Luces, música, alcohol, tubos, baile… En aquel lugar había una fiesta, y de las grandes… no, no era una fiesta, era más bien una despedida de soltero.
El celebrado, Wade Wilson, fue llevado a uno de los bares más lujosos, y con mejor servicio, de New York por sus amigos para pasar el día antes de su boda. Junto a él estaban Tony Stark, Thor Odinson, Bucky Barnes, Clint Barton, James Rhodes y Sam Wilson.
Al día siguiente Wade se casaría con su novio de hace 5 años, Peter Parker. Un joven, menor que el por dos años, inteligente, un tanto tímido y cohibido pero amistoso y relajado con sus cercanos. Eran perfectos el uno para el otro pues los opuestos se atraen, Wilson era más suelto y efusivo con quien se le cruzara pero aun asi muy atento y cariñoso, con su novio al menos.
La cosa es que mientras su prometido tenía una despedida de soltero más recatada con sus demás amigos, según le dijeron, él y los otros la fueron a pasar a uno de los mejores bares que además contaba con strippers de primera.
En una de las plataformas del largo escenario se encontraba una chica de cabello corto y pelirrojo, ojos verdes y un increíblemente formado cuerpo para su edad, que se notaba era bastante joven, bailando el caño con un short ajustado y corto color negro de cuero, tacones del mismo color y dos dijes rojos brillantes con forma de arañas cubriendo la punta de sus senos unidos a finas cadenas que llegaban a unirse a un collar negro ajustado a su cuello. Bailaba de una manera muy sensual y encantadora para los demás, quienes le aplaudían o silbaban mientras hacia sus movimientos profesionales por todo el largo tubo.
-Vaya Bucky, ¿ya te enamoraste tan rápido?- Le codeo Sam un costado. El castaño se había quedado embobado observando a la sexy bailarina, pero no enteramente por ser sexy, el castaño al verla en un primer momento solo se concentraba en su cuerpo y elasticidad, pero ahora ya erguida podía verle su cara, era hermosa y realmente bella y desde ese momento se le quedo viendo como hipnotizado sin importarle nada más a su alrededor. – Esa diosa es demasiado para ti Buck, ya deja de mirarla como imbécil.- La pelirroja se giró a ver al par de hombres que conversaba al escuchar ese comentario, mostrando primero una mirada de molestia pero cambiándola al instante para sonreírle de manera encantadora al castaño oji-azul, el cual no pudo evitar sonrojarse y sonreírle tímidamente de vuelta.
-Uno ya cayo.- Menciono Clint a Rhodey quien era el más cercano, en tono de broma.
-Y no es el único.- Apunto, Clint volteo a donde el moreno le señalaba y vio a Thor, embobado también con un bailarín delgado y pelinegro, de ojos esmeralda, solo que el rubio era menos disimulado. Este estaba, literalmente, apoyado en la plataforma donde el chico se encontraba, haciendo movimientos similares a los de la pelirroja, el pelinegro estaba vestido con un short verde esmeralda, contrastando con sus ojos, una capa de seda dorada y joyería de mismo color.
-Literalmente rendido a sus pies.- Volvio a hablar el moreno mirando a su amigo rubio, quien hacia relucir sus ojos azules cada vez que la pálida figura se le acercaba.
-Como sea, se les pasara después de esta noche. Voy por más cerveza.- El rubio menor palmeo el hombro de su amigo al verlo asentir, alejándose hasta la barra para pedir más licor. Detrás de esta se encontraba un muchacho dándole la espalda, un poco más alto y fornido que él, de cabello ligeramente ondulado y desordenado, de color rubio muy claro, platinado, con hebras castaña obscuras en la capa inferior.
-Hey, disculpa.- Llamo en un tono de voz alto por la música, logro que el platinado se volteara a verlo dejando al descubierto sus ojos azul intenso y sus labios curvados ligeramente en una sonrisa suave, era unos cuantos años más joven que él.
-¿Si? ¿Qué se te ofrece?- Le hablo con un marcado acento Ruso.
-7 cervezas, por favor.
-Enseguida.- Se dio la vuelta nuevamente para sacar las botellas del mini-bar.
-¡Woo-hoo! ¡Vamos! ¡A darle!- Grito de repente un castaño ebrio desde arriba de una plataforma, haciendo movimientos raros y desarmados en el tubo.
-¡Tony bájate de ahí!- Le grito Bucky tratando de no carcajearse por la idiotez que hacia su amigo.
-¡No! ¡Vengan todos! ¡Bailen conmigo!- Volvio a gritar el oji-café dando giros tontos en el tubo. Wade subió con el siguiéndole el chiste y poniéndose a bailar.
-¡Wade no lo alientes!
-Diablos, esto debo grabarlo.- Se dijo a sí mismo el rubio que esperaba en la barra, sacando su celular para grabar y luego subirlo a Instagram.
-¿Es tu amigo?- Cuestiono el más joven al volver su atención al rubio.
-Asi es, es todo un loco.- Sonrio recibiendo las cervezas y pagando.
-Pues mejor que se baje, a los dueños no les gusta mucho la gente “loca”.- Hizo las comillas.
-¿Cómo no? Tengo entendido que esto es un bar, a los bares viene gente loca.
-Si lo sé, pero realmente aquí a los dueños no les gusta esa especie de gente loca… y para su mala suerte ya puedes comprobarlo.- Extendió su mano hacia donde el castaño bailaba, Clint volteo a ver y efectivamente ya había un guardia bajando a Tony y Wade del escenario.
-Wow, wow, wow, oye amigo, ¡hey!...- Empezó a llamarle el rubio pero el guardia parecía no hacerle el mínimo caso.
-No puede oírte, es sordo-mudo.
-Maldición. Espera…- Dijo al menor dirigiéndose luego al guardia que se acercaba a la barra para sacar a ambos por la puerta trasera.
El joven se quedó viendo lo que el otro hacía, lo que eran unas señas con las manos y moviendo los labios creo un tipo de conversación con el hombre de seguridad, que después de gesto y gesto dejo a los otros dos quedarse, pero sin más escándalo. El rubio agradeció y volvió a la barra.
-Bravo.- Sonrio el platinado apoyado en la barra.
-Gracias, gracias, no tienen de que agradecer.- Le sonrió de vuelta.
-¿Hablas en señas?
-Sí, aprendí cuando era niño, tuve un accidente y casi pierdo la audición por completo, al menos solo fue una pequeña parte y además aprendí a leer los labios, es como si no me hubiera pasado nada.- Explico mostrándole al menor un pequeño audífono que portaba en la oreja izquierda.
-Vaya, fantástico.
-Lo sé, lo sé, soy fantástico.- Sonrio, sacándole una pequeña risa al otro.- ¿De dónde eres?- Pregunto de repente al menor.
-Sokovia, Rusia.
-¿Eres ruso?- El otro asintió.- Eso explica tu encantador acento.
-Gracias, gracias. Sé que soy encantador.
-Touché.
Ambos rieron nuevamente, por alguna razón Clint sintió curiosidad por aquel muchacho y este a su vez se sintió tan bien que no quiso que la conversación acabara.
-¿Por qué viniste a America?- Pregunto para sacar conversación, no quería dejar de escuchar esa voz ni saber poco de él.
-La verdad junto a mi hermana quedamos huérfanos a muy temprana edad, al igual que Natasha y Loki- Dirigió su mirada a ambos bailarines en el escenario.- Llegamos aquí a los 15 años, los cuatro juntos, no teníamos mucho ni sabíamos mucho tampoco, apenas y el idioma pero nada más. Luego los dueños del bar nos encontraron, nos cuidaron, y ya luego decidimos, por cuenta propia, trabajar aquí, en resumen somos cuatro huérfanos en busca del “Sueño Americano”.- Elevo las cejas con la última frase.
-Wow, una vida complicada…
-Sí, pero ya todo se arregló después.- Se quedó en silencio un momento, pero luego pregunto.- ¿Tu qué haces?
-¿Qué hago? ¿De qué?
-No sé, trabajo, familia, vida, etcétera…
-Mmmm… pues soy hijo único, trabajo enseñando deporte en una escuela especial, no tengo pareja y… amo venir a este bar.- Sonrio.
-¿A si?- Cuestiono enarcando una ceja.
-Asi es, vengo casi siempre desde hace tiempo.- Mintió.
-Desde hace tiempo, ¿y cómo es que nunca te había visto antes?- Se cruzó de brazos.
-P-pues, ammm… ¡El trabajo! Sí, mi trabajo me está ocupando mucho tiempo estos días.
-¿Solo estos días? ¿Qué hay de antes?
-…, Ya está bien, nunca había venido. Tony conocía este lugar, la verdad no salgo mucho. Soy un antisocial, creo que necesito compañía.- Sonrio con coquetería.
-Bueno, este lugar es perfecto para conseguir una buena compañía.- Devolvió el gesto anterior.
-¿Ella es tu novia?- Pregunto apuntando con la mirada una foto en donde se encontraba el platinado junto a una joven castaña.
-No, no, ella en mi hermana gemela, Wanda.
-¿Gemela? ¿De verdad?
-Asi es, somos iguales, ¿no es guapa?
-Si lo es, pero ni se parecen.
-Oye, soy hermoso.- Respondió.
-Pues sí, ella es guapa y tú eres hermoso.- Miro directamente los ojos azules del menor.
-¡Clint! ¡Hermano! ¡¿Por qué demoras tanto?! ¡Ya ven!- Llamo Sam por la demora (de cien años) del rubio.
-Mmmmm… Lamento esto pero ya debo irme, fue todo un placer- Leyó el gafete metálico del menor.- Pietro. Fuiste la mejor compañía del lugar, espero y se repita.- Sonrio nuevamente tomando las cervezas, guiñándole un ojo al alejarse.
Pietro tomo un paño y lo paso por la barra para limpiarla un poco, percatándose de que había algo en ella. Era un cisne hecho con un naipe inglés, lo desdoblo y vio el Káiser de diamante, lo volteo y al reverso aparecía un número telefónico escrito junto a un nombre. Clint.
Asi había llamado un chico moreno a su acompañante rubio, quien tuvo que irse luego de esa interrupción. Pero, ¿Cómo había llegado esa carta allí? ¿Y en qué momento? Estuvo todo el rato al pendiente del rubio y ni cuenta se dio cuando o como había llegado ese naipe ahí. Aun asi se lo guardo y volvió a trabajar.
Luego de volver son sus amigos, cada par de minutos dirigía su mirada a la barra, estaba más interesado en ese lugar que en el escenario ocupado por strippers, ya no podía quitarse esos ojos brillante y atrapantes de la mente, no podía olvidar esa voz cautivadora ni ese olor masculino pero atrayente, ya se encargaría de volver a aquel bar que se había vuelto por mucho su lugar favorito.
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Al día siguiente…
Todos los invitados se encontraban ubicados elegantemente en las bancas blancas ordenadas en el jardín, Wade se encontraba en frente del padre quien leía una parte de la biblia para sí mismo, esperando a que “la novia” llegara.
Wade estaba vestido con un terno color rojo, una pajarita negra, zapatos y camisa de igual color. Se sobaba las manos, una con la otra, tratando de relajar su nerviosismo. Detrás de él, a un costado, estaban Tony, Bucky, Clint y Thor como sus padrinos, y del otro lado se encontraban Steve, Harry, Pepper y Gwen.
La música empezó a sonar dejando saber a todos los presentes que el prometido venía haciendo su entrada, todos se pusieron de pie para recibirlo.
Peter caminaba tomado del brazo de su tía May, vestido con un terno blanco, zapatos negros, corbata azul asi como bordes del mismo color en las solapas y mangas.
El castaño llego junto a su pareja, besando la mejilla de su querida tía para que fuera a sentarse, esta se retiró sonriendo sin creerse aun lo que pasaba.
El mayor tomo de la mano a su novio y le sonrió, ambos se posicionaron en frente del padre quien ya empezaba a proclamar la palabra.
Al momento de decir los votos el celular de Clint empezó a vibrar, con disimulo lo saco y reviso un mensaje de un número desconocido, leyó y sonrió:
“¿Es muy temprano para un trago?”
Se mordió ligeramente el labio inferior y comenzó a contestar. Entre mensaje y mensaje se pasaba el tiempo que no se dio cuenta en que momento dieron el Sí los novios.
Durante toda la velada el rubio se entretuvo más con su celular que con sus amigos, enviando y recibiendo mensajes hasta que la batería se agotó, por suerte habían quedado en juntarse al otro día en el bar.
-Maldita sea.- Espeto en un murmullo para sí mismo.
-¿Estas bien Clint?- Le pregunto Steve al ver el mal humor que tenía.
-Sí, no es nada solo que la batería de mi celular se acabó, era algo importante.- Justifico.
-Si quieres te presto mi cargador, está adentro.
-Muchas gracias Steve.- Sonrio al más alto, entrando a la estructura para conectar su teléfono.
Al tenerlo encendido busco el número con el que estaba hablando y decidió llamar. Aún no dejaba ese deseo de escuchar la voz contraria.
-¿Hola?- Le contesto del otro lado una voz, voz que era dueña de ese atrayente acento.
-Hello Darling. – Contesto sonriendo, sacando una sonrisa a su receptor. Nuevamente se sumergieron en una charla “infinita”, matando el tiempo reían o se contaban cosas, hasta que Pietro cortó el tema.
-Debo irme. Tengo trabajo que hacer.
-Claro, ¿no te gustaría un poco de compañía estando en el bar? Podría pasarme por all…
-N-no tranquilo, no te preocupes, está bien…
-¿Seguro? No te oyes muy convencido.
-Si seguro, estaré muy ocupado y según me dijiste estas en una boda, ocupando tu tiempo conmigo, ve a celebrar e igual nos veremos mañana.
-Okey está bien, hasta mañana.
-Adiós.- Colgó. El rubio se quedó un momento viendo su teléfono, lo dejo ahí e iba de vuelta al jardín cuando escucho una voz más dentro.
-Okey… sí, claro… está bien… y yo a ti… adiós.
-Bucky, Bucky, Bucky- Declamo.- ¿Con quién hablabas? ¿Acaso hay algo que no sepa?
-Pues… no puedo mentirte, es una chica que… literalmente, me trae vuelto loco…
-Vaya, vaya… te confieso, no eres el único “in love”.
-Ah ¿en serio?- Sonrio, elevando sus cejas en señal para que continuara.
-Sí, pero solo eso, nada más que decir. Volvamos con los demás.- Palmeo la espalda del castaño y salieron nuevamente al jardín para seguir la celebración.