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Historia de monstruos. por DMOll08

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Notas del capitulo:

Fin del hiatus pues

Los monstruos están hambrientos

 

XV

 

 

Entre las entrañas del bosque tuvo una sensación extraña. Como si todas sus señales de alerta se encendieran en un mismo instante. Observo el bosque, giró repentinamente al tener la sensación de que algo o alguien le miraba nuevamente.

‘Algo anda mal’

Decidió no pensar demasiado en ello, lo considero solo algo producto del estrés. Demasiadas cosas en estos últimos días. De un momento a otro todo se tornó irreal. Abandono el bosque para llegar a la estación de policía. Al entrar se percató de la atmósfera dentro de la estación. Los empleados cuchicheaban entre ellos. Logro distinguir la mirada apenada de un oficial en dirección a él.

‘Maldición…’

Apresuro el paso hasta la oficina de detectives, ahí se encontraban todos en un extraño silencio. Su joven ayudante fue el primero en notar su presencia.

-Detective Smith…- dijo al verlo llegar.

-Smith- el oficial a cargo le hablo con una voz fuera de lo habitual. A menudo bromista su tono parecía lúgubre.

- ¿Sí?

-Lamento informarte- titubeo. Se quitó su gorra de trabajo y carraspeo -Lo hayamos muerto en su casa, sé que es un gran amigo tuyo, todos aquí lo queríamos.

Erwin sudo frio.

-Lo asesinaron, creemos que fue un robo porque la casa estaba de cabeza, no sabemos lo que buscaban, él no era un hombre adinerado, pero ya sabes, los últimos años se volvió un ermitaño, los agentes están en la casa y la acordonaron, el cuerpo fue levantado y está en proceso de ser entregado a su familia.

Erwin entendió en ese momento a que o quien se enfrentaba. El hombre asesinado era la prueba suficiente para saber que quienes fueran ellos no temían matar para silenciar.

-Ellos…-masculló.

El oficial estuvo a punto de decir algo cuando Erwin salido apresurado.

-Maldición…- apretó la mandíbula ante la idea. Pensó es llegar a la casa y adentrarse, la policía aún debería estar ahí, idearía un plan para pasar desapercibido. Todos sus años de experiencia caían en pedazos al percatarse de lo inevitable que todo se estaba tornando. Subió a su auto decidido a buscar respuestas. Las criaturas a las que se enfrentaba iban más allá del entendimiento humano. Más allá de todos los conocimientos que durante su vida obtuvo, de pronto todas sus creencias se desmoronaron de un día a otro y el débilmente intentaba mantenerse cuerdo. Que lejos estaba de eso y que cerca de la ruina.

Vampiros. Los humanos lo consideraban solo un mito el los vio ante sus propios ojos. El temor empezaba a hacerse presente. Le agobio la idea del horror que debió vivir ese hombre antes de ser arrojado a una muerte tan terrible, aquello le hizo estremecer. Pensando en todo eso aparco a unas cuantas casas de la del hombre viejo. Bajo del auto. Su corazón palpitaba de manera frenética, el sudor frío se derramaba sobre su frente.

‘Vampiros, vampiros reales’

Se percató de la cercanía del bosque. Extrañamente nunca noto eso. Llego hasta la casa ahora deshabita, vacía y solitaria, las cintas amarillas rodeaban la casa. Se acerco con cuidado hasta aproximarse lo más que pudo a una ventana, miro dentro, logro ver todo hecho un caos, las cosas tiradas tal y como dijo el oficial. Parecía un robo. No. Alguien buscando algo. Aquel hombre ahora muerto tenía toda esa valiosa información que si salía a la luz todo el mundo se enteraría de la existencia de ellos. Por eso lo mataron. Si aquellas criaturas sabían que el hombre viejo le entrego toda la información el siguiente sería él. Debía encontrar una manera de ser más rápido e inteligente.

Regreso a la estación de policía. Observo su reloj. Apenas eran las tres de la tarde. Respiro profundo tratando de no parecer agitado.

-Smith- le llamo un oficial más bajo y regordete -Me pidieron que si lo veía le informara que el detective Owens se está haciendo cargo del caso junto con el detective Stewart, Kovac está de viaje así que nos serias de ayuda.

-Si- asintió Erwin mostrando una sonrisa forzada.

-Bien, eso es todo por mi parte, mi jornada terminó hace una hora y solo me quede para informarte de todo este embrollo, Owens está en la Sala de Investigación, tiene una caja de pruebas, bueno, eso dijo, realmente son solo pertenencias del difunto.

-Gracias, iré ahora mismo- agradeció.

Al entrar a la oficina se encontró con el oficial Owens tecleando en una portátil, este al verle se levantó extendiendo su mano ofreciéndole un saludo amistoso.

  - Lamento lo ocurrido- dijo con tono amable -Es bueno tener de ayuda, estamos cortos de personal, lamento que con todo lo ocurrido tengas que asumir esta responsabilidad, no encontramos mucho, pero trajimos algunas cosas que suponemos nos serán de ayuda, hay ciertas cosas interesantes encontradas.

 Erwin se percató de una caja de evidencias con la fecha y nombre escrita en plumón rojo.

"Una caja de evidencia"

  - ¿Que has encontrado? - preguntó al oficial Owens al ver como este rascaba su cabeza calva.

  - Parece ser que estaba obsesionado con los asesinatos recientes.

Aquello pilló por sorpresa a Smith.

  - Tenia recortes de periódicos ordenados por día- prosiguió Owens -Además encontramos su diario...

  - ¿Diario?

  - Si, su diario, y eso solo pone todo más raro, ya sabes, los últimos años él se volvió un ermitaño así que no es de extrañar que alguien como él escribiese uno, pero mira- se colocó unos guantes, y tomo el diario sobre el escritorio -Al principio luce como un diario normal, con anotaciones de sus actividades diarias y cosas triviales, conforme avanzas las cosas se ponen muy raras, escribe por días o incluso pasa semanas sin escribir, hay una página manchada de sangre, además de que el forro del diario estaba manchado de sangre, hemos tomado una muestra y llevada al laboratorio, aun así las últimas páginas están escritas de forma errática y no tienen sentido, dice cosas como "Vendrán por mi" "Los veo por la ventana" "Me observan" "En el bosque".

 - ¿Lo estaban siguiendo?

  - No sabemos, su familia dice que el probablemente sufría demencia, que se obsesionó con un caso de hace veinte años y todo cambio.

  - Ustedes hablan de un asesinato, lo mataron- gruño.

  - ¿Qué más podría saber un hombre como él? Quizá solo se metió con la persona equivocada, un mafioso que lo mandó a matar- dijo pensativo ante la evidencia -No descartamos nada, Smith.

  - ¿Realmente crees eso?

  - No lo sé Smith, no lo sé- rasco su cabeza calva.

Erwin medito lo que Owens decía. Era claro que no creería sobre los vampiros. Tenía la evidencia más no están dispuesto a entregarla sobre todo sabiendo que si el hombre viejo había hablado de entregarle la evidencia su cabeza corría peligro. No le conocía ningún amigo al ahora muerto, salvo las visitas del detective Kovac.

“No tiene sentido*

  - ¿Puedo leer el diario? Estaba más familiarizado con su letra, podría obtener algo con más facilidad que todos ustedes, él a menudo me dejaba notas mal escritas.

  - Oh, si claro, solo usa guantes por lo de la sangre, cualquier cosa que encuentres me lo notifican.

El detective Owens abandono la oficina despidiéndose de Smith. Este solo lo vio partir.

- ¿Vampiros?

 

 

 

- ....-

 

 

 

Jean se quedó esperando a Marco para ir con él hasta la parada del autobús, ambos tomaban la misma ruta así que eso le dejaba más tiempo a solas. Le gustaba la compañía del chico. Se le hacía extrañamente irresistible. Mucho más de lo que deseaba. Finalmente, después de unos minutos de espera Marco apareció entre la muchedumbre de estudiantes, el olor a sudor lo llenaba, aquel olor característico del humano, este le sonrió saludándolo desde lo lejos. Jean correspondió el saludo.

- ¿Harás algo el fin de semana? - pregunto Marco al joven de ojos dorados.

  - Estaré ocupado- respondió sabiendo de sus obligaciones con la cazadora y el humano - ¿Por qué?

  - Solo pensé que podríamos hacer algo el fin de semana, solo nos vemos en la escuela- dijo con pesadez - ¡No es como si fuera una cita! - su cara se tornó roja ante la idea.

A Jean le tomó por sorpresa la reacción del chico.

  - ¿Una cita?

  - ¡No! - negó -Somos amigos, los amigos salen y esas cosas...- balbuceo avergonzado.

-Tengo cosas que hacer…- suspiro. -Tengo algo así como un trabajo de medio tiempo, no es todos los días, pero este fin de semana no podre- se lamentó.

-Supongo que será otro día- Marco le sonrió con amabilidad.

El licántropo pensó en que pasaría si el chico se enterara de su naturaleza. Los humanos los consideran un mito. Él es real, esta justamente parado a su lado. Aquello le atormentaba más de lo que pensaba, ser rechazado y mirado con temor por Marco. Su valioso amigo, a quien apreciaba y logro querer incluso con las tragedias que le perseguían durante toda su vida. Tomaron el autobús, las conversaciones con Marco siempre son sobre temas triviales o la escuela, contrario a lo que se vive junto con Hanji y el resto. Todo le pesaba menos. Se sentía en paz.

-Marco- lo llamo sin darse cuenta.

- ¿Sí? - le dirigió una sonrisa amable.

-Yo…- inhaló profundo -Hay algo que me gustaría decirte.

Marco pareció sorprendido.

-Solo espero que cuando lo sepas no me odies- apretó los labios.

- ¿Es algo malo? - preguntó el chico preocupado -Somos amigos, puedes confiar en mi- le sonrió. Tomo su mano apretándola sobre la suya.

La reacción del chico solo lo hizo sentir más impaciente. Probablemente solo creía que se trataba de cosas mundanas “humanas”. Que terrible se sentía consigo mismo y su naturaleza infernal.

Marco era quien llegaba primero a su casa se despidió de Jean al bajar del autobús.

Se encontraba nuevamente solo.

Espero a que el autobús lo dejara a unos metros del edificio donde vivía, ya era un poco tarde para ese entonces. Camino hasta llegar al edificio, al entrar recordó que el chico de ojos verde se quedaría una temporada en su casa, también que justo esa noche debía irse con Hanji, encendió su móvil el cual dejó gran parte del día apagado, en este se encontraban en su mayoría mensajes de Hanji e Ymir diciéndole cosas sin sentido.

-Qué diablos…- murmuro. Un mensaje de la cazadora llamo en especial su atención.

¨ ¿Sabes lo que pasa cuando un vampiro no come por mucho tiempo? ¡Se ponen horribles! Leí algo sobre eso hace unos años ¡Oh, por cierto! No le digas a Eren que Levi no a querido comer “mucho” desde lo que paso, creo que ahora está bien, si, sobre él y su mano ¿está bien? ¨

 

-Un vampiro que no quiere beber sangre…- sin más abrió la puerta del apartamento. Las luces estaban apagadas, lograba escuchar los ruidos provenientes de la habitación del chico, lo vio parado en el pasillo, sus grandes ojos verdes brillaban en la oscuridad. Como los de un gato.

- ¿Jean? - pregunto.

-Si, hoy fue un día aburrido- entro dejando su mochila en el suelo -Tendré que ver unas cosas con Hanji, y…- estuvo a punto de decirle sobre Levi.

- ¿Qué relación tienes con el chupasangre? - cuestiono ante lo obvio -Quiero decir… ¿No es extraño?

- ¿Extraño? - se acercó al licántropo - ¿Te dijo algo? ¿Lo has visto?

-No, no lo he visto- negó. Medito si debía o no decirle al chico lo que pasaba, de todos modos, si el vampiro ¨Moria¨ él se enteraría. -Él no ha estado bebiendo sangre, quiero decir Hanii me envió un mensaje diciendo que en los últimos días no ha bebido lo suficiente y que incluso pasa días sin alimentarse, también pregunto sobre tu mano y solo eso.

- ¿Se está negando a beber? - parecía asustado.

-Supongo, realmente no sé, esta noche iré con Hanji e Ymir, ellas tienen un plan, además esta Lilith…- se percató de que todo lo que decía era más para consolar al chico -No creo que sea tan malo.

- ¿Puedo ir contigo?

-No seas estúpido- gruñó molesto -Solo serias una carga ¿Sabes?

La cara del chico parecía sombría.

- ¡Quiero ser de ayuda!

- ¡Un humano no es de mucha ayuda!- pensó en Marco y sonrisa amable -¡Todos se están esforzando!

-Solo quiero matar a todos los vampiros que quieren hacerle daño…

-No eres de utilidad de esa manera- camino a través del pasillo esquivando al humano -Debo preparar unas cosas.

-Todos lo sabían…- la voz temblorosa del chico lo detuvo -Hannes, Rico, Hanji, Ymir, Levi y tu…- trago saliva -Que no soy de mucha ayuda, pero incluso cuando es de esa manera quiero ser de ayuda.

-Quizá si hablas con Hanji- Jean ladeó la cabeza -Ella podría ayudar, no seas estúpido y asumas riesgos innecesarios, ellos se esfuerzan por eso, aunque no lo creas que estés vivo ya es de utilidad.

- ¿Te iras pronto? - pregunto Eren tras calmarse su ánimo -Es realmente solitario estar aquí, sobre todo por lo que está ocurriendo.

-Solo vengo por unas cosas, Hanji dijo que lo mejor es que te quedes aquí- aseguró.

-Si ves a Levi ¿podrías decirle algo?

- ¿Algo?

-Solo que estoy bien…

El joven licántropo se dirigió a su habitación, al llegar se cambió de ropa por una completamente diferente, como un traje de pelea. Las palabras de Hanji fueron claras “las cosas se nos están complicando” al ir junto con esta no sabía lo que ocurriría. No sabía que esperar. De entre el montón de cajas que tenía apiladas tomo una en especial. Roja forrada de terciopelo, esta tenía en un bellísimo decorado dorado inscripciones en una vieja lengua. Jean la abrió y de entre este saco una bolsita de runas, también un pequeño libro junto con una daga. Su linaje no solo consistía en licántropos, también de antiguos maestros en la magia. Él era el último. Metió todo dentro de la maleta y se dispuso a abandonar el lugar.

Eren lo escucho caminar por el pasillo y como el licántropo salía de lugar. Se sintió repentinamente asustado.

 

 

 

- ....-

 

 

 

El vampiro presa de sus propios miedos buscaba una manera de terminar con todo antes de que se le fuera de las manos. Si las cosas eran tal y como sospechaba no faltaba mucho para caer en picada.

La cazadora llegó con un montón de libros entre sus brazos, los fue apilando uno a uno sobre la mesa y dejo unos cuantos en el piso.

Suspiro.

  - Que pesados están- secó el sudor en su frente. Se sorprendió al notar que la vieja cabaña estaba bastante limpia - ¡Ah! - chillo - ¡Esta limpio!

  - Tenias hecho todo un asco, no puedo estar en un lugar mugroso- chasqueo su lengua el vampiro -Me dedique a limpiar esta pocilga.

  - Es de mucha ayuda, pensaba en limpiar, pero no soy buena en eso.

  -Lo he notado.

  - Dejando eso de lado ¡Te traigo buenas noticias! - dijo emocionada -Encontré la manera de detener a Vlad- emitió un chillido de emoción.

  Levi rodó los ojos.

  - ¡Debemos matar a Vlad! - grito la cazadora.

  - Matar a Vlad es imposible- dijo en tono lúgubre el vampiro.

  - No si encontramos la manera- tomó uno de los libros y lo ojeo -Debe existir una forma de matarlo, no existe algo así como una criatura invencible.

 Las palabras de la mujer se escuchaban vagas y sin sentido.

  - Te necesitamos, nosotros y él, te estas dejando morir...

 Se negó a beber sangre los últimos días. Su cuerpo acostumbrado a pasar semanas si comer empezaba a sentir el dolor de la abstinencia. Petra salió de un rincón, sus ojos negros miraron a Hanji y la nevera que esta trajo consigo. Hanji le sirvió sangre en una taza y la chica la bebió. Levi solo observaba el techo. Se encontraba harto de su propia naturaleza. Se dejaba morir sofocado por la sed incluso cuando dejar de existir le provocaba espanto, sus verdaderos sentimientos se encontraban lejos de sus mirada estoica y voz sin emoción. No quería dejar al humano a su suerte. Abandonarlo sería terrible justo en estos momentos, el licántropo no sería de mucha ayuda y las investigaciones de Hanji no parecían rendir frutos, tampoco pensaba dejar a su suerte a Petra. Cerro los ojos. Tomo una de las bolsas en la nevera y bebió directo de esta. Pronto se sintió casi vivo.

Luego de beber el líquido carmín su vitalidad aumento, su piel pálida adoptó un tono casi vivo y se sintió caliente. Era la sangre que le hizo sentir así.

-Iré a dar una vuelta- se levantó dispuesto a abandonar el lugar -Cuida de Petra.

-Si, sí, yo me quedare a ver unas cosas, tengo mucho que leer e investigar, no mates gente, por cierto- dijo en tono de burla la cazadora -Ten cuidado- le advirtió -Al parecer el tipo de la casa le entregó información al alguien más, un humano y al parecer es un detective.

Levi se quedó parado al oír a la mujer.

- ¿Un detective?

-Cuando llegué ya estaba muerto, supongo que fueron enviados por Vlad, el hombre tenía un diario personal, le entrego la información que buscaban los enviados por Vlad a un detective llamado Erwin Smith, el probablemente nos esté siguiendo la pista.

-Entiendo- asintió el vampiro -Seré cuidadoso.

La fría noche era tal que incluso el poseedor de una naturaleza ruin lograba sentir en frío helar su sangre. Sangre que minutos antes bebió con frenesí. Camino sin un rumbo fijo con el corazón palpitando. Los últimos eventos ocurridos le hicieron caer en cuenta que el tiempo se le fue en un pestañeo. El tiempo siguió su curso y él permanecía en ese estado. Entre vivo y muerto. Convertido en un monstruo sediento de sangre que luchaba día a día con la sed insaciable y el deseo doloroso que albergaba su pecho.

Su mente vagaba entre ideas y recuerdos y antes de ser plenamente concierte se encontraba a unos metros del edificio. Fue el olor ¡Y que olor! Aquello lo trajo hasta ese lugar. En su pecho yacía doloroso el deseo de ver al humano. El aroma dulce de su sangre llegaba hasta él. Sintió el terror de su propia naturaleza. Aun así, deseaba verlo y tenerlo entre sus brazos. Ansiaba tocarlo, sentirlo, egoístamente llegó hasta ahí con esa idea en mente. Su cabello negro se perdía entre la oscuridad de la noche, su piel pálida emitía un extraño brillo y sus ojos negros infestados de maldad y arrepentimiento. Camino moviéndose de manera ajena a su naturaleza inmortal la brisa movió su capa, se las ingenió para trepar el edificio sin ser visto ni escuchado. Gran parte de sus años a eso se dedicó. Cazar humanos. Los cazaba para beber su sangre con la única finalidad de mantener su inmortalidad intacta. Aquello que antes no le provocaba emoción alguna ahora le horrorizaba por completo. Fue el humano que le hizo cambiar su perspectiva sobre sí mismo, el miedo en los ojos del chico quien incluso sabiendo de su naturaleza monstruosa no parecía temerle, mucho menos odiarle. Le aceptó con todo y su pasado, incluso sabiendo que entre cada beso y caricia se acercaba más a un precipicio del cual no saldría bien librado.

Siguiendo el olor llegó hasta el piso donde el olor se volvió más intenso, casi le mareaba. Golpeo la ventana, escucho pasos cautelosos acercarse, el aroma se hizo más fuerte a cada paso. Las cortinas se abrieron y ante él apareció el humano mirándole con sus grandes y preciosos ojos verdes. Parecía asustado. Lejos de huir abrió la ventana.

  - Levi...- pronunció el nombre con familiaridad - ¿Que hace aquí?

  - Déjame entrar- pronunció con voz incorpórea. Se posó sobre el marco de la ventana observando al chico. -Eren, di que puedo entrar, no soy bienvenido en la casa del lobo.

  Eren frunció el ceño ante la petición del vampiro. La presencia de este le provocaba una ansiedad indescriptible.

El chico desprendía el aroma que tanto fascinaba a la criatura inmoral. Lo deseaba desde el fondo de su alma. Si aún existía algo de esta.

  - Déjame entrar…- suplico.

  - Puede pasar- asintió.

 De un salto entró al departamento, miro a su alrededor con cautela.

  - ¿Y el licántropo? - cuestionó en tono amargo.

  - No está- respondió Eren -Salió con Hanji y el resto.

 -Me llamaste- dijo en su clásico tono monótono. - ¿Es porque ellos no están?

Eren se sintió descubierto. Se pasó gran parte de la tarde pensando en el vampiro. En cómo estaba y si seguía sin beber sangre.

  -Estaba preocupado- se encogió de hombros -Jean dijo que te negabas a beber sangre- dijo en tono lastimero -No quería que nada te ocurriera y mucho menos por mi culpa- se lamentó.

  - No seas estúpido- le reprendió -No es culpa tuya- dijo para reconfortarlo.

 Eren era consciente de la brecha que les separaba. Una brecha repleta de diferencias y años. Con eso en mente por alguna razón se negaba a separarse del vampiro. Quizá era la naturaleza seductora de este, los ojos oscuros que parecían sufrir un dolor terrible. Sabía que el vampiro lo deseaba y él también ansiaba estar junto a él.

  - Levi...- lo llamó - ¿Usted vino a verme? - pregunto curioso por la repentina aparición de la criatura inmortal. Él había dicho que fue llamado, no entendía del todo eso.

  - Si- respondió con su tono frío y desinteresado -He venido a verte.

 Eren sintió una emoción brotar de su joven corazón. Levi aceptó sin rodeos que vino con la intención de verle, aquello le lleno de emoción, quería olvidar el ajetreo de los últimos días.

Se sonrojo al ver que Levi lo miraba fijamente.

  - Me alegra- bajo los ojos, sentía demasiada vergüenza en ese momento -Yo también quería verlo, sobre todo por lo que Jean dijo, no es bueno que se niegue a beber sangre, Hanji se esfuerza por conseguirla- dijo preocupado -Podría hacerse daño...

  - Soy inmortal, si dejo de beber solo me echaría a dormir, no es tan complicado como crees- explicó -Hay muchas cosas que la mayoría ignora sobre la naturaleza vampírica- bufo -En realidad no podemos suicidarnos, alguien debe matarnos, si hay escasez de alimento solo debemos buscar un agujero oscuro y dormir.

  - ¿Entonces por qué no se ha alimentado correctamente? - se acercó con cautela a Levi.

Los ojos del vampiro destellaron al percatarse de las intenciones del chico, más no lo detuvo.

  - Desde esa vez, cuando ocurrió lo de tu mano, me miraste con temor- su voz sonó lastimera -No quería seguir con esta naturaleza terrible, pero no puedo dejarme morir y abandonarte.

 Eren se estremeció ante las palabras de Levi.

  - No eres un monstruo- acerco sus manos a la de mayor -Yo no creo que seas un monstruo- tomó la fría mano derecha del vampiro entre las suyas -Esa vez me sorprendí mucho, quiero decir, no era realmente consciente de lo que eres, por eso cuando te vi de esa forma me asuste, luego entendí que eso es parte de Levi así que deje de estar asustado.

 El vampiro aceptó el contacto del chico, las cálidas manos tomando la suya. Si era él podría soportar el dolor y la insaciable sed, el sufrimiento del hambre insaciable y el terror que su propia existencia le provocaba. Solo si Eren le aceptaba de esa forma. Incluso si al final víctima de la inmortalidad debía ver perecer al chico ante las garras del tiempo, aquella idea le asusto de una manera que nunca pensó sentir. La idea de que Eren siendo un humano morirá con el pasar de los años y él permanecería intacto. Eso le hizo moverse de forma impulsiva y tomar al chico entre sus brazos, sin dudarlo lo sujetó con firmeza siendo cuidadoso de no provocarle daño alguno. Aspiro el aroma de este, la sangre caliente que le daba vida y el corazón que la hacía fluir.

  - Eren...- le susurró al oído.

  Eren solo se dejó tomar entre los brazos de Levi, aunque la acción lo tomo por sorpresa finalmente se relajó al escuchar como el vampiro lo llamaba por su nombre.

  - Usted debe alimentarse correctamente...

  - La sangre que trae ella no sabe bien, esta fría e insípida- mascullo.

  - Entonces puedes alimentarte de mí, incluso si eso podría transformarme en vampiro...

  Levi lo aparto un poco, sus ojos miraron enojado al chico.

  - No es tan fácil...- se alejó -Tienes que morir antes, incluso si te muerdo no te transformaras.

  - Si lo hace no me hará daño, confió en ti.

 Levi dudo temeroso. Sabía cómo funcionaba convertir a un humano en vampiro y que solo los antiguos como él podían ejercer ese poder.

Tomo nuevamente a Eren entre sus brazos, este correspondió el abrazo rodeándolo con los suyos.

  - Esta bien- dijo mientras Levi lo sostenía llevándolo hasta la cama -Confió en ti- acarició los oscuros cabellos.

 Un deseo feroz se apoderó de él, cerró los ojos tratando de concentrarse, se negaba a dañar al chico, el hambre era terrible y le hacía daño, lo coloco con suavidad en la cama, él yacía sobre el chico.

  - Eren- fue lo último que pronunció antes de morder la suave carne del cuello. La exquisita sangre lo embargo de una sensación abrumadora. Se aferró a Eren con un deseo inconcebible. Un deseo que nunca sintió ni estando vivo. El aroma era inigualable y en su mente el sabor lo volvía loco. Eren emitió un quejido de dolor.

  - Levi- dijo entre un gemido doloroso.

 Al oír la voz adolorida se apartó de inmediato. Su mente estaba nublada por lo ocurrido, su cuerpo estaba sumergido en un éxtasis que no entendía del todo. Eren solo permanecía en la cama con los ojos mirando al techo, extendió su mano tratando de tocar al vampiro.

  - Quédese conmigo- rogó -Quédese...

 Levi se quitó el pañuelo que siempre llevaba en su cuello y limpio con cuidado el cuello de Eren.

  - Me quedare- tomo la mano de este y la beso -Me quedare contigo- lo acurrucó en su pecho.

 

 

 

-….-

 

 

 

Luego de horas leyendo y releyendo el diario encontró más de lo que se imaginó. Cosas que para el resto de los investigadores pasaron desapercibidas, pero para él quien poseía el conocimiento de lo que realmente ocurría y de quienes habían matado al hombre viejo no existía duda. El hombre hablaba sobre estar siendo observado y sabía que tarde o temprano lo matarían de una manera terrible, también que aquello era inevitable y lo único que podía hacer era pasar la información a otra persona y esa persona la transmita a alguien más, debía impedir que ¨ellos¨ destruyeran la información que tantos años y vidas costó obtener, también que alguien debería de tener esa masacre o generaciones de humanos perecerán ante las garras de esas criaturas terribles. Entre el montón de palabras e ideas que ni siquiera el logro descifrar hubo una que llamo su atención, una especie de mapa que parecía bastante antiguo, entre las cosas que el hombre decía era que “Ellos” vinieron desde hace siglos y tienen lugares para encontrarse, este también hablaba de una parte en el bosque donde hay algo enterrado y que si no fuera tan viejo ya habría ido por ello, también que el “tesoro” como lo llamaba no sabía exactamente si se trataba de algo pero que tenía la ligera sospecha de que no se hablaba de un objeto con exactitud sino más bien buscan a una persona o una criatura.

“Para que la calamidad finalice debe morir”

Smith siguió buscando.

“El único que puede mantenerlo vivo y por eso lo busca, sin aquello él no es más que carne vieja. Es su derecho de nacimiento”

 

- ¿Derecho de nacimiento? - se dijo así mismo. Reflexiono sobre que trataba de decir con “derecho de nacimiento” había oído eso en un par de ocasiones cuando se hablaba de las pocas familias reales que existían quienes sus descendientes por linaje les correspondía la corono por derecho de nacimiento. Esa idea no tenía cabida en el mundo actual ni él lo que el buscaba ¿El único que puede detenerlo? Tomo nuevamente el mapa lo examino con cuidado hasta percatarse que el lugar que señalaba se hallaba en el bosque de la ciudad. Miro su reloj de pulsera.

-Las ocho…- se levantó en un golpe de emoción, se colocó su chaqueta, llevaba el mapa consigo y sin dudarlo un solo instante se dirigió al bosque. Debía encontrar respuestas y quizá el “tesoro” las poseía. Subió a su auto con dirección al bosque.

 

Jean llego hasta la cabaña de Hanji, toco la puerta y solo entro sin más, llevaba consigo la maleta.

-Es bueno que estés aquí- Hanji e Ymir solo permanecían sentadas en la mesa y en el medio yacía Lilith quien parecía divertirse. Se percató de que era el único hombre.

-Vendrán más personas así que ponte cómodo ¿Trajiste lo que te pedí? - pregunto Hanji al ver la cara de molestia en el licántropo.

Jean abrió la maleta y saco el pequeño libro, se lo lanzo a la cazadora quien lo atrapo sin problema.

- ¡Es perfecto! - exclamó al tenerlo en sus manos -Solo existen unos cuantos de estos- lo ojeo con sumo cuidado -Están escritos a mano y hechos con gran maestría, existen siglos antes de la imprenta y luce tan bien- rio -Siempre supe que era bueno tenerte de nuestro lado Jean.

- ¿A quiénes esperan? - cuestiono Jean ante la actitud despreocupada de la mujer.

-Unos viejos amigos de Levi, él dijo que podrían ayudarnos ya que le deben un favor- respondió mientras leía una hoja en el libro.

- ¿Más chupasangre? - rezongo con fastidio -Estoy harto de verlos aquí paseándose tan tranquilos y ese tipo ¿Qué ocurre con él? ¿Desde cuándo juegan con su comida?

-No puedes quejarte de eso Jean- dijo Ymir un tanto burlona –¿No te has hecho muy amigo de ese chico? - aseguró refiriéndose claramente a Marco.

- ¡Es diferente! - afirmó molesto -Los licántropos no comemos humanos…

-Algunos si…- menciono Hanji -No todos, no es raro que uno lo haga con cierta frecuencia, de todos modos, no te hagas muy cercano a los humanos.

-Mueren fácilmente.

Jean cayó en cuenta de que, aunque no de la forma correcta ellas solo le estaban advirtiendo. Por mucho que quisiera a ese chico era consciente de la sangre que corría por sus venas. La sangre de una criatura que por siglos aterro a los humanos.

-Es diferente…- murmuró.

Se escucho como alguien golpeaba la puerta, Hanji se levantó emocionada para abrir.

- ¡Ya llegaron! - abrió - ¡Son ellos! - exclamó al ver las dos figuras masculinas frente a ella.

Estos se quedaron parados sin decir nada. El más joven chasqueo la lengua ante la evidente emoción de la mujer.

Ellos miraron dentro de la cabaña.

-Di que podemos pasar- solicitó el mayor con tono amable.

- ¡Oh, si, si! - grito Hanji -Lo olvide por completo.

Ymir y Jean solo miraban la escena con recelo.

-Mas de ellos- murmuró Ymir ante la presencia de las criaturas.

-Pueden pasar- les invito Hanji animada.

Ambas criaturas no dudaron y de forma veloz estaban dentro. Se percataron de la presencia de Lilith quien seguía en la misma posición. Jean los miro con cierto desagrado, Ymir se mostraba tranquila.

-Levi me hablo de ustedes- comentó Hanji -Siéntense- pidió -Levi dijo que podríamos confiar en ustedes y que nos serian de mucha ayuda.

-Conocemos a Levi desde hace un tiempo- hablo el mayor -Yo soy Erd y él es Auruo, escuchamos que han encontrado la manera de detener a Vlad.

Hanji asintió.

-No realmente…

Erd fijo su mirada sobre la cazadora.

-Quiero decir, en eso estamos, pero hay algo que estamos buscando y lo necesitamos para seguir- afirmó.

- ¿Algo? - pregunto Aurou enojado -Llegamos hasta aquí por nada, sabía que un montón de brujas no serían de mucha ayuda, llevamos siglos tras Vlad- se cruzó de brazos.

-Entonces…- continuó Erd - ¿Dónde tenemos que ir? - preguntó con interés.

-Debemos buscar mi viejo báculo- dijo Lilith respondiendo la pregunta de Erd -Mi báculo fue forjado a partir de plata pura, además en él hay una piedra que necesito para hacer un ritual, lo he buscado por décadas y resulta que un montón de humanos molestos lo tenían en esta ciudad.

- ¿Humanos? - a Erd le tomó por sorpresa que humanos estuviesen implicados.

-Hay humanos que saben más de lo que deberían, estábamos buscando a uno, pero fue asesinado, lo único que logre sacar de él fueron las últimas páginas de su diario, ahí el menciona que buscaba el “tesoro” y por tesoro se refiere al báculo de Lilith.

-Incluso si eso es lo que buscaban mi báculo no le es de utilidad a un montón de humanos- dijo con enojo Lilith.

-A Vlad sí, estoy segura de que ellos buscan el báculo junto con el chico- aseguró la cazadora.

- ¿un humano? - interrogo Erd.

-El último de los descendientes de Vlad está en esta ciudad, sin el Vlad es débil y no tiene quien lo alimente, no importa cuantos lacayos tenga parte de la maldición pide que sea un descendiente directo quien lo ayude a mantenerse vivo o de lo contrario no tardará en morir, ha vivido los últimos años escondiéndose, pero ahora viene por el chico- explicó Hanji.

- ¿Por qué no solo matan al humano y ya? - dijo Erd con voz disgustada -Se evitarían muchos problemas si lo matan y ya.

- ¡No! - grito Hanji horrorizada -Lo usamos como carnada, Vlad vendrá hasta aquí por el chico y cuando lo tengamos arrinconado lo mataremos, por eso necesitamos al chico.

Jean se enfureció ante las palabras de la cazadora, golpeó su puño sobre la mesa.

- ¡Él no es ninguna carnada! - grito colérico - ¿Cómo puedes decir algo como eso?

Todos se sorprendieron ante la actitud del licántropo.

- ¿Acaso crees que no está asustado? ¡Tiene miedo! - apretó su puño - ¡Y tu solo hablas de él como si fuera algo de uso y desuso!

-No me refería a él de esa manera…- balbuceo la mujer al percatarse de que Jean realmente estaba enojado -Quiero decir, no es de ayuda y todo, pero desde el principio por eso lo queríamos.

-No hables de la gente como si fuesen objetos- sentenció el licántropo -Iré a tomar aire- abrió la puerta rumbo al bosque. La sala quedó en silencio.

 

 

Erwin detuvo su auto a un costado de la carretera. Se quedo estático meditando todo lo que sucedió las últimas horas, tomó el diario que estaba en el asiento de copiloto, lo ojeó como si hacer eso le daría las respuestas, se quedó a observar atentamente los retazos de las hijas claramente arrancadas.

- ¿Un tesoro?

Bajo del auto. Estaba completamente solo. Abrió la cajuela y sacó una linterna que siempre mantenía dentro por cualquier eventualidad. Incluso cuando el mapa no daba la ubicación exacta él estaba dispuesto a excavar cada centímetro del bosque con tal de encontrar ese tesoro. Debía hallarlo. Sea cual fuera el precio.

 

 

-En fin…- Ymir se levantó y al igual que Jean se marchó de la sala.

Hanji se quedó sola con Lilith y los otros vampiros. Petra solo observaba.

-Como decía…- suspiro Hanji -El chico lo necesitamos vivo, pero eso no es nuestro mayor problema- se dejó caer sobre la silla, quito sus gafas y deslizó su palma por sobre su rostro. -Alguien sabe de esto, un humano- explicó.

- ¿Humanos? - Erd frunció las cejas al escuchar las palabras de la mujer.

-A la persona que buscaba la mataron…- se colocó nuevamente los lentes -Un hombre del cual había oído, tenía información, información que de salir a la luz nos llevaría años desaparecerla por completo, pensaba ir a la casa y destruir la información, no tenía la intención de dañar al hombre, justo cuando decidí ir su casa estaba hecha un desastre, no encontré rastro de la información y el hombre ya estaba muerto, tenía casi la cabeza cercenada y ya había pasado un tiempo desde su muerte.

Los vampiros escuchaban con atención a la cazadora.

- ¿Y qué más? - índigo Erd.

-Al parecer la información ya no estaba cuando lo mataron, quienes lo asesinaron no encontraron nada, logre leer su diario y obtuve esto- sacó un par de hojas y las extendió en la mesa -Él le entregó la información al alguien más- se mordió el labio -Aun detective, Erwin Smith, ese es su nombre, si él revela la información estaremos arruinados, eso no es todo, había un mapa y ese tal Erwin Smith lo tiene, es el mapa que nos llevara al báculo y al “tesoro” debemos buscar a ese detective antes de que sea demasiado tarde, el asesinato del hombre está siendo investigado por lo que debemos ir con cuidado, si damos un paso en falso el detective nos arruinara todo el plan, no solos era una batalla entre vampiros, licántropos y brujas, también tendremos a los humanos siguiéndonos la pista, junto con los asesinatos recientes cada vez estaño más expuestos.

-Tenía entendido que Levi era quien cometía los asesinatos y por eso fuiste enviada a matarlo- Erd medito con cuidado las palabras de la cazadora -Sin embargo, contra las órdenes lo dejaste vivir e incluso lo estas alimentando ¿Es así?

-Es verdad, pero como todos en la congregación saben no podemos matar a Levi y muchos menos ahora, él es uno de los vampiros más fuertes sino es que el más fuerte, entiendo que no les agrada por lo que ha hecho y mucho menos cuando fue él quien los convirtió, ahora lo necesitamos.

- ¿Y los asesinatos?

-Tengo la sospecha…- se detuvo para aclarar su garganta -Hay más vampiros en la ciudad, un grupo puedo asegurarlo, he estado alimentando a Levi desde hace seis meses y les puedo asegurar que él no ha matado a nadie, me he encargado de vigilarlo- aseguro ante las miradas recelosas del resto.

-Si lo que dices la bruja es verdad es mejor darnos prisa o quedaremos al descubierto- chillo Aurou.

-Buscaremos a Erwin Smith, el báculo, lidiamos con Levi y el humano estará bajo nuestra protección, debemos destruir a los otros vampiros, cualquiera que no esté de nuestro lado es enemigo- finalizó Erd.

Después de abandonar la cabaña lo único que hizo fue caminar sin rumbo fijo, ya habían pasado unos minutos cuando decidió solo volver. No le gustaba la manera en la que a veces se referían a los humanos, incluso cuando el usaba términos despectivos hacia los vampiros odiaba la idea de que menospreciaran a los humanos. Aquello solo le recordó la amabilidad de Marco. No debía decirle, siendo Marco alguien tan amable y bueno podría correr riesgo. Respiro cansado.

  - Es diferente...

  - ¿En qué? - Ymir le había seguido curiosa - ¿Hablas sobre el humano? ¿Eren? ¿O Marco? - interrogo -No estoy en posición de decir que es bueno y que es malo, a decir verdad, no me importa, honestamente te recomiendo que mantengas a tu querido Marco lejos de esto ¿Sabes? Ellos buscaran la forma de dañarte, no estamos aquí para divertirnos, todo esto me tiene cansada así que si realmente lo quieres aléjate de él, los humanos no entienden esto- finalizó -Supongo que lo entiendes por ti mismo.

  - ¿Christa? ¿No es amiga tuya? - ante las palabras de la chica él recordó ese detalle.

  - Ella no tiene que ver en esto...

  - ¡Marco tampoco!

  - Haz lo que quieras- dejo al chico fastidiada.

 Jean permaneció un rato más a solas. Decidió regresar, aunque aquello lo enojara.

  - Todo esto es una mierda.

 

 

 

Dentro de la cabaña todos discutían sobre lo mismo. Ninguno tenía una idea concreta.

  - ¿Puedes localizar el báculo? - Erd se dirigió a Lilith.

  - No sé- respondió sin mostrar interés -Tengo la sensación de que esta cerca.

  - No es de mucha ayuda- mascullo Aurou.

 Ymir entro dirigiendo a su habitación. No miro a ninguno. Por su parte ellos continuaron con lo suyo.

  - ¿Quienes saben de esto?

  Hanji pensó en todas las personas que estaba directa o indirectamente metidas en todo.

  - Nosotros y dos humanos, y de ser verdad ese detective- dijo pensativa -Al menos hasta donde sé.

  - Iremos a buscar mi báculo- se levantó Lilith con la intención de salir -No llegaremos a nada y necesito esa piedra- avanzó.

  - Iremos contigo- camino Hanji tras ella.

 Erd y Aurou le siguieron.

  - Debe estar cerca- salió al bosque. Debido a su naturaleza ella podía ver en la oscuridad, el resto de los vampiros también, la única que carecía de esa habilidad era Hanji por lo que se limitó a seguirle de cerca -Es como si pudiera sentirlo.

  - ¿Tú crees? - cuestionó Hanji un tanto desconfiada -Quiero decir ¿como si tuvieras un vínculo?

 El grupo caminó por el denso bosque buscando algo de lo que no estaban seguro de encontrar.

 

 

 

Erwin siguió su búsqueda guiado por un mapa que no señalaba un punto exacto en sí.

  - Debe ser por aquí- dijo sereno -Es casi como si lo supiera.

 No llevaba ningún arma, solo la linterna y un bolígrafo en su bolsillo. Se dio cuenta de que estaba solo en un bosque solitario, vulnerable ante un ataque. La noche se encontraba demasiado tranquila. Repentinamente como si todos sus sentidos se encendieron de golpe algo en su pecho le dijo a donde ir, movió su cuerpo por instinto guiado por un sentimiento indescriptible, alumbro con la linterna y se percató de que estaba parado frente a un viejo árbol, iluminó el árbol con la luz, alcanzo a ver unas inscripciones, no entendió nada, busco algo, algo que lo guiara hasta el tesoro y que le hiciera saber que no está loco. Que no está delirando. Se dejo caer y escarbó con sus propias manos, escarbó sacando la tierra sin dudar de sus acciones, antes de darse cuenta sus dedos golpearon algo duro, se detuvo y alumbró su descubrimiento perplejo, lo sacó de entre la tierra, pesaba bastante, una caja larga era lo que encontró.

  - Esto...- dijo abrumado ante el descubrimiento - ¿Es esto? - lo saco por completo dejando la larga caja sobre el suelo del bosque, se levantó para verla desde arriba, dirigió la luz sobre esta, vio que la caja estaba decorada con un símbolo de media luna de la cual salía una cruz invertida, se agacho para abrir y ver el contenido. Sus manos le temblaban, sea lo que sea estaba frente a algo asombroso. Abrió la caja y en el interior de esta se encontraba un báculo idéntico al diseño que adornaba la caja, la única diferencia era que el final de la cruz se extendía aún más, también logró ver una bellísima piedra brillante entre la media luna. Tomó el báculo entre sus manos levantándose con un deseo vigoroso.

  - ¿Un tesoro?

 

 

 

Lilith detuvo abruptamente, su cara se retorció en una mueca de horror.

  - ¡Esta aquí! - grito. Se movió de forma veloz avanzando por el denso bosque. Su silueta parecía una sombra negra deslizándose por los árboles, el resto la siguió corriendo.

  - ¿Qué? - preguntó Hanji tratando de seguirle los pasos - ¿El báculo?

 Vio como Lilith se detenía soltando un chillido horrible. La mujer infernal se arrojó sobre alguien. Hanji entre la oscuridad logro distinguir la silueta de un hombre alto rubio.

  - Erwin Smith- lo adivinó de inmediato.

  - ¡Devuélvemelo! - exigió Lilith a Erwin. Este se retorció en el suelo debido al golpe. Abrió los ojos para toparse cara a cara con la criatura. Como si quisiera decir algo, pero el aire se le escapaba del pecho.

  - Vampiros...- murmuro con una voz bajísima que se le escapaba entre jadeos - ¡Vampiros! - se estremeció intentando incorporarse. Con las pocas fuerzas que le quedaban se incorporó levantándose, los vio frente a él, Lilith tomaba el báculo aferrándose a este, se percató en los otros dos hombres, piel pálida, ojos oscuros y mirada cautelosa, se percató de la cazadora.

  - ¿Erwin Smith? - se dirigió a él.

  - Ustedes...- frunció sus espesas cejas rubias ante la pregunta de la mujer - ¡Ustedes lo asesinaron!

 Hanji supuso que se refería al hombre viejo.

  - No, nosotros no lo matamos- respondió.

 Erd y Auroru tomaron a Erwin de los costados, Erd le dio un golpe en la nuca lo que provocó que Erwin se desmayara al instante.

  - ¿Qué hacen? - preguntó horrorizada Hanji.

  - Es una molestia, si va con otros humanos nuestros planes se irán a la basura, no podemos confiar en nadie- lo cargo como si de un muñeco de trapo se tratara. Aurou le siguió sin oponerse.

 Lilith se desvaneció entre la noche. Hanji no hizo más que seguir a los vampiros. El humano les sería de utilidad.

 

 

Notas finales:

Espero y no se aburrieran con este capitulo y disculpen el Occ 


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