Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Fénix del Rey por Orseth

[Reviews - 288]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

            .

 

 

-De acuerdo –dijo recobrando la compostura- ese es un tema que deberé tratar con ellas, pero ahora el asunto no es ese, el asunto eres tú.

            -Mira tú, que conveniente…

            -Me he equivocado con ellas, así que entonces no me equivocare contigo ¿de acuerdo?

            -Pero…

            -Draco… quiero tomarte esta noche… -dijo acercando sus labios a su mejilla- quiero tomarte en esta cama.

            Draco miro la espaciosa cama y sintió el aliento de Harry en su cuello.

            -Yo… yo entiendo… -dijo recordando todo lo que había reflexionado en esos días- aunque no lo creas yo entiendo que esto es necesario.

            -¿En serio?

            -Sí, yo he pensado en todo esto este tiempo –dijo jugueteando nerviosamente con la tela de su velo- no es que yo quiera pero creo que al fin puedo entender tu punto.

            -Eso me hace muy feliz –exclamó sonriendo.

            -Eso no quita que se me haga desagradable.

            La sonrisa de Harry se borro de nuevo, sin embargo la perspectiva cambiaba radicalmente con la confesión de Draco.

            -Entonces no hay problema en que lo hagamos esta noche ¿no?

            Aunque Draco ya había comprendido la importancia de su rol en el palacio, aun no terminaba de aceptar todo lo que eso implicaba.

            -Bien –dijo sin dejar de ver sus manos.

            Harry sonrió mientras se ponía de pie y lo tomaba de la mano.

            -No –dijo Draco cuando Harry acercó sus labios- besos no.

            -¿Por qué no? –preguntó frunciendo el ceño por esa negativa de siempre.

            -Por favor… mira, hare lo que me digas y no discutiré, pero no quiero besos.

            Aunque no estaba conforme, Harry acepto ese término.

            -De acuerdo –dijo mientras le quitaba la mascada que llevaba en la cabeza dejando ver su cabello rubio.

            -Tú cabello está creciendo.

            -Sí, ya quiero cortarlo.

            -No, me gusta así –dijo pasando sus dedos por las suaves hebras.

            -Pues a mí no, así que lo cortare ¿o tampoco puedo eso?

            -Sí puedes, no te molestes –respondio comprendiendo que Draco hacia eso automáticamente como defensa- mmm…

            Hundió la nariz en su cuello aspirando el aroma a jabón y hierbas haciendo que Draco se encogiera un poco.

            -Yo puedo –dijo poniéndose de pie cuando Harry comenzó a desabotonarle la túnica.

            -No, déjame a mí.

            -¿Dónde está el baño? –exclamo alejándose un paso.

            -Ahí –señalo Harry armándose de paciencia.

            -Gracias –dijo desapareciendo por ahí.

             A Harry no le quedo más que esperar hasta que Draco saliera del baño, mientras tanto se desnudó y se metió bajo las mantas dispuesto a esperar; dentro del baño Draco se desnudaba también pero se puso una bata de dormir de Harry que había en un perchero.

            -Bienvenido –dijo Harry cuando lo vio salir del baño- el rojo te queda bien –exclamo al verlo con su bata.

            -No, este color es horrible pero no había otra.

            -Ven –dijo sonriendo mientras extendía la mano.

            Draco camino hasta la cama y se sentó en ella sonriendo nervioso.

            -¿Por qué no comenzamos quitándote la bata?

            -Bien –respondio desamarrando la cinta y quitándosela, dejando ver que aun llevaba calzoncillos.

            A Harry no le importo, lo que hizo fue levantar las mantas e invitarlo a acostarse a su lado.

            -Ven aquí.

            Draco obedeció y se acostó quedando a un lado de Harry.

            -¿Te lo quitas tú o quieres que yo lo haga? –preguntó Harry hundiendo su rostro en su cuello, comenzando a excitarse al tan solo pensar que por fin le haría el amor al doncel después de tanto tiempo.

            -Mas al rato si no te molesta –respondio ladeando la cabeza para darle espacio.

            Harry se le encimo un poco comenzando a lamer y a mordisquearle el suave cuello, en tanto Draco sintió con la pierna el caliente pene que evidentemente comenzaba a crecer.

            -Eres hermoso…

            Draco se mordió un labio sintiendo en su cadera el vello púbico de Harry y solo pudo tragar saliva.

            -Relájate… déjame estimularte… -susurró al notar lo tenso que estaba.

            Harry bajo su mano y comenzó a bajarle el calzoncillo.

            -Levanta –dijo cuando la prenda quedo a media nalga.

            Draco obedeció sintiendo a continuación la mano de Harry en su pubis, con aquellos dedos jugueteando con su vello púbico.

            -Quiero quitar mis dedos y hundir mi nariz ahí… -dijo chupándole el lóbulo de la oreja.

            -Mejor después…

            Harry bajo mas la mano y tomo el pene de Draco haciéndolo respingar.

            -Shhh… tranquilo, no te lastimaré…

            -Es que…

            -Solo relájate y déjame hacerte sentir bien.

            Draco asintió y se quedó callado cuando el moreno comenzó a masturbarlo; Draco en tanto miraba el techo de la cama y sentía los suaves labios de Harry besarle el cuello.

            -¿Mejor? –pregunto Harry.

            -Ajá…

            Esa mano realmente no se sentía tan mal, de hecho lo disfrutaría si las circunstancias fueran otras.

            -¿Qué falta? –Dijo Harry deteniéndose y recargándose en un codo para verlo- ¿Qué puedo hacer para que te entregues por tu propia voluntad?

            -Estoy aquí ¿no?

            -Eso es porque tienes que estar, pero yo deseo más…

            -No te entiendo, no me estoy negando.

            -Pero yo quiero que disfrutes… que no sea como tú dices que pasa con mis concubinas, que en realidad desees estar conmigo.

            -Pero ellas de verdad desean estar contigo… no entiendo porqué pero en verdad lo desean –añadió sin poder evitarlo.

            -Ahí lo tienes… dime ¿soy feo?

            -Claro que no –respondio mirándolo fugazmente.

            -¿Tengo mal aliento y por eso no quieres besarme?

            -Tampoco… mira, solo sigue ¿de acuerdo? Aprovecha que estoy de buenas –añadió intentando bromear.

            Eso fue suficiente para Harry, ya que se dio cuenta de que no llegaría a más, por lo que retomó lo que estaba haciendo.

            De nueva cuenta probó la piel de su cuello, de sus hombros y de sus tetillas, algo que esta vez no le pareció tan desagradable a Draco… de hecho se dio cuenta de que esa lengua juguetona parecía distinta esta vez.

            Aunque tenía las piernas flexionadas, Harry pudo notar un atisbo de excitación en el pene del rubio, pero se quedó callado para no incomodarlo, pero entonces retomo su labor de morder las tetillas suavemente y chuparlas arrancándole un jadeo.

            Draco abrió los ojos impactado y avergonzado a partes iguales, por lo que se quedó callado casi conteniendo la respiración deseando que Harry no hubiese escuchado aquello.

            Pero Harry bien que lo había oído, así que sus labios fueron bajando poco a poco hasta llegar a su vientre.

            -¿Qué haces? –preguntó nervioso sintiendo que se acercaba demasiado a su intimidad.

            -Shhh –respondio tomándole el pene y dándole una lamida que lo hizo respingar.

            Harry lo metió a su boca y comenzó a chuparlo lentamente viendo como Draco cerraba los puños con fuerza, así que se levantó y tomo el tubo de lubricante y lo unto en sus manos para después volver a lo suyo.

            Draco estaba atónito al ver el grado de atrevimiento que Harry tenía, ya conocía lo que eran las mamadas, pero nunca había hecho ni recibido una y descubrir que no era tan desagradable fue muy impactante… de hecho se sentía…

            -Mmm –gimio cerrando los ojos.      

            Harry entonces acercó un dedo a la pequeña entrada y comenzó a masajearlo, Draco se inquieto al darse cuenta pero Harry intentó distraerlo con su mamada, cosa que logro con éxito hasta el tercer dedo.

            -¡Oh!...

            Harry deseaba prolongar más ese momento, deseaba besar su espalda, besar sus nalgas, lamer el mismo su entrada y acariciar esas largas piernas, pero sabía que Draco aun no estaba listo para eso y con seguridad se negaría, por lo que decidió llegar a la penetración y acabar lo más rápido posible.

            -Me excitas tanto, mi hermoso fénix…

            Draco no entendió lo último, pero no importo, lo que hizo fue prepararse mentalmente para lo que seguía cuando Harry se le encimó por completo acomodándose entre sus piernas abiertas.

            Harry quedó con su rostro frente a frente, con los ojos grises a centímetros de los suyos, así que bajo la cabeza para besarlo, pero Draco ladeo la cara y sus labios dieron en la mejilla… se sintió contrariado pero no se enojó, sabía que Draco estaba haciendo su mejor esfuerzo, así que besó su mejilla y su cuello, luego metió una mano entre los dos cuerpos para manejar su pene y colocarlo en el lugar correcto.

            Vio como el rubio cerraba los ojos y fruncía el ceño cuando fue entrando en él.

            -¿Más despacio? –susurró sin dejar de verlo.

            Draco negó sin decir nada, la molestia era cada vez menor, nada que no pudiera resistir; pero él también sentía que había algo que lo bloqueaba a ser más accesible con Harry.

            Cuándo entró por completo, cerró los ojos y pego su frente en la mejilla de Draco, disfrutando y a la vez conteniéndose para no dejarse llevar por sus bríos.

            Draco paso su lengua por sus labios secos y se atrevió a colocar sus manos en los hombros de Harry cuando éste comenzó a mover su cadera lentamente hasta llegar a un ritmo más vigoroso.

            -Me gustas Draco… me gustas tanto… -musitó en su cuello.

            -No quiero hablar… solo haz lo tuyo y eyacula ya… -respondio aferrado a los hombros de Harry, quien deseo cambiar de posición, pero también se contuvo de pedírselo.

            No hablo mas, no deseaba hacer de ese momento algo terrible para Draco más de lo que ya era, así que siguió moviendo las caderas hundiéndose lo más posible.

            -Ah… ah… ah… -se quejaba Draco cada vez que Harry entraba, hasta que de pronto recibió una embestida más fuerte que las otras haciendo fruncir el ceño  mientras Harry jadeaba fuerte en su oreja.

            -¡Ah!...

            -Supongo que eso fue todo –dijo Draco cuando Harry se desplomo en él.

            -Habría más… si tú quisieras… -respondio con voz entrecortada.

            -No gracias… ahora ¿podrías quitárteme de encima? Estás pesadito.

            Harry levanto el rostro y lo miró buscando alguna señal de enojo, furia o dolor como en las primeras veces, pero solo encontró un rostro curioso e incomodo.

            -¿Qué tanto me ves? –preguntó Draco.

            -Nada, es solo… quiero saber qué piensas –respondio sacando su pene erecto aun, quedando boca arriba.

            Draco alzo la cabeza mientras cerraba las piernas alcanzando a ver el miembro de Harry aun en todo lo alto.

            -Pensé que ya habías acabado –dijo mirándolo- eyaculaste ¿cierto?

            -Ajá… -exclamó con los ojos cerrados.

            -¿Y entonces?

            -Ah ¿esto? –Dijo Harry viendo su pene brilloso e hinchado- eso es porque aun tengo marcha para rato.

            -¿Quieres decir que quieres más? –preguntó sorprendido al tiempo que el mismo se cubría con la sabana.

            -Sí… pero no te preocupes, hoy no lo haremos más.

            -Es bueno saberlo.

            -Oye Draco… -dijo Harry poniéndose de costado para verlo mejor- ¿algún día lograre que te entregues por completo?

            -¿Por completo, de que hablas?... ya tomaste todo de mi.

            -No, aun no tengo tu corazón.

            Al oír eso, Draco volvió a sentir ese repentino calor en su cara y solo atinó a darse la vuelta dándole la espalda.

            -No sé de que hablas Potter, pero quiero dormir –dijo sin sentir una pizca de sueño y viendo en el reloj que Harry tenía en la pared que apenas eras las ocho de la noche.

            -Pues duerme, yo aquí estaré –respondio acercándose a él para abrazarlo en forma de cucharitas de estante haciéndolo ponerse nervioso al sentir el pene erecto justo entre sus nalgas.

            -Tranquilo –dijo al sentirlo tenso- esta noche ya no te lo haré mas, descansa.

            Draco no supo cómo, pero después de permanecer con los ojos prácticamente sin pegar en gran parte de la noche, pudo dormir en la madrugada.

 

___________________________________________________________________

 

 

            Lo que lo despertó fue el sonido de cerámica sobre la mesa, así que abrió los ojos encontrando a una sierva colocando el desayuno en una mesa; se despertó de golpe dándose cuenta en donde estaba.

            -¿Algo mas, majestad? –pregunto la mujer cuando terminó.

            -No por ahora, retírate.

            -Sí majestad.

            Cuando la mujer se retiro y cerró la puerta, Draco se sentó cubriéndose con la sabana.

            -¿Por qué no me despertaste? ¡Esa mujer me vio!

            -¿Y? –Respondio Harry vestido con una bata de baño, sentado a la mesa revisando unos papeles- Eres mi concubino ¿Qué hay de raro que vea que estás en la cama de tu esposo?

            -No me gusta.

            -No hagas caso, mejor ven a desayunar.

            -¿Y la bata? –dijo dándose cuenta casi al instante que la bata que se había puesto la noche anterior, ahora la tenía puesta Harry.

            -Hay otra en el armario.

            Draco hizo un gesto de contrariedad, pues para tomarla había que levantarse y mostrar su desnudez.

            -¿Qué pasa?

            -Nada.

            -¿Te da vergüenza que te vea? –Dijo dejando sus papeles mientras reía- Oh vamos, te monté anoche, no tienes nada que no haya visto.

            Torciendo la boca, Draco se levantó y camino hasta el armario siendo consciente de que Harry lo observaba atentamente.

            -Tienes razón –dijo Harry viéndolo de espaldas mientras abría el armario- me gustas no porque seas un doncel, sino porque me gusta tu cuerpo de hombre.

            Draco tomo la primera bata que encontró colgada y la saco, pero sus manos torpes debido a su nerviosismo hicieron que se le cayera.

            -Mierda… -mascullo agachándose para agarrarla.

            -Y con esa vista me gustas más.

            -¡Oye! –exclamó colorado mientras se la ponía a toda prisa.

            -¿Qué?... eres hermoso mi querido fénix –respondio alzándose de hombros.

            -¿Por qué me llamas así? –pregunto acercándose a la mesa.

            -Porque así eres… extraño, raro y hermoso como un fénix; tan increíblemente único que a pesar de que ama volar, con todo el dolor de mi corazón no puedo dejarlo ir.

            Draco se sentó frente a él sin decir nada, no sabía que podría decir… en ese halago estaba implícita la verdad de su situación… nunca podría salir de ahí.

            -Pero espero ese día en que tú mismo no desees volar de aquí.

            -¿Tú crees que eso pase? –pregunto agarrando un cubierto para pinchar un trozo de fruta.

            -Lo deseo con todo mi corazón, así como deseo que me dejes hacerte disfrutar cuando estoy en tu cama.

            Draco solo se alzo de hombros mientras se llevaba a la boca un trozo de papaya.

            -¿Y que lees?

            -Tratados para hacer negocios con extranjeros, eso enriquece nuestro país también.

            -Ya veo… ¿y a qué hora regresare al área de concubinas?

            -¿Ya quieres regresar?

            -Solo preguntaba –respondio alzándose de hombros otra vez.

            -¿Qué quieres hacer hoy? –pregunto bajando la hoja de papel que tenía en las manos.

            -No sé, aburrirme como  siempre.

            -¿No que te gustaban nuestras prácticas?

            -Sí me gustan, pero antes mi vida era muy activa… ahora solo espero esas prácticas para sentirme vivo otra vez.

            -¿Así que te gusta estar conmigo? –pregunto Harry sonriendo.

            -No te equivoques Potter, lo mismo me daría practicar con esa comadreja idiota pelirroja, y me gustaría más pues así podría enterrarle la espada entre los ojos.

            Harry rió con ganas al oír cómo era llamado Ron.

            -Bueno, entonces dime ¿Qué te gustaría hacer?

            -Quiero salir del palacio, ver gente distinta… caminar entre las personas como gente normal.

            -Ya veo… si quieres podemos hacer eso.

            -¿Podemos?... eso me suena a manada.

            -Por supuesto ¿a poco creíste que podrías ir tu solo?

            Draco exhaló un suspiro sabiendo que no podía ir solo,  así que simplemente dijo:

            -Como sea, solo quiero salir.

            -Creo que podemos arreglar eso.

            -Pero estás muy ocupado ¿vas a dejar tus asuntos por mi?

            -Por supuesto, todo para que me regales esa sonrisa que tanto me gusta.

            Draco hizo una mueca ante las palabras de Harry, no sabía que decir ni cómo reaccionar ante los halagos ni gestos amables del rey.

            -Pero no quiero ir con ropas lujosas, así todos sabrán quien soy.

            -¿Y?

            -No quiero, quiero ir como gente normal.

            -mmm… podemos hacer eso –dijo Harry pensativo- puedes usar el uniforme de un caballero del desierto, obviamente sin espada.

            -¿En serio? –exclamó sintiendo su corazón saltar alocado al tan solo pensar que podría volver a usar su antiguo uniforme.

            -Sí.

            -¿No es una broma estúpida?

            -Claro que no –respondio sonriendo al verlo emocionarse  tanto.

            -¡Entonces claro que quiero! ¿A qué hora salimos?

            -Desayunemos primero ¿no?

            -Bien –dijo sentándose bien y comenzando a comer haciendo reír a Harry.

            -¡Pareces un niño pequeño!

            -Anda Potter, come que no tengo tu tiempo.

 

 

___________________________________________________________________

 

 

            Harry caminaba por uno de los tantos pasillos del palacio cuando se encontró con alguien.

            -¡Cédric, justo a quien necesito!

            -Buen día majestad –respondio el soldado sonriendo.

            -Oye, necesito que saques de la bodega militar un uniforme de soldado, con todo y botas.

            -¿Y eso, si se me permite preguntar?

            -Luego te cuento, después ven a las caballerizas.

            -A la orden.

            Quince minutos después, Cédric alcanzaba a Harry en las caballerizas.

            -¿Puedo servir en algo más? –preguntó viéndolo ensillar un caballo.

            -Sí, ensilla otro caballo.

            -Bien.

            Cédric dejo la ropa a un lado y tomó los implementos necesarios para cumplir la orden.

            -¿Algún caballo en especial majestad?

            -El caballerango está afuera, olvida eso de “majestad” –dijo Harry sonriendo.

            -Bueno –respondio Cédric sonriendo también- y dime Harry ¿Cómo te va con el doncel?

            -Bien, supongo.

            -No te ves muy convencido.

            -Todo va bien, ya no pelea en la cama.

            -Qué bien, eso querías ¿no?

            -Pues sí.

            -¿Y entonces por qué no te veo muy feliz que digamos?

            -Es que… no responde, no lo desea, no me deja hacerlo sentir bien, siempre tiene esa actitud de “haz lo tuyo y déjame en paz”… no fue como lo que sucedió entre tú y yo.

            -Bueno Harry, tal vez no todos sean tan intensos.

            -No, estoy seguro que guarda fuego en su interior pero no lo deja salir, no me permite acercarme.

            -Tal vez sea de esos que no solo quieren coger; tal vez para sacar ese fuego que tú dices, necesita estar enamorado.

            -Enamorado… -repitió pensativo- pero yo lo trato bien, bueno una vez lo castigue pero lo tenía merecido, pero incluso no visite su lecho por semanas.

            -Pero tú eres su enemigo o al menos eso eras al principio… tu familia lo atrapó, tú lo encerraste, lo desvirgaste, lo sometiste ¿y esperas  que caiga rendido a tus pies? No la jodas Harry, antes ya se resigno y eso es mucho.

            Harry no respondio, por lo que Cédric dejo de hacer lo que estaba haciendo y lo miro para preguntar:

            -Dime algo.

            -¿Sí?

            -¿Tú ya estás enamorado?

            -¿Enamorado? –Repitió sonriendo- yo… no, claro que no.

            -¿Lo que sientes con él es lo mismo que sientes por alguna de tus concubinas, incluso con tu esposa?

            Esta vez Harry no contesto de inmediato, pero se dio cuenta de que no necesitaba pensarlo mucho.

            -No… no sé lo que siento, yo solo quiero que él vea mis ojos cuando le hago el amor.

            -Tú le haces el amor, pero para él solo es sexo.

            Harry suspiro sintiéndose desolado de repente.

            -Te lo preguntare de nuevo ¿Estás enamorado de tu doncel?

            Esta vez Harry ya no sonrió cuando dijo:

            -Sí.

 

 

________________________________________________________________

Notas finales:

Hasta la proxima semana, besos!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).