“9- Odio lidiar con las personas y mucho más con los que fingen ser quienes no son. Creo que me recuerdan a ella…”
Los exámenes estaban pronto a comenzar y la ansiedad por parte de los estudiantes estaba cada vez más presente. Muchos otros también se encontraban de mal humor producto del desvelo por realizar trabajos y tener que estudiar. Severus estaba irritado, los TIMOS lo tenían así en parte, pero por otra, estaban los imbéciles que creían que les haría sus trabajos como el idiota que tenía al frente.
-Ya sabes, la tarea para el viernes, un favor de amigos, ¿no?-era el guardián de Hufflepuff. Ese tipo se había estado sentando a su lado por dos semanas consecutivas en las clases de Encantamientos.
Snape no hizo ni el intento por tomarlos, el tipo pareció molestarse por ello-. Primero, no somos amigos y segundo, use su cerebro para algo productivo-masculló molesto, aunque lo oculto con un tono particularmente frío.
Severus detestaba a las personas, no le gustaba socializar, su círculo de amigos eran un pequeño grupo que apenas y podía contar con una sola mano. Realmente no le importaba que fueran tan pocas porque sabía que esas personas no lo traicionarían. Los lazos eran armas de doble filo y solo había que aceptarlas cuando se estaba seguro que valía la pena correr el riesgo. Detestaba a las personas como ese tipo, que fingían ser buenos y en el fondo solo eran pura mierda, porque había una gran diferencia entre el arte de la manipulación y una mentira que pretendía ser verdad.
Los ojos del otro tipo se oscurecieron y pronto las solapas del uniforme de Snape fueron tomadas con violencia; sin embargo el de ojos negros no se amedrento, palpo su uniforme en busca de su varita, listo para mandar el idiota a volar.
-Oh, no sabía que eras de ese tipo de personas, Bradley-el nombrado se giró algo sobresaltado porque alguien lo viera.
Severus frunció el ceño al reconocer el tono cantarín de James Potter, pero sabía que no era un tono usual, sonaba extraño. Aunque le importaba bien poco lo que le pasara al insoportable Gryffindor.
-Potter…-el tipo pareció algo aliviado de ver al Gryffindor. James sonrió levemente conteniendo la furia- No creo que realmente importe.
El de lentes suspiró con suavidad y después le hizo un gesto a Severus-¡Sev, el profesor Slughorn me dijo que quería hablar contigo antes de las clases en el salón!-el de ojos color miel alzó su mano a modo de una despedida animada-. Nos vemos después-Potter le guiñó el ojo.
Severus le dio una mirada desconfiada, pero aun así se retiró, de todos modos iba a ese lugar antes de que el gorila descerebrado lo abordara.
-¿Es una broma? ¿Puedo ayudar? Snape es molesto, ¿no?-el Hufflepuff lucía algo exasperado.
James se alzó de hombros con la vista todavía fija en el pasillo por el cual se había retirado el otro, cuando se cercioro que no hubiera nadie más giró a verlo, la sonrisa afloró en sus labios. Con pasos calmados y actitud amistosa se acercó al otro, el ambiente estaba tan relajado que realmente tomo por sorpresa al Hufflepuff cuando con maestría puso su varita contra la garganta de este.
-Sev es algo irritable, pero yo también me parezco a él, en ese aspecto. Odio a las personas como tú-ejerció mayor fuerza en la varita, tanto que pudo sentir la vibración que se originó porque el tipo trago saliva nervioso.
Nadie podría juzgarlo porque la usual mueca animada en el rostro del carismático James Potter había desaparecido por completo-. Ahora, pondremos las cosas claras. Intenta vengarte o hacer algo contra él o contra mí y te aseguró que lo lamentaras-soltó al tipo después de una última mirada de advertencia.
Con tranquilidad se alejó para poder ir a las clases de Pociones que compartía con Slytherin. La lista de odio seguía dentro del bolsillo de su pantalón.