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Hasta el fin del mundo por Mal-Dita

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Notas del capitulo:

Hola. Bueno este es mi primer fic de mi más amado OTP. Creo que antes que lo lean quiero que sepan que este fic trata de capturar la esencia que tiene esta pareja, más allá de lo que muchos piensan aquí no impera esa tensión sexual de la que hablan casi todos sus detractores, existe, pero no es la tónica principal. Según yo lo que caracteriza a Rin y Haru es esta imperfección de ambos, imperfección que al unirse equilibra y complementa. Haru tiene lo que no tiene Rin y viceversa. Ambos se admiran y sus vidas sin el otro no hubiesen sido igual de ningún modo. Tampoco me ciego con tener un Otp que es perfecto, su relación es complicada debido a sus personalidades, el Rojo y el azul son muy distintos, colores fríos y cálidos, pero cuando se unen crean un hermoso violeta.

 

Ups, creo que hable mucho, recuerdo que en su mayoría los personajes no son míos y solo juego con ellos, pero existen varios de mi creación para darle vida a esta historia.

Espero que les guste.

El cielo tomo una tonalidad rojiza al atardecer, colores que se mezclaban con el azul del cielo y dibujaban pequeñas marcas violetas que a más de un pasajero en aquel avión le dieron ganas de fotografiar con el fin de  inmortalizar aquella hermosa vista. Haru miraba por una pequeña ventanilla a su costado izquierdo, pero sus pensamientos lo mantenían lejos. El miedo embargaba su ser, su apariencia taciturna no podía delatar la angustia que sentía en esos momentos.

No era la primera vez que viajaba solo a un país desconocido, pero esta vez era diferente, su misión consistía en traer al sujeto de ojos rojos nuevamente a Japón, pero nada le aseguraba que volviera con vida. Casi setenta y dos horas habían pasado desde que se había enterado que Rin había desaparecido, un año sin verlo, una vida esperando.

-¿Cuando se terminara esto?-se preguntaba a menudo- esto recién comienza-se contestaba siempre-.

 

Flash back

Era viernes por la tarde y Haru había decidido volver a Iwatobi por ese fin de semana. Hace algún tiempo sentía deseos de dejar todo y volver a la tranquilidad de su hogar, caminar por la arena fría y contemplar la puesta de sol, ir al mercado y comprar caballa para cenar. Eso era lo único que deseaba, no era un hombre de grandes gustos y lujos, solo se conformaba con la tranquilidad y el agua, que a pesar de los años no había dejado de ser un confort y consuelo. A meses de cumplir veintiséis años y con una carrera prolífica de nadador en la espalda, incluyendo juegos olímpicos y torneos internacionales no podía envidiar nada a nadie en lo que respecta a su carrera profesional.

 En un principio jamás fue su sueño, el solo añoraba la paz, pero eso no pudo ser posible desde el momento es que un pequeño curioso, molesto y obstinado chico se atravesó en el flujo de su vida. Se conocieron como rivales y el pasar del tiempo  transformo la rivalidad en amistad. Quizás las emociones y la inocencia, en conjunto con la competencia y la curiosidad comenzaron a llenar las pequeñas cabezas y los pechos de ambos chicos. A pesar de lo tonto que pudiera parecer los rivales habían tomado esas diferencias irreconciliables para transformarlas en admiración . ¿Quién iba a pensar que el chico más molesto, bullicioso y altanero de todos se iba a transformar en su primer amor? Porque así fue, aunque noche tras noche luchara por negarlo, todos los días al verlo nadar y reír lo volvían loco, es que no podía entender ¿cómo alguien tan molesto hacia que su corazón latiera tan rápido? Haru  en esos momentos de soledad solía  recordar constantemente el momento en que se conocieron.

Era una tarde fría de otoño y en su mayoría los pasajeros del bus eran recogidos por algún ser querido en la estación, pero ese no era el caso del joven nadador, este solo se limito a tomar su bolso de mano y bajo en dirección a su hogar. Sus amigos ahora vivían lejos, pero en ocasiones escapaban a su ciudad natal en búsqueda de recuerdos de niñez.

No tardo mucho en llegar a pesar de ir caminando hasta su hogar, cuando era joven hacia ese trayecto constantemente y ciertamente el recorrido era algo interesante, ya que podía observar los cambios que a lo largo de los años había sufrido el entorno, tanto como sus habitantes.

Al subir por la escala que conectaba su casa con la de Makoto, la nostalgia lo embargo. Se recordó a él esperando a su amigo para ir a la escuela de natación o simplemente para caminar en silencio por la playa. Observo que las luces de la casa estaban encendidas, probablemente los padres de Makoto estuviesen dentro junto con los gemelos, pero no quiso entrar debido al cansancio, sería mejor visitarlos al día siguiente con más energía.

Tres meses habían transcurrido desde la última vez que había estado en aquella casa vacía. El silencio inundaba todo el lugar, desde la puerta de entrada hasta la última habitación. Al entrar observo  como una capa de polvo cubría los muebles. Como ya era costumbre antes de partir cubría las cosas con sabanas de modo que la limpieza al regresar era mucho más sencilla. A pesar del poco tiempo que pasaba en su antiguo hogar no le preocupaba que alguien entrara a la casa con intenciones de robar, lo único valioso era la casa en sí misma y los recuerdos que albergaba.

Estaba suficientemente cansado y solo se dispuso a dar un largo baño en la vieja tina. Aun se encontraba el delfín que Makoto le había cedido cuando eran niños. Recordó a su buen amigo, no hacía mucho tiempo que lo había visto, quizás unas dos semanas, pero no era lo mismo de antes. Añoraba los años en que pasaban largas horas juntos sin decir nada, eran las cosas más fáciles en esa época.

Se durmió casi instantáneamente al colocar su cabeza sobre la almohada y tuvo un sueño tan vivido con una seguidilla de imágenes que al despertar lo hizo sobresaltar.

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De un momento a otro todo se nublo y al disiparse la espesa capa de humo a su alrededor  nuevamente era espectador de su propia historia. Esta vez Rin y él se encontraban dentro de una piscina , los dos se encontraban en carriles distintos, solo divididos por una cuerda. Se podía sentir la tensión entre sus cuerpos cada vez más cercanos hasta el punto de sentir como sus torsos se rosaban y la distancia que mantenían sus rostros era mínima pudiendo sentir la respiración del otro. En ese momento el sueño se volvió más nítido y real, ya no era un espectador y la cuerda ya no era un obstáculo entre sus cuerpos, se encontraban en el mismo carril y sus labios se fundían en el otro. Cuando el aire se hizo escaso se separaron levemente, Rin pego su frente a la del azabache y lo quedo mirando fijo como tratando de decir algo, pero solo se escucho un "Haru" por parte del pelirrojo que luego lo beso por última vez y comenzó a alejarse. Haru intento alcanzarlo pero su cuerpo se volvió pesado y sus piernas no respondían. Grito con todas sus fuerzas el nombre del hombre que había hurtado su corazón , pero no hubo respuesta. Solo antes de desaparecer por completo el pelirrojo voltio y dijo unas palabras inentendibles. >>

En ese momento se despertó con un grito ahogado, las lagrimas inundaban sus ojos y un mal presentimiento se alojaba en su pecho.

 

Aquel despertar traumático lo dejo sin deseos de continuar en la cama, se levanto y miro tras la ventana como el cielo ya no era oscuro y como unas pequeñas nubes grises se divisaban a lo lejos. Desayuno liviano y después de esperar un tiempo prudente se calzo una sudadera, pantalones deportivos y unas zapatillas gastadas.

Cuando su cabeza era un caos una buena solución para despejarla y aclarar las ideas era nadar, pero correr también era una buena opción, ya que solo se preocupaba de su respiración y el paisaje, así sus ideas fluían. No era muy rápido cuando comenzó a trotar cuando era niño, pero la pequeña disputa implícita entre él y Rin por su orgullo solo termino uniéndolo más al chico molesto y competitivo.

Como traía dinero consigo luego de terminar de ejercitar compro caballa para el almuerzo y luego de tomar un baño al regresar a casa se dispuso a cocinar. Ahora se encontraba más despejado y tranquilo, la pesadilla lo había dejado sumamente angustiado.

Haru era un hombre de gustos simples en lo que respecta a la tecnología, nunca deseo tener grandes aparatos, televisiones con mil pulgadas ni celulares con mil aplicaciones, aquellas cosas le parecían innecesarias y costosas (ese dinero era mejor gastarlo en implementos deportivos o comida), apenas tenía un celular de la era triásica que tenía los elementos suficientes para mantener contacto con el mundo. Pero hace algunos años había adquirido una pequeña radio-televisión por insistencia de Rin, ya que cuando pasaban algunos días en la ciudad al pelirrojo le gustaba escuchar música mientras cocinaba o hacia alguna otra labor hogareña y le parecía inadecuado ir por la casa con un par de audífonos mientras su novio se encontraba junto al él. Haru termino comprando el aparato por cansancio, pero a final de cuentas también adquirió aquel habito, así que ahora cuando se encontraba en casa encendía el pequeño aparato donde se encontraba una emisora predeterminada  que sintonizaba música en su mayoría occidental.

Con Rin sus gustos se habían expandido o mutado, pero no solo era él quien había cambiado, Rin también había adquirido algunos gusto nuevos como la caballa y el arte (no era no le gustasen, solo hasta que comenzó a vivir con Haru nunca les había puesto la debida atención en el caso del arte, y con respecto a la caballa descubrió que era un plato muy versátil).

Cuando pretendía encender el aparato sus dedos resbalaron y apretó el botón que encendía la pequeña pantalla de televisión. En cualquier otro momento lo habría apagado instantáneamente(ya que era muy molesto escuchar y ver las estupideces que decían al aire), pero en aquel momento hablaban de deportes y no considero una mala idea escuchar un poco de que iba la cosa, además teniendo en cuenta que el año entrante serían los juegos olímpicos y las clasificatorias se acercaban con el mundial de natación en Kazan Rusia, le gustaba estar más o menos al tanto de cómo era la competencia.

Continuo picando verduras mientras las voces inundaban la habitación, pero una noticia de último minuto corto con los comentarios deportivos.

"Lamentamos interrumpir la programación habitual -dijo la periodista-, pero solo hace algunos minutos se ha registrado un sismo de alta intensidad en Nepal -un escalofrió recorrió la espalda de Haru-, entre tanto se han  reportado una serie de derrumbes en centros históricos y cientos de desaparecidos. El gobierno local en un comunicado ha informado que es una catástrofe nacional y aun no se pueden estimar las perdidas; a medida que pasen la horas se conocerán más antecedentes -en ese momentos mostraban una serie de imágenes del desastre-. El cónsul en Nepal a informado que  unos 1.100 japoneses que viven en Nepal están registrados en la embajada, pero no existe información sobre la cantidad de ciudadanos que viajaban como turistas. A las familias se les informara de sus paraderos en cuando se tenga información suficiente..."

Haru dejo caer el cuchillo al suelo, su cuerpo no le respondía, los dedos de las manos le tiritaban y sus piernas a penas si podían mantenerlo en pie. La angustia recorría todo su cuerpo y el miedo se apodero de su ser.

"Rin"

Lo único que Haru sabía era que Rin se encontraba en Nepal desde hace dos semanas y que sus intenciones eran llegar hasta los pies del Everest, específicamente al campamento base.

<> Le dijo Rin en la última video llamada que habían tenido.

<<...es posible que no nos podamos comunicar por un tiempo, es un país muy pobre y la conexión a internet es casi un milagro -dijo mirando a otra dirección tratando de evitar la mirada de reproche que tenía Haru-, por lo menos aquí en la India hay algunos sitios donde conseguir conexión -dijo con una leve sonrisa tratando de enmendar un poco la tensa situación-, tranquilo, cuando llegue me registrare en la embajada...>>

<<Haru. Este será mi último viaje antes de volver a Japón, pero creo que si no hago este viaje no podre estar tranquilo conmigo ¿lo entiendes?¿no?>> Haru lo entendía, el también había pasado por eso y Rin lo había entendido, no era justo pedir que terminara con su travesía si él mismo le había pedido tiempo al pelirrojo.

<<Haru, te amo, no lo olvides>>Dijo antes de terminar la conversación.

Estaba en Nepal y eso es lo único que sabía.

El teléfono sonó varías veces incansablemente, no supo exactamente cuántas veces fueron, pero al final pudo contestar.

-...-No pudo articular ninguna palabra-

-Haru-escucho una voz femenina al otro lado del auricular- Rin a des...

-Lo sé-pudo decir por fin-

-Me han notificado de la embajada que no tienen un registro fijo de su paradero actual, pero él había informo que iría a una expedición al Everest hace dos semanas y aun no sale del país...

-Lo iré a buscar.

-¡¿Qué?! ¡Haru eso prácticamente es imposible!

-Quizás...

-¡¿Quizás?! Es un país de difícil acceso que está en medio de una catástrofe, además es muy difícil que dejen entrar a turistas hasta nuevo aviso.

-Encontrare la forma.

-...-al otro lado de la línea se escucho un profundo suspiro de resignación. Haru era una persona difícil de persuadir y Gou no tenía mucha paciencia en esos momentos-

-Está bien-dijo finalmente resignada- no sé como piensas hacerlo, pero gracias.

-No tienes porque agradecer nada.

-¡Si tengo que!-protesto nuevamente-gracias por amar a mi hermano de esa forma.

-...-enmudeció, no sabía que contestar a eso, quizás era demasiado obvio para él-

-Se que su relación no es perfecta, pero ustedes tienen tiempos distintos al resto de las personas y se aman de una forma incondicional-paro un segundo como esperando que Haru dijese algo, pero no fue así-, si tú fueras el que  estuviese en un país en medio de la nada, apuesto que Rin no lo habría pensado dos veces y ya estaría intentando subir al primer avión disponible.

-No puedo abandonar así a Rin-"sé que me necesita"-

-No, él tampoco en todos estos años ha podido olvidarte ni abandonarte en sus recuerdos -dijo melancólica-, eres la persona más importante en el mundo para mi hermano y te voy a apoyar en esto.

-Gracias-dijo sinceramente casi esbozando una sonrisa-

-Cuando tenga más información te llamare.

-Adiós Kou.

-Adiós Haru.

Cayó sobre el sofá más cercano y tiro el celular a un lado. Su cuerpo había perdido toda la fuerza y lo único que podía hacer era respirar. Había ido a Iwatobi por el caos de la capital, quería encontrar paz y encontrarse un poco a sí mismo, pero ahora las cosas habían cambiado. Tenía que encontrar la manera de llegar a Nepal, no sabía cómo hacerlo, donde preguntar, pero si de algo estaba seguro es que no podía quedarse tranquilo esperando.

Añoraba a Rin con todas sus fuerzas y aun no era capaz de ver la vida sin él, quizás aun fuera un niño en el fondo que necesitaba al chico molesto y obstinado. Al parecer no había cambiado tanto como él pensaba, pero esta vez no dejaría al pelirrojo irse así como así, lo traería de regreso aunque fuese la última cosa que pudiera hacer en la vida.

Estuvo un largo tiempo inmerso en sus cavilaciones, hasta que nuevamente comenzó a sonar el teléfono. Esperaba que fuese Gou nuevamente, pero para su sorpresa no lo era.

-Sí.

-¡Haru!

-Tranquilo.

-Sí, lo siento -se escucho un apenado Makoto por la otra línea-, lo siento de verdad.

-¿Como supiste?

-Sosuke me dijo.

-Ya veo...¿como esta?

-En shock, es su mejor amigo.

-Lo sé.

-Quiere hablar contigo.

-...-no contesto nada, el silencio otorga-

-Espera un poco -se escucho por el auricular el movimiento de la otra línea-

-Nanase-pudo escuchar el cambio de voz -

-Sí.

-Hable con Kou, me dijo que pretendías ir a Nepal -al otro lado se escucho un fuerte "¡¿Qué?!" por parte de Makoto-

-Sí.

-Te ayudare.

-...-no sabía como procesar bien lo que había escuchado-

-Conozco una persona, ella nos puede ayudar.

-Está bien.

-Te llamare cuando sepa su respuesta.

-Gracias.

-No tienes porque agradecerlo.

-Se que no lo haces por mí, está bien-sabía que Sosuke pensaba algo como eso-

-Sí, pero Rin es muy importante para mí, al igual que Makoto para ti. Lo hago por ellos.

-Gracias, lo sé.

-Es preferible que vuelvas ahora mismo a Tokio, ¿tienes todos tus papeles en regla?

-Sí.

-Ok, creo que necesitare una copia, pero te lo confirmare.

-Ok.

-Bueno, hablamos.

-Adiós.

Ahora solo se escuchaba un sonido seco en el teléfono. Respiro hondo y cerró los ojos un momento, nunca sospecho que algo así sucedería en su vida. El que Rin fuese la persona que lo había atrapado fue un curso casi natural de las cosas, pero que todo llegase a este punto era algo muy distinto. No culpaba al pelirrojo, él no controlaba el tiempo, solo eran cosas de la vida, como el mismo hecho de que ambos se habían entrelazado en el curso de esta, era algo natural.

Se levanto y preparo todo para su regreso, como no eran tantas cosas en menos de una hora ya estaba todo listo. La caballa que había comprado se la regalo a unos gatos callejeros que vivían cerca de su casa, el resto lo desecho.

A las dos y media de la tarde ya estaba en un bus de regreso a Tokio.

Sosuke se comunico nuevamente con él, le dijo que cuando llegara a Tokio le enviara por un mail una copia de sus documentos. Cuando lo hizo solo tuvo que esperar una hora para que llegase una respuesta.

-El lunes debes tomar un avión en dirección a Nueva Delhi, desde ahí te dirigirás a la embajada Australiana.

-Está bien, ¿y luego?

-En la embajada te encontraras con una chica, ella te ayudara.

-¿Como se llama?

-Sam, te incluirá en el escuadrón de la cruz roja australiana.

-...-No comprendía bien de que iba la cosa- ¿en la cruz roja?

-Sí, ¿recuerdas que también te pedí los papeles de tus cursos y títulos?

-Sí.

-Tenías un curso de primeros auxilios, eso facilito las cosas-espero unos segundos antes de continuar-ella te llevara hasta Nepal, desde ahí ya las cosas son más inseguras, ella no sabe a dónde la asignaran.

-Con lo que has hecho es suficiente, no tengo como agradecértelo.

-Solo trae a Rin, es lo único que pido.

 -Lo hare.

-Lo sé, confió en ti.

-Nos vemos en el aeropuerto.

-Ok. Por cierto-como recordando algo importante-

-¿Ah?

-Esta chica, Sam. Tiene un carácter algo fuerte, puede ser un poco dura.

-Está bien.

-Adiós.

-Adiós.

A pesar de las asperezas del pasado (no es que con Sosuke tenga la mejor relación del mundo) estaban en una especie de alianza. Desde que había comenzado a salir con Makoto comenzó a pasar su presencia un poco más. Quizás los parecidos entre ambos hacían que no pudiesen tener una relación muy fluida. Pero había excepciones, siempre las hay.

Alisto sus cosas y espero. Espero a que fuese lunes, espero la hora indicada para salir y tomar el avión, espero que al llegar a India encontrase a la chica que lo llevaría como miembro de la cruz roja, espero no tener problemas para entrar a Nepal, espero encontrar a Rin.

Conforme pasaban las horas el momento de abordar el vuelo se hacía más próximo y la incertidumbre era una constante en cada uno de sus pensamientos. Como siempre debió esperar casi dos horas luego de llegar al aeropuerto, entregar el gran bolso de viaje con todo lo necesario para una expedición, nada de maletas ni cosas innecesarias, iría a una zona de catástrofes y no había tiempo de lujos.

El vuelo a Nueva Delhi se había retrasado como era de esperar, pero dentro de los planes de Haru estaba calculado.

Espero en uno de los asientos del abarrotado aeropuerto, ya casi no había espacio en ese lugar. A lo lejos diviso una figura familiar, o mejor dicho dos, que miraban a todas partes con aires frenéticos.

-¡Haru!-dijo Makoto abalanzándose sobre su amigo-, pensamos que no alcanzaríamos a verte, en la autopista había un accidente y nos tuvimos que desviar -dijo con aire apesadumbrado-

-Hola, gracias por venir-dijo esbozando una tímida sonrisa a ambos-

-No es problema, esto es algo que nos preocupa a nosotros también -protesto Makoto- Rin es muy importante para nosotros.

-Lo sé-dijo simplemente Haru-, por cierto, el vuelo tiene un retraso de casi dos horas, pero creo que dentro de poco me llamaran para embarque.

-Está todo listo-dijo por fin Sosuke con tono serio-, cuando llegues te diriges a la embajada y preguntas en la recepción por Sam de la cruz roja como acordamos, no hay cambios.

-Ok

-Te aconsejo que no tomes un taxi, puedes confundirte y perderte, mejor coges un transfer, y le dices que quieres ir a la embajada de Australia. Puede que sea un poco más caro, pero  es más seguro.

-Entiendo, gracias.

-Haru, ¿estás seguro de esto?-pregunto visiblemente angustiado Makoto- esto es terrible, pero tampoco quiero perder a mi mejor amigo, ¿lo entiendes?

-Sí, pero no quiero que sea como la primera vez que lo perdí, y esta vez lo voy a buscar.

Por los parlantes se pudo escuchar:

"A los pasajeros del vuelo 202 en dirección a Nueva Delhi, favor de dirigirse a la puerta 20"

-Bueno, ya es hora-dijo Haru-

-¿Tienes todo?-dijo Makoto-

-Sí, pasaporte, tarjetas de crédito, dinero en efectivo, teléfono con línea internacional...-se quedo pensando si faltaba algo más- supongo que eso.

-No olvides informar a la embajada que estarás allá, quizás podrías hacerlo por medio de la misma australiana -dijo Sosuke-

Le dio un fuerte abrazo a Makoto, sintió como el miedo se traspasaba desde el cuerpo de su amigo. Al soltarlo pudo ver como algunas lagrimas se agolpaban en los ojos verdes.

-No te preocupes de más, estaré bien.

-Lo sé, pero las replicas me asustan.

-Tomare precauciones.

Se acerco a Sosuke y ambos como un acto reflejo se estrecharon las manos. Sosuke también tenía miedo, quizás si algo le sucediera a Haru se sentiría sumamente culpable ya que él había ayudado al de ojos azules a embarcarse en ese arriesgado viaje. Pero no sabía porque, pero sentía que todo resultaría bien, no sería fácil, pero sabía que el chico que le había arrebatado a su mejor amigo y primer amor lograría su cometido. Haru y Sosuke tuvieron una larga y distendida conversación sin decir palabras, solo con la mirada fija y la mano sujetando a la del otro, tenía una naturaleza similar que a pesar de sus diferencias podían lograr una conexión aunque fuese por una vez en la vida por unos pocos segundos.

"A los pasajeros del vuelo 202 se les reitera que se dirijan a la puerta 20 para su embarque con destino a Nueva Delhi"

-Nos vemos -dijo Haru-

-¡Cuídate por favor!

Miro por última vez y se despidió con la mano, luego siguió su camino. Ya dentro del avión cerró los ojos y comenzó a perderse en los oscuros mares de la inconsciencia, apenas había dormido la noche anterior y el sueño se apodero de su cuerpo.

Fin flashback.

Notas finales:

 Espero que les haya gustado >-<!. Cualquier comentario abajo, si quieren comentar o hablar de ship bienvenidos sus comentarios u/o preguntas ^-^.


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