Tú, Yo, ¿Cita? ¡No soy una chica!
El suave viento entra por la ventana, haciendo que las cortinas bailen de un lado a otro, aun no amanece, y mi mirada contempla al pequeño rubio que yace profundamente dormido en mis brazos, su cara inocente hace que mi corazón se estremezca, mis labios se posan en su frente, y mis manos acarician sus mechones de cabello, un sentimiento indescriptible alberga mi cuerpo al escuchar su respiración.
Me levanto suavemente para no despertarlo, coloco mis ropas, y le regalo el último beso en los labios, para luego salir de la habitación con total cautela; todavía me parece mentira lo que sucedió anoche, me alegra de que no haya sido solo un sueño, pero me siento confundido un poco, no de lo que siento hacia Cloud, si no de lo que debo hacer, como lo dije hace alguno tiempo, tengo novia, bueno, no es realmente mi novia, pero digamos que era mi interés amoroso, y creo que yo era el de ella.
Haré lo que dicte mi mente, mentirle, diciendo que ahora mismo no estoy para relaciones, sé que es un poco cruel, pero me parece mejor que decirle que encontré a alguien mejor que ella, eso sí sería cruel, pero bueno, eso no importa ahora.
Al entrar a mi habitación me dejo caer en mi cama, para luego cerrar mis ojos y recordar la noche anterior, una risa estúpida burbujea en mi garganta mientras las imágenes pasan fugazmente en mi mente.
Un cálido sentimiento reconforta mi corazón, el silencio se vuelve cómodo, hasta que es turbado por el sonido de mi teléfono, el incesante sonido molesta mis oídos, y no me queda más remedio que tomar la llamada.
-Zack, te necesito en mi despacho, tengo una misión para ti. –La voz del director Lazard zumba en mis oídos.
-¿Tiene que ser ahora? –Pregunto hacia él, con un tono molesto, justamente cuando había empezado algo bueno entre Cloud y yo.
-Te quejas si no te asigno una, y si te la asigno te quejas. Para tu desgracia, tienes que ser tu o tú.
-Sí, si ya voy… -un suspiro de cansancio sale de mis labios, mientras me levanto de la cama, el pitido que suena por el teléfono me indica que la llamada ha terminado.
Tomo una ducha rápida y me dirijo a la oficina del director Lazard, con desdén y pereza me escurro entre los pasillo, a largas zancadas pero a paso lento, al llegar me encuentro con la cabellera rubia del director, mientras descansa su mentón en una de sus manos.
-¿Y bien? –Me dejo caer en una de las sillas de cuero vino tinto, mientras suspiro de falso cansancio.
-¿Por qué tanta prisa y desinterés ahora? –Pregunta con una sutil sonrisa en los labios.
-Sólo, hallé algo más, interesante, que hacer. –Digo con una sonrisa ladeada.
-Bueno, ante nada eres un SOLDADO de primera clase, y no te puedes retractar de tu decisión.
-Al punto. .. –Digo hacia él, moviendo la mano para que hable.
-Al punto, es una misión de tres días. –Antes de que pueda quejarme su voz se eleva, opacando la mía por completo. -¡Y! no te puedes negar, mi querido Zack.
-Buff, me rindo con usted, pero al menos déjeme unas cuantas horas de descanso antes. –Le muestro las palmas de mis manos, en son de rendición.
-Está bien, pero a cambio, me dará un resultado excelente. –Cierra sus ojos lentamente, para luego dirigirse a sus papales.
Luego de una explicación completamente aburrida de mi próxima misión, me dirijo rápidamente donde acabo de citar a Cloud; una parte alejada de la central, en el bosque de las afueras del sector 8 (Sé que no hay ningún bosque en Midgar, pero vamos que lo necesitaba) al llegar veo como si mirada me sigue, mientras que caigo y me apoyo sobre mis rodillas con la respiración agitada.
-¿Sucede algo malo? –Pregunta hacia mí, colocando una de sus manos en mi espalda, acariciándola suavemente.
-N-No… uff… todo bien, solo una molesta misión. –Recupero el aliento solo para decirle eso.
-¿Y por qué me llamaste? –ladea la cabeza con el ceño fruncido.
-Bueno, tengamos una cita, por… dos horas ¿Qué tal? –Sonrío hacia él, y aprovecho su desconcierto para robarle un dulce beso en los labios.
-¡..! ¿Q-Qué? ¡No soy una chica! –Niega con sus manos, frunciendo aún más su ceño, no puedo evitar reír, mientras lo tomo de las caderas y lo acerco a mi rostro, obligándolo a besarme nuevamente, esta vez, él se rinde al beso, profundizándolo aún más, como si me estuviera desafiando.
No puedo evitar divertirme, no obstante él tiene razón, no es una chica, no nos vamos a sentar a tener un picnic o algo por el estilo, solo charlar, si charlar, no esperen nada más, es decir dos horas es más que suficiente, pero no se salgan de tema, no ocurrirá, no puedo estar cansado para la… misión, ¿Saben qué? Olviden eso, no. Dije. Nada.
Caminamos hacia algún lugar lejos de las personas, nos adentramos más en el bosque, caminando separados pero muy cerca, lo cité a este lugar para tener una “cita” pero ¿les soy sincero? No tengo ni la más remota idea de que decir. –Entonces… ¿Qué?
-¿De qué? –Pregunto confundido hacia él, mientras una risa nerviosa burbujea en mi garganta.
-Tú, me trajiste aquí, para tener una cita… o lo que sea, ¿De qué va todo esto? –Detiene sus pasos para girarse completamente hacia mí, lo imito, mientras quedamos cara a cara.
-Bueno, no sé, te dije que me gustabas ¿No? Que quería conocerte aún más, eso, ¿Está mal? –me acerco a su rostro y lo miro directamente a los ojos.
-No, no está mal. –Acerca su rostro al mío, mientras nos fundimos en un beso suave pero pasional, mis manos se posan en sus caderas, y empezamos un duelo de fuerza, deposito todo mi peso sobre su cuerpo, demasiado para el pequeño, luego que intentara ganarme, caímos los dos al suelo.
Mi cuerpo está arriba del suyo, mientras veo una mueca de molestia, y luego una carcajada invade mi mente, quedo completamente sorprendido al verlo reír de esa manera, siento un cosquilleo en el estómago; al parecer mi falta de palabras llamó su atención, su carcajada cesó, y sus penetrantes ojos azules se clavan en los míos.
-¿Qué? –Pregunta hacia mí, mirándome seriamente.
-Bueno, no quiero que te enfades conmigo, pero lo diré, eres muy guapo cuando te ríes, deberías hacerlo más a menudo. –antes de que se pueda quejar, lo atrapo entre mi labios, mientras me rio entre ellos.
Definitivamente esta fue la mejor idea que se me ha ocurrido en un tiempo, de verdad gracias cerebro.