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Historia de monstruos. por DMOll08

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Notas del capitulo:

Aquí les dejo el octavo cap, el hard está programado para el cap 10, ya lo tengo escrito c: pero como soy malvada los hare esperar mas 

Igual y tengo una duda muy dudosa (?) y es sobre si los personajes me estan quedando muy OC, si es asi me gustaria que me lo dijeran C:

 

 

-Los monstruos se conocen los unos a los otros-

VIII

 

 

Jean husmeaba por los alrededores del colegio, silbaba y miraba sin que nada le pareciera interesante. A lo lejos algo logró captar su atención, una cancha techada, sin más que hacer decidió caminar hacia ese lugar.
Un joven de cabellos oscuros jugaba baloncesto, estaba solo y parecía divertirse, él era el único en ese lugar, no pareció darse cuenta de la presencia del licántropo, aunque Jean lo observaba con cierto desagrado. Jean logró reconocer al chico, era el mesero de la otra vez, si no recordaba mal su nombre es "Marco", algo gracioso pasó por su mente. Se acercó un poco fingiendo indiferencia, cruzó el último metro hasta llegar a la línea horizontal que surcaba la cancha, un rojo sucio por el tiempo, el blanco estaba desgastado y mantenía las huellas de los zapatos.
Marco lo vio, estaba tan entretenido practicando que no se dio cuenta del extraño joven, no lo reconoció.
-Hola- secó su sudor con su camiseta.
Jean hizo un ademán con la mano, algo como un saludo, Marco lo imitó.
Jean lograba olerlo, un olor diferente a todos, inconscientemente siguió aquel olor hasta llegar ahí. Solo observo. Y tenía hambre, no más que su curiosidad por el chico de pecas y nariz respingada, su cabello se pegaba a su frente por el sudor, por alguna razón eso le pareció atractivo.

Debo estar delirando masculló entre dientes.
No es como si le importara, si le importaba tampoco pensaba admitirlo, desde el primer instante se sintió atraído. Solo hizo una mueca, Marco lo observaba de reojo, Jean parecía algo perdido, lo miraba y desviaba los ojos.
-Pasaba por aquí- lo dijo en un tono estúpido pero audible. Escondió sus manos en sus bolsillos –La otra vez…
- ¿Eres amigo de Eren? Te recuerdo- sonrió mostrando sus blancos dientes. Tenía los labios finos, el inferior era un poco más grueso. Rosados y carnosos. Su piel, un tanto bronceada, adornada por docenas de pecas. Como cuando salpicas un lienzo en blanco.
-No realmente, no soy su amigo, solo conocemos a las mismas personas- rasco su cabeza. ¿Eren? ¿Por qué demonios pregunta por Eren?
-Entonces son solo conocidos- guardó el balón en una bolsa de lona gris.
-Sabes, ahora que te encuentro, no fui muy amable ese día en el restaurante- se encogió de hombros.
-No te preocupes- negó –Los clientes son así, ha habido peores, se ponen histéricos y quieren hablar con el gerente- se burló.
-No conozco muy bien la escuela, y al parecer estoy perdido.
Eso es una mentira, no estaba perdido, recorrió la escuela una docena de veces hasta encontrar este lugar, sabía el camino de regreso. Caprichosamente quería que Marco lo acompañara.
-Cierto eres nuevo- dijo pensativa –Iré a cambiarme y te mostraré los alrededores.
-Está bien.
Lo consiguió. Su capricho de un día rindió frutos.

 

 

(-...-)

 

 

Ymir no tenía nada que hacer, estaba aburrida y meditar solo lograba enfurecerla. Por alguna razón no encontraba a Jean y no se consideraba lo suficiente cercana a Eren como para ir y molestarlo.
-Hola- una voz suave llegó hasta sus oídos.
- ¿Qué? - Ymir giró sobre sus talones para toparse con una joven rubia y bajita. Sus grandes ojos azules la miraban con gran curiosidad.
- ¿Eres Ymir? – pregunto.
La castaña solo asintió. Escucho unos pasos y la voz de Jean conversando con alguien más.
-No soy muy bueno en el baloncesto- decía Jean sonriendo. A Ymir se le hizo extraño.
-Es solo cuestión de entrenamiento, yo antes era bastante malo- decía un joven de pecas. Ella lo reconoció como el mesero del otro día, "Marco" recordaba el nombre bastante bien, y por alguna razón parecía llevarse bien con el licántropo. Jean haciendo amigos, es momento de pedir un deseo, se rió de sus pensamientos.
- ¿Y tú eres? - pregunto a la chica. Está también observaba al par de chicos, regresó su mirada Ymir.
-Historia Reiss- respondió con una amplia sonrisa. Sus ojos resplandecían - ¿Ymir que?
-Solo Ymir.
Le hizo una de sus características señas a Jean, él con disgusto se despidió de Marco, se acercó desinteresado a la chica, sabía que algo había ocurrido, de lo contrario Ymir no se tomaría la molestia de siquiera mirarlo.
-Es un gusto conocerte Historia, pero debo irme.
- ¡Oh, cierto! Ya es hora de la salida.
- ¡Jean!
-Sí, sí, ya escuché- bufo.
- ¡Hasta luego Ymir! - se despidió la rubia.
Ambos solo caminaron, Ymir silbaba y Jean arrastraba los pies molestos.
-Lamento arruinar tu cita- se burló –Me sorprende que teniendo esa cara de caballo logres tener amigos.
-Lo mismo digo, con tu horrenda cara me sorprende que esa chica no corrió despavorida al verte.
-Es mi simpatía.
El maullido de un gato los hizo percatarse de la presencia de Ly, en el gran ventanal que apuntaba al jardín del colegio, Ly lamia su pata izquierda.
-Habla gato.
-Respeto, señorita Ymir.
-Como sea…
-La señora Hanji me pido que les informara que debían presentarse lo antes posible en el lugar de encuentro.
- ¿Lugar de encuentro? - preguntó Jean - ¿Cuál lugar de encuentro?
-Te refieres a ese apartamento.
-Sí, ese lugar, tengo entendido que a esta hora finalizan las clases en los colegios humanos, he venido a llevarlos ante mi señora.
- ¿Y el estúpido de Eren?
-El joven Eren no ha sido llamado, solo ustedes, la información que se les dará no debe ser expuesta ante nadie más.
-Información clasificada- medito Ymir.
-Que porquería- Chasqueo la lengua Jean.

(-...-)

Le había llegado un mensaje de Hannes pidiéndole que comprara un yogurt y unas pastillas para el dolor de cabeza. La noche anterior Hannes fue a una fiesta con unos compañeros de trabajo, eso es algo que casi nunca ocurre y cuando ocurre Hannes se pone a contar chistes estupidos para luego terminar durmiendo en el pasillo del departamento. No fue al trabajo por la terrible resaca que se cargaba, él había prometido llevar a Eren a unas vacaciones en la playa, pero si pedía un día libre le recortarían tres días, lo que significaba "adiós viaje". Eren debía hacerse cargo de un viejo que no tenía resistencia al alcohol y ahora no tendría sus tan deseadas vacaciones, lo peor del caso era que no podía irse él solo, no conocía bien el mundo y debido a la custodia otorgada a Hannes él no podía dejar a Eren viajar solo o de lo contrario su abogado llegaría furioso y regañaría a ambos. Ya había ocurrido una vez. Hannes le rogó a Rico que no se llevará a Eren, Rico lo llamo "Cretino irresponsable" volviéndose extremadamente estricta.

Eren se quedó parado mirando el semáforo, el único lugar donde podía comprar el yogurt era el supermercado que quedaba a tres cuadras, ahí también hay una farmacia, compraría todo y se iría a casa. Rico le envió un mensaje preguntándole si Hannes no hizo nada extraño o de lo contrario iría a golpearlo, Eren solo respondió diciendo que Hannes no hizo nada, el solo se durmió, aunque hizo un chiste bastante pervertido respecto a una mesera del bar.

Suspiro aburrido. Tantas cosas en menos de un mes.
Al otro lado de la calle vio pasar a Ymir y Jean.

- ¡Ymir, Jean! - los llamo.
Ymir giró su cabeza para mirarlo, lo saludo.
- ¡Tenemos cosas que hacer! - grito la chica - ¡No es nada sobre ti! - eso es una mentira. Eren tenía demasiado que ver en sus asuntos. Por alguna razón Ymir no quería agobiar más al chico. Ly caminaba delante de ellos guiandolos.
-Deberíamos decirle…- Jean chasqueo la lengua.
-No le diremos hasta que Hanji nos lo ordene o sea ella quien se los diga.
-Sabes, a decir verdad, él no me agrada, pero tiene tanto que ver con todo esto y no sería bueno ocultarle todo hasta que sea demasiado tarde.
-Lo mismo estaba pensando- se detuvo dejando que Ly siguiera su andar -No sé qué piense Hanji, si Eren tiene tanto que ver con todo este desastre lo mejor sería decirle lo antes posible- cruzó sus brazos enojada.
-El chico se enterara después- Ly se restregó contra un árbol -Por ahora solo es necesario que ustedes dos sepan lo que ocurre.
- ¿Y luego qué?
-Ocurrirá lo que tenga que ocurrir.
- ¿Estás loco? - gruño la castaña.
-No, no lo estoy, aunque siempre hay un poco de locura en todo.
-Entonces solo esperaremos a que las cosas se pongan peores y luego ir corriendo y decirle a ese estúpido que todo se nos fue de las manos- gruñó Jean.
-El aún no está listo para saber todo.
¿Y cuándo lo estará? - cuestión Ymir enojada - ¡Ya pasaron meses!
-Dentro de poco- siguió caminando ignorando a ambos jóvenes.

 

 

(-...-)

 

 

Solo faltaba una cuadra más para llegar al supermercado, empezaba a atardecer. el cielo se teñía de un tenue anaranjado, unos hombres repintaban las líneas amarillas en las calles, el tráfico estaba lento, los conductores maldecían. Cruzo la calle tomando ventaja del atascamiento.

-Ya casi...
Estaba un poco cansado, paso por la estación del colegio, el próximo tren pasaba a las cinco, miro su reloj, tenía dos horas antes de que el tren pasara, podía tomarse todo el tiempo que quisiera en ir y venir, a decir verdad, con todo lo que ocurría no le quedaban ganas de pasearse por la ciudad, mucho menos si empezaba a oscurecer.

Llegó hasta el supermercado, una viejecilla salía por las puertas corredizas, esta le sonrió, Eren devolvió la sonrisa un tanto forzada. Pensó si la anciana era realmente humana, Jean parecía un chico ordinario, él sabía que eso estaba lejos de la realidad, Jean es un licántropo, igual Levi, a simple vista lucía como un hombre cualquiera, solo por su mirada seria que lograba apartar a cualquier curioso y luego se enteró de que no es para nada humano. Observó la palma de su mano derecha, las líneas sobre la delicada piel surcándola. ¿Qué tan humano era él? ¿Es tan siquiera un humano? algo en él le decía que, sí lo es, pero por otra parte tras todo lo ocurrido tenía miedo de que Hanji le dijera "No eres humano, no hay nada de humanidad en ti, eres un monstruo" sintió una oleada terrible de miedo auténtico recorrer su cuerpo, el guardia lo miró; intentó relajarse, estaba demasiado ansioso, entró al lugar, el guardia silbaba.

Mientras caminaba por los pasillos buscando donde estaban los yogures pensó en el horror de no ser humano, ¿Que haría él si se enterara de eso? ¿Cómo miraría a Hannes? ¿Qué le diría a Armin y Mikasa? ¿Cómo enfrentaría lo que le restaba de vida? sintió náuseas, presa del pánico se quedó estático en el área de artículos de limpieza. No quería eso, quería su vida normal de regreso, quería ir de vacaciones con Hannes, quería conversar con Rico sobre qué universidad ir, deseaba graduarse y viajar a Japón junto con Armin a visitar a Mikasa, de un día para otro todo aquello le fue arrebatado, la fría mirada de Levi pasó por su mente. ¿Y ahora?

Solo le quedaba continuar, vivir por mero instinto y esperar a que todo cayera por su propio peso, ¿Cuánto faltaba?

Como pudo logró llegar al área de lácteos, tomo cualquier yogurt, le pregunto a un encargado en donde estaba la farmacia, el joven lo miró un tanto preocupado.

- ¿Está bien? - pregunto.
-Sí- respondió nervioso
-La farmacia está a la entrada, antes de los cajeros.
-Gracias…
La encargada estaba entretenida en su móvil.
-Disculpe…
La chica levantó la vista dejando su móvil en la repisa.
- ¿Si?
-Tiene pastillas para el dolor de cabeza.
- ¿Cual?
-Solo pastillas para el dolor de cabeza.
-Hay varias marcas y miligramos, aunque te recomiendo esta- puso en el mostrador una caja con líneas azules.
-Quinientos miligramos, las usaba cuando me dolía la cabeza mientras escribía mi tesis.
-Es para otra persona.
- ¿Edad?
-Cuarenta.
- ¿Alguna enfermedad cardiaca?
-No…
-Puedes llevarte esta.
-Gracias.
La chica siguió con su móvil, el avanzo hacia la caja, no había fila, así que se iría rápido. Pago y se marchó. Hizo treinta cinco minutos.

Levi solo yacía parado observando el tráfico. No tenía nada más que hacer, el día casi acababa y Petra tenía sed.

Eren cruzaba la calle, la figura de Levi lo hizo dar un respingo. El vampiro lo miró de reojo, ya no guardaba recelo, solo un deje de indiferencia.

-Levi…- Eren solo lo observo. Levi llevaba una gabardina negra, lucía como un espectro, como un fantasma llegando hasta él, hacía frío y el no llevaba la campera, Hannes se lo dijo antes de salir. El invierno estaba llegando. En algún punto también es la muerte dándole la bienvenida.
-Deje el auto al otro lado de la calle- su voz era fría y sus palabras casi calculadas - ¿Qué haces aquí?
-Solo vine a comprar unas cosas- por alguna razón mostró la bolsa de compras. Levi miró sobre ella el interior
- ¿Pastillas?
-Son para el dolor de cabeza- respondió casi mecánicamente.
- ¿No te has sentido bien? - su voz se volvió suave, casi como un ronroneo, eso relajo a Eren.
-No yo, mi tutor.
-Entiendo- giró sobre sus talones -Sígueme, te llevaré a casa, empezara a nevar.
- ¿Vino por mí?
-No realmente- respondió -Solo tuve la sensación de que debía venir aquí.
- ¿Como?
-Quien sabe- se encogió de hombros -Solo es así, ahora deja de hacer preguntas- abrió la puerta del auto, Eren entra en el asiento de copiloto.
- ¿Por qué vino? - pregunto caprichosamente.
-Ya te dije mocoso, solo sabía que debía venir- encendió la calefacción
- ¿Desde cuándo tiene un auto?
-Desde que Hanji lo compro, está loca, dijo "La gente normal necesita autos" no sé qué hay en mi normal, aun así, lo acepte.
-Doble por aquí.
-Sé dónde queda tu casa- bufo.
-Cierto, ya tiene ido una vez.
-Sí, pero fue caminando, igual y recuerdo el camino.
-supongo que no tendré que explicar el camino.
Se sentía tranquilo, por alguna razón Levi lo hacía sentir tranquilo, quizás es porque Levi luce siempre en una extraña tranquilidad. Como si nada logrará preocuparle
-Así que un tutor.
-Sí, se llama Hannes, me cuida desde que mis padres murieron
Nunca sintió la necesidad de hablar sobre sus padres a alguien, ni Armin y Mikasa, algo en él le hacía hablar tan confiadamente con Levi.
- ¿Tus padres murieron?
-Cuando tenía diez años, no recuerdo mucho, solo recuerdo que Hannes y Rico dijeron algo sobre que ellos ya no volverían, no entendía bien el concepto de la muerte…
-Ya veo, eras pequeño.
-Aún no sé cómo murieron, Hannes no habla de ello y Rico parece no estar interesada en decirme
Levi sabía más de lo que Eren se imaginaba. Sabía sobre sus padres, cómo murieron y quien los mato. La misma persona que lo había asesinado a él y transformado en un inmortal. El mismo bastardo de siempre.
-Llegamos- apago la calefacción.
-Gracias por traerme- bajo del auto despidiéndose del vampiro
Hannes estaba parado en la puerta.
- ¡Niño llegas tarde!
-Lo lamento- se disculpó.
- ¿Y el quién es
-Un conocido- explico nervioso.
- ¿Por qué no le dices que pase?
-Él está ocupado, solo me trajo porque me encontró cerca del supermercado
-Bueno ¿Y cómo se llama?
-Levi- jalo al mayo intentando meterlo a la casa - ¡Gracias por traer a este crío tonto! - grito Hannes.
Levi solo se marcho
-Invítale un día a comer, es extremadamente pálido y también pregúntale si quiere una casa, en la inmobiliaria llegaron nuevos modelos.
-No creo que quiera una casa- reprocho Eren.
-Quien sabe ¿Tiene esposa?
-No- le dio el yogur -Tómatelo.
-Eres un buen chico- se burló.
-Iré a bañarme- dijo enojado.
- ¡No vayas a caerte como el otro día!
- ¡Deja de molestarme! - aporreo la puerta.
Hannes mentía, mentía al igual que todos. Él y Levi se conocieron, ambos sabían quién era el otro. Hannes podía confiar en él. Fue Levi quien lo ayudó desde el principio. Y al igual que siempre tenía ese semblante. Eso significaba malas noticias, mañana hablaría con Rico. Al parecer esta ciudad dejó de ser tranquila.

 

 

(-...-)

 

 

Un poco de nieve empezó a caer.
Un auto se estaciono al lado de la carretera donde nunca pasaba un automóvil, la carretera interestatal, ahí ahora es la colmena de automóviles y personas malhumoradas. El repiqueteo del motor, este apagado el auto y bajó, a sus pies una fina capa de agua nieve, escondió sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta, sacó una cajetilla y se dispuso a fumar. Incluso el humo del tabaco no desvanecía sus temores, el temor de algo que no logra entender. El viejo olor a tierra mojada y pasto verde, le hizo saber que estaba en el bosque. Miró en dirección a donde grandes árboles se erguían majestuosos.

"Un lobo gris"

Miro detenidamente, no existía el mínimo rastro de presencia alguna, solo él y su cabeza llena de pensamientos.

"Vampiros"

Inhalo y exhalo el humo. La nieve cayó aumentando su fuerza. Ahuyentándolo.
Su carrera como detective no surcaba ni la década, logro ver cosas terribles. Asesinatos por seguros de vida, homicidios pasionales e incluso logró capturar a asesinos seriales. Todo eso pasó por su mente, los libros, las revistas, las películas, los documentales, junto con las historias de viejos y cansados detectives, vivaces contando sus aventuras, y en sus ojos un deje de desgracia. Como la desgracia que ahora lo aplasta.
Erwin Smith, un detective con ocho años de carrera se ha dado cuenta de algo. Nada es lo que parece.
Temeroso regreso a su auto y se alejó, por el retrovisor no vio nada, solo los árboles despidiéndose.

Notas finales:

Se que quieren que Levi se folle a Eren, yo también lo quiero, pero también quiero que este fic se desarrolle ya que tengo muchas ideas y quiero que esto llegue a más de 20 caps de ser posible, así que habrá mucha porno y salseo, respecto a Erwin he pensado en darle más protagonismo ya que si dijera quien es el protagonista sería Eren y Erwin, Levi queda como personaje secundario e igual le daré su merecido protagonismo, yo soy más de petting así que no esperen la gran porno de mi, daré mi mejor esfuerzo y así sin más disfruten de este capítulo que escribí con sangre, cigarros y café


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