Ambos se encontraban exhaustos, pero aún más el Capitán. Su posición con los rebeldes le exigían esconderse, cambiar continuamente de bases, generar estrategias y cuidar de los suyos, lo cual le causaba un gran gasto de energía que no podía compararse con el de Tony Stark.
Habían combatido dos a uno, ya que Bucky siempre acudía a ayudar a Steve en la lucha. Una pelea poco justa, pero Tony se valía de su armadura y en un combate solamente con el soldado, tampoco sería justo. Aunque en la guerra todo es válido.
Golpe tras golpe se abrían heridas que apenas comenzaban a cicatrizar. En los encuentros anteriores el vencedor siempre se alternaba. A veces ganaba Steve, en otras Tony, por lo cual no era muy certero quién ganaría finalmente.
Pero esta última batalla había sido distinta. Tony le había brindado un golpe tan fuerte a Bucky que lo dejó inmovilizado y prácticamente su brazo de metal se encontraba inservible, pues del lado de los rebeldes sólo Antman sabía algo de mecatrónica, pero sin recursos era difícil dejar en óptimo estado aquella pieza luego de que la usara para dañar los trajes de Ironman, que en cada batalla volvía con uno nuevo.
Ahora se encontraban sólo Steve y Tony. Sin tampoco buen equipo médico, el Capitán, a pesar del suero del súper soldado, no podía enfrentarse a las hemorragias internas o las contusiones.
Tony se encontraba aún furioso, pero en todo el tiempo que había durado la guerra siempre se había contenido. Tuvo muchas oportunidades de matar a Steve o a Bucky, pero no lo hizo. Desde que se había vuelto Ironman tenía un pacto consigo mismo de no asesinar a nadie, aunque siempre existían daños colaterales inevitables, pero conscientemente no mataría.
Muy a pesar de que Steve no lo considerase un amigo, del daño que sus palabras le habían hecho, él aún pensaba que sí lo era y que no acabaría con su vida. Pero nunca contó con que la guerra en sí sería quien haría el trabajo sucio por él.
El cansancio físico y mental, el hambre, la deshidratación, la pérdida de sangre y las avanzadas infecciones en sus heridas, lograron vencer al suero. Cayó sin que Tony le brindara un golpe.
El millonario no tenía idea de lo que ocurría o de si sería una táctica para que bajara la guardia, pero luego de un par de minutos se arrodilló a su lado, sin saber qué hacer.
¿Sería esa su oportunidad de ganar la guerra? ¿Realmente deseaba ganar? ¿Todo había valido la pena?
No entendía por qué, pero estaba preocupado. Le pidió a su IA un escaneo de cuerpo completo que le reveló la infame realidad.
-Tony... -El rubio mantenía los ojos entre abiertos y en seguida Ironman se retiró la carilla de su casco para mirarle frente a frente. Le colocó una mano sobre el pecho y que así se mantuviese recostado.
-No te muevas. Viernes dice que podrías colapsar en cualquier momento. Iré por ayuda...- Giró el rostro buscando una salida del edificio donde habían terminado haciéndolo escombros. Había una evacuación en la zona, pero podría haber cercana alguna ambulancia, paramédicos, algo. Pero no podía permanecer sin hacer nada. Se había impulsado un poco para ponerse de pie, pero el brazo del Capitán lo detuvo.
-Fue una gran lucha, ¿verdad?- Comenzó a reír levemente, lo cual confundía aún más al castaño.- Desde este punto todo parece ridículo. Cuando discutíamos, cuando te alejabas luego de un argumento que yo no podía debatir, me preguntaba por qué habíamos comenzado a pelear. Nunca lo recordaba. Y eso me ocurre ahora. Lo siento, Tony...
Sin darse cuenta su expresión en el rostro parecía desesperada. -No digas incoherencias. Tú nunca te disculpas conmigo. ¿Por qué hablas como si fueses...? ¿como si fueses a morir?- De repente hablaba entre susurros.
-Así tenía que terminar y me alegro de que haya sido yo y no tú.- Formó una sonrisa en los labios, la cual el contrario no comprendía.
-Estarás bien, Steve... Te llevaré al mejor hospital del país y...
-Tony, no llores.
Sin percatarse antes, se llevó una mano al rostro y confirmó unas húmedas gotas que resbalaban de sus ojos por las mejillas, hasta terminar en el uniforme polvoriento del soldado.
El Capitán hizo lo mismo, llevando su mano para posarla en el dorso de la del castaño y así forzarlo a mirarle a los ojos.
-Nunca dije que no fueras mi amigo, pero tenías razón, no lo eres. Fuiste algo más para mí. Cambiaste mi perspectiva del mundo, incluso hallé otro tipo de libertad junto a ti. No me arrepiento del lado que escogí. Sin tu influencia ni siquiera habría liderado a los rebeldes. De lo que me arrepiento es de que nos hayan forzado a ser quienes representaran todo esto. Tal vez en otras circunstancias lo habríamos resuelto sin ninguna baja.- No sabía qué decir, más que, por primera vez estaba de acuerdo con el rubio.- Y respecto a Bucky... siempre fue un hermano para mí. Debía protegerlo en deuda de cuando él cuidaba de mí. Representa mi pasado, tú eras mi presente.
-Steve...
-Antes creía que Peggy era mi pareja perfecta, pero todo cambió cuando te conocí. Nunca he sabido qué somos. Eres más que un amigo, pero no un hermano, alguien a quien a veces creo odiar, pero que no puedo herir realmente. Es inevitable el que siempre esté pensando en ti. Y me complace el que hayas defendido lo que creías correcto. Ahora todo depende de ti...
Le haló, entrelazando sus dedos, haciendo que se inclinara y que sus labios rozaran suavemente. Cerró los ojos ante el contacto y la fuerza de su agarre disminuyó hasta desvanecerse. La desesperación apareció en seguida en el rostro de Tony.
-¿Steve? ¡STEVEEE!
Le tomó por los hombros y lo agitó en busca de alguna señal. Apegó el oído a su pecho y no escuchaba nada.
-¡Está muerto! ¡STEVE ESTÁ MUERTO POR TU CULPA!
Había olvidado la presencia de Barnes, tendido en una esquina. Le despertó debido a su grito e intento por reanimar al soldado. Todo ocurrió muy deprisa. Se había lanzado contra Bucky y no dudó en golpearlo múltiples veces en la cabeza. Con tan sólo estar encima de él, la casi tonelada que pesaba la armadura, presionaba contra sus costillas, fracturándolas al igual que su cráneo bajo los puños de Stark.
-¡IMBÉCIL! ¡Tú causaste esto! ¡Todo era perfecto hasta que apareciste! ¡Tenía una historia con Steve! ¡Sólo él creyó en mí cuando hice a Ultron! ¡Sólo para mí tenía tiempo! ¡Vivió conmigo! ¡Yo le di un hogar con el resto de los nuevos Vengadores! ¡Yo le quité la virginidad! ¡Yo era su pareja perfecta! ¡Yo era su presente! ¡Su futuro! ¡NO TÚ!
Hacía minutos que Bucky estaba inconsciente y no volvería a despertar. Se alejó de su cuerpo, con el traje bañado en sangre.
Le habían preguntado luego de la batalla final si todo había valido la pena.
No lo valió.