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Problemas Familiares (2Min) por 2minjongkeydubu

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Notas del fanfic:

Hola~ les traigo un bonito OneShot, desde cuando quería subir algo como esto y hasta apenas hoy he podido...


Espero sea de su agrado, disfrútenlo

En la sala se encontraba un adorable pequeño comiendo frituras mientras que miraba atento las caricaturas, todo a su alrededor estaba en silencio, su Omma acababa de subir a acostar a su pequeña hermana, que hace unos minutos se encontraba llorando.


Todo era un caos, había juguetes por donde quiera, las paredes estaban pintadas con crayones que su hermana había agarrado de la mochila del pequeño, las coderas del sofá estaban pintadas de golosina. El pequeño se metió una fritura a la boca y volteo a su alrededor, pudiendo observar todo el desastre, aún tenía su pequeña mano en la boca y parpadeo lentamente, no sabía en qué momento la pequeña Yeri y el habían hecho todo ese desastre.


Limpio sus manitas en su pantalón y tomo el control de la televisión, para poderla apagar, bajo con cuidado del sofá y tomo el tazón lleno de frituras y con sus pequeños pasos lo llevo a la cocina. Se puso de puntitas frente al lavabo y trato de ponerlo, pero al ver que no alcanzaba lo puso en el piso y trato se acercó a tomar un banco que tenía su Omma para él, para cuando lo "ayudaba" en la cocina, tomo el tazón de nueva cuenta y se subió con cuidado de no caerse, lo coloco en el fondo y se bajó con cuidado.


Volvió a la sala y tomo su baúl y empezó a guardad sus juguetes y los de su hermana, cuando termino, arrastro con fuerza el baúl y lo llevo debajo de las escaleras donde siempre lo ponía. Miro con desaprobación las paredes pintadas y rio quedito, vaya que su hermanita para su edad tenia dotes de artista. Había rayas que iban desde el inicio de las escaleras hasta la puerta de la cocina.


Busco en una de las puertas de la alacena donde su papá le había dicho que había líquidos que no eran aptos para que el los jugara porque eran peligrosos, pero había visto a su Omma ocuparlos para limpiar ese tipo de desastres, así que busco en específico una botella con liquido azul, que tenía un atomizador, cuando lo encontró se colocó unos guates que a pesar que le quedaban enormes, sabía que se los tenía que poner, pues su Omma los usaba cuando utilizaba ese spray, tomo una franela y se dirijo a limpiar el desastre de su hermana.


Roseaba una gran cantidad y después lo tallaba con la franela, veía como desaparecían lentamente las marcas y sonreía, a partir de ese momento no dejaría cerca los crayones de Yeri, se decía a sí mismo.


Había escuchado hablar a su Omma decirle a su appa que se cansaba mucho cuidándolo a él y a su hermana, que quisiera que él se encontrara en casa más tiempo para que lo ayudara, hasta había visto como lloraba y discutían por causa de eso, su appa le decía que él no estaba porque tenía que trabajar para llevar lo necesario a casa. No le gustaba que sus papás discutieran, pero últimamente desque nació su hermana no hacían más que eso, discutir por todo y eso le ponía triste, muchas veces le echaba la culpa a la pequeña, pero después se daba cuenta que ella no tenía la culpa de nada, era el cansancio que albergaban sus padres lo que hacía que se irritaran y pelearan constantemente.


Había platicado con su maestra de la situación que había en su casa y ella le había dicho que el como el más grande debía ayudar en lo que pudiera a su Omma, para que estuviera más alegre y no peleara con su appa, por lo que había decidido ayudarla, en lo que él pudiera, no quería que sus papas se divorciaran como los papás de su amigo Minhyuk, él amaba a sus papás y sabía que ellos se querían mucho.


El seguía limpiando muy metido en poder dejar la pared como si su hermana no había manchado nada que no se había percatado que su Omma venia bajando las escaleras observándolo como limpiaba.


Su mirada se dirigió a la sala, observando que todos los juguetes antes regados ya no estaban, miro con ternura a su pequeño de apenas 5 años, como llevaba puestos unos guates que literalmente cubrían todo su pequeño brazo, pero eso no le impedía colocar liquido en la pared y frotar fuertemente, se acercó lentamente hasta donde estaba el pequeño y se hinco a su lado, toco suavemente su hombro y el niño lo miro con una sonrisa en su rostro.


 


-¿Qué haces pequeño?- Dijo con curiosidad, el pequeño dejo de hacer lo que hacía para voltear a ver a su Omma.


-Estoy limpiando el desastre de mi hermana, para que tú puedas descansar un poco Omma.


-Pero mi niño, no es necesario que limpies yo lo iba a hacer después de que ella se durmiera.


-Yo quería hacerlo Omma, quiero que descanses un poco, para cuando llegue appa, tú y el no pelen y puedan darse besitos como lo hacían antes.


 


Miro a su pequeño sorprendido, sabía que él se había dado cuenta que las cosas no estaban tan bien, pero no creía que a tal grado, sintió un nudo en su garganta y como las lágrimas se acumulaban en sus ojos.


 


-No, Omma, no llores, te ayudare más seguido, le enseñare a Yeri que no debe causar tantos problemas, la cuidare cuando llegue de la escuela y así tu podrás estar feliz como antes, ya no te pelearas con appa y no se separaran como los papás de Minhyuk, y seremos una familia muy feliz, como antes.


 


Las lágrimas brotaban sin parar de sus ojos, nada le dolía más que escuchar a su pequeño decir esas palabras, sabía que las cosas no estaban bien, pero ahora que lo escuchaba de la boca de su pequeño, veía que era más grave de lo que pensaba.


 


-No, YooGeun, tu appa y yo no nos vamos a separar, solo que ambos estamos un poco estresados y no llegamos a concordar en algunas cosas y por eso discutimos.


-Lose Omma, la maestra me lo dijo, por eso te ayudare en lo que pueda, para que no peleen, quiero que todo sea como antes y que mi hermanita pueda ver cuánto se quieren así como yo lo vi, no quiero que llegue a pensar que no se quieren porque los ve pelear.


 


La realidad lo golpeaba y demasiado fuerte para su gusto, las palabras del pequeño de 5 años estaban tan llenas de verdad, desde que su pequeña Yeri había nacido él y su esposo, no habían dejado de discutir por una cosa u otra, las cosas eran más difíciles que cuando había nacido el pequeño YooGeun, su esposo había obtenido un acenso y eso hacía que pasara más tiempo en su oficina que en casa y esto le obligaba a él a cuidar de sus dos pequeños y encargarse de las labores del hogar, y cuando intentaba decirle a su esposo lo cansado que estaba, él también le decía que estaba cansado. Toda conversación que tuvieran terminaba con gritos y algunas veces lagrimas por parte de él.


Pero ahora que su pequeño le decía este tipo de cosas sabía que tenía que hacer algo, no le gustaba que pensara ese tipo de cosas y lo hablaría con su esposo cuando este llegara del trabajo, tenían que arreglar la situación, las cosas no podían seguir de esa manera.


 


-Tranquilo amor, no volveré a pelear con tu appa, ahora deja eso y sube a tu cuarto a hacer tu tarea yo lo terminare.


-Yo te ayudo Omma, así acabamos rápido.- le dio una sonrisa a su bebe y le beso la cabeza.


-Está bien, ¿Te parece si nos apuramos y hacemos el postre favorito de papá?


 


-Siiii...- vio la emoción en su hijo y no pudo evitar reír un poco.


 


El tiempo paso muy rápido, la cocina era un completo desastre, harina por donde quiera, el lavabo lleno de trastes y él lleno de agua y harina, por culpa de su hijo. Acababa de terminar de bañarlo y acostarlo, el pobre había terminado agotado, por todo lo que habían hecho, el negó suavemente y se preparó un té se sentó en las sillas que estaban en la cocina a pesar de estar todo sucio, sabía que tenía que pensar la manera de decirle a su esposo la situación. Escucho como se abría la puerta de la entrada anunciando la llegada de este, limpia como pudo su ropa y se arregló un poco viéndose en el reflejo del microondas.


Se asomó a la sala y pudo observar como su marido, se quitaba el abrigo y lo colocaba en el perchero, ponía su maletín en la mesa que estaba a un lado y se aflojaba la corbata, a pesar de que ya no era un joven, seguía siendo tan atractivo como en sus tiempos de adolescencia donde se enamoró de él. Se acercó con lentitud y le ayudo a quitarse la corbata, para después colocar un casto beso en sus labios que había tomado por sorpresa al alto, quien sin dudar lo tomo de la nuca para poder darle también un beso un poco más largo al que había recibido.


 


-¿A que debo tanto cariño?- dijo el alto después de separarse de su pequeño esposo.


-Te he extrañado.- dijo sin más y lo volvió a besar fugazmente.


-Yo también Te extrañe.


 


Y entre beso y beso habían llegado a su sofá uno encima del otro, dándose pequeñas muestras de cariño, sin sobrepasar los límites.


 


-¿Dónde están los niños?- dijo su esposo.


-Están dormidos, a la pequeña Yeri aun le han de quedar como una hora de siesta antes de que se despierte y YooGeun se acaba de dormir.


-Entonces tenemos tiempo de divertirnos un poco.- dijo pícaro y beso el cuello de su esposo, sintiendo como se desasía por las caricias que le estaba brindando.


-Espera MinHo, tengo algo que decirte...- Dijo separando despacio a su esposo, este soltó un pequeño suspiro y le acomodo el cabello viéndolo directamente a los ojos, para después dejarle un pequeño beso en los labios que apenas y fue un roce entre ambos.


-¿Qué pasa Tae?


-Hoy YooGeun me dijo algo que me puso a pensar mucho.


-¿YooGeun?- Taemin solo pudo asentir.- ¿Qué te dijo mi campeón?


-Que me iba a ayudar más en la casa y con Yeri para que tú y yo ya no nos peleáramos y acabáramos como los papás de su amiguito Minhyuk.


 


El alto lo miro sorprendido y un poco asustado, sabía que su pequeño YooGeun era muy listo y observador, pero jamás pensó que llegara a pensar eso de él y su Omma.


 


-El piensa que nos vamos a divorciar porque siempre estamos peleando, me partió el alma escucharlo decir que quería que Yeri viera como nos amábamos así como él lo había visto.


-¿Eso te dijo?- su pequeño esposo empezó a llorar y asentía lentamente a lo que su esposo le preguntaba.


-Min, no quiero que piense eso, está muy pequeño como para que se preocupe porque sus padres se pelean a cada rato y tenga miedo de que se separen.


-Demonios, ¿que hemos estado haciendo?


-No lose, creo que el cansancio nos ha hecho discutir por todo y esto está afectándole a nuestros hijos, a tal grado que YooGeun tiene miedo que nos separemos.


 


Estaban tan metidos en sus pensamientos, tratando de analizar en qué momento llegaron a cometer esos errores, que el llanto de la pequeña Yeri había pasado desapercibido por ambos.


 


-Parece ser que Yeri, ya se despertó, iré a verla.- Dijo colocándose de pie, pero antes de que avanzara tan solo un paso, sintió como su marido le jalaba el brazo.


-Espera voy contigo.


 


Ambos caminaron a lado del otro, iban subiendo las escaleras cuando dejaron de escuchar el lamento de la pequeña de apenas un año. Asustados se miraron el uno al otro, no era normal que la pequeña dejara de llorar así de repentino, apresuraron su paso hasta llegar a la recamara de la pequeña, notando que la puerta de esta estaba abierta mostrando la imagen más tierna que jamás pudieron imaginar.


 


-Calma pequeña Yeri, Omma está hablando con appa, tranquilízate y dejemos que hablen, así podrán ser felices como antes.


 


Su pequeño le decía a su hermanita, sobándole la pancita, estaba subido a un banco y estaba parado de puntitas, la pequeña que la mayoría del tiempo le tomaba más de 20 minutos controlar su llanto, estaba tan tranquila y agarraba la mano de su hermano mayor.


 


-Eso es, vuelve a dormir, dejemos un momento a nuestros appas disfrutar y hablar tranquilamente, ellos lo merecen pequeña Yeri.- Ahora el niño acariciaba el cabello rubio ondulado de su hermana.- Sabes antes de que tu nacieras ellos siempre andaban con una sonrisa en su rostro y jugaban conmigo siempre que pudieran, jamás había visto que se pelearan, pero las cosas son más complicadas cuando la familia aumente, o por lo menos eso me dijo mi maestra, ambos empezaron a pelear porque están preocupados por hacer las cosas bien, así que nosotros tenemos que hacer lo mismo.- Tomo la manita de su hermana que comenzaba a dormirse de nuevo, y le dejo un beso en esta.- Todo se mejorara, pero tenemos que ayudarles, por ahora duerme, yo volveré a mi cama y tratare de dormir un poco más.


 


La pequeña sorprendentemente se volvió a dormir y YooGeun despacio y con sumo cuidado se bajó del banco y lo acomodo en el lugar donde estaba, camino hacia la salida y cerró la puerta suavemente para después dirigirse a su recamara. Ambos padres observaron cada uno de sus movimientos, reteniendo las lágrimas por las palabras antes dichas por el niño de 5 años. Cuando observaron cómo se metía de nueva cuenta a su recamara, se miraron el uno al otro, sin decir una palabra solo con el simple hecho de mirarse a los ojos sabían lo que el otro pensaba. Las cosas tenían que cambiar por el bien de ambos y de sus hijos.


 


La mañana siguiente el pequeño YooGeun sintió como un suave tacto se colocaba en una de sus mejillas, dirigió sus pequeñas manitas a sus ojos para poderlos tallar un poco para así ver bien.


 


-Despierta dormilón, es hora de arreglarse para ir a la escuela.


 


El pequeño YooGeun se percató que no era su Omma el que lo estaba despertando como lo hacía todos los días, si no que en esta ocasión se trataba de su appa, abrió sus ojos con asombro y alzo sus bracitos en señal de que quería que lo cargara, el alto tomo entre sus brazos a su pequeño y le acariciaba el cabello.


 


-Parece que alguien amaneció muy cariñoso...- dijo su appa mientras bajaban las escaleras con rumbo a la cocina, el pequeño sintió como un dulce aroma a pan quesillos inundaba sus fosas nasales y su pancita le recordó que debía alimentarse.


 


Ambos entraron a la cocina y pudo observar como su Omma estaba haciendo mucho pan quesillos, en la mesa se encontraban servidos unos cuantos y a lado de esta estaba su pequeña hermana con un overol color lila y su pelo amarrado en dos coletas. Su appa lo acerco a su Omma y le dio un beso en la mejilla.


 


-Buenos días, amorcito, ¿listo para desayunar tu platillo favorito?


-Si- sin decir nada más el pequeño se sentó en su silla a lado de su hermana y la miro para después pararse con cuidado sobre la silla y dejarle un beso en la mejilla.- Buenos días pequeña Yeri.


 


Ambos padres observaban con cariño como su pequeño hijo le daba muestras de afecto a su hermana y platicaba con ella de vez en cuando, aun sabiendo que la pequeña aun no entendía muy bien las cosas.


 


-Campeón, tu Omma y yo queremos hablar contigo.- dijo aquel guapo hombre que esa mañana había cambiado su traje por un pantalón deportivo y una playera blanca.


-¿Pasa algo malo appas?- dijo preocupado el pequeño.- No me digan que se van a separar, prometemos portarnos bien y no causarles molestias ¿Verdad Yeri?- dijo asustado volteando a ver a su hermanita, las lágrimas empezaban a asomarse por sus grandes ojos.


-YooGeun, cariño tu papá y yo no nos vamos a separar, cálmate amor.- dijo su Omma limpiándole la carita, por donde habían pasado unas cuantas lágrimas.


-Así es campeón, yo amo mucho a tu Omma como para separarme de él, es verdad que últimamente discutimos mucho, pero eso va a cambiar, no queremos que les afecte a ustedes y eso lo entendimos ayer.


-¿De verdad?- pregunto asombrado el pequeño.


-Así es hijo, tú no tienes que preocuparte por este tipo de situaciones, es normal que una pareja tenga discusiones, talvez no tan seguido como nosotros las tuvimos pero ya no lo volveremos a hacer, tu padre y yo nos amamos y los amamos a ustedes, siempre vamos a querer lo mejor para ustedes.


-¿Me prometen que ya no van a volver a pelear?


-Te lo prometemos Hijo.


-¿Y se van a volver a dar muchos besos como antes?- Aquel doncel rubio no pudo evitar sonrojarse ante la pregunta de su hijo.


-Así es Hijo, todo volverá a ser como era antes, discúlpanos por haberte preocupado.- volteo a ver a su esposo y le dio un beso en la frente.- También tu discúlpame por mi odiosa actitud.


-No hay nada que perdonar amor, hay que ver hacia el futuro y disfrutarlo con los maravillosos tesoros que nos dio la vida.- dijo viendo a sus hijos.


 


Ambos se dieron un pequeño beso en los labios, que fue interrumpido por un pequeño entusiasmado.


 


-Viva!! mis papis volvieron a ser los de antes.- Y se bajó de su silla para poder ir a abrazar a sus padres que lo recibieron con los brazos abiertos.


 


Muchas veces las familias llegan a tener problemas, los matrimonios cambian una vez que los hijos llegan, aunque deberían ser muchísimo más felices, muchas veces las cosas se tornan obscuras.


Lo monetario no puede remplazar el cariño que la familia te puede brindar, el cansancio tiene sus recompensas cuando vez la alegría reflejada en las personas en las cuales inviertes tu tiempo.


Una familia unida siempre podrá superar todos los obstáculos, y muchas veces no se necesita ser alguien maduro para darse cuenta que las cosas están mal.


Recuerden que lo que hagas no solo te afecta a ti, sino a todos los que están a tu alrededor. Disfruta, sonríe, los problemas familiares siempre han existido de ti dependen como estos terminen.

Notas finales:

:D Me gusto como quedo, espero y a ustedes también.


Mañana regreso a la Uni :( se acabaron mis vacaciones.


Nos estamos leyendo el día de mañana con la actualización de El significado del amor :D


Espero verlos por halla.


Is Fuera.


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