Se preguntaba por qué razón hacia tanto calor en pleno otoño era normal que en esos días el clima varíe un poco como el día anterior que recuerda hubo un poco de viendo y creyó que llovería al día siguiente pero no.
Ahí estaba tirado en el suelo de la sala en donde vivía con Genos su joven aprendiz quien estaba escribiendo y mirando quien sabe que foro de esos en donde hablaban de los héroes y demás cosas las cuales en vez de llamarle la atención -como Héroe ya registrado que era- le daban igual y no le importaba los temas que tratasen.
Genos por otra parte si, por él y por su sensei quien despistado una vez y si no fuera porque el cyborg estaba al tanto de ello pudo no haberse dado cuenta que si no lograba avanzar del nivel C haciendo actos de justicia más leves le habrían quitado del registro sin contemplación alguna.
No tenían nada mejor por hacer ese día por lo que Saitama prefirió comer fuera esa noche.
-Genos ¿quieres ir a comer Udon hoy?
-Si, sensei.
-Bien vamos entonces.
Con pereza se levanto del lugar para vestirse con lo primero que encontró -ordenado sobre la mesa- y salir de allí, comer fuera de vez en cuando no les vendría mal -pensó el héroe- siendo seguido por el cyborg que al apagar el laptop lo alcanzó a unos pocos pasos.
Pasaron apenas unos minutos que salieron del departamento caminando con tranquilidad en dirección a la casa donde fueron la primera vez a comer juntos hasta que el celular del menor comenzó a sonar.
-...¿que necesita? No, le agradezco su interés pero ahora estoy ocupado. Si, adiós.
Cortó la llamada guardando aquel aparato en el bolsillo trasero de su pantalón sin darle verdadera importancia.
- Eso se vio molesto ¿quién era?
-El sujeto que interrumpió nuestra charla el otro día.
-Cuando vinimos a comer aquí esa vez ¿cierto? creo que lo recuerdo, ¿y? ¿Qué quiere ahora contigo?
-Dijo que quería comenzar de nuevo e invitarme a su residencia para tener una charla más cómoda y agradable.
- Ah... bien hecho ese tipo me da mala espina.
-Si.
-...espera, ¿Cómo es que tiene tu numero?
-... no lo sé, lo único que puedo creer es que tal vez lo haya conseguido por medio de la asociación ya que nunca le pasé ningún dato mío.
-Oh entiendo.
A paso lento llegaron a la casa pidiendo ambos un plato de Udon empezando a comer, Genos quien fue más rápido termino en minutos.
-Gracias por la comida.
-Me sigo preguntando a donde va todo lo que comes- comentó Saitama con un poco de comida aún en la boca-
- Esto no es nada sensei.
Unos minutos después de que el héroe terminara aquel platillo pagaron la cuenta y salieron del lugar.
Pasaron por el parque llegando al departamento para entrar en este, ya era tarde por lo que decidieron dormir y antes de que Genos pudiese taparse con las sabanas escuchó un ruido proveniente del gran ventanal.
-Detecto una presencia.
-¿Eh? ¿De qué estás hablando hombre?, aquí no hay nadie...
Al decir aquello bostezo no dándole mucha importancia hasta que de golpe el ventanal se rompió en mil pedazos haciendo que el héroe quedara en su lugar con cara de "OK." ¿que había sido eso? El menor se acercó al gran ventanal comprobando el lugar.
-... no hay nadie.
Saitama se acercó hasta él –extrañado- y molesto de que destruyeran su ventana.
Pero en efecto, no había nadie allí sólo encontró una especie de kunai muy moderna por cierto aunque era un poco raro que eso haya impactado de manera que haga el ventanal añicos. Suspiró rendido no tenía idea que había sido eso pero más tarde lo averiguaría y el que lo haya hecho pagará por los costos, con ese pensamiento se dirigió al futón para dormir de una vez.
-Genos deja eso mañana lo arreglamos.
-¿Está seguro? Sensei, ¿No sería mejor que vaya a buscar al desgraciado que hizo esto?
El cyborg sí estaba molesto, no perdonaría a quien haya atentado contra la vida de su sensei porque eso fue apropósito y él lo sabía muy bien.
-No, debió ser alguien que tiene mucho tiempo libre no le des importancia.
Esas palabras bastaron para que el menor no procediera con un ataque aunque quisiera, si su sensei lo decía él no lo iba a contradecir por lo que se recostó en el futón viendo por un momento lo que quedó del ventanal esparcido por la sala para luego observar al héroe quien dormía despreocupado a su lado.
Le dolía no poder hacer nada por él, Saitama al parecer era feliz así sin importarle lo que el resto dijese y eso lo respetaba más que nada después de todo para el joven cyborg ese hombre era el ser más excepcional que pudo haber conocido.
-...
La sala ahora a obscuras sólo era iluminada por la luz de la luna y acompañado de esta se oía la leve respiración del héroe quien era observado por un par de orbes dorados.
No podía evitarlo, simplemente se quedaba observando las expresiones graciosas que hacía el mayor al dormir y hasta a veces sin pensarlo sus ojos se detenían en los labios contrarios para luego de unos minutos bajar la mirada sin entender muy bien cuando fue que empezó esa costumbre en él.
"¿Qué estoy haciendo?"
Se cuestiono dando la espalda al contrario quedando en modo reposo hasta la mañana del día siguiente.
*** ***
A una altura y distancia lejana sobre uno de los edificios abandonados de Ciudad Z se encontraba un hombre de silueta voluptuosa admirando su obra de arte hecha hace unos segundos abrazándose a sí mismo se formo una sonrisa escalofriante en su rostro.
Te - en - con - tré.... ¡SAITAMA!