser tomado- termina con las dudas de mi alma…-
El joven fue tomado furiosamente por Paúl. Sus cuerpos se unieron en una misma esencia desencadenando un torrente pasión durante años contenida. Desnudos, cubiertos de sudor, resplandecían por luz de los globos. Durante incontables minutos la pasión fue un lenguaje de gestos y besos… agotados, extenuados se abrazaron…
-Paúl…-musito Feyd con una mano sobre el pecho de este- sabes que ocurrirá… que nos depara el destino…-
-Si…-contesto Paúl que podía ver a través de las mareas del tiempo- pero no lo haré…-
-Paúl –Feyd se alzo sobre el, Una lagrima cruzaba su mejilla, coloco su rostro sobre el de Paúl, sus dorados cabellos caían en cascada alrededor de sus rostro- No dudes… para mi tu eres lo mejor de mi vida… llegado el momento moriré con una sonrisa a tus manos, para ello nací… para ello he vivido… cumple tu destino Usúl…-
Un último beso les unió para toda la eternidad. Feyd despertó horas después, estaba solo en la habitación. En el aire aun flotaba el aroma de Paúl y el suyo propio. Tras vestirse se asomo a por la abertura y contempló el desierto que se abría frente a el, a un lado a escasos metros se erguían las murallas escudo, hacia el otro el desierto parecía perderse en el infinito. Una alargada silueta marchaba veloz sobre la arena, Feyd forzó la mirada y vio a Paúl montando un enorme gusano rumbo al firmamento.
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