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Amor Retorcido por NataLilo-chan

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Notas del capitulo:

Iwa-chan luego de su fallida confesión a Oikawa y que este lo rechazara cruelmente, triste y abandonado, se encuentra con la persona que menos espera en el parque ¡El enano de Karasuno!

Cosas que Iwaizumi creía olvidadas, vuelven para hacerlo empatizar con el pequeño y su hermanita.

Dolorosos recuerdos y el nacimiento de algo especial <3

 

 

 

Los personajes no me pertenecen, son obra de su autor Haruichi Furudate

   La persona que menos esperaba se aparece de repente frente a mis ojos, debo de tener algún mal de ojo o simple y llanamente mala suerte, la peor suerte del mundo.

Me siento el sujeto más desdichado del mundo y me encuentro con uno de los sujetos más molestos que podría encontrar, es que en serio, ¿Qué mierda hice para que las cosas resultaran de este modo?

-Oh, cierto- me respondo- me confesé al que era mi mejor amigo, ??¡mierda! Vuelvo a recordar todo y un nudo se hace en mi garganta y mis ojos se inundan de lágrimas, maldición, ya estaba sopesando todo, entonces ¿Por qué?.

 
-Natsuu, dónde estás?

- Ahhhhh El-el AS de Se- Seijoh- alcancé a oír.

No quise ni mirarlo tenía los ojos llorosos y rojos, la niña me estaba mirando fijamente, no sabía ni qué decir, pero su pequeño rostro tenía un dejo de preocupación, los niños son tan especiales, sin darme cuenta, ella empezó a tocar mi frente, como si tratara de consolarme-

-¿Qué pasa? oí un poco más de cerca la voz del enano.

Ello me hizo reaccionar dando un leve respingo

-Niichan, estás bien?- Me decía ella

- ¡Lo estoy!

Traté de parecer convincente, pero mi voz se escuchó casi como un sollozo, y las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas, sin que pudiera hacer algo al respecto.
 
-Ahhh, ¿estás bien?- Dijo el enano

-Niichan no seas tonto, está llorando, algo debe dolerle, ve a buscar una ambulancia o llama alguien, debemos llevarlo al hispital, estaba aquí en banco recostado, así que algo grave debe tener.

Decía la pequeña, tomando del brazo a su hermano-
 
-Lo siento, estoy bien.

Dije limpiándome las lágrimas.

-Es solo...

Trataba de hablar correctamente, pero sentía un nudo en la garganta.

-Es solo que estoy algo frustrado, acabamos de perder nuestra última oportunidad de ir al torneo Nacional, así que, además...-

No me sentí capaz de seguir, al final terminé recordando todo lo de esta tarde con Oikawa-.
 
-Waaaaah! Eso es duro, Tan bueno es el el Equipo de Ushiwaka Japan?- dijo el enano, sorprendido y con una cara de terror en su rostro.
 
-Ushiwaka Japan?- ¿Pero qué? Já! hahahaha qué apodo es ese?-

Ese ridículo apodo, me hizo olvidar por un  instante lo que había pasado junto a Oikawa, el que se suponía era mi mejor amigo, y que me trató peor que escoria, incluso me dijo que yo le daba asco, Já, ¿eso era posible? Habíamos sido amigos de infancia, me sorprendió de veras su actuar, pero además, qué podría esperar de un sujeto al que me faltarían dedos para contar las novias que ha tenido, pero ninguna como la tal Rina-chan, perra desgraciada, que la está haciendo de oro junto al idiota!
 
-Sep, perdimos irremediablemente- le dije-

Dicho eso. me incorporé un poco y me senté en el banco

-Todo está bien, ves? Incluso me senté!

Sonreí ligeramente y desordené el cabello de la pequeña Natsu-chan. Es raro, pero siempre me han gustado los niños y más aun, después de definir mi orientación sexual, probablemente porque yo no podré tener hijos y aunque los tuviera, este país vive de los prejuicios, a pesar de que me importa muy poco lo que opinen los demás, no sería capaz de hacer desdichado a un niño a mi lado sufriendo por las miradas hirientes de otros., así que ya estaba resignado desde una temprana edad a la idea de no ser padre.
 
-Wahhh qué bueno niichan- lo decía con una gran sonrisa. Su cálida mirada, me hacía sentir menos miserable.
 
-Pero no creo que eso sea todo- Dijo el enano-.
 
-Eso es todo- respondí apresudaramente-.
 
-No lo creo. De ser así el "GRAN REY" estaría contigo, o alguno de tus compañeros, no sé, cuando estás en tercero y es tu última oportunidad de estar en el campeonato nacional, y todos comparten tus mismos sentimientos, entonces, se supone que deberían estar apoyándose entre ustedes- eso es lo que pienso-.
 
-Bonito pensamiento-

-Pero no es lo que siempre ocurre, somos chicos, debemos dar el ejemplo a nuestros Kouhais, y aunque se llore en la cancha, fuera de ella a menos que seamos muy cercanos, nadie estará en grupo tratando de consolarse.
 
-Entonces, ¿Por qué no está el "GRAN REY" contigo? por lo que he visto, son muy amigos, por lo que dices, entre ustedes, deberían estarse consolando o dando ánimos. Es extraño.
 
Al oírlo, mis palabras hacía Oikawa resonaban en mi cabeza, sabía que la había cagado, no había sido el momento para declararse, Era la peor clase de mejor amigo que existía sobre la tierra, aun así, lo hecho, hecho está y no había modo de retroceder el tiempo y evitar que las cosas terminaran de esta manera- La voz de la pequeña Natsu-chan me sacó de mis pensamientos- Niichan, tengo hambre!!- Dijo- Su carita que me había parecido cálida hace unos momentos, ahora estaba pálida, eso me preocupó-.
 
-¿Hace cuánto que no come?- le Pregunté, casi en un grito al enano- el me dijo- Para que sepas, Soy Hinata Shouyo y ella no come, casi desde el almuerzo, solo comió una pequeña colación a media tarde- respondió apresuradamente, palideciendo con ello-.
 
-Ohhhh hombre! Cómo puedes ser tan descuidado!!- Dije-

Finalmente tomé una decisión

-Ok. Hinata, vengan. Mi casa queda cerca de aquí, si no les molesta, para que la pequeña tome un bocado o simplemente utilice el baño, porque sospecho que de eso tampoco te has preocupado-.
 
Me quedó viendo boquiabierto

-¿Qué?, ¿Qué te sorprende tanto?- le dije, intentando no golpearlo, su actitud me estaba enfureciendo

-Vamos si no quieres que te golpee y me rapte a tu hermanita- dije eso, pero sonó casi pervertido y un poco perverso, pero solo quería que ella comiera algo, la veía pálida, nada de su cálida mirada anterior quedaba ya-.
 
-Ahhhh!! ¡¿Qué harás qué cosa, degenerado pervertido?!- dijo con un sonoro grito- mirándome con sospecha y palideciendo aun más, si es que eso era posible-.
 
-Ya cállate de una vez y sígueme- dije- dándole un golpe en la cabeza casi por reflejo.

Supongo que el golpear a Oikawa continuamente me creó un mál hábito- Reí por dentro. Toda esta confusión, yo siendo tan amable con otros, dejándome llevar por las emociones causadas, por una niña y su hermano, por un momento me sacó de aquél abismo al que había caído por mi propia culpa. Tomé a la niña en mis brazos. finalmente la cargué sobre mi espalda y nos dirigimos a mi casa.
 
Caminamos, no sin las quejas de Hinata, mi casa quedaba a solo dos cuadras del parque, por ello había ido allí junto a Oikawa, quedaba en medio de su casa y la mía, todos los recuerdos de aquélla tarde se agolpaban de repente en mi mente, aunque no tratara de pensar en ello, había sido rudo la forma en que me rechazaron, pero fue más duro darme cuenta que sabía el secreto de su estúpida novia y no sabía qué hacer con ello.

Peor aun, me declaré, y el que se suponía era mi amigo, me rechazó cruelmente. Hinata pareció notar algo, pues estaba a punto de decir algo, cuando me di cuenta que habíamos llegado.

- Me salvé- me dije- No es que quisiera esconderlo, pero no era el momento de decirlo ni mucho menos la persona indicada para escucharlo-.
 
-Hemos llegado- dije-

-Ahhh qué casa tan bonita- dijo Hinata abriendo los ojos de par en par, eso me causó una leve sonrisa

-No es diferente del resto de casas de por aquí- dije- Y ya deja de hablar-.
 
-Estoy en casa- dije apenas entré- No se escuchó ruido alguno, parecía no haber nadie

¡Vaya sorpresa, nunca había nadie en casa para recibirme!

Me dije amargamente. Pero también, trataba de aparentar de que todo iba bien, a pesar de todo. Por ello también es que había tomado la decisión de quedarme en el parque a pesar de que había sido el lugar donde me habían rechazado, pensé que allí, rodeado de árboles y pequeños pájaros, me sentiría menos solo que estando en el que se suponía era mi hogar- Al sentir que Natsu-chan se movió un poco, logró sacarme de mis pensamientos, una vez más, ¿cuántas veces habían sido ya?- Pasa- le dije finalmente a Hinata-.
 
-Con permiso- dijo- La pequeña Natsu-chan se había rendido por el sueño y el hambre- Apenas entrar, dejé a la pequeña recostada sobre el sofá de la sala, tapándola con mi jersey deportivo-.
 
-Creo que no hay nadie en casa, así que, ¿quieres un té, mientras preparo algo para comer?- En sí no tenía ganas de comer, pero al verlos a ellos, me producía un dejo de compasión que me hacía pensar en que quizás debía probar también un bocado o algo, sentía el estómago revuelto, pero a la vez me sentía vacío- En eso lo invité a la cocina-.
 
-Ok, un té no estaría mal- me dijo, con su mirada fija- sospecho que aun desconfía de mi- me dije

-Ahhh muero de hambre!!- dijo casi al instante- Puse a hervir el agua, ésta no demoró mucho, puse un par de tazas sobre la mesa, él cayó rendido sobre ella.

Hablamos de cosas varias, sobre todo de Voley, que era lo que nos apasionaba quizás la única cosa que teníamos en común, me contó cómo se fascinó por el deporte, luego de ver al "Pequeño Gigante" en las nacionales, durante el campeonato de primavera, también de cómo era su vida soportando al engreído de Kageyama, que a pesar de que lo hacía rabiar, sentía una gran admiración por él. Era el jugador de su generación más talentoso, para él. 
También me preguntaba cómo había sido mi vida soportando a Oikawa

-Más o menos, tú ya sabes cómo es- Respondí. 

-Ahhhh sí, un tipo con una personalidad horrible, no me gustaría tenerlo cerca por mucho tiempo- Me dijo totalmente serio.

Le quedé mirando sorprendido, pero a la vez me sacó una sonrisa.

-Ciertamente, hay que tener mucha paciencia, para estar cerca de él- le respondí.

No podía evitar que al hablar de él, se me estrujara el corazón, y el nudo en mi garganta se hiciera más notorio, sin embargo, seguimos hablando un rato más, yo intentando ocultar mi pena, cuando de pronto sentí como que había dejado pasar por alto algo muy importante

Al final , un par de preguntas, asaltaron mi mente, como un balde agua fría, ¿Qué hacía él allí en el parque junto a su hermanita? luego- ¿Dónde están sus padres? o ¿Si lo dejaron cuidando de ella, no se supone que deberían estar preocupados y buscándolo? todas estas interrogantes, me hicieron palidecer, puesto que si era así, no era mejor idea llamarlos y decirles dónde se encontraban para que fueran a buscarlos?
 
-Dime Hinata, ¿Cómo es que estás tan tranquilo, sin haberle avisado a tus padres en dónde te encuentras?- dije sirviendo el agua y unos sandwiches que recién había terminado de preparar-.
 
-¿Eh?- dio un pequeño respingo.

-Pues- empezó a decir-

-La verdad es que- se interrumpió-para beber un poco de té y dar un mordisco al sandwich-

-Con Natsu- yo a ella...-

Me quedé en silencio mirando cada reacción de su parte intentando descifrar el cambio de su actitud, si hacía un rato me miraba de manera sospechosa, ahora estaba con la cabeza gacha y los ojos fijos en el suelo, pero aun así, perdidos, en alguna parte, quería indagar, pero me dio deshazón verlo tan cabizbabo.

Eso hizo eco en mi interior, era como si de alguna manera supiera el dolor por el que ellos estaban pasando, o quizás la pequeña no supiera nada y él la había alejado de todo antes de que estallase algo peor.

-Si no quieres hablar, no insistiré, pero te recuerdo que estás con tu hermanita, tus padres son tus padres y se preocuparan por ti, especialmente si estás con ella, solo debes verla, a pesar de haber sonreído mientras nos conocíamos su mirada se veía vacía de algun modo, si estás sufriendo, piensa en ella también- concluí-.
 
-Mi padre, golpeó a mi madre y se fue de casa-me dijo, cuando lágrimas asomaron por sus ojos. Me paralicé, me enmudecí, no sabía qué responder a lo que me decía. Toda mi pena y amargura fueron dejadas de lado por lo que él me estaba contando-.
 
No quería sonar rudo solo atiné a preguntar

-Entonces, ¿te llevaste a Natsu-chan para que no viera nada y así mantenerla alejada de todo?-.
 
-NO. Mi madre quedó hospitalizada y mi padre se lo llevó la policía, ninguno de nuestros familiares quiso hacerse cargo de nosotros, es por ello que hemos estado vagando por los alrededores...

-A Natsu le he dicho que esto es solo un juego y que volveremos a casa lo más pronto posible, pero ni yo sé cuándo pueda hacerlo.

Dijo tratando de contener el llanto, pero las lágrimas no cesaban de caer por su rostro.

No me lo creía.

-Mi madre está grave, y no sé qué hacer, no supe dónde acudir, no podía llamar a alguno de mis compañeros de equipo, porque no soy lo suficientemente cercano a ninguno, entonces, solo he estado vagando por aquí y por allá estos últimos 4 días junto a Natsu-.

Intentó acallar el llanto, pero solo atinaba a limpiarse los mocos y secarse las lágrimas-.

-Llora cuánto puedas, saca todo lo que tienes, eso hace bien, no es bueno que reprimas tus sentimientos y más porque debes estar fuerte, para Natsu-chan, ella te necesitará más que nunca- Haz eso!

Dije eso, mientras desordenaba su cabello con mi mano. Prepararé otro sandwich

-¿Quieres más té? Pregunté. Hinata solo asintió con la cabeza.

 
Sus palabras hacían eco en mi cabeza y miles de imágenes afloraron en mi mente como horribles recuerdos de hace unos cuantos años atrás. Estando a sus espaldas, viejos recuerdos del pasado que creí olvidadas vinieron a mi mente como un torbellino atormentando mi alma y mi ser.

-Creo que en cierta medida lo entiendo- me dije.

Hasta hace poco yo me estaba retorciendo de dolor por el rechazo de mi primer amor, pero ahora estaba escuchando el triste pasar de otra persona, en cierta medida me recordaba a mi, su rostro solitario y mirada vacía, me hacía recordar los días en que mi padre y madre dejaron de venir a casa, cuando lo hacían, solo discutían.

Un buen día, regresando de las actividades del club, me los encontré discutiendo, eran solo vanalidades, como: ¿Por qué no dejas la ropa sucia en tiesto de ropa sucia? o ¿Qué tan difícil es lavar lo que ocupas en la cocina? de eso saltó a insultos de toda índole, gritos por doquier, hasta que mi madre le soltó a mi padre: -Agradezco al cielo que Hajime no sea hijo tuyo!-. 
 
Me quedé helado, ¿Qué era lo que acababa de decir?

Mi padre se quedó paralizado, entonces, en una fracción de segundo, tomó a mi madre del cabello y la arrastró hacia el salón, jamás imaginé que presenciaría semejante escena, pero no pude hacer más que abalanzarme sobre él, cuando quiso azotar la cabeza de ella contra la pared de un puñetazo, el golpe lo recibí de lleno en la cara y fui yo quien azotó su cabeza contra la pared.

Al otro día, al presentarme en el colegio todos me preguntaron qué había pasado, pero solo les decía que había tenido un descuido y me había caído escalera abajo. El sensei encargado de mi clase, no me creyó del todo y me llevó a que me revisara un médico, me sacaron una radiografía y con ello descubrieron que tenía una contusión en la cabeza y una pequeña fisura en la mandíbula.

Por ello no pude hacer actividades deportivas por casi 2 meses, pero además, me dijo que debía informar a la policía por violencia doméstica.

 Supliqué para que no lo hiciera, me miraba con compasión y me dijo:

-Hijo, sé que es difícil para ti, pero debes entender que cuando los adultos cometen errores, deben pagar por ellos, más si están abusando de ti-. Quise replicar, pero sentí mi garganta seca y mi voz se atragantó, no pude responder.
 
El sensei dio aviso a las autoridades, le pedí que ninguno de mis compañeros se enterara, claro, hubo uno que lo supo, porque su madre era íntima amiga de la mía, pero él no dijo nada, ahora que recuerdo, ni siquiera un abrazo como consuelo me dio.

Já, tal parece que no era tan buen amigo como lo pintaba. Después de ese incidente, mi madre evitaba estar a solas conmigo, no me miraba ni me hablaba, su silencio, era peor que aquel golpe que me dio mi padre.

Así continúo, hasta que cierto día de Octubre un año después de toda aquélla conmoción, ella tomó la decisión de que no volvería a casa, me enviaría dinero para mantenerme por mi cuenta- he estado viviendo así desde que tengo 13 años.

-Niichan, ¿dónde estás?- La voz de Natsu-chan me sacó de mis pensamientos, tenía listos los sandwiches, Hinata se había limpiado la cara, pero seguía con rastros de haber llorado

-Lávate la cara- le dije- ¿No querrás que ella se preocupe verdad? Yo me hago cargo. Por mientras, ve al baño, Por el corredor hacia el fondo a la izquierda le dije.

Fue a regañadientes

 
Tratando de mantener la compostura, me acerqué a la niña y le pregunté

-Natsu-chan, dime, ¿qué quieres para comer?

Había recordado todo aquéllo que me juré no volver a recordar, era doloroso, pero viéndolos a ellos, no pude evitar reflejarme en su dolor. Había pasado demasiado tiempo ensimismado con ello, que me obsesioné con Oikawa, creo que fue por ello que le solté todo, en el momento y lugar equivocado- Me culpaba, quizás tratando de bloquear lo crueles que sonaron sus palabras-.
 
-Bolas de arroz, udon y cereal con leche- me dijo con su rostro aun adormilado

-Mmmm no tengo los suficientes ingredientes para el udon, pero qué te parece unos ricos sandwiches, más bolas de arroz rellenas y cereal con leche?

Sus ojos se iluminaron, a pesar de que no era la mejor cena del mundo, quería que comiera cuanto quisiera para saciar su hambre y llenar su corazoncito.
 
-¡Sí. quiero!- me dijo, con una gran sonrisa-.

-Gracias por la comida-

dijo con una enorme sonrisa y empezó a devorar las bolas de arroz, luego los sanwiches, también probaba sus cereal de chocolate con leche, creo que eso siempre me ayudó en cierta medida, cuando era más pequeño.

La miraba mientras disfrutaba de su cena. Definitivamente, esto estaba muy animado, como hacía mucho tiempo no estaba. Verla tan pequeña y tan inocente, me recordaba, cómo era yo a su edad, me hubiese gustado tener un hermano mayor que me protegiera, así como Hinata hacía con ella, recuerdo que a su edad, empecé a notar las primeras discuciones de mis padres, por ello pedía en mi interior, que alguien me protegiera-.
 
Mi casa, que desde que mis padres no vivían en ella, éste lugar me parecía tan solitario y triste, vacío. Tanto espacio para una sola persona, aun así, me esmeraba por mantener todo limpio y ordenado, detestaba el más leve desorden. Pero, estaba solo, recuerdo que Oikawa se negaba a venir, me invitaba a la suya, quizás porque sentía que podría estar más cómodo sintiendo el calor de un hogar, como lo era el de él, me gustaba mucho esa parte de su personalidad, el que buscara formas de hacerme sentir bien, aunque no fuera siempre y a pesar de no ser del todo atento, siempre me dedicaba una sonrisa para subirme el ánimo.

De pronto recordé, lo que había ocurrido durante la tarde, le di un par de vueltas en mi cabeza, pero no había forma de saber cómo reaccionaría al día siguiente, o si ya,  le había contado a alguien, en eso estaba, cuando Hinata volvió del baño.

-¿Te encuentras mejor? le pregunté-.
 
-Sip. Gracias por todo. Después que Nats-Natsu termine de co...comer, nos iremos- Me dijo.

No sé por qué, pero ya Sabía que me diría eso, si era casi de telenovela lo que le estaba pasando, yo solo atiné a decir

-Ya es tarde, pueden quedarse, además, mañana es sábado, no hay clases, aunque podrías tener problemas en Karasuno por tus prácticas.

igual yo, no sabía con qué cara sería capaz de mirar a Oikawa. Igualmente le dije:

-Será mejor que llames al sensei supervisor del club y avisarle de tus problemas. Así te evitas regaños.
 
Me quedó mirando y me preguntó:

-¿ Por qué estás haciendo esto? No somos amigos, más bien somos enemigos, además de unos perfectos desconocidos!
 
-Cuando tienes problemas, creo que es importante que puedas confiar en otros, es difícil, lo sé. Además, en cierto modo, me veo reflejado en tu historia- le Dije sin pensarlo.

Le estaba revelenado mis secretos a este chiquillo, que apenas conocía de vista, y con quien solo habíamos hablado largamente solo hasta esta tarde. Finalmente decidí abrir mi corazón, y dejar al descubierto todas las heridas del pasado.

Creo que de alguna forma, buscaba el consuelo, en cualquier persona, en este caso, al tener una historia similar, no pude más y solo dije:

-No te has preguntado ¿Por qué mis padres no están en casa? O ¿Por qué todo parece tan lúgubre y solitario? Se supone que un hogar está más lleno de vida, hay más iluminación, está lleno de recuerdos felices y esas cosas-.
 
-¿Eh?.

Me quedó viendo, luego volteó a mirar por todos lados, Natsu-chan seguía devorando los sandwiches luego solo dijo:

-Es cierto, cuando llegamos y no había nadie pensé que era porque trabajaban, pero en el baño, solo hay cambios de ropa que solo podrían ser tuyos, o también, noté que solo hay un cepillo de dientes. Quiere decir que estás viviendo solo?
 
-Aaaahhh~ *suspiré*esa palabra, al fin fue dicha. Era cierto que vivía solo, pero nunca había tenido la oportunidad de hablar del tema, Oikawa nunca me tocó el tema, tal vez pensó que eso me haría daño y lo evitaba o tal vez nunca le interesé realmente.
 
-Vivo solo, desde hace algún tiempo, creo que tenemos más cosas en común que solo el voley- le respondí- con una amarga sonrisa en mi rostro.
Hinata solo me quedó viendo, como si comprendiera mi dolor y empatizara conmigo, después de un largo silencio, finalmente dijo:
 
-Ok, creo que mañana llamaré al sensei y le explicaré mi situación-.
 
-Creo que es lo mejor que puedes hacer por ahora, la ayuda de un adulto siempre es necesaria en este tipo de situaciones. 

Me parece bien que piense hablar con alguien más, eso le ayudará a sopesar de mejor forma todo lo ocurrido, sin tener que cargar solo con toda la carga, pero también es especialmente bueno para su hermanita- me dije-. 

Natsu-chan por fin terminó de cenar, quizás no era lo apropiado para una cena, pero tenía el estómago lleno, eso ya era un gran paso.
 
 
-Bien, ahora te mostraré dónde dormirás junto a Natsu-chan, sígueme-.

Lo llevé a la habitación que había sido de mis padres, la cama aun estaba intacta, la habitación estaba aireada, pues procuraba que si alguna vez alguno volvía a casa, encontrara todo tal cual cuando lo dejó! Aun tenía esa tonta esperanza, lo único que sabía, es que una vez terminado el colegio, me iría muy lejor para nunca más volver a ese lugar que solo me traía recuerdos tristes y dolorosos.
 
-Muy bien, aquí estamos-. dije al llegar a la habitación, me pareció que no había entrado en ella desde hace muchísimo tiempo a pesar de que abría las ventanas a diario para ventilar, quizás sea, porque hay gente que está a mi alrededor y no me encuentro solo como de costumbre-.
 
- Woah qué bonita!- dijo Natsu. Y la cama se ve enorme!
 
-¿Estás seguro de esto?- Me preguntó Hinata-.
 
-No hay problema, después de todo, nadie ha ocupado esta habitación en años, no creo que alguien se enoje porque las cosas cambien ahora, no creees?- respondí

-Ok, ven Natsu, ayúdame a arreglar la cama, aquí hay sábanas, almohadas y colchas, le dije sacando todo, desde un gran clóset pegado a la pared que se escontraba frente a la cama.
 
Cuando por fin terminamos de arreglar todo,no quedó más que decir:

- Buenas Noches-.

Finalmente me fui a dormir, pero todos los recuerdos de ese día se transformaron en pesadillas. El recuerdo de mis padres, Oikawa, la zorra de su novia, la derrota frente a Shiratorizawa, todo, casi no pegué pestaña esa noche, pero por alguna razón, al finalizar la noche, quedé con la sensación, de que no todo había sido tan malo, aunque cuando desperté por la mañana, había rastros en mi cama de que había llorado, probablemente haya sido durante el sueño.
 
Durante la mañana Hinata por fin se comunicó con el sensei, él muy asustado le dijo que haría todo, para que estuviera bien y no pasara peripecias, era un buen sensei, después de todo, algo torpe, pero uno que siempre le daba ánimos. según lo que contaba Hinata.

Esa misma tarde recibió la noticia de que su madre saldría del hospital, con ello, él tendría que volver a su casa, por fin Natsu-chan, estaría con su madre. Para los niños pequeños, es importante que estén con los padres, así no se sienten frágiles ni inseguros.
 
Era extraño, solo había pasado con ellos unas pocas horas, pero sentía que cuando me dejaran, volvería a la soledad de esta casa tan grande, aun así, me alegraba, de que al menos ellos, pudieran tener alguien con quien estar, en su hogar.

Yo no asistí al club, aun teníamos la oportunidad de presentarnos, pero me excusé, no me sentía de ánimos, para ver la cara de Oikawa, no tenía la fuerza mental para hacerle frente a sus palabras. Así fue como pasé todo el día jugando con Natsu-chan, pero también hablando con Hinata, creo que es la primera vez que le expreso a alguien, mis miedos y temores además de contarle la historia de mis padres.

Se quedó sorprendido cuando le dije que estaba viviendo solo desde que tengo 13 años, me causó  un poco de risa que mientras me decía que no llorara, él comenzó a llorar, los mocos le corrían por la nariz, fue un momento bastante jocoso. También le conté cómo me había confesado a alguien y que me había rechazado cruelmente-. 
 
Justo se detuvo en ese punto, no sé cómo ni de dónde sacó la conclusión de que me había confesado a Oikawa, pero me quedé helado, a pesar de parecer un poco idiota, podía llegar a ser muy perceptivo.

Realmente no tenía escapatoria, me había descubierto. Quise de buenas a primeras mentir, pero finalmente cedí ante mi propia desesperación y el deseo de poder hablar del tema, todo lo de Oikawa me provocaba una tristeza enorme, así que no tuve más remedio que asentir ante su conjetura.

Con todo dicho, no me quedó de otra que aceptar mis sentimientos, le conté cómo había pasado todo, las crueles palabras del que era mi mejor amigo, la infidelidad de su novia, en fin, le solté todo. Me tomó por sorpresa lo que me preguntó después:

- O sea, ¿eres G-Gay? O solo te gusta "El GRAN REY"?

Me quedé mirándolo y respondí francamente:

-Pues, puedo decir que Soy gay, solo me gustan los chicos, las chicas no me desgradan, pero no me llaman la atención. Al terminar la frase, él se quedó en silencio, luego de un rato, éste se volvió un silencio incómodo.

Me sentía a gusto hablando con él, pero si me rechazaba después de oír todo, no me molestaba del todo, el volver a mi rutinaria vida solitaria. Después de todo eran varios años con el mismo estilo de vida, gracias al cielo, cuando volvió a emitir palabra me dijo que se había sorprendido...

-No me cabe duda- le respondí.
 
-Debe haber sido duro, cuando el "GRAN REY" te trató de esa manera...

-...

-Aunque también debió haber sido un shock para él...

-...

 

-Es como imaginarse a Yamaguchi declarándosele a Tsukishima, en verdad es complejo, pues son amigos de infancia, y sin mencionar su horrible personalidad, por otro lado, nada justifica sus palabras, son amigos después de todo-.

-...

-Aunque era esperable, si me cuentas que te faltan dedos de las manos para contarle las novias-.

-...

-Hmmm, no creo ser capaz de darte algún consejo, solo puedo decir que debes ser fuerte, porque debes enfrentarlo en algún momento, asisten al mismo club, además son compañeros de clase...

-...

-Todo ello hace más complejo el panorama...

-...

-solo puedo decir, que debes contarle lo de la novia, aunque probablemente no te crea y se enoje contigo porque piense que te lo estás inventando, en ese caso, hablar con ella, no, eso tampoco funcionaría, si ni siquiera se espantó cuando la pillaste in situ, nada cambiaría las cosas...

-...

-Solo sé, que debes hablar con el "GRAN REY" Y tratar de encontrar alguna manera de no perder su amistad-.

Me quedé mirándolo, de cierta manera, me pareció genial la forma en que me decía las cosas, directo y franco, pero sin maldad en sus palabras. 

 
Al oírlo, me quedé en blanco, él realmente empatizaba con mi dolor, de alguna forma todo mi sufrimiento se disipaba de algun modo, me sentía a gusto hablando con él, era la primera vez que me pasaba. Por primera vez me sentí valorado. Cada vez que él me daba ánimos para seguir adelante, mi corazón se llenaba de una calidez que desconocía, tal vez porque nunca había tenido la oportunidad de hablar de esto con nadie, o simplemente porque él era especial que escuchándome, me hacía sentir cómodo no sé, creo que es la primera vez que experimento esto, el conversar tan apaciblemente con alguien, que te escuchen, ser reprendido en momentos, creo que por primera vez, estaba conociendo el significado de la palabra AMISTAD. 

¿Así se siente, el hablar con un amigo? Nunca había hablado de estos temas con nadie, ni con mis compañeros ni con quien se supone era mi mejor amigo, tal vez también, porque yo trataba de poner barreras entre todos, porque no quería que aquéllos que me conocían desde la primaria y secundaria descubrieran quién soy. Quizás temía de sus reacciones y posible rechazo, ya era rechazado por mis padres, que lo hicieran aquéllos con quienes convivía día a día, podría haber sido el golpe de Nock Out que necesitaba para terminar por hundirme en la más absoluta soledad y amargura.  
En estos momentos, experimentaba un sentimiento distinto, no quería aceptación de parte de Hinata, solo pedía que me escuchara sin prejuicios de por medio. Era un sentimiento extraño, pero a la vez cálido. 
 
Ojalá hubiese conocido a Hinata Shouyo, antes de meter la pata con Oikawa, a quien quiero, a pesar de todo lo que dijo, pues quizás con su amabilidad, podría haber sido capaz de pensar mejor las cosas, en parte, lo vi como la voz de mi conciencia, me decía las cosas de frente y sin rodeos, a pesar de que en momentos, parecía tener dificultades para expresarse.

-Gracias por escucharme y no condenarme le dije-.

Me quedó viendo y me dio una palmada en la espalda y me dio ánimos para hablar con Oikawa.
 
 Al finalizar el día, y compartir juntos los tres, intercambiamos números y quedamos en seguir en contacto. Si llegase a pasar algo de nuevo, les ofrecí mi casa como refugio. Era la primera vez en mucho, mucho tiempo que me sentía bien en compañía, nunca pude disfrutar de estos momentos con mis compañeros o amigos, evitaba traerlos a casa, sin embargo, el compartir historias similares, me hace no sentir temor de ser quién soy junto a ellos.

Al irse me agradecieron con una gran sonrisa. Los acompañé hasta la estación, los vi subirse al tren y despedirse afablemente por la ventana.
 
A los pocos días recibí un mensaje contándome que todo iba tranquilo con su madre, que se recuperaba bien y que las prácticas iban de maravilla, además que Natsu-chan siempre peguntaba por mi.
Me alegré al leerlo, luego lo llamé y quedamos en que iría a verlos durante el próximo fin de semana.
 
Ese fin de semana acabó, dejándome como enseñanza, que la persona que menos esperas, se puede convertir en tu refugio, en un valioso nuevo amigo, pero de esos de verdad, que están contigo en las buenas y en las malas. Ese encuentro inesperado, me enseñó, que nada puede ser tan malo, y yo mismo tenía prejuicios con él, los cuales se fueron por tierra, luego de conversar y darme cuenta, que era un buen chico.
 

Notas finales:

Y pues, de veras que lo ha pasado mal Iwa-chan, pero es lindo verlo compartir con Hinata y su hermanita. 

Por fin encontró un refugio donde poder ser quién es, sin tener que ocultar su personalidad a nadie.

 

No quiero adelantar mucho lo que sigue, pero se viene, mala la cosa para Iwa-chan.

 

 

 

Saludos y muchas gracias por sus Reviews


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