Pet Shoppe Fantasies. por Green Bubble

* * *

—¿Una mascota? —preguntó LuHan perplejo al más alto.

—Sí. Deberías conseguirte uno. —Su compañero de oficina y mejor amigo desde la secundaria respondió con una sonrisa. 

—Hay una muy interesante tienda en la ciudad y sus mascotas son increíbles —dijo con una sonrisa—. Voy al menos dos veces a la semana si puedo encontrar el tiempo. —Luhan le dio a su amigo una mirada desconcertada. 

—¿Dos veces a la semana?, ¿cuántas mascotas tienes ahora, Yifan?

—Oh, sólo una. Desde que lo vi, supe que los demás no importaba. —Cuando Luhan levantó una ceja cuestionándolo, se frotó la parte posterior de la cabeza con nerviosismo—. No es como una tienda típica de mascotas, Lu. Ellos sólo… alquilan la mascota por unas horas recomendadas que pidas o la cantidad máxima y es sólo durante las horas de la noche.

—Eso suena un poco raro, Kris. ¿Qué tipo de tienda de mascotas sólo alquila a sus mascotas y sólo abre por la noche?

Yifan suspiró

—Mira, ambos hemos estado trabajando muy duro últimamente y debido a eso en realidad no salimos mucho y no tenemos una gran vida social, por lo que es bastante solitario todo. Es por eso que voy, Lu.

Luhan apresó su labio inferior con sus dientes. Yifan buscóen el bolsillo delantero de su chaqueta, sacó su cartera y la abrió para sacar una tarjeta de negocios. Se lo entregó al chino más pequeño y Luhan lo tomó entre sus dedos y lo leyó. 

“Pet Shoppe Fantasies”

La tarjeta sólo tenía una dirección, pero ningún número. Luhan la volteó encontrándose con el otro lado en blanco. Miró a Kris con una expresión inquieta que adornaba su rostro y Yifan le dio una sonrisa tranquilizadora

—Confía en mí, Luhan. Esto será bueno para ti. Sé que has estado necesitando compañía últimamente, pero eres demasiado tímido para ir por alguien y pedirle una cita. Prueba esto y si no te gusta no tienes que volver. Sin embargo sé que va a ser algo de lo que no te arrepentirás.

Luhan suspiró: —No sé, Yifan. No soy muy bueno con las mascotas.

Yifan sonrió.

—Ellos van a ser buenos para ti, Luhan.

* * *

—Debo estar loco. —Luhan murmuró para sí mismo, cuando él miró hacia el gran edificio con temor. No había señales para identificar lo que el edificio era realmente. Miró la tarjeta que tenía en la mano, para confirmar si tenía la dirección correcta o no, y que era aquel edificio de ladrillo rojo. Observó hacia la puerta, que era de metal y tenía una ventanilla deslizante. Le recordó a una de esas puertas que se ven en las películas y por lo general termina siendo un escondite de alguna pandilla o alguna tira de vagabundos detrás de la puerta. Si Yifan realmente lo había enviado a alguno de esos lugares, el chino no tendría ni siquiera tiempo de arrepentirse ni bien pusiera sus manos en él.

No queriendo estar en medio de la noche mirando tontamente un edificio sin tocar, se acercó a la puerta y llamó. No esperó ni un minuto cuando la pequeña ventana se abrió y un par de hermosos ojos azules se asomaron—. ¿Puedo ayudarlo? —Una voz femenina preguntó cortésmente.

—Uhm. Mi nombre es Lu Han y un amigo mío me dijo que aquí podría conseguir una mascota.

—¿Tiene nuestra tarjeta? —Preguntó ella profesionalmente. Luhan levantó la tarjeta hacia la ventana y aquellos ojos se hicieron para atrás y unos delgados dedos atraparon la tarjeta de Luhan.

La tarjeta y los dedos desaparecieron por la ventana que se cerró rápidamente con un sonido metálico; el ruido hizo estremecer a Luhan. Se quedó allí durante unos diez minutos y cuando sintió que nunca iban abrir y dejarlo entrar suspiró y se dio la vuelta para ir a casa. Se detuvo en seco cuando oyó la puerta abierta y volteó; sólo para jadear ante la vista que lo saludó. En el interior de la puerta, había una hermosa mujer de raza caucásica, con el pelo de oro que caía hasta la cintura, ojos azules amables y pequeños labios rosados que se convirtieron en una suave sonrisa. Llevaba un traje formal blanco que se ajustaba en todos los lugares correctos. Ahora Luhan no era una persona que se volviera loco por las mujeres, pero ella le causó un hormigueo en algunos lugares y esa extraña sensación le hizo sonrojarse.

—Siento haberle hecho esperar, Sr. Lu. Por favor, entre. —Hizo un ademán. Luhan entró y la misteriosa mujer cerró la puerta con llave, echándole seguro. Tragó saliva y miró a los ojos azules hipnóticos. La sonrisa de la mujer se ensanchó—. Bienvenido a 'Pet Shoppe Fantasies’. Por favor, sígame.

Luhan siguió a la mujer, que lo condujo por un pequeño pasillo. Llegaron a otra puerta, ésta parecía hecha de algún tipo de madera negra, la mujer se acercó y la abrió. Fue conducido al interior de una pequeña sala de estar. Dentro había una pequeña mesa con una taza llena de plumas, una silla y lo que parecía ser un archivador en la esquina. No había nada más. En el otro lado de la habitación había otra puerta igual por la que él llegó. LuHan se dio la vuelta, sorprendido cuando escuchó un sonido abrupto y se dio cuenta de que la mujer los había encerrado en el interior.

—¿Qué está pasando? —preguntó con incertidumbre.

—Pido disculpas si la situación le incomoda, Sr. Lu. Es sólo nuestra sala de estar donde atendemos a nuestros nuevos huéspedes y llenan la información en los formularios antes de presentarles a las mascotas —respondió ella sin problemas. La respuesta lo calmó un poco, pero todavía estaba nervioso—. Por favor, siéntese y llene el formulario.

Luhan vaciló, pero asintió con la cabeza y fue a sentarse en la silla siguiendo las instrucciones. Observó a la mujer dirigiéndose hacia al archivador y abrió un cajón superior. Arrancó un trozo de papel y cerró la gaveta. Se acercó a la mesa y acomodó el formulario frente a él. Dio un rápido vistazo al papel y luego la miró—: Esto parece ser demasiado para una mascota.

Ella levantó una ceja curiosa en cuanto a lo que quería decir con eso y luego pareció darse cuenta de a lo que se había referido y ambas cejas se elevaron por la sorpresa

—Bueno, puede parecer de esa manera a alguien nuevo, sin embargo, estoy sorprendida de que la persona que le dio la tarjeta le diera tan pocos detalles acerca de qué es lo que hacemos aquí.

Luhan se encogió ante sus palabras

—No es nada ilegal, ¿verdad?

—No completamente.

Palideció. Imágenes de estar involucrado con la actividad ilegal y de ser enviado a la cárcel por ello le hizo sentir un poco enfermo

—No estoy seguro de que pueda hacer esto.

La mujer se apresuró a tranquilizarlo—: No está haciendo mal, Sr. Lu. Es sólo que es un poco diferente a las normas de la sociedad. Nuestras mascotas son de primera clase y no encontrará nada similiar en ningún otro lugar.

 — ¿Son animales exóticos?

 —Entre los más exóticos conocidos por la humanidad —sonrió cálidamente—. Y mágicos.

Luhan no podía evitar sentir curiosidad por estos exóticos animales mágicos. Asintió con la cabeza y comenzó a leer su formulario. Tenía las preguntas estándar como cualquier otra forma tendría: nombre, fecha de nacimiento, sexo, estado civil, número de teléfono y dirección. Entonces comenzó el cuestionario.

1.) ¿En qué tipo de mascota está interesado?
2.) ¿Hombre o mujer?
3.) ¿Qué rasgos de personalidad prefiere en su mascota?
4.) ¿Qué rasgos de personalidad le gustaría evitar en su mascota?
5.) ¿Gusta de una mascota dominante o sumisa?
6.) ¿Prefiere mascotas robustas, delgadas o suaves?
7.) ¿Alto, mediano o pequeño?

Luhan levantó una ceja dudoso. Algunas de estas preguntas eran un poco extrañas para pedir en una mascota. No estaba seguro de cómo responder a algunas de ellas. Por otra parte ellos seguían sin dar muestras de las mascotas de buenas a primeras, por lo que supuso que tenían unos cuantos y los habían organizado para ayudar a los clientes a tomar una mejor opción. Sin embargo, la octava pregunta lo dejó perplejo.

8.) ¿Cuál es su razón para venir a nuestro establecimiento?

¿No era obvio por qué la gente tiene animales domésticos? Cogió una pluma de la copa, sacudiendo la cabeza, extrañado, y empezó a colocar sus respuestas en su lugar.

1).Cualquier tipo de mascota está muy bien.
2.) El sexo no tiene importancia.
3.) Me gustan los animales domésticos que son obedientes pero no dóciles. Tiene que ser leal y quiero una mascota que sea amigable y a la que le gusten los mimos.
4.) Me gusta el silencio, así que no quiero una mascota que sea demasiado ruidosa. Yo tampoco quiero una mascota a la que le guste hacer desorden.
5.)?
6.) ¿Delgado?
7.) Me gustan los animales domésticos grandes
8.) Estoy un poco solo, por lo que el compañerismo, por supuesto.

Luhan miró por encima sus respuestas y asintió. No estaba muy seguro de lo que significaba la pregunta cinco y esperaba realmente que esas preguntas le guiaran por un buen camino para escoger su mascota. Firmó su nombre en la parte inferior y se lo entregó a la mujer que esperaba. Ella sonrió y tomó el formulario de sus manos.

—Espere aquí unos minutos, por favor. Voy a entregar su formulario a Lady Dannielle y cuando ella esté lista para usted, se escogerá a su mascota por la noche.

—¿Lady? —Luhan palideció. Ella salió de la habitación sin contestar y sintió un sudor frío recorrerle la sien. «Oh Dios, estoy en un burdel». Puso los codos en la mesa y enredó las manos con preocupación en su cabello. «¡¿Cómo diablos pudo ese idiota enviarme a un burdel? Voy a matarlo tan pronto como esté fuera de aquí!»

Esperó lo que parecieron horas, aunque en realidad sólo fueron 10 minutos. Por fin la mujer había vuelto.

—Mi lady está libre para atenderlo.

Luhan temblorosamente se puso de pie.

—Mira, lo siento, pero no puedo quedarme. No tenía idea de que estaba siendo enviado a un lugar como este. Por favor, ¿podría mostrarme el camino hacia fuera?

Ella le dio una mirada no muy agradable y tomó el brazo de LuHan entre los suyos, jalándole por la puerta por la que había entrado.

—Usted verá a Lady Dannielle primero y si sigue sintiéndose incómodo, entonces ella va a dejarlo ir.

—¡P-pero estoy incómodo ahora! ¿No puedo irme? —Preguntó entrando en pánico.

—Ni siquiera ha intentado ver a nuestras mascotas, Sr. Lu. ¿Cómo sabe que no va a gustarle si no ha probado primero?

Luhan sintió un poco de enojo ante la persistencia de la mujer. No le gustaba eso ser jalado y mucho menos hacer algo que no quería. Chasqueó la lengua.

—No quiero tener nada que ver con tus putas.

El apretón en el brazo de repente se hizo más fuerte, la mujer ejerciendo una mayor presión y Luhan hizo una mueca de dolor. Ella se detuvo en sus pasos y le dio a Luhan la mirada más gélida que había visto en su vida.

—Nuestras… mascotas… no… son... putas —afirmó con tanta firmeza que él sintió que se encogía.

—Lo-lo siento. P-por favor, sólo déjame i-ir —pidió en voz baja.

—Alexia, deja de hacer que nuestro huésped se sienta incómodo. —Ambos se volvieron a la voz sensual que había hablado y Luhan sintió como si sus ojos se salieran de sus orbes. Esa era la segunda vez en una noche en que una mujer le había hecho sentir cosas que normalmente no sentiría y le hacía sentirse aún más incómodo de lo que ya estaba ahora. Si 'Alexia' le hizo sentir un cosquilleo, entonces ella le había hecho vibrar.

Sintió que sus mejillas se calentaban y sus palmas comenzaron a sudar. Exóticos ojos verdes dorados lo miraron profundamente y sintió que su boca se secaba cuando los mullidos labios le sonrieron. Alexia se inclinó y luego se puso de pie.

—Mis disculpas, señora. Él estaba hablando mal de nuestras mascotas y yo reaccioné mal. No sucederá de nuevo.

—Entiendo perfectamente, querida. Los nuevos clientes suelen ser tímidos en la primera visita. Especialmente los que nos confunden con una tienda de mascotas. —Ella sonrió amablemente a un LuHan asombrado y se acercó a ellos.

Luhan no pudo detener que su mirada cayera más abajo en las curvas que el vestido de la mujer mostraba

«¡¿Qué demonios me sucede?! Ni siquiera siento atracción por las mujeres.»

Alexia de repente soltó su brazo y salió de su ensimismamiento cuando un cuerpo diferente tomó su lugar. Sabía que se iba a desmayar si el agarre no disminuía la presión.

—¿Estás bien, Luhan?

—A decir verdad, no estoy tan seguro. Tengo muchas ganas de volver a casa.

—Entiendo su dilema, Luhan. Usted es una persona amable y no se hubiera atrevido a pisar un lugar como este por su cuenta si usted habría sabido lo que era. Supongo que la persona que le dio la tarjeta lo sabía, así que no quiso decirle por eso. —Lady Dannielle adivinó.

—Eso suena como algo que él haría. —Luhan se quejó.

—Si no le importa decirme, ¿quién le dio la tarjeta?

—Mi pronto-muerto mejor amigo, Wu Yifan —dijo entre dientes.

Lady Dannielle rió.

—Ah, Yifan. Nuestro pequeño Taozi está muy encantado con él y viceversa. —Luhan le dirigió una mirada de asombro y ella se rió—. Yifan era como tú, uno de nuestros empleados le dio nuestra tarjeta. Esa es la única manera que se introducen nuevos miembros. Una vez que se le invita y pasan nuestros criterios, se le da pases gratuitos para volver, luego la membresía. Yifan, por supuesto, tuvo un atisbo de lo que realmente era esto, pero después de la primera noche, cuando le presenté a Zitao, cedió.

—Yo no soy como Yifan. Yo ni siquiera quiero participar.

Lady Dannielle tarareó.

—No quiero presionarte, Luhan, pero, francamente, no quiero que te vayas todavía, por lo que los servicios de esta noche serán gratuitos para ti.

—Pero...

—Nuestro establecimiento se llama 'Pet Shoppe Fantasies' —enfatizó—. Sucede lo que usted desea que suceda. No tienes que hacer nada que no deseas. Todo depende de ti.

La duda seguía en LuHan.

—¿Cualquier cosa que quiera? ¿Qué exactamente implica eso?

La señora Dannielle sonrió.

—Bueno, para empezar, un pequeño puñado de clientes sólo vienen aquí a hablar.

—¿Sólo para hablar?

—Eso es correcto.

 Luhan se sintió intrigado.

—Uh, ¿qué más?

 Lady Dannielle rió.

—A algunos les gusta venir para sentirse amados. Otros para hablar de cómo fue su día y así sucesivamente. Se trata también de la fascinación. Pero sobretodo es sexo, Luhan, no voy a mentir. Sin embargo, como he dicho, es hasta donde tú quieras.

Luhan reunió las posibilidades en la cabeza. Podría dejar que ella eligiera una de esas mascotas para él y ellos sólo hablarían. Entonces lo dejarían salir y no tendría que hacer nada sexual. No iba a dañarlo eso.

—Bien.

—Excelente. Ahora que usted sabe lo que está recibiendo oficialmente, vamos a revisar su formulario, una vez más —Luhan asintió—. ¿Así que el tipo de mascota no importa? —Luhan se detuvo y se preguntó si había algún otro significado detrás de la pregunta, ahora que sabía que se reuniría con una persona en lugar de un animal real. No podía pensar en nada y simplemente negó con la cabeza—. Está bien. Voy a tomar los rasgos de personalidad de corazón y dejarlos como están. Ahora… ¿Prefiere hombres o mujeres?

Luhan se sonrojó ligeramente—. Hombres.

—¿Quieres que sea alto, mediano o pequeño?

—¿Tal vez un poco más alto que yo?

Lady Dannielle midió la altura de Luhan y asintió con la cabeza.

—¿Todavía quieres que él sea delgado? —Luhan asintió. Ella sonrió y se acercó a su pregunta final, aunque ya podía adivinar la respuesta quería oírlo de su invitado—. ¿Dominante o sumiso?

Luhan sabía que se estaba convirtiendo en un tomate vivo. Él era pasivo y la idea de ser puesto en una habitación con un hombre dominante tenía su cuerpo hormigueando por todo lado. A pesar de que sólo iba a hablar con esta mascota, para saciar su curiosidad, sabía que cualquiera que ella escogiera para él sería hermoso. No podía imaginar nada más.

—Dominante —respondió en voz baja.

—Perfecto. Sé exactamente cuál es la mascota para ti, Luhan. No quedaras decepcionado. —Lady Danielle sonrió. Cualquier pensamiento reticente que hubiera en la mente de LuHan sería deshecho y se dejaría llevar pos sus deseos ni bien hubiera mirado a la mascota que había escogido. Ella rogó internamente porque todo fuera bien. La mascota no era realmente muy querida por sus clientes regulares a causa de su actitud un poco malcriada y que hacía difícil que se acercaran a él, pero su físico era increíble. Ella estaba al cien por ciento segura de que Luhan caería rendido ante él—. Sígame.

Luhan obedientemente la siguió por un conjunto de pasillos, pasando muchas puertas con diferentes nombres y frases personalizadas que hacían que sus ojos se abrieran de par en par. Algunos le llamaron la atención de inmediato y sintió que sus mejillas se calentaron cuando los leyó.

'Los hermanos jaguar. Dos por el precio de uno.'

'Zorro diva con una boca talentosa.'

'El perrito que le gusta jugar "Ruff”.'

'Un gatito descarado que ronronea cuando es bien cuidado.'

'Bromista Lince al que simplemente le encanta divertirse.'

'Pantera a la que le encanta ser mimado con Gucci.'

'Un cachondo unicornio duerme aquí.’

Luhan no pudo evitar reírse en voz alta de algunas de las cosas que estaba leyendo. Las referencias a los animales debían ser la razón por la que ellos eran llamados 'Pet Shoppe Fantasies'. Era algo divertido y muy imaginativo. Fue sacado de sus cavilaciones cuando se detuvieron frente a una puerta. Sus labios se curvaron con gracia cuando leyó el letrero.

'Lobo gruñón que juega con su comida.'

—Eso es muy lindo —resaltó LuHan.

Lady Dannielle le dedicó una gran sonrisa.

—No lo es. En realidad fue su idea. Darle un poco más de emoción a sus personalidades. Así que…—Miró la puerta—. ¿Deberíamos? —Luhan sonrió y asintió con la cabeza. De hecho, él estaba emocionado por conocer al chico ‘lobo’ y esperaba que se llevaran bien. Lady Dannielle llamó a la puerta y la abrió, aunque no hubiera habido respuesta para entrar en la habitación—. Buenas noches, Sehun. Te he traído un visitante. Su nombre es Luhan y es un nuevo invitado. Es un poco tímido, así que por favor sé gentil con él.

Luhan miró alrededor de la habitación que más parecía pertenecer a un adolescente que a alguien que tenía relaciones sexuales para ganarse la vida. Había una televisión pantalla plana montada en la pared, con un conjunto de consolas y numerosos juegos colocados abajo en la pequeña unidad de entretenimiento. Un escritorio estaba colocado en la pared posterior, un ordenador encima de este y una cómoda silla de escritorio con un montón de ropa sucia, acomodada al lado de ella. Una estantería llena de Manga y un surtido de lo que parecían libros de textos universitarios. Había una puerta que conducía a lo que él suponía un cuarto de baño y la gran pieza que adornaba la habitación era una cama matrimonio, con un edredón gris claro y almohadas enfundadas en blanco en la parte superior. No eran las únicas cosas que estaban encima. Recostado sobre las mantas había una alta y larga figura; una pierna doblada por la rodilla y un brazo detrás de su rubia cabeza. Él estaba jugando con su teléfono y no parecía interesado en que alguien estuviera dentro de su habitación.

Lady Dannielle no dijo nada acerca de la actitud indiferente de la mascota y se volvió hacia Luhan, que parecía atónito.

—Luhan, él es Sehun, nuestro híbrido de lobo. Él te atenderá esta noche.

Luhan tragó saliva cuando la mascota finalmente lo miró con aburridos y dorados ojos. La mascota suspiró y dejó caer su teléfono en la mesilla de noche junto a su cama y se paró delante de ellos. Luhan se quedó sin aliento al ver dos orejas grises triangulares encima de la cabeza del chico y una cola espesa al lado de él moviéndose de manera perezosa. Luhan no podía creer lo que estaba viendo y expresó su confusión con una voz chillona.

—¿Híbrido?

—Sí. Todas nuestras mascotas son híbridos. Personas con rasgos animales. El mundo tiene muchas perspectivas, Luhan. Los seres humanos no lo ven todo —Ella sonrió complacida al ver la cara sorprendida de LuHan y se inclinó ligeramente—. Ten una buena estancia, Luhan. Te he dado el máximo de ocho horas, así que espero que disfrutes de tu visita. —Se dio la vuelta con gracia y salió por la puerta, cerrándola detrás de ella.

 Los dos ocupantes de la habitación se miraron el uno al otro. Uno de ellos parecía que estaba profundamente fascinado con lo que estaba viendo y, al mismo tiempo, tenía la pinta de sentirse vulnerable. La mascota era un par de pulgadas más alto que él, con un marco de complexión delgada, con hombros anchos, una mandíbula cincelada, una severa pero suave boca y manos que hicieron temblar violentamente a Luhan. El lobo se quedó mirando al humano con aburrimiento, preguntándose por qué su Ama le había molestado con semejante criatura. Recorrió con sus ojos de arriba a abajo la menuda figura enfrente suyo con ojos calculadores. Era un delicado y algo femenino humano, con un rostro que iba a la par de ello. Él ‘encendió’ su nariz para disfrutar de la esencia del humano y su corazón se detuvo por un segundo para luego empezar a latir más violentamente. «No puede ser». El lobo observó los grandes ojos de ciervo que poseía LuHan y una corriente le hizo parpadear. «Oh, Dios, ¡es él! ¡Él es mi compañero!»

Una sonrisa comenzó a florecer en la boca de Sehun, poniendo a Luhan inquieto, nervioso. Le complacía ver que tenía efecto sobre su compañero recién descubierto. Se inclinó respetuosamente; «debo causar una buena primera impresión», pensó. Luego se puso de pie y le dio a Luhan una sonrisa que hacía que sus ojos se volvieran dos lunas crecientes.

—Hola, amo. Mi nombre es Sehun y es un honor ser tu mascota esta noche.

«Oh, Dios, ¡su voz es un pecado!» Luhan respiró hondo y soltó el aire lentamente. Le dio a Sehun una tímida pero genuina sonrisa.

—Es un placer conocerte, SeHun, mi nombre es Luhan.

Un gesto de adoración se formó en los rasgos faciales de Sehun al conocer el nombre de su compañero.

—Luhan —dijo con tanta emoción que tiñó las mejillas de Luhan de un tono rosado. Sehun sonrió. Amaba ese color en su compañero y estaba decidido a ponerlo allí de nuevo; de una manera más placentera que esa. SeHun sonrió:

—¿Cuál es tu deseo para esta noche, amo?

Luhan se mordió el labio con fuerza cuando Sehun lo llamó amo; la palabra se deslizó de su boca con tal sensualidad que solo pudo pensar: «Adorable». Luhan se aclaró la garganta para alejar de su mente las imágenes sucias de Sehun gimiendo su nombre en ese mismo tono.

—Bueno, para empezar, no es necesario que me llames amo. Luhan está bien.

Sehun buscó la mirada de su compañero buscando la verdad en sus ojos y vio que estaba siendo sincero, sin embargo, él había sido entrenado para dar algún tipo de título honorífico a sus 'clientes' para marcar su lugar en la relación que creaban y su compañero debía tener el mismo privilegio , si no más. Si Luhan no quería ser llamado "amo", él usaría otra cosa:

—¿Cuántos años tienes, Luhan?

Luhan parpadeó ante la pregunta.

—Veinticinco.

Sehun sonrió.

—Yo tengo veinte, por lo que eso te hace mi Hyung. ¿Está bien que te llame Hyung?

Luhan sonrió de forma radiante al ver que Sehun estaba siendo respetuoso con sus mayores y asintió.

—¡Por supuesto, Sehun! —La cola de Sehun se comenzó a menear feliz de haber agradado a su compañero. Se preguntó qué otras cosas podía hacer para que su Hyung estuviera feliz. Los ojos de Luhan siguieron esa pomposa cola gris, ya que se batía hacia atrás y adelante como si fuera un metrónomo. Suspiró y sacudió la cabeza ligeramente: —Además, yo no era consciente de lo que en verdad era esta tienda —LuHan se sonrojó suavemente al ver como SeHun enarcaba una ceja—, yo realmente pensé que me habían enviado a una tienda de mascotas.

Sehun dejó escapar una divertida risa que hizo que las mejillas de Luhan se oscurecieran con un rojo profundo.

—Tonto, hyung. Aunque no has sido el primero en pensar que sí, así que no te sientas mal.

Luhan sonrió.

—Sí. Bueno, de todos modos, me siento un poco fuera de mi elemento, así que esta noche nos vamos a sentar y hablar. Conocernos un poco mejor.

Sehun parpadeó, aturdido.

—¿Hablar? —Luhan sonrió y asintió con la cabeza haciendo que SeHun hiciera un gesto de disgusto—. ¿No quieres tener sexo conmigo?

Si LuHan seguía de esa forma sólo debía pintar su piel de un rojo permanente, porque todo lo que parecía ser capaz de hacer esa noche era imitar a un tomate. LuHan hizo un ruido ahogado ante la forma en la que SeHun había hecho la pregunta.

—¡No es así! Nos acabamos de conocer y me es un poco incómodo dormir con alguien que apenas conozco.

—Lo hago todo el tiempo —dijo Sehun, sin vergüenza.

Luhan no sabía cómo contrarrestar esa oración, sin embargo Lady Dannielle dijo que era su fantasía y que sucedería lo que él quisiera que sucediera.

—Lady Dannielle me explicó que no todo es sexo. No quiero sexo ahora mismo, porque quiero sentir cómo sería tener una mascota.

Sehun frunció el ceño.

—Pero eso es aburrido —se quejó.

—Esa es mi decisión final, Sehun. Si no me vas a conceder mi deseo, me iré ahora mismo —dijo Luhan con firmeza.

Las orejas de Sehun decayeron en su cabeza, con los ojos cada vez más grandes por el miedo ante la idea de su compañero dejándolo y jamás volviendo, porque estaba siendo egoísta y lloriqueó.

—No, por favor, ¡no te vayas! Podemos hablar esta noche y ya. Por favor, no me dejes, hyung.

Luhan se sintió un poco triste por la mirada lastimosa que Sehun le estaba dando al pensar que lo estaba dejando. Él se acercó al lobo y le palmeó el brazo.

—Está bien, Sehun. No me iré.

Sehun sintió que su corazón saltó de golpe debido al toque de Luhan y ansió más. Un pensamiento siniestro le vino a la cabeza y luchó contra la sonrisa lasciva que quería aparecer en su rostro. En su lugar, obligó a su máscara de indiferencia a aparecer y cuidadosamente pensó su plan para obtener más que sólo una conversación de su compañero. Echó un vistazo a su cama y sonrió tímidamente.

—¿Está bien mi cama para que nosotros podamos hablar?

Luhan sintió que se congelaba por la palabra "cama". Sentarse en la cama de Sehun parecía demasiado íntimo en este momento, sin embargo no quería ser grosero cuando el lobo le había preguntado de manera educada. Suspiró y le dio a Sehun una temblorosa sonrisa.

—Sí, está bien.

Sehun los condujo a la cama y dejó que Luhan se sentara primero, antes de unirse y sentarse a su lado. Se sentaron allí torpemente por un tiempo, sin saber qué decir. Sehun decidió romper el hielo.

—Entonces, ¿de qué querías hablar?

Luhan pensó en lo que quería preguntar y su duda ya estaba en la punta de la lengua.

—¿Qué se siente al ser un híbrido? —preguntó algo asombrado.

Sehun se encogió de hombros—. Nací de esta manera, así que normal, supongo. Tenemos orejas y una cola que simboliza del reino que venimos. Aunque es importante mantenernos ocultos de los ojos humanos, estamos entrenados para ocultar nuestras diferencias con el mundo para mezclarnos entre ellos, para que podamos llevar una vida normal.

—¿Te puedes convertir totalmente en lobo? —preguntó Luhan.

—No, pero sería algo genial de poder hacer —señaló SeHun de manera ilusionada.

—Oh. ¿Tus sentidos son más fuerte que de los humanos? —Sehun asintió—. Okay. —Luhan inclinó la cabeza hacia atrás para pensar en otra cosa que preguntar: —¿Tiene hermanos?

 —No. ¿Tú sí? —preguntó Sehun.

Luhan negó con la cabeza.

—Nop. Hijo único. —Luhan observó la computadora sobre el escritorio y los libros en la estantería—. ¿Vas a la escuela, Sehun? —El lobo asintió con la cabeza y LuHan sonrió con curiosidad—. ¿A dónde vas y qué estudias?

—Universidad de Seúl y estoy tomando clases de arte  —respondió.

—Wow. ¡Estuve ahí! Me gradué cuando tenía veintitrés años. Estoy especializado en negocios —se jactó LuHan.

—¡Eso es impresionante, Hyung! ¿Te gusta eso?

Luhan suspiró.

—Ocupa mucho tiempo, pero sí. Me gusta mucho. Es sólo que estoy tan ocupado todo el tiempo que no tengo mucho tiempo para hacer otra cosa.

—Lo siento. —Sehun podía sentir la soledad desprendiéndose de su compañero y sabía que tenía que convencer a Luhan de venir aquí a visitarlo, para que pudiera preguntarle cómo fue su día, cómo se sentía y mantenerlo a su lado… y también quería tener a LuHan de espaldas mientras él arremetía contra su pequeño cuerpo y reclamarlo como suyo. Tenía que ponerse a trabajar en su plan y rápido—. ¿Hyung?

—¿Sí? ¿Qué pasa?

—¿Crees que… ya sabes, mientras vamos hablando… podrías… uhmm? —Sehun vaciló de forma tímida, a fin de no alertar a Luhan sobre su engaño. Hasta ahora estaba funcionando.

La frente de Luhan se frunció con preocupación por la repentina timidez de Sehun.

—¿Qué pasa, Sehun?

Sehun negó con la cabeza y la bajó.

—Nada, sólo me preguntaba si estaría bien... —Miró a Luhan con grandes ojos inocentes y el chico chino sentía como si el tiempo se hubiera congelado con esa mirada— si me mimas mientras hablamos.

 Luhan sintió su corazón latía a un ritmo descontrolado ante la pregunta inocente y la mirada de cachorro que Sehun le estaba dando. «¡Oh, no! Aegyeo». Luhan tragó saliva, sintiendo su cuerpo un poco más caliente de lo normal.

—Yo ... yo no lo sé.

Sehun hizo un puchero, sus orejas se echaron hacía atrás y le dio una mirada lastimera a LuHan.

—Por favor.

 «No te rindas, no cedas, no cedas». Luhan tragó el nudo en su garganta, se lamió los labios secos y abrió la boca.

—No creo que sea una buena idea en este momento.

Los labios del híbrido temblaron, sus ojos se hicieron un poco vidriosos y sollozó.

—Por favor, Luhan-hyung. Por favor, mímame.

Luhan gimió. Odiaba a las personas disgustadas y Sehun era demasiado adorable para rechazarlo.

—Bien.

Las orejas de Sehun se alzaron animadamente y sonrió. Su cola hizo un ruido sordo al chocar contra la cama en su excitación. Luhan se acercó y temblorosamente colocó su mano sobre la cabeza de Sehun y comenzó a frotar. Los ojos de Sehun se cerraron en dicha e inclinó la cabeza para dar Luhan más acceso. Cuando los dedos de su compañero rozaron nuevamente sus orejas, ellas se movieron descontroladas. Luhan se mordió el labio ante la tierna vista y hundió los dedos detrás de las orejas y Sehun gimió—. Eso se siente bien, Hyung.

Luhan sintió que se le aceleraba la respiración. La situación se estaba desbordando y si no hacía algo para distraerse de la sensación abrasante que estaba experimentando en su vientre, iba a hacer algo estúpido. Entonces comenzó con voz temblorosa:

—¿Cuánto tiempo llevas trabajando aquí?

Sehun ronroneaba de gusto. El toque de su compañero se sentía tan bien. Él tenía que tener más.

—Desde que tenía dieciocho años —la mano en su cabello se congeló y gimoteó: —No te detengas.

Luhan fue consumido por una sensación con la que no estaba familiarizado cuando Sehun respondió a su pregunta. Eso significaba que extraños habían tenido relaciones sexuales con Sehun durante dos años y la idea le hizo sentir un poco enfermo.

—¿Te gusta hacer esto?

Sehun miró la expresión herida de Luhan y le gustó ver los celos que vio allí. Luhan era tan suyo.

— A veces. Obtengo clientes en su mayoría mujeres, pero realmente no me visitan de nuevo.

—¿Por qué?

—No me gustan las mujeres, así que me aseguro de ser tan malcriado como sea posible para que no vuelvan. —Sehun respondió honestamente.

Luhan asintió lentamente, pero luego frunció el ceño ligeramente.

—¿Y tus clientes masculinos?

—Ellos me querían como pasivo y no me gustó eso, así que me aseguro de ser lo suficiente molesto y pesado como me sea posible para que me dejen.

Los labios de Luhan se torcieron con eso.

—¿Así que sería tu primer sumiso?

Sehun sonrió.

—¿Te gusta ser dominado, Luhan?

Luhan se sonrojó de manera terrible, sin creerse que le había dado a Sehun ese tipo de información acerca de él. Sehun rió y tomó la mano de Luhan y la colocó de nuevo en su cabeza, para que pueda seguir acariciándolo.

—Si quisieras ser activo, Hyung, yo dejaría que lo hicieras.

Luhan parpadeó ante la confesión y reanudó sus mimos.

—¿Por qué? —preguntó con curiosidad.

—Porque me gustas —confesó SeHun.

Luhan sonrió, una sensación cálida invadió su cuerpo al saber que alguien gustaba de él. Le hacía sentir especial. Amado.

—Tú también me gustas.

—¿Me seguirás visitando entonces? —preguntó el lobo, con una súplica sutil en la pregunta.

Luhan se rió y fue el sonido más increíble que Sehun había oído nunca. Al menos por el momento.

—Sería difícil para mí estar lejos.

Sehun sintió que su corazón se elevaba ante la confesión de Luhan y no podía esperar más. Abrió sus dorados ojos mirando con añoranza el profundo tono color chocolate de la mirada de LuHan.

—¿Hyung?

Luhan parpadeó ante la sensación que SeHun le estaba creando y que hizo que su corazón latiera erráticamente.

—¿Sí, Sehun?

Sehun colocó lentamente su mano en el muslo de Luhan, para no asustarlo demasiado. La reacción que consiguió fueron los ojos de LuHan ampliándose lentamente. Se lamió los labios, con la esperanza de que la respuesta que recibiera fuera un sí.

—¿Debería darte mimos yo también?

Luhan sintió sus vías respiratorias bloqueándose y por un momento no pudo respirar. Se había dicho a sí mismo que esta noche sólo mantendría una conversación, pero la magnífica criatura frente a él era demasiado para soportar y no podía resistirse a la tentación por más tiempo.

—Sí, por favor.

Luhan observó cómo los ojos de Sehun se tornaban más oscuros y la mano en su muslo se arrastró hacia arriba y abajo con movimientos ligeros. Luhan dejó escapar un suspiro tembloroso ante la sensación y su mano fue a parar en el cabello de SeHun haciendo suaves remolinos ahí. No estaba seguro de si estaba haciendo un buen trabajo, pero cuando el lobo dejó escapar un gruñido suave, el sonido de placer le dio más seguridad para ser más atrevido. Tomó la oreja entre el pulgar y el índice, acariciando con delicadeza la piel.

Sehun sintió que sus dedos se encogieron cuando su compañero tocó el apéndice más sensible de su cuerpo, aparte, claro, de su polla. Dejó escapar un siseo y su mano en el muslo de Luhan se hizo más firme. Sintió un ligero temblor debajo de su toque y sabía que al otro le gustaba lo que estaba haciendo, pero no era suficiente. Sus instintos le decían que debía montar a su compañero, para darle su nudo y atarlos juntos. Dios, esperaba que eso no asustara mucho a LuHan.

—Luhan. —Sehun gruñó—. Necesito más.

Luhan estaba perdido en una euforia de sensaciones, pero no demasiado lejos de la queja lastimera que dio su mascota.

—¿Qué es lo que necesitas, Sehun? —susurró en voz baja.

—Quiero que me beses —exigió inmediatamente el lobo. Luhan observó los ojos de su mascota dándose cuenta que habían cambiado de color. Un lujurioso rojo se le quedó mirando con hambre y mucho deseo, lo que le hizo levantar la otra mano y colocarla bajo esa cincelada mandíbula, atrayéndolo más hacia sí mismo. Sus bocas sólo se separaban por centímetros, las profundas sensaciones les hicieron jadear en gran medida; sus alientos mezclándose por un momento y luego sus labios se estaban tocando.

El placer que brotó en sus cuerpos los hizo vibrar y los dos sisearon. Sehun agarró a Luhan por sus caderas y lo arrastró a su regazo. El mayor se retorció lentamente acercándose más al cuerpo de Sehun y sus cubiertas erecciones se apretaron la una contra la otra. El beso se intensificó; cada vez más descuidado y frenético, al mismo tiempo que el deseo iba aumentando. Sehun se mantenía ronroneando y soltando gruñidos en la boca de Luhan y el sonido enviaba escalofríos por su espalda. Luhan presionó su cuerpo contra el del híbrido lobo.

Sehun rompió el beso con un jadeo, sus hambrientos ojos recorrieron el delicado cuerpo de su compañero y un solo pensamiento inundó su mente «¡MÍO!», y fue su instinto puro el que tomó el control de su cuerpo. Agarró a Luhan por los muslos y lo levantó. Luhan, sorprendido, dejó escapar un pequeño chillido y sintió sus mejillas arder cuando Sehun se dio la vuelta y lo puso suavemente de espaldas en la cama. Sehun una vez más tomó la boca de Luhan, apresando sus labios apasionadamente y comenzó a friccionar sus caderas contra las de su compañero. Luhan dejó escapar un gemido, lloriqueando e imitó a su mascota, uniéndose al vaivén y dándole encuentro con sus propias caderas. Sus miembros endureciéndose aún más y sintieron las puntas hinchándose profusamente. Las cejas de Luhan se fruncieron en confusión cuando algo extraño recorrió su miembro. Pero se olvidó de aquello cuando SeHun volvió a interrumpir el beso y LuHan gimoteó lastimeramente; aunque sus pulmones estaban agradecidos de recibir oxígeno.

El híbrido agarró la parte inferior de la camisa de Luhan y empezó a sacarla de su cuerpo. Luhan levantó los brazos para ayudar a su mascota a quitarle la ropa y una vez que su pecho estuvo desnudo, los ojos de Sehun visualizaron hambrientamente su piel. Luhan luego tiró de la camisa de Sehun, queriéndola fuera también y Sehun se apresuró a ayudarlo. Ahora Luhan fue capaz mirar a su mascota con ojos hambrientos.

—Eres tan hermoso, Sehun.

—Tú eres hermoso, hyung —confesó SeHun en voz baja. Luhan se sonrojó y miró hacia otro lado. Sehun sonrió y se inclinó para posar sus labios en el cuello expuesto que su compañero había dejado al descubierto—. Lo digo en serio. Nunca he visto este tipo de rasgos delicados en nadie y mucho menos un hombre —exhaló con voz ronca contra la piel de Luhan.

Luhan se estremeció y mostró más de su garganta a su mascota.

—Yo no tengo rasgos delicados. Son varoniles —declaró LuHan lo más firme que pudo, con su respiración volviéndose errática.

Sehun rió y se alejó del cuello de su compañero.

—Tonto, hyung. No puedes admitir que eres más bonito que una chica.

Luhan frunció el ceño y abrió la boca para tomar represalias, pero Sehun detuvo su excusa con un beso rápido; la indignación de Luhan murió con un gemido. Después de mucho besarse, tocarse y frotarse, Sehun estaba listo para llegar a la parte divertida y terminó el beso. Sus manos fueron al botón de los pantalones de Luhan y su compañero se congeló. Miró a su compañero, sus ojos estaban abiertos y el lobo mordisqueó su labio con preocupación.

«¿He ido demasiado rápido?»

Se lamió los labios secos y le dio a Luhan una mirada hambrienta.

—¿Hyung?

Su voz salió tan rasposa que hizo tragar saliva a LuHan.

—¿Qué pasa, Sehun?

—Tengo que probar tu sabor —Le dio una mirada suplicante a su compañero—. ¿Puedo probarte, Luhan Hyung?

Luhan cerró los ojos y gimió, levantando sus caderas de forma automática—. Dios, sí.

Sehun no perdió el tiempo en quitar los pantalones y los bóxer de Luhan. Su pareja ahora estaba completamente desnudo delante de él, listo y esperando. Se arrodilló entre las piernas de Luhan y tomó la palpitante erección en su mano. Luhan dejó escapar un sonido ahogado y empujó sus caderas en dirección a la mano de su mascota. Sehun acarició su miembro lentamente, para conseguir una reacción para él. Esta sería su primera vez haciendo esto, pero estaba decidido a hacer que fuera bueno para su pareja. Se inclinó y lamió la punta de donde manaba líquido preseminal y el sabor de LuHan se asentó en su lengua. El grito de placer que recibió, le hizo gemir y desear más. Paseó su lengua desde arriba hasta abajo por toda la longitud de su nueva golosina favorita, lamiendo hacia arriba con su saliva para que fuera más fácil deslizarlo por su garganta.

Luhan se estaba volviendo loco. La lengua de Sehun en su caliente miembro se sentía tan bien. Se preguntó cómo Sehun podía ser tan hábil en eso si nunca se había acostado con un hombre, pero el pensamiento se evaporó en cuanto sintió un calor húmedo envolviéndole. Su cuerpo se sacudió en el interior de esa cavidad húmeda y dejó escapar un grito.

—¡SeHun!

Sehun gruñó alrededor del glande en su boca y las vibraciones lograron llevar a Luhan a un nuevo nivel de placer. Sus muslos temblaron y comenzó desesperadamente a empujar sus caderas. Debido a su inexperiencia Sehun no estaba acostumbrado a tener un miembro golpeando la parte trasera de la garganta y se ahogó. Agarró a su compañero por sus caderas, para frenerlas y Luhan sollozó, tratando de ganar más fricción.

—¡Sehun, por favor! ¡Dame más! ¡Dios, tu boca se siente tan bien!

Sehun asintió y una vez más comenzó a jugar con el miembro de Luhan, pero él todavía no estaba seguro de qué otra cosa podía hacer. Estaba acostumbrado a hacerlo con mujeres, por lo que no podía ser tan diferente... ¿verdad? Sintiendo que su mascota estaba en un dilema, Luhan decidió guiarlo:

—Enrosca tu lengua alrededor de la cabeza, bebé —ordenó. Esperando complacer a su compañero de la manera que le gustaba, Sehun siguió las instrucciones de Luhan y arremolinó su lengua alrededor de la cabeza como le había indicado. Cuando Luhan lo agarró por el cabello y gimió de placer, supo que estaba haciéndolo correctamente y continuó con los movimientos.

     Luhan no podía creer el grado de tensión que su miembro estaba recibiendo. Sehun parecía tan hábil a pesar de que estaba aprendiendo. Eso hizo que Luhan se sintiera orgulloso y un poco codicioso porque podía moldear a su mascota a su gusto.

—Mueve tu lengua justo debajo de la cabeza. —Sehun abrió su boca e hizo lo que le dijo con entusiasmo. Ahora ese movimiento le era familiar. Sonrió cuando Luhan descaradamente abrió más las piernas y trató inútilmente de empujar para arriba en esa lengua malvada. Sehun rió y chupó la cabeza de Luhan; empujando con su lengua en la ranura. Luhan gruñó con irritación porque su mascota estaba jugando con él y aumentó la presión sobre la cabeza del lobo y lo empujó hacia abajo—. Chupa —gruñó roncamente. Sehun obedeció y comenzó a bombear la cabeza arriba y abajo en el miembro de Luhan, chupando mientras subía y corría su lengua alrededor de la cabeza antes de zambullirse hacia abajo.

Luhan sintió que sus ojos se ponían en blanco por el placer que sentía. Dios, ya estaba tan cerca, era una locura. Había pasado demasiado tiempo desde que otra persona lo había hecho sentir tan bien y se sonrojó de vergüenza al saber que se había corrido en la garganta de Sehun. El lobo parecía un poco sorprendido de que Luhan llegara tan rápido, pero rápidamente se tragó la semilla de su compañero y gruñó de placer. Una vez que estaba seguro de que había agotado hasta la última gota de su compañero, dejó salir el miembro de su boca y se humedeció los labios con un suspiro.

—Eso fue lo mejor que he probado nunca —miró al miembro palpitante y enrojecido de Luhan y le dio una sonrisa siniestra—. Te acabas de convertir en mi sabor favorito, Hyung.

Luhan frunció el ceño—. ¡Cállate y quítate los pantalones!

Sehun rió siniestramente.

—Sí, amo.

Luhan se sintió maravillado por lo que un simple título podía hacer con su libido y se encontró a sí mismo duro de nuevo. Sehun lo levantó del piso y Luhan se empujó hacia atrás para estar totalmente en la cama, así sería más cómodo cuando finalmente follaran. Cuando levantó la vista, su mascota estaba desnudo. Miró hacia abajo para ver lo que sería empujando dentro de él y parpadeó ante la inusual vista.

—¿Qué... qué es eso? —preguntó con sorpresa.

Sehun tragó, sin saber cómo Luhan reaccionaría a su respuesta.

—Se llama nudo, Hyung.

—¿Un nudo? ¿Para qué sirve?

—Al igual que con los lobos normales, se utiliza para asegurar el embarazo en las mujeres.

Luhan parpadeó y miró a Sehun con curiosidad.

—¿Cómo asegura un embarazo?

—Cuando el macho está listo para correrse, se hincha ligeramente, encerrándose dentro de la hembra, para que el semen no se salga. Así es como funciona.

Luhan volvió a mirar el miembro de Sehun con incertidumbre.

—Tú ya eres ridículamente enorme, Sehun. Casi puedo sentir el dolor que voy a sentir en cuanto estés dentro de mí. No puedo imaginar lo que el nudo podría hacer en mí.

—No tiene que entrar si no quieres…—dijo Sehun lentamente.

Las orejas de Sehun se aplanaron ante el rechazo, pero asintió en comprensión:

—Lo sé.

Luhan besó esos abultados labios y Sehun suspiró, reclamando el dominio de la boca de su compañero. Luhan fue quien terminó el beso esta vez y le dio a Sehun una sonrisa perezosa.

—Vamos a ver qué pasa. Asegúrate de prepararme bien.

Las orejas de Sehun se animaron ante la posibilidad de anudar su compañero.

—¿Lo dices en serio?

—Lo digo en serio, ahora date prisa y hazme entrar en calor. Ha sido un tiempo desde que he tenido relaciones con alguien —admitió Luhan.

Un profundo gruñido rodó de la garganta de Sehun y Luhan le dio una mirada de asombro. El híbrido unió sus frentes y Luhan se perdió en los ojos escarlata de su mascota.

—Eres mi Hyung ahora. Voy a cuidar de todas tus necesidades. No vayas a alguien más.

Luhan sintió espasmos recorriendo su miembro por la posesividad en la voz de su mascota y le encantó. Ahora entendía por qué Yifan llegó a ser tan adicto a su mascota. Eran intoxicantes. Luhan sonrió y le otorgó un beso en los labios.

—No quiero a nadie más.

Sehun sonrió victoriosamente al reclamar a su compañero como suyo y sólo suyo. Su cola se movió felizmente y se acercó a su mesa de noche. Abrió el cajón y revolvió en su interior hasta que su mano chocó con lo que buscaba y lo agarró. Se echó hacia atrás, su cuerpo entre las piernas abiertas de Luhan y abrió el tubo de lubricante en su mano y roció una cantidad generosa en sus dedos. Dejó el tubo al lado de Luhan, sólo en caso de que necesitara añadir más y bajó la mirada hacia el palpitante agujero de Luhan. La boca de Sehun se humedeció; queriendo añadir otro sabor de su Hyung a su memoria, pero su miembro pulsaba dolorosamente y no estaba seguro de si podía esperar.

Llevó sus lubricados dedos a la entrada de Luhan y las frotó alrededor del anillo fruncido. Luhan dejó escapar un ronroneo contento y lo alentó apoyando los pies sobre la cama y levantó las caderas más alto para dar a Sehun un mejor acceso a su interior. Sehun se remojó los labios y lentamente comenzó a empujar el dedo índice. Su boca se tensó por lo apretado que su compañero se sentía alrededor de su dedo.

Era un proceso tedioso. Cuantos más dedos introducía SeHun, más apretado se sentía y lo único que quería era enterrarse dentro de su compañero ya, pero esperó. Esperando poder dilatar al máximo a LuHan, pues así tal vez, sólo tal vez, él podría tener su primera experiencia real de pegarse.

Luhan se quejó, llorando y rogando porque su mascota se apresurar y lo follara. No estaba seguro de cuánto tiempo tomó la preparación, pero a juzgar por su dolorido e hinchado pene, era demasiado largo.

—¡Por el amor de Dios, Sehun! ¡Sólo tómame ya!

Sehun removió sus dedos, cogió la botella de lubricante y empapó su pene, acariciándolo para calmar el dolor con el que había estado lidiando por demasiado tiempo. Se alineó hacia arriba en el agujero de Luhan y empujó dentro, dejando escapar un grito sorprendido cuando se deslizó en su interior sin ningún problema. Tal vez había preparado a su compañero por mucho tiempo. Luhan suspiró y envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Sehun y empujó hacia abajo, empalándose a sí mismo más profundo y golpeando su punto dulce en el proceso.

—¡AHHHHHH! —Luhan gritó. Sehun gruñó, dejando que sus inhibiciones volaran lejos y agarró a Luhan por las caderas, comenzando a embestir contra su compañero hacia el olvido. Luhan gritó sumergido en inmenso placer cada vez que Sehun golpeaba su próstata. Se aferró a los hombros de Sehun y tiró de él hacia abajo para compartir un beso descuidado. Sehun dejó que su mano se deslizara de las caderas de LuHan hasta posicionarse al lado de su cabeza y su otra mano se situó en su espalda creando un extraño ángulo que los tenía a los dos gimiendo.

Sehun sintió que estaba cerca de venirse, cuando comenzó la primera señal de su nudo empezando a hincharse.

—L-l-Luhan —rogó desesperadamente en un murmullo.

Cada vez que el nudo de SeHun chocaba contra su entrada, su cuerpo se estremecía en lujuria. Tenía curiosidad acerca de lo que se debía sentir al ser estirado por tal cosa y se preguntó cómo se sentiría Sehun, mientras él convulsionaba alrededor de ella. Su respiración se volvió errática cuando sintió que el nudo se convertía un poco más grande y oyó la desesperación de su mascota.

—Está bien, Sehun. P-p-onlo en mí.

Sehun ralentizó sus embestidas y se estremeció violentamente.

—¿Estás-s seguro?

—¡S-sí! —Luhan gritó—. Lo q-quiero —Sacudió la cabeza salvajemente—. Lo necesito. ¡Por favor, Sehun! ¡Hazlo! —exigió LuHan en un necesitado gimoteo.

Sehun agarró las caderas de Luhan de nuevo, deteniéndolas cuando empezó a empujar su nudo dentro lentamente, para así no herirlo. Por algún extraño milagro asombroso, Luhan pareció aceptar el nudo sin ningún problema y ambos se congelaron, sus bocas abiertas en un grito silencioso. Nunca, en toda su vida LuHan se había sentido tan maravillosamente lleno. Al parecer, fue hecho para un nudo. Al menos para el nudo de Sehun, de todas formas.

Sehun estaba en el séptimo cielo. La tensión era inimaginable y vio manchas blancas bailar a través de su visión. Poco a poco comenzó a presionarse contra Luhan y ambos se quedaron sin aliento ante la sensación.

—¡Mm-m-mierda! Oh dios, ¡se-s-siente tan bien! ¡Más rápido, Sehun! ¡más duro! ¡Profundo! —LuHan le pidió al lobo.

Sehun dejó escapar un aullido atronador, moviéndose dentro y fuera de Luhan con un abandono salvaje, tal como él quería. Su nudo se hacía cada vez más y más grande hasta que ya no fue capaz de salirse del estrecho agujero de su compañero. Estaba cerca y sabía que LuHan también, así que cogió su miembro y lo acarició con rapidez. La espalda de Luhan se arqueó sobre la cama, empujando el pene de Sehun sólo un poco más adentro, haciendo que golpeara su próstata y llegando a su límite. Luhan dio un grito final y se corrió con fuerza en todo su pecho y estómago. Sehun siguió bombeando el miembro de su compañero, haciendo que se apretara más a su alrededor y cuando sabía que iba a correrse, calmó sus caderas cuando su nudo se hinchó más por última vez y su semilla estalló en el interior de Luhan. Gimió en éxtasis, cayendo hacia adelante para enterrar su rostro en el cuello de Luhan y gimoteando cada que lanzaba otra carga de semen en el agujero de su compañero.

Luhan inhaló profundamente, bajando lentamente de la cima de su orgasmo. Trató de mover sus caderas, pero Sehun aumentó la presión y gruñó.

—No te muevas, Hyung. Dolerá.

—Lo siento —se disculpó Luhan sin aliento.

—Está bien. Sólo tenemos que esperar hasta que deje de eyacular y que baje la hinchazón.

Luhan sonrió y se acurrucó en los brazos de Sehun.

—No es un problema —dijo medio dormido.

—¿Dolió? —Sehun preguntó preocupado.

Luhan negó con la cabeza, el sueño lentamente lo estaba embargando:

—Me sentí muy bien.

Sehun suspiró de alivio.

—Es bueno saberlo. Yo no creo que podría sobrevivir el sufrimiento de no poder volver a hacerlo.

Luhan bostezó, sintiendo el nudo encogerse dentro de él e hizo un puchero cuando Sehun finalmente se retiró. El lobo se levantó de la cama con las piernas temblorosas y se dirigió al cuarto de baño con la mirada somnolienta de Luhan siguiéndolo. El híbrido salió un minuto después con un trapo de lavado y luego procedió a limpiar a su compañero y Luhan sonrió en agradecimiento. Cuando hubo terminado, tiró el trapo por la habitación y sin preocuparse donde aterrizó se acurrucó al lado de Luhan, pasando su brazo y pierna por encima de su cuerpo y tirando las mantas sobre ellos. Se estiró y apagó la luz, enterró su nariz en el cabello de Luhan

—Buenas noches, Luhan.

Luhan murmuró con voz cansada:

—Descansa, Sehun.

* * *

Fue el sonido de un pitido melodioso lo que lo había despertado y abrió los ojos aturdido. Al principio no reconoció dónde estaba y tan pronto como la niebla llamada sueño abandonó su cerebro, lo de anoche lo golpeó como un tren de carga. Luhan miró a sus alrededores y sintió un cuerpo caliente acurrucado en su espalda; cubriéndolo. Se sonrojó por la posición íntima, y una sonrisa tonta comenzó a florecer en sus labios. Se movió enterrándose más entre los brazos de su macota y Sehun suspiró. A medida que pasaban los minutos, el pitido agradable había comenzado a ser molesto.

 «¿Qué demonios era eso?»

Sehun de repente se quejó y apretó su agarre en Luhan.

—Todavía no —se quejó somnoliento—. No te vayas todavía, hyung.

Luhan frunció el ceño en confusión ante la demanda.

—No iba a hacerlo.

Sehun gimió cuando el pitido se hizo más fuerte y Luhan estaba listo para herir a alguien por interrumpir su sueño. Sehun comenzó a aflojar sus brazos y rodó sobre su espalda, dejando escapar un lloriqueo. Sehun suspiró y miró a su compañero lastimosamente.

—La alarma significa que las ocho horas se han cumplido, hyung.

Luhan parpadeó lentamente y luego recordó que lady Dannielle le había dado las ocho horas completas que se administra por cada mascota. Luhan hizo un puchero y se incorporó lentamente. Siseó entre dientes cuando un dolor agudo subió por su columna vertebral y sollozó. Sehun colocó su mano en la espalda de Luhan con preocupación.

—¿Estás herido?

Luhan asintió.

—Un poco. ¿Crees que estaría bien que si uso tu baño?

Sehun asintió.

—El sonido se detuvo, lo que significa que tienes veinte minutos para estar listo para salir —el lobo instruyó.

Luhan asintió y miró a su mascota con grandes ojos de cachorro.

—¿Me ayudas?

Sehun sonrió.

—Por supuesto.

Después de diez minutos rápidos de ducha, otros cinco minutos para vestirse y el último cinco para decir adiós, Luhan estaba junto a la puerta del cuarto de Sehun, atrapado en un profundo beso de despedida con su mascota. Se separaron cuando hubo un golpe en la puerta y Sehun sintió que sus orejas caían. Luhan se mordió su labio y extendió la mano y agarró una oreja entre sus dedos y la apretó con suavidad. Sehun empujó la cabeza más contra el tacto y gimoteó.

—Tan injusto.

Luhan dejó escapar un suspiro abatido.

—Realmente lo es.

La puerta se abrió lentamente y entró Alexia.

—Buen día, Sr. Lu. Espero que haya disfrutado de la noche.

Luhan asintió. —Lo hice, Alexia, gracias.

—Te conduciré hacia la salida. —Hizo un gesto hacia la puerta y Sehun se quejó.

Luhan se rió y le revolvió el cabello.

—Está bien, pequeño cachorro. Te veré de nuevo.

—¿Cuándo? —Sehun preguntó con un puchero.

—Tan pronto como pueda. Adiós, Sehun.

—Adiós, Luhan hyung.

Luhan salió de la habitación de Sehun y Alexia cerró la puerta y luego lo condujo por todo el camino de vuelta a la sala de estar, donde había completado su formulario de la noche anterior. Alexia fue al archivador de nuevo, sólo que esta vez se inclinó y abrió el cajón de abajo. Luhan sintió que su mejillas enrojecían una vez que se dio cuenta que acababa de mirarle el trasero a Alexia y dejó escapar un suspiro irritado. Alexia se puso de pie y le dio a Luhan una mirada perpleja.

—¿Sucede algo?

Luhan negó con la cabeza.

—No, lo siento, pero hay algo que me está molestando y yo espero no estar pasando por encima de los límites con usted, así que por favor no tome mi pregunta por el camino equivocado.

—De acuerdo.

—¿Qué eres? —preguntó.

 Alexia arqueó una ceja en pregunta, su mirada pareció clavar a LuHan en su lugar.

—Esa es una pregunta bastante ambigua, Sr. Lu.

—Lo siento —se sonrojó Luhan—. Es sólo que cuando te conocí ayer por la noche, me sentí atraído por ti y después de lo sucedido la noche anterior, me sorprendí a mí mismo hace un momento, cuando sucedió de nuevo. Soy gay, así que no entiendo por qué está sucediendo.

—Ah —dijo con comprensión y se acercó a donde él se encontraba—. Debería saber que los híbridos no son las únicas criaturas sobrenaturales que deambulan por la tierra, Sr. Lu.

Luhan parpadeó.

—¿Así que usted es uno también? —Ella asintió y él se sintió curioso— ¿Qué tipo?

 —Un vampiro, Sr. Lu.

—¡¿Un-u-un-v vampiro ?! —chilló y retrocedió rápidamente.

Siendo ésta la usual reacción de los seres humanos desde hace muchos años, Alexia ni siquiera movió una pestaña ante su histeria.

—Sí, vampiro. Aunque no somos del tipo que usted y su mundo humano creen que somos. Tengo un encanto natural que atrae a mi presa para mí. Puedo beber la sangre de los seres humanos, sí, pero no matarlos y cuando he terminado de tomar lo que necesito simplemente borro el evento de sus mentes. Los vampiros nacen, no se hacen, por lo que no se puede convertir a cualquiera en un vampiro. Puedo caminar en el sol sin estallar en llamas, admito que moriría si no pudiera mirar mi reflejo, me encanta el sabor del ajo y soy muy dedicada al cristianismo, ¿eso lo tranquiliza?

—Me disculpo, Alexia. Mis acciones anoche y ahora estaban fuera de lugar y lo siento —susurró Luhan.

—No es necesario pedir disculpas, Sr. Lu. Yo le presioné demasiado la noche anterior y no debería haberlo hecho, ni tampoco lo que ocurrió hace un momento. Así que no se preocupe por ello. —Alexia le entregó una tarjeta y Luhan bajó la mirada hacia el objeto con sorpresa. Ahí estaba su nombre y también el logo 'Pet Shoppe Fantasies'—. Esta es la tarjeta de membresía, en caso de que quiera volver de nuevo —le sonrió suavemente—. Creo que vamos a vernos a menudo, así que eso no es nada de qué preocuparse —ella le dio otra tarjeta, similar a la que le había dado Yifan—. Si usted sabe de alguien que disfrutaría de nuestros servicios, dele esa tarjeta y envíelo a nuestro establecimiento.

Luhan sonrió y asintió con la cabeza.

—Lo haré. —Alexia sonrió y también le entregó un pequeño sobre a Luhan. Luhan lo tomó y lo miró con curiosidad—. ¿Qué es?

—Es la lista de deseos de Sehun —Luhan le dio una mirada perpleja y ella se rió—. Si una mascota tiene una preferencia a uno de los amos sobre los otros, ellos les dan su lista de deseos con las cosas que les gustaría que su amor les comprara.

—¿Cuál es el incentivo para hacerlo? —Luhan sonrió.

—¿Siquiera tiene que preguntarlo?

Luhan se rió entre dientes.

—No, creo que no. Tenga un buen día, Alexia —dijo Luhan mientras se acercaba a la otra puerta para salir.

—Lo haré. Lo mismo para usted.

Luhan se detuvo y de repente se dio la vuelta.

—Una pregunta rápida. ¿Lady Danielle también es un vampiro? Me sentía atraído por ella la noche anterior también.

—Lady Dannielle es una bruja.

—Oh

***

Pocos días habían pasado desde la última vez que fue a 'Pet Shoppe fantasies" y extrañaba terriblemente a SeHun. Estaba pensando en preguntarle a Junmyeon si él podía conseguirle las siguientes dos noches libres e ir a mimar a su lobo malcriado con su comida favorita y conseguir sexo asombroso a cambio. Luhan sonrió con afecto ante el recuerdo de abrir el sobre y descubrir lo que le gustaba a su mascota, descubriendo también que Sehun era un híbrido muy simple, con necesidades muy simples. Su mascota era tan adorable. Suaves golpecitos en su cubículo le hicieron alzar la mirada topándose con una tonta sonrisa de YiFan.

—Toc, toc.

Luhan sonrió e hizo un gesto hacia la silla vacía junto a él. Yifan se sentó y dio unas palmaditas en la espalda de Luhan.

—El trabajo es tan loco por aquí, que no he tenido la oportunidad de preguntarte cómo fue tu noche. ¿Te divertiste? —preguntó, moviendo las cejas.

Luhan sonrió.

—Lo hice, en realidad. No puedo agradecerte lo suficiente por darme esa carta, Yifan. Sin embargo, al principio, cuando me enteré de qué era lo que hacían allí, estaba listo para estrangularte ni bien te viera de nuevo. Tú, estafador bastardo.

—¿Puedes culparme por no decirte lo que ellos hacen?

—No.

—¿Ves? Ahora, ¿qué mascota conseguiste? ¿Él es bueno? —preguntó YiFan curioso.

—Conseguí a SeHun —respondió LuHan.

YiFan alzó las cejas cuando la sorpresa lo atrapó:

—¿Ese lobo malcriado? ¿cómo es que sigues intacto hasta ahora?

—Sabes que me gusta ir abajo, Yifan y el hecho de que yo no fuera una mujer era exactamente lo que él quería. Le gusté y me dio su lista de deseos.

—Oh, wow. Yo no creía que Sehun le gustaría alguien, al menos por lo que he oído de Tao.

LuHan de repente se sintió curioso.

—¿Qué tipo de mascota es Tao? —preguntó en voz baja para que nadie más escuchara su conversación.

—Un pantera negra.

Luhan parpadeó y de repente soltó un bufido, una enorme sonrisa se filtró en sus labios.

—¿La pantera a la que le gusta ser mimado con Gucci?

Yifan dejó escapar un gemido cansado y asintió. Luhan se rió en voz alta y Yifan frunció el ceño.

—Ese pequeño y tierno pedazo de mierda me va a llevar a la bancarrota si no tengo cuidado —se quejó y las risas de Luhan continuaron y se cruzó de brazos con descaro—. ¿Qué pasa con Sehun? ¿Cuál es su cosa favorita que pronto hará un agujero en tu billetera?

Luhan le dirigió a Yifan una sonrisa llena de suficiencia.

—Bubble tea.

El gesto de YiFan decayó de golpe en shock.

—¡¿Bubble tea?! ¡¿Eso es todo?!

—¿Qué te tiene tan alterado, Yifan?

Ambos levantaron la mirada perplejos, encontrándose con la mirada desconcertada proveniente de uno de sus amigos cercanos, y además jefe, Junmyeon.

—Lo siento, Junnie. No tenía intención de hacer tanto ruido —se disculpó Yifan.

Junmyeon suspiró.

—¿Cuántas veces te he dicho que no me llames así cuando estamos en el trabajo? Ya es lo suficiente embarazoso cuando lo haces afuera.

—Lo siento. Costumbre. —Sonrió Yifan. Junmyeon frunció el ceño, suspiró con cansancio y se frotó los ojos. Luhan y Yifan intercambiaron miradas, dándose cuenta de lo cansado que Junmyeon lucía y se sintieron preocupados—. ¿Estás bien, Junmyeon? ¿Estás durmiendo bien?

—¿Estás comiendo bien? —LuHan preguntó.

Junmyeon miró a sus preocupados amigos y se encogió de hombros.

—Para ser completamente honesto, estoy caliente como el infierno, pero no hay tiempo para salir y encontrar a alguien que salte a la cama conmigo para una noche, así que sí.

Luhan y Yifan parpadearon, se miraron el uno al otro y luego sonrieron. Luhan fue a un cajón de su lado, sacó su cartera, sacó una tarjeta y se la dio a Junmyeon.

—Aquí. Toma esto. Ellos te pueden ayudar con tus necesidades.

Junmyeon tomó la tarjeta con curiosidad y leyó el nombre en voz alta.

—¿'Pet Shoppe Fantasies'? Ese es un nombre extraño.