Cap.09 No es tan malo arrepentirse.
Una armoniosa melodía se escuchaba en toda el recinto de la casa, Sasuke se encontraba en el comedor junto a Karin dándole los últimos detalles a su tarea de clases, mientras que Naruto era quien producía aquel magnifico sonido, se encontraba sentado en el banquillo frente al imponente piano (un regalo por parte de su abuelo paterno) tocando con suma gracia las teclas del instrumento y meneando ligeramente el cuerpo al ritmo de la música. Por lo general no acostumbraba a tocar cuando había alguien presente, ni siquiera cuando estaba a solas con el moreno, acostumbraba a hacerlo cuando estaba completamente solo sin el temor de que le juzgaran por el modo en el que tocaba o también cuando se sentía demasiado presionado o con alguna emoción o sentimiento a punto de desbordar y efectivamente, lo sucedido momentos antes lo obligaron a que se sentara sobre ese banquillo y liberara un poco de su estrés sin importarle que su prima y su todavía novio le escucharan tocar.
—Sasuke-kun, ¿no crees que Naru toca hermoso?— comento Karin mientras seguía escribiendo su reporte, el nombrado emitió un ligero sonido como respuesta y sonrió de medio lado, conocía demasiado bien al blondo para saber que estaba demasiado ofuscado por lo que ocurrió entre ellos hace ya aproximadamente dos horas y que esa era su último recurso para liberar la tensión, meneo la cabeza de un lado a otro para deshacerse de los pensamientos que empezaron a acumulársele en la cabeza, necesitaba concentrarse en su trabajo si quería resaltar ante el resto.
Naruto veía atentamente cada gesto que dibujaba el azabache en su casi inmutable rostro, tomó entre sus manos el cojín más grande del sofá usándolo como escudo ante la ahora severa mirada que le lanzaba el pelinegro. Se hizo bolita y encogiéndose aún más al sillón mientras miraba como Sasuke se levantaba del suelo y caminaba hacia él con el ceño notablemente fruncido, apretó con más fuerza el cojín contra su pecho.
—Lo… lo si… Sien…to —empezó a balbucear sin atreverse a mirar al joven que ahora estaba parado frente a él mirándolo con los brazos cruzados y una ceja levantada esperando expectante una breve explicación— es que… yo esta… estaba pensando…
—…en alguien más—pronunció el moreno mientras chasqueaba la lengua y tomaba la cabeza rubia para obligar al chico a levantarla y le mirara fijamente a los ojos.
El doncel opuso un poco de resistencia, no quería enfrentar aquella mirada bruna siempre cargada de todo tipo de emociones que con el tiempo había aprendido a descifrar de su amigo, admitía que había sido un gravísimo error dejarse guiar por el cálido sentimiento que le produjo pensar en su amor secreto olvidando que tenía compañía en ese mismo instante y aun sabiendo que su rostro no sabía disimular u ocultar el sentimiento del momento quedando inmediatamente al descubierto. Sintió como la presión a la que era sometida su cabeza perdió intensidad y después como en suspiro escapaba de los labios de su “amigo”.
— ¿Por qué Naruto?—guardo silencio, pensando que palabras utilizar. El nombrado al no percibir más cuestionamiento se atrevió a levantar su mirada notando como el pelinegro se debatía internamente para pronunciar lo siguiente, cuando el moreno vio como Naruto ya fijaba la atención en su persona se puso de cuclillas quedando a su altura y acuno el rostro del rubio entre sus manos— ¿Qué es lo que sientes realmente por mí, Naru?
Los irises azules empezaron a tambalearse suavemente sobre las cuencas, su respiración se había tornado un poco más pesada y sus manos habían empezado a sudar. Ya habían sido dos veces que le habían formulado aquella pregunta, aquella misma a la que él también deseaba darle una respuesta, dejó de apretar el cojín levantando sus manos en dirección de las muñecas del Uchiha sosteniéndolas firmemente y procurando mantener fija su mirada con la contraria —yo te quiero mucho, de verás ttebayo— inhalo profundamente, abrió y cerró sus ojos para continuar— pero yo solamente…
Sasuke no le dejo terminar, rodeo al rubio entre sus brazos (lo poco que le era permitido ya que el cojín estaba entre ambos) y aspiro el suave aroma a cítricos que desprendía, ese era el motivo por el que dudaba en hacer aquella pregunta, se temía que la respuesta fuese aquella que conllevaba un pero, y al parecer él había sido a quién le había tocado el pero sobre toda posibilidad. Naruto aparto el cojín y atrajo al moreno hacia a él, le gustaba que le abrazara, se sentía protegido y querido, aun sabiendo que el sentimiento lo catalogaba como al amor entre hermanos, cerró los ojos y aspiro su fragancia, chocolate amargo.
—Naru, permíteme enamorarte— empezó a susurrar cerca del oído y hundiendo su nariz en la base del cuello del rubio— reconozco en cierto modo que yo tengo la culpa de tú precipitada decisión, apenas me había enterado de que mantenías una posible relación y se te veía tan feliz—el blondo respingo un poco al parecer era muy obvio con sus emociones, mientras que Sasuke inhalaba profundamente para proseguir, estaba demostrando aquella faceta “débil” que solo se atrevía a mostrarle a él— me confesé creyendo que inmediatamente me negarías todo, pero al ver tú mirada me di cuenta que ya había fracasado, solo me quedaba resignarme… pero al día siguiente estabas delante de mí aceptando mi confesión llenándome de alegría y cuando llegó a tu casa después de una llamada de mi hermano diciendo que te habías desmayado te veo con una sonrisa de enamorado y una mirada reflejando amor… una que nunca me has mostrado a mí, ni siquiera en estos largos años conviviendo juntos—apretó sus ojos tratando de contener las lágrimas que amenazaban por salir y aferrándose más al cuerpo del rubio.
—Perdóname Sasuke—apretó al moreno lo más que pudo sobre su cuerpo dejándolo algo desconcertado, ante aquellas palabras cargadas de sentimiento que le dirigió su amigo no dudaba del amor que le profesaba, aquello hizo que se diera cuenta de lo grave que era su plan para cumplir los sueños de su madre, solo le estaba haciendo daño a su amigo, uno que ni siquiera merecía. Primero tendría que apartar a Madara de su corazón y después permitir que Sasuke ocupara aquel valioso lugar. Deshizo el apretado agarre y empujo levemente al azabache mirándolo fijamente a los ojos—tienes razón, estoy enamorado de alguien más y no tienes que andar sufriendo por mi culpa— parpadeo en repetidas ocasiones, las lágrimas estaban a punto de hacerse presentes al ver como el Uchiha le miraba destrozado—si quieres golpearme, gritarme o dejar de ser mi amigo, estás en todo tu derecho… pero no me odies—bajo su mirada permitiendo que algunas gotas saladas escurrieran por sus mejillas.
—Acaso aquella persona hizo algo para que tomaras esta decisión de corresponderme— habló suave, a pesar de que otra vez aquel horrible vacío se hacía presente, pero necesitaba saber que era lo que le había orillado a actuar de aquella manera, Naruto negó en respuesta queriendo a la vez decirle la verdadera razón pero no podía, no aún— ¿puedo saber al menos quién es o cómo es?
Naruto levantó su mirada, no esperaba que le preguntara por el momento nuevamente de quién se trataba, iba a negar en respuesta pero al ver la mirada casi suplicante del moreno hicieron que tragara algo de saliva y asintiera levemente— so… solo te puedo decir que es alguien mayor y… y que también corresponde mis sentimientos—terminando de decir aquello una ligera sonrisa se dibujó en sus labios, una que no pasó desapercibida para Sasuke, era la misma que había mostrado en cuanto despertó.
Ya estaba empezando a tener ligeras sospechas sobre la “famosa” pareja de su amigo, más al corroborar la casi nula información que le dio el blondo, la nota sobre la mesa de centro y el nerviosismo que presento cuando estuvieron a solas con su tío Madara. ¡Imposible! Pensó, no era posible que la persona que había cautivado el corazón de su rubio sea su propio tío, pero las pocas pruebas lo confirmaban, ya que la nota que había leído bastantes veces hasta el cansancio (en donde estaban escritas algunas indicaciones de cuidado en caso de que empeorara la fiebre), estaba escrita y redactada por la finísima caligrafía de su tío, una letra inconfundible dentro de su familia, además cuando Itachi le marco diciéndole que se presentara en la residencia Uzumaki le hizo un comentario del porque no le había dicho que el Uchiha mayor estaba impartiendo clases los fines de semana para así irse a dar una vuelta y ver como era su pariente lidiando con jóvenes estudiantes. Rodo los ojos al recordar aquello, su hermano era alguien demasiado curioso, a pesar de siempre demostrar un semblante circunspecto e indiferente siendo por lo general todo lo contrario, se golpeó mentalmente no era para andar divagando sobre las acciones de su hermano ahora, tenía otra cosa más importante en que enfocarse. Aun así ya no pudo seguir concentrado en sus pensamientos, cuando sintió como su acompañante lo zarandeaba ligeramente, susurraba quedamente su nombre y le miraba evidentemente confundido. Al parecer ya estaba entiendo a que iban las cosas, necesitaba un último cuestionamiento para casi confirmar sus sospechas.
— La persona que te gusta es mucho más grande que Itachi ¿verdad?— pudo notar como el rubio se ponía un poco pálido al sentirse descubierto, varias ideas empezaron a formarse en su cabeza, eran algo crueles por así decirlo, sobornar al rubio con decirle que ya sabía de quien se trataba (aunque no estuviera al cien por ciento seguro), obligarlo a mantener una relación con él y aprovechar ese tiempo para conquistarlo y hacer que se olvidara del mayor, sintió un pequeño deje de remordimiento, Naruto se estaba disculpando y pidiéndole perdón por sentir que estaba jugando con sus sentimientos, pero aprovecharía esa confusión que lo mantenía distanciado al parecer de sus actual pareja para salir victorioso, sonrió de medio lado, todavía no debía darse por vencido—no te preocupes, no diré nada al respecto—acaricio la acanelada mejilla y le miro perdiéndose en los azulinos ojos— permíteme enamorarte y dejar a un lado el sentimiento que albergas por él.
Se acercó lentamente para capturar los labios del blondo, momento en el cual Naruto apretó sus labios negando el contacto. Sasuke se separó y sin apartar su mirada de la del contrario una sonrisa se formó sobre sus labios, al parecer tendría que empezar a hacer uso de su nuevo material— comprendo que quieras evadir mi contacto, pero si no mal entiendo trataste de mantener una relación conmigo porque no quieres correr el riesgo de que rechacen a tú pareja, eso quiero suponer porque no me diste detalles—el doncel le miro algo sorprendido, no era exactamente como estaban pasando las cosas pero era una acertada deducción— además ya no deberías sentirte culpable, estoy en toda la disposición de ayudarte a olvidar a aquella persona y hacer que te enamores de mí al mismo tiempo—acerco nuevamente sus labios casi rozando los del contrario y sintiendo su respiración— quiero besarte y que te acostumbres a mi tacto.
Volvió a unir sus labios con los del doncel, esta vez sin ningún rechazo de por medio, ejercía movimientos suaves esperando pacientemente a que su pareja le correspondiera de la misma manera y efectivamente no había pasado mucho tiempo y el rubio ya le estaba correspondiendo el beso, lo tomo de las caderas para acercarlo más a su cuerpo mientras que el más joven tenía sus manos en sus hombros, deslizo una de sus manos por debajo de la playera acariciando los costados y la espalda con movimientos suaves y circulares, Naruto apretó con más fuerza los hombros de su pareja tratando de disipar la incomodidad que le estaba generando aquel afecto, se separaron un poco para tomar algo de aire y volver a unir sus bocas, sintió como Sasuke colaba su otra mano y como esa se dirigía hacia su pecho acariciándolo paulatinamente, se removió incomodo por aquella acción obligando a romper el contacto y alejándose del moreno, ganándose una mirada furibunda por parte del mismo.
—No, no quiero eso— susurro, haciéndose bolita en el sofá y tomando nuevamente el cojín para proteger su cuerpo. Cerró los ojos y los apretó con fuerza al igual que al cojín cuando sintió como el azabache se iba acercando a él, empezaba a sentir algo parecido a la repulsión, no quería que le tocara, no es porque Sasuke haya sido brusco o pensara que le fuera a lastimar, pero su cuerpo se rehusaba a aceptarlo, él deseaba estar en una situación parecida no con Sasuke si no con Madara. Se reprendió mentalmente, se supone que estaba haciendo aquello para empezar a olvidarlo pero al parecer iba a ser más difícil de lo que creyó.
—Lo siento, me deje llevar, no quería asustarte— Habló suave y acariciando los suaves cabellos rubios—prometo darte el tiempo necesario para que te acostumbres— y una sincera sonrisa formaron sus labios.
Naruto volvió a encarar a su novio y pudo ver sinceridad en su mirada, sintió una gran opresión en su pecho y la decepción recorrer en todo su organismo, una parte de él deseaba que Sasuke se alejará voluntariamente y le apoyara como los amigos que siempre habían sido y ya con el tiempo ver como se iban dando las cosas y no forzar la situación que era lo que estaban haciendo en ese momento. El timbre resonó en la residencia y antes de que el Uchiha volviera a intentar algo sobre él, se levantó a atender la puerta agradeciendo internamente aquella interrupción. Pudo ver a su prima pelirroja, llenándolo de alegría pensando que se llevaría a Sasuke con ella para hacer quien sabe qué cosa con sus amigos, la dejo pasar con toda la intención que ambos amigos se retiraran pero grande fue su decepción al percatarse que Karin tenía las intenciones de realizar sus deberes escolares en su casa y en compañía de Sasuke. No pudo más. Quería gritar, decirles que se retiraran de su casa, aclararle a su padre que él no amaba a su amigo y que ya tenía a alguien más, aclarar las cosas con el Uchiha mayor y concentrarse únicamente en la competencia. Permitió que su prima se adentrara a su casa como si nada y casi obligara al pelinegro a hacer sus deberes, mientras que él se sentaba en el banquillo frente al piano y se disponía a liberar toda la ira y decepción hacia su persona.
La música concluyo, pudo escuchar unos ligeros aplausos provenir de la cocina, soltó un suspiro y una sonrisa burlesca se dibujó en sus labios, reconocía que era una persona un poco impulsiva y que tendía a decir y hacer las cosas sin detenerse a pensarlo más de una ocasión la mayoría de las veces, aunque estuvo casi más de una hora ahí sentado emitiendo aquellas melodías, sirvieron su cometido de relajarlo un poco aunque haya olvidado que tenía invitados y ahora se abochornara por ello. Subió corriendo hacia su habitación llevándose su bolso consigo, necesitaba revisar las tareas pendientes para el lunes y la actividad de mañana, se había retrasado un poco pero no se arrepentía, además no podía posponerlo para el día siguiente ya que iba ir a visitar a su papi Iruka y degustarse con su deliciosa comida, una agradable ansiedad lo invadió ya quería que fuera mañana y así poder platicar amenamente con el mayor. Extrajo de su bolso la única libreta que contenía, empezó a hojearla para encontrar sus últimos apuntes percatándose de un pedazo de hoja doblado que salía de está cayendo sobre la cama, dejo la libreta a un lado y se dispuso a desdoblar el pequeño papelito leyendo el contenido, sus mejillas enrojecieron y un cálido sentimiento lo invadió, la pequeña hoja tenía escrito el número de contacto y dirección de su amado pelinegro, además de unas breves indicaciones de cuidado contra un posible resfriado, pero lo que lo lleno de dicha fue lo último que venía escrito: “te amo Naruto”. Abrazo la hoja de papel contra su pecho, lanzándose de espaldas sobre la cama y girando después en ella de la emoción, cuando se hubo calmado respiro profundamente y contemplo el blanco techo pensando en esas tres últimas palabras, soltó un largo suspiro, ya se estaba arrepintiendo de seguir la última voluntad de Kushina, un “yo también te amo” salió de sus labios y cerrando los ojos apretó de nuevo la nota contra su pecho, no quería pensar demasiado al respecto, quería quedarse por el momento con ese cálido sentimiento y olvidar todos sus dilemas mentales. Se levantó de golpe, necesitaba apurarse con sus deberes además de que ya tenía hambre y necesitaba preparar un poco más de comida para sus invitados ya que lo que dejo Minato no sería suficiente, guardo la hoja de papel en uno de sus cajones del escritorio, tomo algunos de sus materiales y se dirigió a la cocina donde estaba su prima y su novio para que le ayudasen en sus tareas.
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Ya era domingo, la clase a pesar de todo fue amena y corta para la buena suerte de todos, ya que esa clase solo consistió en un pequeño examen de dictado para ver qué tal andaban todos con su ortografía y ver quien seguía en la competición anunciando el próximo sábado a la pareja eliminada.
Naruto quedó algo desconcertado al no ver a su “profesor favorito” en todo el día, quería verlo aunque no supiera que decirle, solo le bastaba con poder contemplarlo y besarlo nuevamente, sentir ese cosquilleo en su estómago cuando está cerca de él y aspirar su fragancia. Su semblante decayó sintiéndose nuevamente contrariado, Sasuke se acercó a él y así estuvieron toda la clase.
—Naru, vamos ir al centro de video juegos, ¿quieres acompañarnos?— pregunto Karin mientras se dirigían a la salida.
—Lo siento no puedo, tengo un compromiso saliendo de aquí— dijo como respuesta, no quería que su prima supiera de la estrecha relación casi familiar que mantenía con su antiguo y actual profesor de literatura, si no presentía que la chica se sentiría mal por no haber estado con él cuando más necesitaba de su familia— será otro día, lo prometo tteba.
La pelirroja asintió y sonrió, sabía que no podía presionarlo a que le dijera todo, no era su madre para exigirle, pero Sasuke al parecer pensaba de manera diferente— ayer no mencionaste nada dobe, ¿con quién vas a salir?
—Con nadie que te interese, teme— le saco la lengua y miro la hora en la pantalla de su móvil— me tengo que ir ya me deben estar esperando— se dio media vuelta para emprender una carrera pero Sasuke lo detuvo del brazo antes de que se retirara.
—Te pregunte que a donde ibas
—Ya Sasuke, mi primo no te tiene que andar avisándote a donde o con quien va a salir —Salió la pelirroja en su defensa.
—Ya oíste Sasuke, no necesito andar diciéndote a donde voy, así que suéltame y dejamos la fiesta en paz— dijo el blondo con evidente molestia, no le gustaba que el azabache se tomará aquellas libertades con él y tratara de manipularlo. El moreno iba a reprochar cuando una voz se escuchó a lo lejos llamando al doncel— ¡Iruka-sensei! —gritó en cuanto lo vio a lo lejos junto a Kakashi, Sasuke deshizo el agarre para que el chico saliera disparado en dirección a ese par, conocía perfectamente la relación de ellos tres y oponerse sería relativamente lo mismo que oponerse a sus progenitores, tomó a la chica de la muñeca al notar que no salía del asombro al ver como Naruto corría tan feliz hacia sus profesores, ambos se marcharon de ahí hasta perder al doncel de vista.
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— ¡Ya extrañaba tú comida!— decía el rubio mientras engullía de todo lo que estaba colocado en la mesa que por lo general era en su mayoría pescados y mariscos— aunque falto el ramen dattebayo.
—Nada de ramen mientras estés aquí en la casa, entendido— dijo Iruka mientras el también ingería sus alimentos, Kakashi solo asintió apoyando el argumento de su esposo.
Naruto solo hizo un ligero mohín y siguió comiendo, los alimentos le sabían a gloria envidiando un poco el sazón de su papi, no es que fuera un desastre en la cocina se defendía en cierto punto, pero probar algo diferente a lo acostumbrado era la maravilla de esto, aunque admitía que si a diario ingería esa comida nunca se cansaría de comerla. La hora de la comida fue demasiado agradable con pláticas triviales y anécdotas de lo ocurrido esos últimos meses. Terminando de comer el rubio ayudo con la limpieza del comedor como agradecimiento, dirigiéndose a la sala una vez que hubo concluido su tarea.
— ¿Cómo te has sentido últimamente Naru?— cuestiono Iruka sentándose a un lado del rubio y enredando entre sus dedos en los cabellos amarillos.
—Bien, creo que bien— respondió restándole importancia y levantando los hombros, sabía que el doncel mayor era muy hábil para detectar sus mentiras y evasivas y aunque quería desahogarse con él y decirle todo lo que estaba sufriendo con sus decisiones quería que fuera poco a poco mientras la conversación iba fluyendo.
— ¿Cómo que creo?, estos días Kakashi y yo te hemos visto demasiado decaído—seguía diciendo mientras continuaba con su labor de juguetear con el blondo cabello— quiero creer que lo que pasó hace unas semanas no tiene que ver, porque solo muestras ese estado de ánimo cuando estás con Sasuke ¿acaso te hizo algo?
El rubio doncel negó en respuesta y aprovecho para acurrucarse al pecho de su papi, en eso el peli plateado iba haciendo acto de presencia ya que se había marchado a quien sabe dónde después de que finalizara de comer, sentándose en el sofá individual y sacando uno de sus pequeños libros, Iruka meneo la cabeza en signo de desaprobación soltando después un suspiro, su pareja jamás dejaría esos libros por nada del mundo.
—Entonces, ¿qué relación tienes con él?—prosiguió el doncel— la última vez que los vi no estaban así de juntos y a la vez tan distanciados ¿acaso son novios?
Naruto se separó del moreno para acomodarse correctamente en el sofá, sí eran novios pero no quería hacerlo público todavía— bu… bueno es que paso algo extraño y somos algo parecido—sonrió mostrando toda su blanca dentadura esperando que no le siguiera cuestionando.
—Eso quiere decir que lo quieres— dijo más afirmando que preguntando, haciendo que el rubio se pusiera algo ansioso y desviara su mirada.
Kakashi que solamente había estado al pendiente de la conversación y viendo las reacciones de su “hijo”, hacían que confirmara cada una de sus sospechas, pero esperar a que su pareja le sacara toda la información llevaría demasiado tiempo para confirmarlas al cien por ciento y al parecer eso era lo que menos tenían si querían ayudar al menor. Decidió que tendría que ser directo que a estarse yendo por las ramas, dejo su libro sobre su regazo, se aclaró la garganta para llamar la atención de ambos donceles y fijar toda su atención hacia el joven de ojos azules— ¿Qué relación tienes con Uchiha Madara?
El joven abrió los ojos lo más que le fue permitido, las manos le empezaron a sudar y su respiración se fue haciendo un poco más pesada, Iruka al ver el estado de su pequeño y como se iba poniendo cada vez más pálido se levantó de golpe para dirigirse rumbo a la cocina y preparar algo dulce no sin antes mandarle una mirada reprobatoria y sumamente enfadada a su conyugue, habían quedado de ir poco a poco para evitar exactamente aquello.
Kakashi ya se estaba arrepintiendo de haber soltado la pregunta sin un poco de delicadeza, pero ya que más podía hacer, lo había hecho y solo le quedaba esperar que el menor se tranquilizara y respondiera a ello.