Cap.04
Había llegado por fin el primer fin de semana, en donde los alumnos de la sección preparatoria de cada grado se iban a presentar para competir entre ellos y ver quién era el mejor para representar al instituto. El tema que quedo asignado para presentar a partir del jueves fue un cuento infantil corto que inculcara la importancia de la amistad.
Para Naruto esto no representaba problema alguno, siempre y cuando su mente y paz interior estuvieran en equilibrio, pero desde lo sucedido el miércoles por la tarde su cabeza estaba que daba vueltas, por un lado lo ocurrido con el profesor en el auto, sabía que estaba mal, no tuvo por qué dejarse llevar, qué pensaría de él, ¿qué era una persona demasiado fácil?, ¡no señor!, nunca había dejado que un varón se le acercará lo suficiente ni siquiera para abrazarlo, por excepción de Sasuke, pero cuando fue presionado contra el pecho del mayor sus fosas nasales inhalaron la fragancia masculina que desprendía y quedo rendido ante ella, además que el calor que le envolvió fue demasiado agradable para su gusto, nunca se había sentido así con nadie y ahora si podía asegurar que realmente estaba enamorado de su sensei y no era solamente una ilusión, aunque no le dio mucho tiempo para pensar en lo sucedido, primero: no lo vio para nada el resto de la semana, que no era de extrañar ya que esa no era la sección del profesor y segundo: el mensaje de texto que había recibido de parte de su padre y lo que ocurrió después, es lo que mantenía ocupada la mayor parte de su tiempo y mente.
Luego de bajar del auto y despedirse, entró rápidamente a su casa sin importarle levantar el diario que seguía tirado en la entrada, eso era lo de menos y carecía de importancia, buscó nuevamente el mensaje que le había mandado su padre, busco en la agenda de su teléfono el número del trabajo del mayor y marcó, luego de tres tonos entro la llamada.
-Centro de investigaciones, buenas noches, le atiende Naomi, ¿en qué le puedo ayudar?- hablo una chica a través de la línea.
-Hola, buenas noches, me podría comunicar con el señor Namikaze Minato, de parte de su hijo Naruto- dijo con voz que aparentaba seguridad pero por dentro estaba que se moría de los nervios, su padre le tenía estrictamente prohibido marcarle a su trabajo, siempre y cuando la situación fuera de suma importancia o emergencia.
-En un momento le comunico- hablo la chica y después se oyó la típica cancioncita de traslado de línea, Naruto apretaba con más fuerza el teléfono conforme pasaba el tiempo, pasaron unos segundos y la canción se cortó dejando escuchar un silencio total.
-Pa-pá- dijo el doncel en tono bajo y la voz entre cortada que ahora si evidenciaba lo nervioso que estaba.
-Naruto hijo, ¿ya estás en casa?- preguntó el mayor un poco exaltado al escuchar la voz de su hijo a través de la línea.
-Si no tiene mucho que llegue, salí a comer con mis amigos- una pequeña mentira, era tarde y su padre acostumbraba a marcar al domicilio a partir de las cinco para al menos cerciorarse que su retoño ya estaba ahí sano y salvo- lamento no haber avisado.
Esperaba una reprimenda, pero solo escuchó un suspiro que parecía de alivio. Acaso había hecho preocupar a su padre de esa manera para que permitiese interrumpir su trabajo o era a causa del contenido del mensaje que le había enviado, o tal vez ambas.
-Hijo, llama a los Uchiha y diles que si puedes ir a quedarte a su casa estos días y que me marquen para darles los detalles- la voz de Minato sonaba preocupada y nerviosa- no puedo salir hasta el sábado en la noche, el experimento está en su máximo apogeo y no debo perder nota alguna, así que guarda algunas de tus cosas y el sábado paso por ti a la mansión de Fugaku.
-Papá- su voz se quebró un poco, nunca había escuchado a su padre tan preocupado y haciendo espacio para una llamada en medio de la investigación- entonces… es cierto lo que dice el mensaje.
Más que una pregunta fue una afirmación, Minato respiro profundo, con una leve voz dijo que sí, le repitió las mismas órdenes a su hijo y cortó la llamada.
Abrió el cajón del pequeño mueble donde se encontraba el teléfono, saco la agenda ahí guardada y marco el número de la residencia de su amigo.
-Residencia Uchiha, buenas noches, ¿con quién desea hablar?- contesto una de las empleadas de la mansión, el rubio la pensó un poco.
-Con Uchiha Itachi, de Naruto Uzumaki- dijo, tardaron un poco en atender nuevamente el teléfono hasta que escucho una conocida voz.
-Bueno- se escuchó a través de la línea.
-Hola Itachi, buenas noches, me preguntaba si no sería una molestia para tú familia ir a quedarme a dormir a tú casa- estaba nervioso, su voz lo reflejaba además de que temblaba levemente.
-Ahora mismo voy por ti- corto la llamada, ni siquiera le dio tiempo de explicar nada.
Subió corriendo hacia su habitación, sacó una de las maletas que tenía guardadas en el closet y empaco algo de ropa, se cercioro de que las ventanas y puertas de la planta alta estuvieran cerradas y una vez hecho eso bajo a esperar a el moreno. Pasaron alrededor de quince minutos desde que llamo a Itachi y este ya estaba fuera tocando el claxon, salió rápidamente de su domicilio y cerro con llave, cuando iba caminado se tropezó con el diario, lo levantó y lo guardo en el bolso de mano que llevaba.
-Naruto, deja te ayudo- Itachi bajo del vehículo para ayudar al rubio a subir su maleta en la cajuela del auto, <<para haber preparado una maleta y tener esa mirada debe ser algo serio>> pensó el moreno.
Cuando Naruto abordó el auto mantenía una postura cabizbaja, el mayor no quiso preguntar nada, esperaría a que el rubio le digiera a toda su familia que estaba ocurriendo. El trayecto fue corto, el camino era de diez a quince minutos en auto de la casa del Uzumaki a la de los Uchiha ya que estos últimos vivían en la sección izquierda del parque.
-Estoy en casa- anunció el pelinegro su llegada, cargando la maleta del blondo y este siguiéndole por detrás.
-Cariño, ¿dónde estabas?- pregunto una bella señora pelinegra que respondía al nombre de Mikoto.
-Fui a recoger a Naruto- kun, parece que algo ocurrió- dijo, para después entregarle la maleta a unos de los empleados de la casa y la llevaran a la habitación de huéspedes.
-Muy buenas noches, Mikoto-san- dijo Naruto haciendo una leve reverencia- lamento importunar a estas horas de la noche y perdón que pregunte de esta manera, pero no ¿estará Uchiha- sama por aquí?, necesito decirles algo muy importante a ambos.
Mikoto se percató que algo no andaba bien con el muchacho, estaba temblando y a pesar de haber hablado en un lenguaje formal y seguro, su mirada demostraba una infinita preocupación y tristeza.
-Vamos no hables así cariño- le dedico una sonrisa- somos familia y puedes venir cada vez que quieras y te sientas solo, no necesitas tanto formalismos ni con Fugaku ni conmigo, te queremos como a un hijo- se acercó para darle un cálido abrazo que el rubio acepto con gusto.
Itachi salió de la sala, para dirigirse al despacho de su padre, Mikoto invito a sentar al rubio y las empleadas les llevaron unas galletas con té, Sasuke bajó cuando fue llamado por su madre, este bajo maldiciendo por la bajo por haberlo interrumpido en su partida online, pero cuando vio al rubio ahí sentado junto a su madre, todo quedo en el olvido y se concentró en saber porque su amigo se encontraba ahí.
-Naruto… -hablo el más pequeño de los Uchiha, lo miró y notó que aún traía el uniforme, cosa rara ya que eran casi las ocho de la noche.
-Sasuke… - lo miro por un instante para después levantarse y correr a abrazarlo efusivamente, el moreno correspondió su abrazo, se separaron cuando escucharon a los mayores entra a la sala.
-Naruto, hijo ¿qué ocurrió?- hablo el patriarca de la casa, Sasuke se alejó del rubio para darle paso a su padre, cuando este estuvo cerca abrazo al rubio protectoramente.
-Lamento venir a estas horas Fugaku-sama, pero tengo algo que decirles- saco su celular del bolsillo de su pantalón, presiono varios botones hasta encontrar el mensaje que le había enviado su padre minutos antes.
De: Papá
Asunto: Urgente
¿Por qué no contestas el teléfono?, espero y estés bien.
Algo malo sucedió en el viaje de mamá, no te alteres, avísale a los Uchiha y que se comuniquen conmigo. Te quiero mucho hijo, nos vemos el sábado.
Lo siento.
Cuando Fugaku termino de leer el mensaje en voz alta, todos quedaron en un estado de suspenso, en especial Mikoto ya que era la mejor amiga de la pelirroja, sin demorase más tiempo Fugaku llamó al centro de investigaciones.
El Uchiha mayor demoro demasiado en cuanto fue a hacer la llamada, todos en la sala estaban ansiosos por tener más detalles al respecto, ya había transcurrido un poco más de la semana desde que Kushina había partido y había mencionado que se marchaba a Sudáfrica a fotografiar y estudiar la vida silvestre junto a su equipo de grabación e investigación, tener noticias de inmediato respecto a su llegada no les era de sorprender que se comunicara luego de más de diez días de estar allá, por los problemas de comunicación y tener ahora ese tipo de noticias si era para preocuparse. Luego de quince minutos Fugaku hizo su aparición.
-Lamento informar que el vuelo donde viajaba nuestra querida amiga Uzumaki Kushina sufrió un accidente- dijo con pesar el mayor- apenas el día de ayer encontraron los restos de la aeronave.
Todos los presentes quedaron en shock, Mikoto empezó a derramar lágrimas sin ni siquiera percatarse de ellas, Itachi y Sasuke estaban que no cabían del asombro y Naruto, él solo bajo la mirada hacia sus manos, se quedó quieto y sin hacer movimiento o ruido alguno, no podía creer lo que acababa de escuchar, lo estaba negando.
-Naruto, hijo… - se acercó Fugaku a abrazarlo pero en cuanto se estaba inclinado para el contacto el rubio poso sus ojos azules contra los oscuros del mayor.
-Dime que todo es una mentira, que es una broma- dijo con un tono de voz suplicante y una mirada cristalizada por las lágrimas que amenazaban por salir- por favor.
El mayor negó con la cabeza y tomó al pequeño doncel para estrujarlo entre sus brazos, los demás miembros de la familia también se acercaron para un abrazo grupal, el rubio se permitió llorar todo lo que pudo hasta quedar rendido.
Se permitió soltar un suspiro, estaba en la parada del camión, todavía se sentía devastado pero no debía demostrar que la noticia le estaba afectando y menos cuando su papá está en el mismo o peor estado que él, ya que el rubio mayor pasó a recogerlo al día siguiente a primera hora de la mañana aun cuando le había dicho que el sábado pasaría por él, eso acción le hizo darse cuenta que realmente se encontraba destrozado porque sus experimentos e investigaciones siempre habían sido lo más importante, además que ahora su padre no se había permitido probar algún bocado y no quería salir de su habitación, le había casi rogado a su hijo que se quedara con él, que no le dejara, pero su sentido de responsabilidad con la escuela y con su grupo le impidió quedarse acompañando a su papá, además de que ya había faltado dos días, prometiéndole que en cuanto saliera se dirigiría directamente a casa. Solo espero que el matrimonio Uchiha llegará a su domicilio para acompañar a Minato mientras él estaba ausente.
Cuando tomo el camión para ir rumbo al colegio, sacó su libreta para empezar a escribir las ideas principales del cuento que le habían dejado, además de que podía olvidarse un poco de su realidad y entrar a un mundo en donde todo era paz y tranquilidad.
Llegó al colegio y para su sorpresa el Uchiha le miraba enojado y con los brazos cruzados, Naruto lo planeaba ignorar para dirigirse a la biblioteca él solo, pero Sasuke lo tomo del brazo.
-¿Por qué no me esperaste?- le dijo de manera seria y fría.
-Quiero estar solo- trato de zafarse del agarre del moreno, pero este no cedió ni un poco, al contrario había aplicado un poco más de fuerza, hizo un aligera mueca de dolor.
-Vamos Naruto, no es bueno estar solo, sabes que estoy contigo y jamás dejaría que sufrieras al menos no solo- deshizo su agarre para abrazar al rubio, Naruto se dejó abrazar por el moreno para después de un rato responder a su abrazo, contacto que se fue desecho cuando una chica pelirroja grito el nombre de Sasuke a todo pulmón.
-Sasuke- kun- con voz melosa y empujando disimuladamente al rubio con la cadera se aferró al brazo del nombrado – porque no me esperaste, nos hubiéramos venido juntos en el auto de papá.
-Hola Karin- saludó el rubio- ¿cómo estás?
-Bien, ¿por qué preguntas?- le miro analíticamente y sin deshacer su abrazo del moreno.
- y, ¿cómo están mis tíos?- su voz le traiciono un poco, sabía que la familia Uzumaki ignoraba todo de Kushina desde que contrajo matrimonio con Minato.
-¿Qué pretendes Naruto?- levanto la voz y separándose del azabache se acercó al rubio para empujarlo levemente colocando su dedo índice en el pecho del blondo, Sasuke iba a intervenir pero Naruto le dijo con la mirada que mantuviera su distancia.
-Mi… - se quedó en silencio, no sabía si era correcto que él le diera la noticia a su prima o que esperara que su tíos lo hicieran.
-Tú, ¿qué?- presionó Karin- ahora me dices, no me gusta quedarme con la curiosidad y tú bien lo sabes Naruto.
-Mi mamá ha muerto, mañana vamos a ir a recoger las cenizas para darle un “entierro” digo, solo te decía por si querías venir, después de todo fue tu tía- Naruto sonrió tenuemente para dirigirse a la biblioteca y terminar de afinar las ideas principales de su cuento.
Karin quedó impactada con la noticia, cayo de rodillas y empezó a sollozar, Sasuke se acercó a ella para consolarla, cundo se hubo calmado un poco ambos se dirigieron a la biblioteca.
En el salón donde se encontraban los veinticuatro elegidos junto a sus parejas, estaban charlando animadamente y conociéndose poco a poco, ya que por la separación de las secciones del campus, la mayoría ni siquiera conocía el rostro del otro, todo estaba en paz y armonía hasta que ingresaron al salón los profesores que iban a estar a cargo de la selección de alumnos; Hatake Kakashi, el profesor del nivel medio superior; Umino Iruka, profesor de nivel secundaria; Maito Guy de la sección de lectura de nivel básico y profesor de educación física, y por último Uchiha Madara, representante de nivel superior y director del área de humanidades e idiomas.
Los profesores después de presentarse ante el alumnado, empezaron a dar las indicaciones e instrucciones de la selección que consistía en seis eliminatorias, en donde aproximadamente cuatro de los alumnos serían eliminados por día, los últimos dos días serían asesorías exclusivas para el representante de la escuela y su anticipada presentación ante todo el colegio.
-Uzumaki Naruto, preste atención- regaño Iruka al blondo que se encontraba escribiendo quien sabe qué cosa en su libreta e ignorando a su alrededor.
-Estoy prestando atención, ttebayo- dijo para después concentrarse en seguir escribiendo su cuento, eso era lo que estaba haciendo.
Iruka soltó un suspiro, se dirigió al asiento del rubio y le arrebató la libreta, Naruto se cruzó de brazos, inflo sus mofletes y frunció el ceño.
-Y, ¿tú pareja?- pregunto Iruka al ver que el menor se encontraba solo en los pupitres compartidos.
-No tengo, nadie quiso hacer equipo conmigo, Shikamaru fue un egoísta- empezó a refunfuñar- pero ya verán, para la próxima que necesiten algo de mí, que ni cuenten conmigo- se calló, para después girar su cabeza.
-Eso es muy grosero de tu parte Naruto- Iruka le dio un golpe con la libreta que traía sosteniendo en mano, la mayoría empezó a reírse de la expresión del rubio que se sobaba la cabeza y con una lagrimita en su ojo.
-Bien, como ya has sido el centro de atención, ven y sé el primero en relatarnos tu cuento.
Los alumnos guardaron silencio, los profesores también tomaron asiento en unas sillas que estaban colocadas al costado del salón.
Una vez que Iruka le entrego su libreta a Naruto, este releyó lo que estaba escribiendo, le faltaba mucho, apenas había escrito la introducción de la historia y antes de esto tenía ya las ideas principales escritas, miró de forma suplicante a su antiguo profesor, este solo negó con la cabeza, el rubio se levantó perezosamente de su lugar y se encamino hacia al frente.
-Hola, buenos días, mi nombre es Naruto, Uzumaki Naruto, estoy cursando el tercer grado y pertenezco al grupo b del ala norte- se presentó- el cuento que les voy a relatar lleva de título <<Vecinos>> y es una historia que va dirigida a un público mayor a cuatro años- respiro profundo y empezó a relatar- Erase una vez, en una calle oscura y solitaria de la ciudad había un perro callejero…
Todos prestaban atención a lo que decía el rubio, hizo una ligera pausa, fue exactamente en donde se había quedado, sabía que no debería demorar demasiado así que empezó a relatar lo que su mente le mostraba en ese momento, imaginándose algunas escenas que había compartido con su azabache amigo y algunas con sus amigos del instituto, todo fue fluido y bien redactado, que en cuanto termino de contar, todos aplaudieron felicitándolo por tan conmovedora historia, el blondo sonrió complacido y se dirigió a su lugar.
Así pasaron todos, uno por uno, relatando su cuento infantil, luego de una hora y media de escuchar diversos relatos y escuchar uno que otro punto de vista, termino el último de relatar su cuento.
-Muy bien muchachos- se levantó Kakashi de su asiento, estirando las extremidades adormecidas- tomen un pequeño receso de treinta minutos, mientras nosotros decidimos a los afortunados concursantes.
Todos comenzaron a salir del aula de clase, comentando acerca de quiénes serían los desafortunados en seguir asistiendo los fines de semana. Sasuke al visualizar a Naruto, fue directamente hacia a él, lo tomo de la mano y ambos se dirigieron a la salida platicando amenamente, luego una pelirroja se unió a la pareja y desaparecieron de la vista del profesor que los miraba con el ceño fruncido.
-Naaaaruuu… lo sientoooo- Karin se aferró al rubio, una vez que el trío se sentó debajo de uno de los árboles a tomar su almuerzo, no se despegaba del blondo ocasionando que el azabache se molestara por la cercanía- sabes que de todos mis primos tú eres mi favorito y lamento haberme comportado tan fríamente contigo pero hay que guardar las apariencias- seguía disculpándose por todo y sin separarse de su primo.
-Te veo muy tranquilo a pesar de lo sucedido- se atrevió a comentar el moreno mientras tomaba su almuerzo con calma.
-Mi papá está demasiado conmocionado con la noticia- soltó un suspiro y sus ojos se oscurecieron un poco- pero no me puedo permitir que me vea en la misma condición en la que él se encuentra, sino ¿cómo vamos a salir adelante?- le dedico una pequeña sonrisa que demostraba determinación, así como también ocultaba su dolor.
Sasuke quedó admirado por la fortaleza de su rubio amor, porque a pesar de sentir que su mundo interior se está colapsando poco a poco, saca fuerzas y ánimos para ayudar a sus seres queridos, por otro lado Karin estaba tan orgullosa de su primo que le volvió a repetir la mismas disculpas anteriormente dichas y diciéndole que podía contar con ella con todo lo que quisiera. Naruto no pudo ser más feliz después de aquello y abrazo a su prima como nunca la había abrazado, dejando a la pelirroja algo avergonzada. Después de aquello, el trío se dedicó a comer tranquilamente hasta que paso el tiempo de descanso.
-Bueno chicos, ahora que ya todos están aquí les diremos quién fue el afortunado ganador del día de hoy- habló Iruka entusiasmado, gesto que desapareció al ver a todos los estudiantes ahí reunidos con cara de fastidio y aburrimiento.
-Está bien empecemos- ahora Kakashi fue quién tomo la palabra- Uzumaki, felicidades, tú cuento fue el más emotivo, aunque más que cuento parecía fabula, pero cumplió su objetivo- se escucharon unos débiles aplausos- Ariane y Takeo, ustedes no pasan a la siguiente etapa, su historia es casi una copia del cuento <<Los músicos de Bremen>> y por lo tanto inaceptable- los mencionados sonrieron de medio lado y tomaron asiento.
-Los que quedaron en segundo lugar el día de hoy fueron Uchiha y Uzumaki Karin, felicidades- dijo Guy con demasiado entusiasmo y haciendo unas poses algo ridículas que sacaban algunas risas a los compañeros que veían tal espectáculo- pero así lamento informar que Ten-Ten y Jirobo no pasan a la siguiente etapa, su historia no tenía sentido, lo siento… pero ánimo ¡la flor de la juventud nunca muere!
-Lástima- fue lo que dijeron ambos al decirles que su historia no había pasado, lo sabían y no se sentían perjudicados por ello, apenas pasaron al frente y empezaron a relatar lo que tenían en mente tratando de enlazar ideas.
Por último el profesor Uchiha se levantó de su lugar, ocasionando que todos guardaran silencio de inmediato y prestaran atención, el aura que desprendía era algo intimidante y si se animaban a hacer un movimiento en falso apostaban que no querían conocer de lo que era capaz de hacer el profesor por no acatar las instrucciones.
-Konohamaru y Udon, obtuvieron el tercer lugar, felicidades- habló el profesor para después mirar a todos y continuar- los primeros tres lugares, necesito que me entreguen su historia, así como la tengan, no me importa que tenga rayones o este escrita en hojas por aparte, así que no hay pretexto- Naruto al escuchar esa indicación palideció y un “Nooo” salió de sus labios para después llevarse ambas manos a la boca- ¿pasa algo Uzumaki?
-No, nada, de verás- sonrió con nerviosismo, puede continuar y sus labios formaron una sonrisa algo torcida.
-Terminado te espero en mi oficina- dijo el profesor mirándolo seriamente para después concentrarse en lo que estaba diciendo, el rubio abrió los ojos en signo de desesperación y derrota- el tema para mañana va ser expresión corporal, no necesitan traer nada, solo vengan bien desayunados y las tareas se verán y harán aquí, si tienen alguna duda pueden preguntar, sino ya se pueden retirar, nos vemos mañana.
Todos se levantaron de sus asientos para salir del aula de clases, Naruto espero a que el último saliera para tomar sus cosas y dirigirse a la oficina del profesor, no sin antes despedirse de su prima, prometiendo estar más en contacto con ella, Sasuke se quería quedar a esperar al rubio, pero su hermano ya estaba afuera del colegio esperándolo para llevarlo a sus clase de arquería, se despidió rápidamente del rubio plantándole un pequeño beso en la mejilla y retirarse, el doncel quedo desconcertado y la vez sorprendido por aquel gesto (nunca habían pasado más allá que unos abrazos), toco con su mano la mejilla en donde fue depositado el beso, para luego salir corriendo a la oficina del profesor de literatura.