Me había decidido, llegue a la nueva plaza de deportes y como era de esperar toda la parte nueva del lado exterior del gimnasio estaba ocupada. Decidí que lo mejor era ir a donde estaban las piscinas interiores, ya que aun no las llenaban y ese lugar debería estar vacio.
El lugar dentro del gimnasio era enorme y las piscinas lo era aun más, es una lástima que estén vacías… podría… tal vez…
Deje mi bolso a un lado de la piscina junto a unas gradas que estaban del lado derecho. Estaba pensando si correr dentro o fuera de la piscina, supuse que correr fuera era lo mejor porque con suerte me resbalaría y caería a una muerte o mínimamente a unos varios huesos rotos.
Comencé a correr sin esperar nada del mundo, nada de nadie, como si correr en ese trayecto me alejara de los demás.
Cerré los ojos y me imagine en cualquier mundo menos este, no sé ni porque me preocupaba por mi salud si en realidad mi alma se estaba deshaciendo parte por parte ; podría lanzarme directamente al fondo de la piscina y terminar esta estupidez de querer hacer algo por mí.
Me puse a pensar en todo lo que me había sucedido en ese día, como vi al más hermoso chico que jamás había visto, yéndose con alguien más, con mi mejor amiga. Yo los amo y se que serán muy felices juntos, pero en el fondo de mi alma solo recordaba el dolor que sentía al saber que tal vez si yo hubiera sido valiente podría estar en sus brazos. Como dejé que me afectara todo lo que los demás pensaban… varias veces estuvimos juntos y pude sentir su amor hacia mi… nos conectábamos y podíamos saber cómo se sentía el otro… no quería nada más que vivir a su lado todo lo que quedara de mi vida… se que suena muy dramático pero era cierto. Pero al mismo tiempo estaba engañando a mi amiga que también la amo demasiado, supuse que lo mejor era dejar todo como estaba… así saldrían menos personas heridas ya que el también sentía cosas por mi amiga, lo sabía lo veía en su mirada… el único afectado sería yo y podía vivir con eso…. O tal vez no… tal vez solo debía irme de una vez de este mundo… este mundo del cual nunca me sentí parte… o nunca quise ser parte… solo quería una cosa en ese momento y era a él… tendré el valor para hacerlo… lo tendré… ahora seguiré hasta saberlo.
Solo escuchaba el golpe de mis pies contra el piso, en realidad casi no escuchaba nada, podría salta, quería saltar, pero escuché una voz… su maldita y perfecta voz.
-¡Viniste! Qué bien, pensé que no ibas a venir.- dijo un chico moreno mientras caminaba directo a mí.
-Pues, aquí estoy. Al final como no te mande ningún mensaje pensé que no vendrías.
-Dale bobo, sabes que no te dejo tirado nunca.
-Pfff cállate gil.-dijo el moreno en un tono burlón mientras reía sutilmente.
Se acercó caminando hacia mí, yo ya no quería escapar, en ese momento solo quería correr a recibir abrazo. No pude evitar dejar escapar una lágrima.
-Gastón..-dijo el chico moreno suavemente-¿Qué pasó? ¿Vas a llenar las piscinas llorando?
-Imbécil.- me acerqué a su cuerpo y me abrazó como si nada mala fuera pasar jamás, podía sentir como sus brazos cubrían todo mi cuerpo, se sentía cálido y cómodo. Me sentí seguro. Mi nombre estaba seguro en su boca.