-Narrador en omnisciente-
Las interminables y cansadoras presentaciones a las que habían concurrido alrededor del mundo habían llegado al final para su suerte. Tom amaba tocar sus preciadas guitarras en los conciertos, se sentía feliz y emocionado al hacerlo, hasta que sus dedos se llenaran de ampollas, grandes y dolorosas ampollas que le decían que era suficiente. Dos meses seguidos siendo explotados por su patrocinador tenían que ser recompensados, y hoy finalmente se cumplía, tenían varios días libres para descansar tranquilamente, sin conciertos, sin firma de autógrafos, sin trabajo, finalmente sin hacer absolutamente nada.
-¡Bill!,¡Bill!¡Billa~!-Tom gritaba a todo pulmón por el departamento, buscando a su doble para tener compañía.
David y el resto del equipo se habían marchado para terminar de hacer los arreglos para el concierto de la semana próxima, dejando a los gemelos solos, ya que Gustav y Georg se habían escabullido de ellos para ir a tomar unos tragos en el bar que quedaba a la esquina.
-Que...-Preguntó el menor, concentrado sólo en su cuaderno, mientras movía ligeramente su mano útil, escribiendo palabras en el papel blanco. Debió verlo venir, si Bill no estaba en su cuarto cumpliendo con su papel de perezoso entonces se encontraba en la sala, ya que era el lugar más cómodo para componer canciones.
-Oye Bill, veamos una película.-Propuso Tom mientras se sentaba en el sillón de la sala, justo al lado de su gemelo, que se encontraba escribiendo la letra de una canción que presentarían junto con Durch Den Monsun.
-De acuerdo...-Murmuró sin mucho interés sin quitar su vista del pedazo de papel, que en esos momentos le parecía lo más interesante del mundo.
El rastudo formó un puchero y arrugó el entrecejo a la vez que arrebataba el cuaderno a su hermano, tirando el objeto hacia la mesa central, donde Bill tenía apoyado sus pies.
-Está bien, está bien, voy a ver la estúpida película contigo.-Contestó girándose para finalmente ver a su hermano a la cara con un eje de molestia.-¿Qué película vamos a ver?-Preguntó viendo como el rubio-castaño ponía el casete en dicho aparato, apretando varios botones antes de sentarse a su lado nuevamente. Bill no entendía como alguien tan burro como Tom podía entender el estúpido aparato con facilidad, como si supiera su funcionamiento desde antes de salir de la bolsa de su madre. -Se la saqué a escondidas a Georg, es una de esas películas que miran los adultos.-Respondió sonriente.
-¿Esas que veían mamá y Gordon en su aniversario antes de irse a dormir?-Preguntó el menor, sorprendido por la actitud rebelde de su gemelo.
Bill nunca entendió porque solo los adultos podían verlas, de todos modos nunca le llamó la atención el ver una mujer y un hombre besándose desnudos. Para Bill era algo asqueroso hacer tales cosas. ¿Porque mierdas a las chicas del vídeo les gustaba lamer el miembro de un hombre? ¿Acaso sabía a dulces?, el menor simplemente no lo entendía.
-No me llaman la atención este tipo de películas.-Dijo desinteresado, volviendo a tener en sus manos su preciado cuaderno de canciones.
-Vamos. No creo que sea tan mala. Sólo esta vez. Sólo esta vez veamos una. ¿Por favor?-Suplicó juntando sus manos mientras ponía cara de perrito mojado.
El morocho esquivó la mirada del rastudo, mirando con interés a sus pies.
-Por favor~-Tom se acercó más al otro, recostando levemente su cabeza en el hombro de Bill.
Bill lo pensó por un momento, y largando un gran suspiro accedió a ver la maldita película.
-¡Si¡-Gritó emocionado, dándole play al vídeo.
En la pantalla comenzó a proyectar a película, viendo en ella a un chico rubio y otro de pelos teñidos de un color rojo, ambos sentados en un sillón, viendo una película, justo lo que los gemelos hacían en este momento.
-Hmm...Tom.. -El nombrado miró al morocho, viendo una clara expresión de confusión en su cara.
-¿Si, Bill?-Tom volvió a fijar sus ojos en la Tv, viendo como los dos chicos se besaban desesperadamente.
-Tom. ¿Qué clase de película es esta?...-Preguntó el morocho con una expresión de asco entre confusión mientras miraba sin pestañear la pantalla de la Tv.
Tom sonrió al ver como su gemelo no quitaba ni un ojo de la pantalla.
-Es una película gay.-Respondió calmado. Viendo esta vez como el pelirrojo acostaba al rubio en el sillón mientras le masajeaba la entrepierna.
Tom había visto esa película incontable de veces cuando se encontraba sólo, y aún seguía sin cansarse de verla, era adictiva, los protagonistas eran atractivos y sexys. Tom ya tuvo un calentón viendo el vídeo, en realidad siempre se calentaba viéndolo y quería saber si Bill reaccionaria igual, estaba tan seguro de que el cuerpo de su hermano reaccionaría igual que el suyo ,después de todo eran gemelos, pensaban igual, soñaban lo mismo, hasta hacían las cosas al mismo y eso de algún modo hasta daba un poquito de miedo. Así que probablemente el pequeño de los gemelos reaccionaría igual.
-¿P-porque ves estas cosas?¿eres gay?-Preguntó ahora viendo a su hermano. Tom pudo jurar que las mejillas de Bill estaban sonrosadas.
-No, no lo soy. No por ahora.-Contestó mirándolo tan fijamente que el morocho tuvo que bajar la mirada al cojín que se ubicaba entre sus cuerpos.
Desde ahí todo era silencio, sólo se escuchan las voces y gemidos provenientes de la tv, la tensión e incomodidad yacía presente en la sala. Bill tenía la vista fija en la escena que se proyectaba. Ambos miraban como el pelirrojo penetraba con total descontrol al rubio, quien gritaba de placer al ser embestido tan rápidamente.
No aguantando más la curiosidad, Tom miró disimuladamente hacia Bill, notando como tragaba duro, miró más abajo y comprobó su duda, al igual que Tom, Bill también estaba excitado, su miembro reflejaba cuán ansioso se sentía en ese momento.
-Mierda...-El rastudo no podía aguantarlo más, se sentía jodidamente caliente, su amigo quería atención cuanto antes. Sin importar la presencia de su gemelo, metió su mano bajo sus pantalones, jalándose el pene con facilidad al no tener puesta su ropa interior.-Joder...ahh.-Por milésima vez, Tom miró hacia Bill, sin dejar de masturbarse.-Bill...-llamó sin quitarle un ojo.
El susodicho..-quien se asemejaba a un tomate viviente-giró para mirar al de rastas, tratando de no mirar más de lo debido.
-Que...Tom.-Bill se sentía totalmente avergonzado, ¿cómo mierdas Tom puede masturbarse tan tranquilo en su presencia?, ¿es que acaso su hermano no tenía vergüenza alguna?-¿Que pa...-Su pregunta quedó en el aire cuando la mano de su gemelo empezó a masajear su entrepierna sobre sus jeans.
-H-has esto.-Dijo parando de masajearlo, remplazando su mano con la derecha de Bill.-Masajéalo despacio.-Le recomendó viendo los torpes movimientos del aparentemente primerizo morocho.
-Ahh...Mhh..¿P-porqué se siente tan bien?-Le preguntó mirándolo mientras seguía haciendo lo que el otro le había dicho.
-No lo sé, pero cuando lo haces no te quieres detener.-Contestó.
Si bien Bill sabía el significado de "masturbación", en realidad nunca lo había intentado, esta era la primera vez que lo hacía y se sentía jodidamente bien.
-Mnhh...-La habitación comenzó a darle vuelta, por lo que imitó a su hermano, deslizándose un poco hacia abajo para apoyar su cabeza en el borde del sillón, girándose levemente, para no cortar el contacto visual con Tom.
Ambos se miraban mutuamente, negándose a mirar a otro lugar que no sea los ojos de su doble.
-Bill...-Tom dejó a un lado la acción manual, sólo para pararse y arrodillarse encima de Bill, dejando una pierna a cada lado de este-Tócame...-Susurró en su oído a la vez que se bajaba sus anchos pantalones hasta dejarlos por la mitad de sus muslos, llevando la mano libre de Bill hasta su trasero, volviendo a jalar su miembro.
-Tom..que rayos hacemos...-Murmuró apretándole un nalga, provocando que automáticamente gimiera al sentir el apretón en ese lugar de su cuerpo.
-Estamos divirtiéndonos.-Fue lo único que dijo antes de unir sus labios en un casto beso, cortándolo para sacarse su propia remera, tirándola a quien sabe dónde, desesperado por sentir sus labios entrelazados con el morocho.
El beso que hasta el momento consistía en entrelazar ambos labios, ahora se había tornado húmedo, y sus lenguas jugaban a enredarse entre ellas.
Sin cortar el contacto bucal, Tom se apresuró a quitarle la chaqueta y remera del pelinegro, observando su torso desnudo de apariencia nívea antes de pararse a sacarse el jean propio y el de su gemelo, quedando ambos como dios los trajo al mundo: completamente desnudos.
Asomándose a Bill, lo recostó en el sillón- justo como el pelirrojo de la película había hecho con el rubio-posicionándose encima de su cuerpo, de modo que su cara quedara frente al pene de su gemelo menor.
Como si Bill supiese, agarró la cadera de Tom, inclinando su trasero hacia su boca, lamiendo la entrada del rastudo, quien se sorprendió al sentir la cálida legua del gemelo empujando contra su ano.
-ah...Bill...mnghh..-No podía expresar con palabras el placer que sintió cuando el sinmúsculo del pelinegro entró en su cavidad anal.-mierda...Mhh..se siente tan bien Bill...-Volviendo a calmarse, Tom se concentró en lamer y luego chupar en pene del contrario, comenzando por chupar de la ingle, para seguido, proceder a meter el miembro en su boca, comenzando un vaivén lento mientras lo acariciaba con la mano cada vez que subía y bajaba.
Una lamparita se prendió en Bill. Recordó una escena de la película y la puso a prueba. Dejando de lamer la ceñida entrada del rubio-castaño, llevó tres dedos a su boca, lamiéndolos tanto como pudo, y entonces, antes de que Tom se sacase el pene de su boca para protestar metió un dedo en su ano, escuchando como el invadido gemía alto al sentir la intromisión.
-¡AHH!¡Bill!-El dedo de Bill en su interior le sorprendió, y aunque le molestase un poco no objetó nada, hasta que un segundo dedo se hiso presente en su interior, entonces ahí se atrevió a dejar escapar un grito de dolor, que preocupó al menor, parando de penetrarlo para preguntarle...
-Tom. ¿Te encuentras bien? ¿Quieres que pare?-Preguntó preocupado al sentirlo temblar.
-S-si, no te preocupes. Puedo soportarlo, tu solo sigue.-Con algo de inseguridad, continuó preparándolo, penetrándolo esta vez de una forma más suave, haciendo movimiento de tijeras para expandirlo mejor.
-Este es el último.-Aseguró, llevando su mano libre hasta el pene de Tom, masturbándolo para distraerlo un poco de la dolorosa introducción de un tercer dedo.
El ardor de su ano era insoportable, y aun así sentía placer con los dígitos de Bill saliendo y entrando más fuerte en su entrada ¿cómo era posible experimentar distintas sensaciones a la vez?, Tom no dejaba de gemir mientras se limpiaba las lágrimas que se le habían escapado cuando Bill introdujo el tercer dedo.
-Tom, párate.-Ordenó al sacar sus dedos de su doble, dejándole con una sensación de vacío.
El otro obedeció sin dudar, viendo a Bill sentarse en el sillón.
-Ven.-Nuevamente volvieron a la misma posición inicial.-¿Estás listo?.-Preguntó apoyando la punta en forma de hongo en la entraba lubricada de su saliva.
-Sí..-Tom sabía que iba a doler, pero ya no podía retractarse, esto lo había iniciado él e iba a terminar lo que comenzó.
-Está bien. Entraré entonces.-Y como un reflejo, Tom abrazó el cuello de Bill con sus brazos, pegando sus cuerpos, dejando su mentón apoyado en el hombro de su hermano.-Mier..da..-Bill se debatía entre mantener la cordura y no penetrar de una estocada a Tom, ya había metido la punta y se sentía maravilloso.
-Sigue..-Con el permiso del rastudo, empujó más hacia adentro, hasta que estuvo completamente dentro. ¡Joder!¡Se sentía tan malditamente bien!, la hermosa sensación del su miembro siendo rodeado por las apretadas paredes de Tom era lo mejor que experimentó en su vida.
Con el repentino movimiento de caderas de su gemelo, Bill empezó a embestirlo lentamente.
-Billy, ah, me encantas..aahh-Murmuró escondiéndose entre el espacio de su hombro y cuello.
-También me encantas Tomi.-Gruñó antes de besar la cabellera llena de rastas, enredando una mano en ellas, mientras con la otra acariciaba su espalda llena de lunares.
Sus cuerpos sudados se desesperaban por más contacto, prácticamente se restregaban entre ellos, frotando sus pieles mientras aceleraban el ritmo, coordinando cada movimiento.
Bill sintió como un calor se acumulaba en su pelvis, y antes de que pudiera venirse acostó a Tom en el sillón, flexionando las piernas del contrario para que las enredarse en su cuello; y al ubicar sus manos a ambos lados de la cabeza de Tom volvió a embestir, pero con más rapidez a la vez que lo masturbaba al ritmo de las embestidas.
-Billy ,v-voy aa ¡¡AHH BILL!!
-¡TOM!
Ambos llegaron finalmente al clímax, Tom llegando en el estómago de Bill, y Bill dentro de Tom.
-Ahha aha ah,eso ah ..Estuvo genial..-Comentó Tom completamente exhausto.
-Ajá, ahh...dios...fue muy wow...-Habló mientras salía de Tom y se acostaba encima de él, besando su labios antes de recostar su cabeza en el pecho de su gemelo.-Tom...
-¿Hm?
-Te quiero.
La sala quedó en total silencio, sólo se sentían sus respiraciones.
-Yo también te quiero Billa.
Una simple película había hecho un cambio en la vida y relación de dos personas que se amaban mucho, y ese era el comienzo de un amor prohibido que duraría un largo tiempo, siendo los G's los testigos de ese amor mutuo de hermanos.
***~-u-~***
-Me pregunto si ya habrán terminado.-Habló Gustav abriendo despacio la puerta, entrando sigilosamente para confirmar que los gemelos se hallaban dormidos tranquilamente.
-¿Deberíamos despertarlos?-Preguntó Georg mientras tapaba sus cuerpos con su campera, dejando sus pies descubiertos.
-No, dejemos que descansen.-Contestó sonriendo ante la imagen de los pequeños de la banda abrazándose.
-Fin-