Respiración.
En la oscuridad de mi habitación, un sonido turba el silencio que se había acomodado a mi presencia, tres golpes en la puerta de madera me dejan un sabor de intriga en la boca, y me dispongo a abrirla con desdén y pereza, la luz que desprendió al abrirla me deja un leve dolor en las retinas, y por acto reflejo me llevo una de mis manos a los parpados, evitándome así mirar quien estaba delante de mí.
De repente siento un peso sobre mi cuerpo, y escucho el portazo, confundido y con cierto aire de desconfianza, preparándome para lo peor, mi mente idea múltiples situaciones de escape; hasta que un olor conocido llega hasta mis sentidos, dejándome aún más sorprendido.
Los brazos gigantes de Zack se posan sobre mis caderas, y sus suaves labios rozan con los míos, fundiéndose en un beso dulce y suave, trasmitiéndome un sentimiento de calidez y protección, diferente a los besos anteriores, cargados de confusión e indiferencia, me siento cómodo no, quiero separarme.
Sus manos se deslizan por mis caderas, subiendo por mi espalda y acariciando mi nuca, prolongando aún más el beso, mis manos se posaron en su espalda acariciándola levemente; Zack cortó nuestra unión, y pegó su frente a la mía, y pude escuchar un leve susurro.
-Lamento la espera, me he decidió por completo. –Dice en susurros sensuales, siento su aliento, y una descarga eléctrica recorre mi cuerpo. –Cloud, quiero conocerte aún más, deseo ver todas tus expresiones, hacerte enojar aún más, hacerte reír, quiero ver todo de ti.
Aquella confesión me dejó helado, en todo el sentido de la palabra, mis ojos se abrieron como platos, mis labios se abrieron involuntariamente, escuché una pequeña risita por la nariz proveniente de Zack, y sus labios nuevamente hicieron presión sobre los míos. –No tienes que responder nada.
Sus manos se posaron nuevamente en mis caderas, acariciándolas lentamente, dejándome pequeñas cosquillas por donde quieran que pasen sus manos, el beso se intensificaba, y me encontré jugando con la lengua de Zack, pequeños gemidos se me escapaban de entre sus labios, él me respondía de igual forma, gimiendo por lo bajo; sus manos descendían aún más, topándose con mis glúteos, mi respiración se volvió más nerviosa.
Con su peso me empujaba suavemente a lo que posiblemente era la cama, pues mi mente está muy nublada como para poder centrarme en pequeños detalles, su peso hizo tanta presión que resulté sentado en la cama, mirando como Zack pasaba su camisa por su cuello, y su torso quedaba al desnudo, mis ojos se deleitaron delineando su marcado cuerpo, mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa pícara.
-¿Disfrutando de la vista? –Dice hacia mí, con un tono burlón, pero por alguna vaga razón no me importa en lo absoluto, una risa estúpida burbujea en mi garganta, mientras siento un cosquilleo en mi entrepierna.
Nuevamente sus labios se apoderan de los míos, esta vez salvaje y lujuriosamente, sus manos acarician mi torso, quitando salvajemente mi chaleco, lo ayudo en su afán, como si mis prendas me quemaran, sus labios se separan de los míos, y empiezan a recorrer mi piel, dejando tras de sí marcas calientes.
Mis manos tallaban delicadamente su marcada espalda, acariciando su cabello e inhalando su olor mientras siento como sus dientes penetran en mi piel, dándome pequeños espasmos en las piernas, sus manos bajan sensualmente hacia mis pantalones, acariciando levemente mis glúteos y entrepierna, siento pequeños pinchazos placenteros en donde sea que sus manos toquen.
Mis manos se empezaron a mover solas, bajando instintivamente hacia su entrepierna, acariciándola un tanto brusco debido al placer subido a mi cabeza, embriagándome con el pequeño gemido que se le escapó a Zack al estímulo que le acabo de regalar, mi juicio se nubla y mi mente se escapa a un lugar incognito del planeta.
Siento como la habilidosa mano de Zack desabrocha mi pantalón, pequeñas caricias se enredan en la tela de mis bóxers, aprieto mis labios para así ser capaz de controlar los gemidos que amenazan con salir, sin embargo, pequeños sonidos incluso aún más vergonzosos salen de mi garganta.
-No tienes que contenerte. –Ríe por la nariz, mientras me dedica un dulce beso en los labios, volviendo a tomar el movimiento en su mano.
Esta vez, él libera por completo mi miembro erecto y caliente, lo siento palpitar en su mano, ésta desciende lentamente, mientras con su mano libre toma el propio y lo estimula de igual forma, mi cabeza se apoya en su hombro y mi respiración se entrecorta, su miembro caliente se topa con el mío, y esta vez, no puedo evitar el gemido alto y demasiado lujurioso para mi gusto, escucho un leve gemido por parte de Zack, suspirando de placer, mientras siento como sus ojos azules penetran en mi nuca.
-Cloud… Déjame ver tu rostro. –suspira sensualmente en mi oído, mientras niego con la cabeza, siento dientes penetrar la piel de mi oreja, arrebatándome otro gemido, incluso más alto. –Vamos…
Me rindo ante él, levantando suavemente el rostro, y sus labios se apoderan de mi boca, mordiendo mis labios intensamente, mientras el ritmo de la estimulación entre nuestros sexos aumentaba, haciéndome gemir entre sus labios, me sentía morir en esa cama, en esa oscura habitación, en los brazos de ese hombre.
No podía percibir cual era la realidad y cual la ficción, mi mente nublada solo podía percibir la rápida mano de Zack, ascendiendo y descendiendo, juntando nuestros calientes miembros, el corrido pre-seminal se deslizaba por nuestra caliente piel, me sentía ahogarme, no podía coordinar mi respiración, ya no me interesaba ocultar mis gemidos, había empezado a gemir alto y claro, al igual que Zack. –Ngh… Ah… Mmh…
No quería parar, mis caderas se movían levemente al son de las caricias de Zack, logré ver una sonrisa ladeada de su parte, pero me imitó de igual forma, nuestros gemidos se entrelazaban en el aire, mientras nuestros labios se comían entre sí, el nudo que estaba fuertemente atado en mi estómago se desató, cerré fuertemente mis ojos viendo blanco a través de ellos, mi cuerpo danzó al sentir el éxtasis, siento el líquido caliente sobre mi abdomen.
-Ngh. –Escucho delante de mí, abriendo lentamente mis ojos, veo como Zack tiene su cabeza hacia atrás, sus labios entre abiertos y veo como su esperma se desliza suavemente sobre su mano. –Hah, Ah…
Su frente sudorosa se posa sobre la mía, mientras sus brazos rodean mi cadera, caemos recostados en la cama, su brazo pasa por encima de mi espalda, tomándome de cuchara escucho un leve ronroneo en mi oído haciéndome estremecer.
-Eres tan lindo, Cloud. –Dice mientras me besa en la espalda, regalándome una risita ronca, mientras acaricia con su mano mi pecho desnudo.
-Y tu tan tarado. –Rio hacia él, acariciando su mano suavemente, un sentimiento reconfortante y cálido invade mi corazón, me escondo entre las sábanas blancas de mi cama, que se fundían suavemente con el olor de Zack, adormeciendo mi cuerpo, me dejo caer a merced del Morfeo; no tengo palabras para describir lo cómodo que me siento al lado de Zack, pues éste Zack, es diferente al de hace unos días, no tan confundido, no tan molesto, no tan irritante, ahora es… simplemente Zack Fair.