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Del cómo Bruce le dijo a Thor que tenía un "Bollo en el Horno" por LatexoHPo

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Notas del capitulo:

¡Hola!

Antes que nada quiero decirles que estoy bien mensa, y en el capítulo anterior colgué mi borrador y no el definitivo!!!! Por lo que hay una escena extra en ese capítulo de cómo Bruce le dice a Thor finalmente que está embarazado.

Me di cuenta cuando leí sus reviews y en un par me dicen que no puse cómo sucedió que Brucie le dijera a Thor, y yo así de WHAT?

Lo siento mucho!!!

Pero bueno, otro asunto es que estaba escribiendo el epílogo y me resultó sumamente largo, muy largo. Así que decidí hacer un tercer capítulo y el próximo será ya el Epílogo ahora sí.

Advierto que caí en el pecado y como esto es un crack humorístico, se me fueron las cabras! xD Amo a Brucie en su versión UKE!!!!!! Yaoi para todos!

Vale ya, nos leemos hasta abajo.



Fue sacudido en el hombro y él gimió y gruñó un poco molesto por ser despertado.

“Cariño, tengo antojos”.

“¿Y qué quieres que haga?”, se escuchó la respuesta soñolienta.

“Podrías ir a la cocina y traerme algo, ¿no crees?”

Otro gruñido.

“¡Son casi las cinco de la mañana! ¿No podrías esperar un par de horas?”

“Por favoooor…”

Un tercer gruñido y al fin la cama se movió.

“¿Lo de siempre?”

“Sí, unas cuatro o cinco… cajas de pop tarts”

“A veces te odio, Thor”

Bruce iba refunfuñando muerto de sueño hacia la cocina para complacer a Thor y sus antojos. Bueno, tenía que agradecer que el único antojo que él tenía seguía siendo el papel, y Tony ya le había regalado una línea exclusiva de kleenex con suaves aromas a flores, eran sus favoritos. Lo malo es que los antojos de Thor venían en las madrugadas y el dios se había visto con más síntomas de embarazo que el propio Bruce, por ejemplo ser un flojonazo de campeonato.

Mientras sacaba las cajas de pop tarts de la alacena descubrió que alguien ya estaba en la cocina.

“Ah, doc, eres tú”.

Bruce se giró para ver a Pietro muy nervioso y escondiendo algo a sus espaldas.

“¿Desde cuándo te volviste tan madrugador?”, preguntó mientras esperaba a que las pop tarts se calentaran en el tostador.

El chico veloz se encogió de hombros con una risita nerviosa.

“Tenía sed”, respondió mostrando una botella de agua que volvió a colocar en el refrigerador. “¿Cómo va el renacuajito?”, inquirió sonriendo a la barriguita de Bruce.

El científico se incomodó y cerró su bata de dormir. Aunque ya hubiera aceptado que tenía a un bebé desarrollándose dentro de él, todavía era un poco extraño ver los cambios en su cuerpo. Sobre todo la pelotita que ya era muy notoria.

“No le llames ‘renacuajito’”

Pietro sólo sonrió. Para cuando todas las pop tarts ya estaban calientes, Steve apareció listo para su ejercicio matutino. Bucky venía tras él con una cara de sueño peor que la de Bruce.

“Bueno, yo debo volver a la cama con el viejo. ¡Los mañaneros son los mejores!”, sonrió Pietro con picardía y se marchó en un abrir y cerrar de ojos.

Bruce tomó la bandeja con las pop tarts para salir de la cocina.

“Que tengan una buena carrera, chicos”, les dijo a los ex soldados.

Steve abrió el refrigerador para sacar una botella de agua, y como vio que una estaba abierta y realmente no vacía, la cogió. Era mejor no desperdiciar.

“Pietro tiene razón, ¿sabes Bucky?”, dijo entregándole la botella al otro que seguía bostezando. “Eso de que los mañaneros son los mejores. Siempre es mejor respirar el aire puro de la mañana”.

“Maximoff se refería al sexo mañanero, Steve”, sonrió Bucky tomando un trago de agua.

“Oh… sigo sin entender muchas referencias”, se sonrojó el rubio mientras Bucky pasaba un brazo por sus hombros (el de carne y hueso) para salir a correr.

Pietro se escabulló a la cocina cuando comprobó que no había nadie. Abrió el refrigerador para buscar su botella de agua, pero ya no estaba.

“Oh, oh…”

+++

“¿Las nauseas siguen apareciendo?”, preguntó Helen Cho a Bruce mientras el científico sonreía después de ver el último ultrasonido de su bebé. Ya se veía casi completo aunque todavía era muy chiquito.

“¡Y son horribles! Ya le he dicho a Tony que deje de pedir comida tan grasosa, no es digna de alguien como yo. ¡Y el reflujo no me deja dormir!”

“Eh, Loki, se lo pregunté a Bruce”, sonrió condescendientemente Helen al dios pelinegro.

“En realidad sólo fue un par de semanas y luego desaparecieron”, respondió Bruce mirando de reojo a Loki.

“Bueno, a muchas mujeres ni siquiera les da nauseas”, sonrió la doctora, quien estaba a cargo del embarazo de Bruce ya que era de confianza. “¿Alguna otra incomodidad?”

“¡Orina! Tengo que vaciarme cada media hora”.

“Loki, de nuevo: se lo pregunté a Bruce”.

“Un ligero dolor de espalda”, contestó Bruce ya extrañado con Loki. “Pero leí que era normal porque el bebé está creciendo y por lo tanto tengo que cargar más peso”.

“Exacto”, sonrió Helen radiante. “Bueno, subiste un par de kilos y todo está perfecto. Así que te visitaré en un par de semanas, una vez que tú y Thor hayan decidido si quieren saber el sexo del bebé”.

“¿Y qué hay de esa manera en que Stark apesta? ¡Odio esa colonia nueva que se compró!...”

“Loki”, rodó los ojos Bruce. “¿Puedes repetirme qué haces aquí?”

“¿Olvidas que Thor me pidió que cuidara de ti porque él tuvo que viajar a Asgard?”

“Vaya, es la primera vez que escucho que complaces en algo a Thor. Y gracias, pero no es necesario que estés conmigo incluso cuando me baño”.

“Lo que tienes ahí es a mi sobrino o sobrina, no quiero que le pase nada malo. Tony dice que los accidentes en la bañera son frecuentes”, dijo Loki desviando la mirada.

“Y Tony también dice que no habrá chaca chaca si no obedeces a Thor, ¿verdad?”, sonrió Bruce divertido.

Helen escondió su carcajada en una tos disimulada.

“Está bien, demasiada información. Bruce, es todo”, exclamó entre toses la pobre mujer. “Loki, por otro lado… ¿podrías quedarte un momento?”

“¡Gracias a Dios!”, exclamó Bruce y escapó de Loki que fue detenido por Helen.

+++

 

“¡STARK!”

El grito de Loki sobresaltó a Steve y Bucky que estaban en la sala. Ambos se separaron y levantaron del sofá hechos un desastre. Steve sólo alcanzó a cubrirse pudorosamente el torso desnudo con los pantalones de Bucky cuando las puertas del elevador se derritieron… literalmente.

“¿DÓNDE ESTÁ?”, rugió Loki con los ojos rojos y la piel con un resplandor azul. “¿DÓNDE ESTÁ ESE MISERABLE MORTAL EGOCÉNTRICO?

“Creí haber escuchado la dulce y melodiosa voz de mi amorcito”, habló el mencionado mortal egocéntrico saliendo del otro elevador.

“¡TÚ!”, gritó Loki enfurecido. “¡DIJISTE QUE ESOS CONDON… COSAS ERAN INFALIBLES!”

Tony frunció el ceño sin entender.

“¿Qué estás tratando de decir, Loks? Cuando estás a punto de sacar el gigante de hielo que llevas dentro no te entiendo”.

“¡EMBARAZADO, STARK! ¡ESTOY EMBARAZADO!”

“Friday, mi armadura…. ¡Fridaaaaaaaaay!”, corrió Tony perseguido por un muy cabreado y azul Loki.

Steve y Bucky miraron sorprendidos cómo Tony se lanzó por la ventana (afortunadamente la Armadura de Iron Man ya se estaba colocando en su dueño) y a Loki deteniéndose justo en el borde y gruñendo como animal.

“¡Siete! ¡Siete! ¡Mi madre va a matarme!”, siseó Loki y marchó a grandes zancadas a su habitación.

“Al menos Tony no es un animal”, musitó Steve.

“¿Continuamos con lo que estábamos?”, inquirió Bucky y jaló de nuevo a Steve hasta hundirse en el sillón.

+++


“... Y entonces papá lanzó su martillo y el malvado quedó hecho pedazos, las tripas volaron a todas direcciones y la sangre se esparció como esos fuegos artificiales en los cumpleaños de tío Steve...”

“Thor, no creo que debas contarle al bebé sobre tripas y sangre”, regañó Bruce sentado cómodamente en una mecedora mientras degustaba el delicioso postre asgardiano a base de manzanas que Thor le había traído de su reino.

El dios rió un poco y acarició de nuevo la barriga, luego depositó un tierno beso justo en el ombligo (lo que causó cosquillas a Bruce), para levantarse del suelo y besar los labios de Bruce.

“Será un gran guerrero. Necesita aprender desde el vientre.”

“Mhhh… ¿Y si es una niña?”

“Entonces será una gran guerrera digna de ser comparada con las Valquirias. Lamento haberte dejado estos días, pero tenía que arreglar ese asunto en Vanaheim.”

Bruce sonrió cariñosamente y atrajó a Thor en un dulce beso con sabor a manzana asgardiana (mucho más dulce que las de la Tierra).

“Puedes compensarlo con un masaje de espalda. Me está matando”.

“Estoy aquí para complacerte, mi dulce Bruce”.

Bruce se levantó de la silla y en su camino a la cama se vio en el espejo. Se detuvo en seco y se volvió a mirar. De frente, de canto…

“Oh, Dios…”

“¿Me dijiste algo, amor mío?”, preguntó Thor quitándose el traje de cota para ponerse más cómodo.

“¡Mírame, Thor! ¡Estoy tan gordo!”

“Bruce…”

“¡No, mejor no me mires!”, gimió Bruce lastimeramente al ver en el reflejo el cuerpazo de Thor, que se había quedado con la camiseta en las manos y el amplio pecho desnudo.

“Bueno, es verdad que has subido de peso, pero eso es completamente…”

Bruce se indignó y aventó el resto del postre de manzanas a la cara de Thor.

“Toooonyyyy… ¡Thor dice que estoy gordo!”, exclamó casi con histeria y salió de la habitación.

Thor se lamió los labios y sonrió degustando el postre.


Tu tu tu tututu tu tu piruliiiiiii piruliiiii

Natasha saltó cuando escuchó el tono de misión imposible y casi gritó cuando vio a Tony escondido en el elevador de cargas de la torre.

“¡Stark! ¿Quieres matarme de un susto?”

“Me relaja”, contestó Tony con tristeza apagando el celular.

“¿Sigues escondiéndote de Loki?”

“No me escondo de él. Sólo evito confrontaciones innecesarias” respondió el millonario cruzándose de brazos. “¿Qué haces aquí, Araña? ¿Tú de quién te escondes?”

“Así que sí te estás escondiendo”, sonrió la pelirroja, luego suspiró. “De Clint. Sigue molestando con saber la identidad del padre de mi…”. Nat se interrumpió y se llevó una mano a la boca.

“¡Ajá! Entonces ya probaste el suero. ¿Y? ¿Quién es el padre?”, inquirió Tony ansioso.

“¡No te lo voy a decir!”

“¿Por qué…?”

“¡Toooonyyy!”

El elevador se abrió y entró Bruce con dos cajas de pañuelos bajo el brazo.

“Brucie, ¿otra vez de chivo comiéndote el papel? Tu hijo saldrá como La Momia si sigues así”.

“Es Thor. Dice que estoy gordo…”

Tony rodó los ojos y cuando se dio cuenta Natasha había desaparecido. ¡Demonios!

“Bueno, no serás el único. Dentro de poco Loki lucirá como globo y ni hablemos de Nat… ¡Hey! Podrán montar Los Tres Cochinitos en Broadway”.

Bruce no tuvo tiempo de indignarse porque las puertas volvieron a abrirse.

“¡¿Que ya no hay privacidad en esta casa?!”, exclamó Tony. “No puede uno esconderse a gusto”.

“Te dije que aquí estaban, Thor”, habló Loki. Luego se dio media vuelta.

“¡Espera, Loki! ¿No piensas hablarme nunca? ¡Piensa en nuestro hijo! ¡Dicen que el siete es el de la suerte!”, salió Tony disparado tras su dios indignado. “¡Yo te perdoné que me hayas sido infiel antes de conocernos con un caballo!”

Thor se adentró al elevador y quitó el pañuelo que Bruce ya se estaba llevando a la boca de su mano.

“¿Quieres saber qué opino de cómo te ves?”, preguntó suavemente besando el puchero en los labios de Bruce. “Esto es lo que opino”, susurró con sensualidad llevándose la mano de Bruce a su entrepierna.

Las puertas del elevador se cerraron con el gemido lujurioso del científico.

+++

 

Clint gruñó por enésima vez.

“Nat, es injusto. ¡Quiero saberlo! No puedes negarle esa información al futuro padrino de tu hijo”.

“¿Quién dice que tú serás el padrino?”, inquirió ella frunciendo el ceño. “Y ya cállate porque Wanda está haciendo su cosa con las manos”.

“No nos dejan escuchar la película”, siseó la alterada entre dientes.

Vision, a su lado, no perdía detalle de lo que ocurría en pantalla y tenía los ojos brillantes. Aunque nadie podría jurar que no era por la propia luz de la pantalla.

“¿De qué me perdí?”, exclamó de pronto Pietro llegando velozmente del baño.

“¿Te hizo daño la comida? ¿Por qué estás yendo tantas veces al baño?”, le preguntó Clint.

Pietro se encogió un poco, pero un cojinazo en la cara lo derribó sobre Clint.

“¡Qué se callen!”, gritó Loki limpiándose dignamente los ojos.

Thor y Tony negaron con la cabeza. Mala idea ver ‘Otoño en Nueva York’ con un par de embarazados hormonales. Nat no contaba porque ella ni aunque la estuvieran matando lloraría.

Bruce ya tenía una docena de pañuelos usados en un montoncito a su lado. Thor le acariciaba la barriga y se aseguraba de que no se comiera los pañuelos usados.

Steve sonrió al verlo mojando la camiseta de Thor, y es que la película sí estaba para llorar. De pronto escuchó un ruido de absorción de mocos a su lado. Y casi escupe el refresco cuando vio a Bucky con una solitaria lágrima rodando en su mejilla.

“¿Buck?”

“Me entró una basurita al ojo”, susurró Bucky sin mirar a Steve y con las mejillas teñidas. A Steve ya le estaba preocupando un poco que Bucky estuviera un poco emocional últimamente.

+++

La cama se movió otra vez y Thor se giró para acomodarse mejor.

“¿Thor?”

“¿Mmmh?”

“Thor, despierta”.

“¿Quieres otro masaje en tus hinchados pies, amor mío?”, preguntó el dios soñoliento.

“No. Quiero que me ayudes a levantarme para caminar un poco. Creo que el bebé se está acomodando para salir”.

“Vale, en un momento… ¡¿QUÉÉË?!”

“Estamos en días y me duele”, rió Bruce cuando Thor se incorporó tan rápido que casi se cae de la cama. Luego miró al techo. “Friday, ¿ya le avisaste a Tony y a la doctora Cho?”

El señor Stark está corriendo como histérico en círculos. Y la doctora Cho viene en camino a la torre con su equipo

“Gracias. Thor… ¿Thor, estás bien?

“Claro, por supuesto. Bruce, no te preocupes. Todo saldrá bien. Sólo es un bebé… ”. dijo Thor rápidamente y se precipitó fuera de la cama para ayudar a Bruce a levantarse.

Los nueve meses habían pasado como en un sueño, y su relación se había fortalecido. La llegada del primer bebé a la torre Vengadores era algo que todos esperaban impacientemente. Afortunadamente durante ese tiempo sólo fueron llamados a batalla en un par de ocasiones, y en las dos Bruce participó desde la torre y sin necesidad de Hulk. Era extraño, pero era como si Hulk tampoco tuviera ganas de salir sabiendo que podría lastimar al bebé. Como fuera, Bruce estaba agradecido.

Un par de horas después Bruce ya era llevado a la sala quirúrgica que se acondicionó en la torre. Gracias a Hulk también, el científico era mucho más tolerante al dolor que el promedio, así que sólo gemía suavemente durante las contracciones. Sería una cesárea, lógicamente. Quería seguir utilizando su trasero, gracias.

“¿Dónde está Thor?”, preguntó a Loki que se había empeñado a estar con él.

“Fue a por Odín y Frigga”, contestó Loki un poco admirado de la fortaleza de Banner mientras se sobaba su propia barriguita. A él le había dolido un infierno sus seis anteriores partos, ya no se diga cuando parió a Sleipnir, con sus ochos patas.

“¿Por qué ahora?”, gruñó Bruce en pánico.

“Es una tradición Asgardiana que los padres del padre estén presentes durante el nacimiento del primogénito”.

El pánico aumentó en Bruce… ¿Odín y Frigga durante su parto? Miró hacía el vidrio para ver a sus amigos: Tony se mordía los labios mientras sostenía una cámara de video, Pietro estaba muy pálido, Clint le alentaba con los pulgares arriba, Natasha envolvía su suéter sobre su apenas visible barriga. Wanda y Vision sonreían suavemente y Steve… ¿Steve estaba sosteniendo a un desmayado Bucky?

Un nuevo e intenso dolor le hizo gritar de verdad.

“El bebé está listo”, dijo Helen con premura a su equipo.

“¡No! ¡Thor debe estar aquí!”, exclamó Bruce con la voz entrecortada.

“¡Sí, pero no me destruyas la mano, Banner!”, gritó Loki intentando zafarse del agarre. "¡La necesito para golpear a Stark!"

Notas finales:

Y ahora sí:  el final en el próximo.

¡Muchas gracias por sus reviews!

Ah! ¿Quieren nene o nena para Thor y Brucie?

¡Besos!

Látex.


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