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Happy New Year por LuluRG

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Notas del capitulo:

También en wattpad: https://www.wattpad.com/myworks/64385570-happy-new-yeat-h8shisoonhao

Era año nuevo y la empresa Pledis había decidido hacer una pequeña fiesta en las instalaciones para los que no podrían reunirse con sus familias en esa fecha, los cuales eran bastantes personas de las diferentes categorías artísticas.

 

Seventeen, el grupo más reciente que hizo debutar la empresa, se encontraba esparcido por todo el salón hablando con diferentes personas, aprovechando a socializar ya que ese tipo de reuniones no se hacían tan seguido y querían dar una buena impresión a sus mayores.

 

El CEO no se había negado al consumo de alcohol en esa fiesta, pero claro, solo se le permitía exclusivamente a los mayores de dieciocho años, excluyendo al pobre maknae del nuevo grupo, quien se pasó casi toda la festividad con cara seria y un ligero puchero adorando sus labios, cosa que provocó a algunos de sus mayores tratar de animarlo con diferentes métodos inefectivos.

 

Luego de las doce, la música se elevó, algunas luces se apagaron y pequeños grupos de personas se apoderaron de la pista de baile improvisada, provocando un ambiente divertido y fiestero en todo el edificio. Tan concentrados estaban los artistas en sus acciones, que nadie se dio cuenta que dos melenas rubias buscaban la salida más rápidas de ese lugar, huyendo por la puerta principal hacia un taxi que los dejaría en el vacío apartamento que compartían con sus compañeros de grupo.

 

 

Apenas el menor de ellos sacó las llaves del hogar, el más bajo lo apretó contra la puerta del mismo, moviendo fuertemente su pelvis contra el trasero del chino, quien no pudo evitar apoyar su frente contra la madera frente a él antes de gemir y, con manos temblorosas, abrir la puerta de par en par, jalando dentro al mayor con él.

 

Tardaron apenas unas milésimas de segundos en comenzar con un apasionado beso mientras se deshacían desesperadamente de sus zapatos, casi cayendo en el intento, y entrar tambaleándose a la sala del apartamento. El mayor tomaba fuertemente la cintura de su novio, mientras este rodeaba su cuello con un brazo y pasaba su mano libre por el cabello del más bajo, quien con solo aquel desesperado beso lograba arrancar suaves jadeos de Minghao.

 

Soonyoung calló sentado en el sofá, lo que provocó que ambos cuerpos se distanciaran por algunos segundos antes de que el menor se posicionara en su regazo con desesperación, moviendo frenéticamente su cadera, provocando un roce que trataba de calmar las erecciones que ambos chicos escondían aún en sus pantalones. Minghao miraba con deseo a los ojos del mayor, notando como estos estaban oscuros por el nivel de excitación que venía reprimiendo hace algunos días. Y es que ambos eran unos jóvenes bastante hormonales y el pasar más de una semana sin aquellas atenciones en sus cuerpos, gracias a la presencia de sus compañeros en el hogar, los volvía locos, ahora más que nunca, gracias al alcohol que llevaban en la sangre y la gran oportunidad de tener el lugar para ellos solos, aunque sabían que tenían que ser rápidos ya que no eran la única pareja dentro del grupo y tampoco los únicos que habían estado bebiendo.

 

El menor se apresuró a colar sus manos debajo de la prenda superior de su novio, recibiendo ayuda de éste en pocos segundos después para sacársela y tirarla al suelo posteriormente. Éste, por otro lado, posó sus manos en los muslos de su contrario y comenzó a subir, llegando a su trasero, donde apretó ligeramente fuerte para arrancar un agudo gemido de Minghao. Hoshi no se entretuvo mucho allí y se apresuró a dejar al menor en la misma condición que él, solo para terminar acercando su boca al pezón derecho de éste mientras desabrochaba su pantalón a la par. Minghao solo atinó a ahogar un gemido por las acciones de su novio, quién al haber sido privado de aquel sonido, mordió con fuerza el lugar que estaba tendiendo. El menor sabía perfectamente que Soonyoung odiaba que reprimiera cualquier jadeo o gemido durante el acto, más aún cuando tenían la oportunidad de estar completamente solos en aquel apartamento y podía gritar todo lo que quisiera, estaba seguro que esa noche Soonyoung no tendría piedad de él o sus vecinos y lo haría rogar y pedir por más lo más alto que sus cuerdas vocales le permitieran, con solo ese pensamiento Minghao dejó salir un pequeño gemido inconsciente, esperando no equivocarse.

 

Soonyoung agarro al chino por las caderas y se arrastró hasta al suelo para depositar cuidadosamente a su pequeño allí, haciendo que sea más fácil el incorporarse para quitar los pantalones ajenos, llevando el bóxer con él, observando la desnudez del delgado cuerpo debajo suyo. Minghao corrió la mirada de la del mayor, sonrojándose, y es que apenas había tomado algunos vasos, pero no los suficientes como para quitarle la timidez en ese momento.

 

-Eres hermoso, mi pequeño.-Susurró tiernamente el mayor contra el oído del chino, mordiendo el lóbulo de éste antes de bajar hasta su cuello con suaves besos que provocaban jadeos bajos en el menor. Soonyoung llegó hasta los pezones del contrario nuevamente, y, como ya había atendido aquella zona, decidió seguir su recorrido, pasando su lengua por el ombligo ajeno, casi imperceptiblemente, y bajó aún más hasta toparse con el duro miembro de su novio.-Apuesto a que te mueres de ganas.-Volvió a susurrar el más bajo antes de brindarle una lenta lamida al falo ajeno, cosa que provocó el eco de un gemido fuerte por parte del dueño de la hombría.

 

-Hyung…-Jadeó Minghao a la vez que llevaba sus manos hasta su propio rostro, cubriéndolo para evitar que el mayor notara el fuerte rubor en sus mejillas.

 

-No, no, no.-Protestó Soonyoung al ver aquella escena, tomando ambas manos de su contrario para poder depositar un tierno beso en sus labios.-Quiero verte, me encanta.-Dijo con una sonrisa ladina mientras entrelazaba los dedos de sus dos manos con los del ajeno y volvía a bajar hasta su anterior posición, sin separar sus manos.

 

El menor sólo se dejó, mordiendo su labio con fuerza mientras volvía a sentir la lengua impropia sobre su intimidad. Se retorcía mientras gemía fuerte, su pecho subía y bajaba con exageración gracias a las succiones que el más bajo ejercía sobre su miembro, aquello lo estaba volviendo completamente loco, todo lo que su novio le hiciera, incluso si era tan solo un pequeño roce, todo lograba crear oleadas fuertes de placer que recorrían todo su cuerpo, amaba eso en él, además de todo lo demás, claro. Chispas de deleite recorrían su espina dorsal, acabando en la punta de su miembro, al tiempo que un cálido nudo se formaba en su vientre. Los días de abstinencia estaban haciendo que todo aquello lo llevara al cielo, pero al mismo tiempo sabía que no duraría demasiado. Apretó las manos de su novio, avisándole que no le quedaba mucho para dejarse ir, y este entendió a la perfección, apartándose con una lenta y última succión en el cual, él creía, el más delicioso manjar del mundo.

 

Hoshi volvió a subir hasta la boca del menor, besándolo con lujuria mientras desabrochaba su vaquero, algo torpe gracias a las ansias y al alcohol, deshaciéndose de él de la misma forma de la que lo hizo con el del menor, liberando su adolorido miembro de aquella prisión de tela, y antes de tirar su pantalón lejos, tomó el pequeño bote de lubricante que había llevado “por si las dudas”. Untó un poco en sus dedos y en la entrada del menor, éste solo gimió ya que su cuerpo ardía de excitación y lujuria y el contacto frío provocó diferentes corrientes de placer por su cuerpo.

 

Soonyoung metió lentamente uno de sus dedos en la estrecha cavidad, tenía que tener paciencia si no quería lastimar al menor, debía prepararlo cuidadosamente ya que había pasado un tiempo de la última vez que el cuerpo del menor lo recibió. Éste sólo sintió una pequeña incomodidad que luego de unos cuantos segundos cesó, avisando al mayor que siguiera con la preparación. Hoshi mientras llevaba a cabo su tarea, se acercó al pecho del menor y comenzó a dejar marcas por todo ese sector, haciendo un perfecto camino de manchas moradas desde el medio de éste hasta el cuello, dejando una más grande y notoria allí. Eso distrajo a Minghao de la incomodidad, quien tenía su diestra apretando y jalando los rubios cabellos de su novio y la sobrante en la espalda del mismo, casi masajeando el lugar con ternura.

 

Hoshi ya tenía tres dedos dentro del menor, quien ya había dejado ir la incomodidad y ahora disfrutaba del tan conocido placer en su parte baja, moviendo su cadera contra los gruesos dedos del más bajo para sentirlos más profundamente.

 

-Amor, si sigues haciendo eso no creo que pueda aguantar mucho más. –Advirtió Soonyoung mientras miraba al menor con una sonrisa coqueta, disfrutando de aquella faceta del contrario. Le encantaba que su novio actuara como una perra en celo, gritara y pidiera por más, y el más alto lo sabía y usaba aquello para provocar más al mayor.

-No aguantes, entra de una vez. –Murmuró entre gemidos antes de reunir fuerzas para sacar los dedos de Hoshi de su interior y darse la vuelta, pegando su pecho al frío suelo y elevando provocativamente sus caderas, brindándole a su contrario una excitante vista que lo hizo morderse con fuerza su labio inferior.- Te necesito dentro de mí, dándome lo más duro que puedas. –Suplicó mirando orgulloso a su contrario sobre su hombro derecho, quien se notaba se había excitado más con aquellas palabras.

 

Hoshi acomodó su miembro en la entrada del menor y comenzó a adentrarse lentamente hasta estar dentro por completo. Minghao no quiso esperar, no le dolía ya, y comenzó a empujar contra el duro miembro de su novio, provocando que este soltara un jadeo y pegara su frente a la espalda del menor. Tomó la cintura del chino y comenzó un vaivén lento y profundo, llegando a tocar la próstata de él en apenas unas cuantas estocadas. Minghao se retorcía por la lentitud tan placentera y el rose del miembro del mayor con aquel punto que lo volvía loco, aunque no pudo seguir con aquel ritmo por más tiempo y decidió comenzar a empujar contra la pelvis del contrario rápidamente, gimiendo alto por cada golpe. Soonyoung solo se quedó quieto dejando al menor complacerse a sí mismo mientras él repartía chupones por su espalda y nuca, auto-penetrarse era algo que Minghao jamás había hecho hasta el momento, por lo que el mayor se enderezó para tener una mejor vista de aquello, queriendo no olvidar aquella imagen jamás. El chino al notar la quietud del contrario se separó de él y lo empujó para que quedara sentado, subiéndose a su regazo para volver a bajar con brusquedad, montándolo.

 

El mayor escondió su cara en la curva del cuello de Minghao, dejando más marcas allí mientras con sus manos en las caderas ajenas ayudaba con el ritmo de las embestidas. Al chino le empezaba a doler la garganta y sentía su anatomía arder, una de sus manos enredadas en el cabello del más bajo mientras la otra se paseaba por su espalda. Se sentía a millones de kilómetros de aquella sala,  el golpeteo de sus cuerpos provocaba un sonido húmedo y excitante que ambos les encantaba, los suspiros y gemidos de ambos provocaban corrientes eléctricas en las columnas de cada uno, definitivamente era algo que la pareja había extrañado demasiado,  estaban en su propio mundo donde sólo existían ellos, donde el mundo a su alrededor se detenía y no les importaba si en cualquier momento alguien cruzaba la puerta del departamento, no podían estar más idos y les encantaba.

 

Soonyoung alzó la mirada y sus ojos se encontraron con los ajenos, entrecerrados y brillosos por el placer, transmitiendo un cariño con esa mirada que hacía que su corazón palpitara más fuerte. Acortó la distancia y tomó los labios de su novio en un fogoso beso, dejando que sus lenguas se encontraran por milésima vez desde que la relación empezó. Las penetraciones aumentaban en profundidad y con ellas los gemidos ahogados en las bocas de los amantes, Hoshi recostó al menor ágilmente en el suelo y siguió hundiéndose con rapidez hasta que sintió como el interior del menor se contrajo fuertemente anunciando el orgasmo ajeno, quien cortó el beso al tirar su cabeza hacia atrás y gemir con fuerza. El mayor no pudo aguantar ante la presión en su miembro y se dejó ir dentro de su novio, gimiendo de igual forma antes de relajar sus músculos y dejarse caer encima del menor.

 

Ambos respiraban con dificultad y tardaron en calmar sus respiraciones. El mayor fue el primero en moverse, saliendo de su novio antes de acostarse a su lado y mirarlo con ternura.

 

-No vayas a domirte, amor. –Murmuró entre risas viendo como este seguía con sus ojos cerrados, aunque los abrió al escuchar aquello y miró al mayor con cansancio y cariño.

-Entonces cárgame hasta la cama. –Murmuró adornando su rostro con un gran puchero.

 

Soonyoung rió una vez más antes de levantarse y tomar a su novio en brazos, como si de una princesa se tratara. Lo llevó a la habitación que compartían y lo acostó en la cama, escuchando como este se acomodaba bajo las sábanas antes de salir a buscar sus ropas. Volvió y una sonrisa CUTE se posó en sus labios al ver al menor, se acostó junto a él y rodeó su cuerpo en un abrazo sobreprotector, durmiéndose luego de unos minutos sin percatarse de las pisadas y murmullos torpes que anunciaban la llegada de otra pareja al departamento.


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