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Historia de monstruos. por DMOll08

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Notas del capitulo:

Ya está el capítulo 9, lo intente terminar lo más rápido que pude, ahora solo me queda terminar el capítulo 10, el cual creo tardara un poco, aun así, el hard está listo, el problema es que no se en que parte del 10 agregarlo por lo cual creo que el 10 será más largo, casi hice 4000 palabras en este, y el próximo quiero superar mi propia marca, por eso digo que será mas largo.

 

-Los monstruos revelan sus secretos-

 

IX

 

 

Pasó gran parte de la noche en vela, pensando y divagando entre las posibilidades. Creía saberlo todo, y repentinamente se dio cuenta que no sabía nada, o quizá nunca supo nada, con el rostro crispado y el aliento repleto de café, el olor del cigarro y el humo condensados en su domicilio, la sala convertida en desastre, papeles y carpeta dispersadas, en el televisor el video iniciado una y otra, y otra vez, como un menjurje de cosas incomprensibles. Ahora completamente atormentado. Él pensaba como el humano siendo la criatura más cruel y terrible en mundo, que equivocado estaba, que equivocado siempre ha estado. Después de todo no hay nadie a quien culpar, no ganara a nada intentando arreglar todo.

"Llegan cada veinte años y se van"

Entre línea parafraseo lo leído.

"Lo hacen siempre"

El horror convertido en cotidiano.

"Es parte de su naturaleza"

Como la excusa más sórdida y cruel.

 

 

-...-

 

 

Hannes arreglaba su corbata, aún no era bueno en el arte de atar un nudo correctamente, tarareaba una canción. Luce mejor que ayer.

-Probablemente si tenga esos días libres.

Eren comía un sándwich de mermelada.

-Aunque sea el cofundador las cosas ahí son tratadas con mucho cuidado- dijo burlón -Si logro obtener esos tres días libere podremos hacer un viaje a la playa.

-Le diré a Rico que vaya con nosotros.

-Ya sabes cómo son los abogados.

-Espero y no esté ocupada como el año anterior.

-Sí, esperemos eso.

Termino de comer el sándwich, se lavó los dientes. Se colocó la campera, su flequillo ya está un poco largo, lo acomodo a un lado, le llamarían la atención, Mikasa se enojaría y Armin solo se encogería de hombros.

-Hoy si llevas la campera- Hannes se puso su saco gris oscuro. Hoy tenía una reunión y debía verse "Decente".

-Ayer hacia mucho frio.

Hannes peinaba su rubio bigote.

-Ya sabes cómo es el clima, un día hace calor y al otro está nevando y no sabes dónde dejaste la pala para quitar la nieve.

-Ya no tenemos que preocuparnos de eso- dijo Eren intentando acomodar su molesto flequillo -Ya no vivimos en esa vieja casa.

-Es verdad- asintió Hannes -Ahora vivimos en un cómodo departamento en el tercer piso de algún bonito edificio bien cuidado.

El invierno pasado la puerta quedó atascada por una nevada, tuvieron que llamar a los bomberos para que quitaran toda la nieve que impedía su paso. El invierno es terrible. Aún estaban en otoño, luce más como un noviembre feroz. Octubre terminara rápido, solo dos semanas más.

-Hoy luces decente- dijo Eren abrochando su campera verde.

- ¿Te parece? - peino su cabello para atrás -Hoy hay una reunión con unos inversionistas, te miran de pies a cabeza asintiendo, mi secretaria me dijo que me quitara la barba- rió entre dientes.

-La barba te hace lucir más viejo.

-No me digas eso- fingió ser ofendido -Mírame, luzco como todo un hombre de negocios- dijo orgulloso de sí mismo.

-Bueno, señor hombre de negocios, me voy.

-Deja el sarcasmo chico- lo apuntó con el peine -Excelentes calificaciones muchacho o Rico nos golpeara a ambos.

-Sí, si ¡Ya escuché!

Eren suspiró, El día apenas empezaba, y ya se siente cansado. Respiro profundo, miró a su reloj, llegaría a tiempo. Sonrió e inició su camino a la estación del metro.

 

 

-...-

 

 

Petra yacía en un rincón, sus ojos abiertos como platos observaban con desesperación a Levi, el solo leía un libro sin prestarle la menor atención a la chica. sus pupilas negras lo miraban expectante.

Hanji bebía una taza de café, de reojo veía a la neonata.

- ¿Crees que funcione? - dejó la taza sobre la mesa.

Levi solo dio vuelta a la página.

-Debe aprender a controlar su sed- su respuesta fue un tanto brusca.

Ella sabía sobre qué trataba esto. Los neonatos deben aprender a controlar su sed de sangre, es algo a lo que deben enfrentarse, no siempre podrán alimentarse y arriesgarse por conseguir alimento, es estúpido. Hanji había escuchado historias sobre vampiros que enloquecen tras pasar largos periodos sin alimentarse también de cómo los cazadores al enterarse de eso iban tras ellos para matarlos. Muchos neonatos terminan así, Levi es considerado un antiguo, no pertenece a ningún clan, un vampiro solitario que con recelo es observado por la legión de brujas.

- ¿Y tú? - cuestionó la cazadora

Levi seguía absorto en su lectura.

-Lo seguiré junto a ella.

-Eres un vampiro viejo, supongo que ya sabes controlar tu sed y tienes más resistencia- se echó para atrás -Que fastidio, los neonatos son tan complicados.

-Me encargare de que ella no cause problemas- deslizó su pálido dedo por el borde de la hoja.

Incluso si la legión de brujas desconfiaba en Levi algo le decía a Hanji que valía la pena confiar en él. Quizás empezaba a enloquecer.

-Ayer me llego un mensaje de la legión de brujas, vine a verte, Petra me dijo que saliste.

-Salí a ver unas cosas.

- ¿Qué cosas?

-Cosas que no te importan.

La cazadora solo resoplo, Levi es reacio a las conversaciones, a menudo no hablaba y es ella quien iniciaba una conversación. El vampiro no estaba interesado en nada, salvo su viejo libro.

-El mensaje que me llegó fue sobre Vlad

Levi cerró el libro, este dejó salir un golpe seco, pesadas hojas chocando entre sí. Hanji fingió indiferencia, como si no le interesara seguir hablando.

-Habla mujer- gruño el vampiro.

-No, sigue leyendo tu libro.

Levi chasqueo la lengua con fastidio.

-Que hables- sentenció.

-Luces bastante interesado, creí que tu lectura era bastante buena- cruzó los brazos -Es sobre lo que ya habíamos hablado antes, pero ahora ya no es una posibilidad.

- ¿Solo eso?

-No, no es solo eso.

Petra estaba más enfocada en su sed que en la conversación de los dos.

-Al parecer Vlad ha enviado gente ¿Leíste las noticias?

- ¿Te refieres a lo que dijo la señora Collins?

Giró su portátil para que Levi leyera la noticia.

"Misteriosos asesinatos dejan en jaque a la policía local.

El detective Erwin Smith a jurado antes de retirarse resolver

este crimen donde un misterioso asesino de prostitutas e

indigentes, ha hecho erizar la piel de los más experimentados

detectives de la ciudad"

Eso decía una web de noticias local.

-Tenemos un problema.

-Ya dejé eso, lo hacía antes cuando no estaba en si, además no fue solo aquí, también lo hice en otras ciudades y países.

-Sí, ese no es el problema, alguien más está asesinando personas, lo que significa que hay más vampiros en la ciudad.

Un pesado silencio deambulo entre ambos.

-Los únicos vampiros de los cuales se su existencia es Petra y tu- levantó el índice señalando a la neonata, está solo dio un respingo

-He vigilado a Petra día y noche, ella no ha salido de aquí si no es conmigo, además si hubiera salido la vieja Collins me lo habría dicho.

-Creo que están más cerca de Eren de lo que nos imaginamos

-Dame al chico.

-Y sobre eso, al parecer el tutor de Eren sabe sobre la legión de brujas, hoy en la mañana me llego un mensaje de una ex compañera preguntándome qué hacía aquí y si Eren tenía que ver en esto, el tutor de Eren saldrá de viaje.

- ¿Hannes?

- ¡Ah! sobre el- río nerviosa -Podríamos también hablar con él, aunque él se alejó de esto fue un discípulo de Grisha y un hombre de confianza para Carla, si no fuera así ¿Por qué le dejaron a su hijo?

-Todo está relacionado, tratare de investigar sobre esos vampiros- Levi parecía decidido.

-Si lo que te preocupa es Petra le diré a Ymir y Jean que cuiden de ella ¿Podrás encargarte de Eren? sé que ayer lo llevaste a su casa ¡No trates de mentirme!

-Sí, y Hannes me reconoció, me invitó a entrar a su casa.

-Las cosas se hubieran puesto feas- tembló Hanji.

-No te preocupes vampiro estúpido- un aire frío hizo temblar a Hanji, Levi solo pareció estar más que fastidiado por la situación -Yo cuidaré de la neonata en tu ausencia- La yuki onna apareció en una esquina -Solo si eso reduce el contrato, la congelare y apenas pierda el control.

- ¡Alto ahí, niña loca! - Hanji sacó un daga lanzándola, Levi la trapo velozmente -¿Qué?

Levi bufó cansado, Hanji solo miro la escena y volvió a asentarse.

-Hablaré con el mocoso y luego con Hannes.

 

 

-...-

 

 

El horror de la escena, lo grotesco y enfermizo, el cuerpo colgado de un árbol con un profundo corte en el cuello, justo en la yugular. Un fino hilo de sangre que llegaba hasta la cabeza del cuerpo inerte, seco manchando un poco los cabellos.

El asco lo hizo retroceder.

-Detective Smith- el joven le tocó el hombro. Erwin giro, su rostro estaba pálido, el frío sudor recorría su rostro. El joven le entregó una botella de agua -¿Está usted bien?- pregunto al ver el rostro del detective

-Estoy bien…- tomo la botella. Secó su sudor con un pañuelo que guardaba en su chaqueta

Los policías cercaron la escena.

Levi se deslizó por las cintas amarillas, los forenses trabajaban, fotografiaban y tomaban medidas del área, aún no movían el cuerpo, Levi no se sorprendió. Gracias a la habilidad de los vampiros de hacerse invisible Levi podía deambular libremente por la escena sin ser visto. Observó el cuerpo. Este estaba colgado de cabeza en un árbol, tenía un corte en el cuello, lo mismo que él había hecho hace tiempo, una estrategia usada por milenios para alimentarse sin crear un gran alboroto, solo cortabas la yugular colgabas el cuerpo y la sangre salía fácilmente vaciando el cadáver, solo dejabas un balde debajo del cuerpo y esperabas a que la sangre dejara de salir, la persona debía estar viva o de lo contrario todo el trabajo habría sido inútil. Levi sabía de eso, él lo hacía anteriormente con frecuencia. Quien sea que hizo esto tenía experiencia, no era un vampiro joven, ya que la técnica tardaba años en ser mejorada, lo sabía por qué solo brotaba un hilo de sangre, el corte era profundo, pero limpio. No era un novato desesperado por sangre, quizás un ancilla, un vampiro con unas cuantas décadas sino es que siglos. Algo le decía que debía ir junto con Eren, un deseo ardoroso y voraz. Sintió miedo, un miedo muy profundo, el miedo que solo en su vida humana llegó a sentir.

Erwin bebía de una botella de agua, Darwing conversaba con un forense, tomaba notas e intentaba mantenerse tranquilo.

Erwin giró su cabeza, como si hubiera sentido la presencia de algo, rasco su sien, solo estaba alucinando. Eso es imposible, nadie podía notar la presencia de Levi, él es un vampiro experimentado, con siglos sobre su espalda, ningún humano llegaría a notar que el caminaba por ahí.

 

 

-...-

 

 

Sus clases habían terminado hace unas horas, miraba el televisor, no tenía nada más que hacer, Mikasa lo regaño por tener el flequillo largo, Armin le recomendó un peluquero que no cobraba caro, iría mañana o terminaría por hacerlo el mismo. Hannes llegaría en unas pocas horas. Sabía sobre el viaje de Hannes, Rico lo mencionó hace unos días, estaría solo. Ly mordisqueaba una cobija.

Se puso la campera, hacía frío y la calefacción se estropeo, Hannes llamo a alguien para que la reparara, por alguna razón esa persona no llegó, no tenía leña para prender la chimenea. Solos se quedo mirando un programa sobre conspiraciones gubernamentales.

Por la ventana vio una figura pasar, eso es imposible, vive en el tercer piso de un edificio de apartamentos. Asomo por la ventana, de entre la neblina logro ver tres siluetas paradas observando. Un escalofrío lo hizo retroceder. Miedo.

Era consciente de que sea lo que sea que fueran esas personas no podían atacar, no lo atacarán en un lugar habitado, las cámaras en los pasillos vigilaban día y noche, en el estacionamiento también había cámaras. Sea quien sea no podía arriesgarse demasiado. El edificio habitado por decenas de personas, si querían atacar debían ser muy astutos o muy estúpidos. Quizás la primera.

Su celular vibró, un mensaje de Levi. Repentinamente sintió sus piernas temblar, un alivio bochornoso lo hizo sonrojar.

"Iré por ti, no salgas, lo le abras a nadie

cierra puertas y ventanas. Si llega

Hannes antes hablaré con él".

¿Hablar con Hannes? ¿Sobre qué? las cosas se pusieron tan mal que tenían que recurrir a contarle todo a Hannes, tan mal como para que el mismo Levi se presentará. ¿Y qué le dirían? ¿Soy un vampiro y cuido de Eren? incluso aunque eso es verdad ¿Cómo se lo tomaría Hannes? ¿Llamaría a la policía? ¿Se tomaría la molestia de escuchar lo que Levi debe decir? ¡Ninguna mierda! Todo es absurdo, inverosímil, nada tiene sentido, fue atacado por un hombre lobo y ahora tres extraños sujetos miraban a su ventana.

Solo le queda esconderse y esperar. ¿Esperan que? ¿A Hannes? ¿Levi? ¿Que lo maten?

Cerró puertas y ventana, al asomar las figuras ya no estaban, eso solo lo hizo entrar en pánico.

Recibió un mensaje de Hanji diciendo que alguien pasaría por él, a los pocos minutos le llegó otro de Levi.

"Estoy por llegar, quédate en la entrada"

Se puso los zapatos y bajó por el elevador, su vecina los saludo, llevaba a su bebé, Eren le devolvió el saludo

Durante los últimos meses logró adaptarse a esta rutina, ya no es un estudiante normal, de eso es consciente, ni siquiera estaba seguro de si existía algo en él a lo cual se le pueda llamar "normal". Lo poco que Hanji logro decirle fue que las cosas se habían puesto "interesantes" e interesante en lenguaje de Hanji significaba "problemas". Él no quiere problemas, suficiente ha tenido con todo y huir no es una buena opción, la legión de brujas lo perseguiría y Levi no parece tener interés en dejarlo ir, de todas formas, no tiene un lugar al cual ir. Solo queda esperar.

Abrocho su campera, el vaho salía de su boca. Ya casi llega el invierno.

Un auto negro aparcó a unos metros de la entrada, sabía de antemano que se trataba de Levi, solo él conducía un lujoso auto, si es Levi puede estar tranquilo, camino un poco entusiasmado, Levi y sus manías lo hacen sentirse tranquilo, incluso aunque es un maniático de la limpieza que siempre se mantiene pulcro y sin un solo rastro de polvo a Eren eso lograba tranquilizarlo. Levi acostumbraba a ser hostil con las personas, Eren tuvo la oportunidad de ver su lado tranquilo y un tanto amable. Y eso le gusta, le gusta Levi. Sintió el bochorno al darse cuenta de sus pensamientos.

Camino hasta llegar al auto. Las ventanas completamente polarizadas

El seguro de la puerta de pasajero se abrió, el solo entro al auto.

-Hola- saludo.

-Hola- fue la respuesta de Levi -Abrocha tu cinturón.

Eren solo obedeció.

Petra estaba sentada en el asiento de copiloto llevaba una sudadera púrpura con capucha.

-Aún no tiene resistencia al sol- respondió Levi.

Como si lograra adivinar sus pensamientos.

-Entiendo- abrochó su cinturón.

-Creo que robe tu lugar- dijo la neonata disculpándose.

- ¡Oh, no! no importa- respondió avergonzado Eren.

-Podríamos cambiar si quieres.

-No, así está Bien- sonrió con vergüenza.

El auto siguió su rumbo por la ciudad. Nadie dijo nada, Eren sintió una opresión en el pecho, algo le están ocultando. Desde el principio él supo que todos le ocultaban algo. Lo sabía hasta qué grado llegaba la mentira tampoco que era lo que le ocultaban, tenía miedo, aún así, algo dentro de él le decía que todo iría bien. O quizás solo se está engañando así mismo. Las blanca mentiras de la inocencia. Aquellas que decimos para consolarnos.

 

 

-...-

 

 

El humo del cigarro deslizándose por las paredes de una pequeña oficina. El chasquido de los dedos al chocar contra las teclas de la computadora. Darwin escribía el informe sobre el asesinato, existía un registro de homicidios similares. Bastantes similares, a decir verdad.

Erwin bebía café, le llegó un informe de la oficina forense, algo sobre cómo había sido el asesinato. El detective solo rasco si sien.

-Dijiste que dejarías de fumar- seguía escribiendo el informe.

-Sí, eso dije y me retracto.

- ¿Ansiedad?

-Y otras porquerías.

Incluso un detective experimentado como el, más de veinte años de servicio. Los eventos ocurridos solo lograban hacerle sentir una terrible sensación. No es el frío del invierno acercándose, es la muerte que viene por nosotros.

 

 

-...-

 

 

La sensación de frío aún erizaba su piel, incluso Levi encendió la calefacción, Eren sentía su cuerpo helarse. Levi lo miro por el retrovisor, petra solo observaba las personas por la ventana.

El solo intentaba no dejarse llevar por el miedo, sabía que con ellos estaba bien. Nada pasaría. Tal vez solo se engañaba a sí mismo negándose a ver la realidad, no quería saber, rogaba porque todo terminara lo antes posible. Sus súplicas no serán escuchadas.

 

 

-...-

 

 

Annie yacía parada observando al bosque, Reiner y Bertolt la acompañaban. El silencio y la relación de indiferencia se hizo presente.

- ¿Y el chico? - pregunto Bertolt. Era un joven alto de cabellos oscuros.

Reiner solo miraba con indiferencia a la chica.

-Se lo llevaron.

-Debimos llevárnoslo en ese momento.

-No- respondió Annie –Si nos lo llevábamos sospecharían, además el dio la orden de no atacar al chico

-Eso nos hace perder el tiempo, probablemente ellos ya tienen un plan.

-Un plan que arruinaremos.

 

 

-...-

 

 

El auto aparco cerca de un edificio de apartamentos. Eren levantó la vista, un lugar habitado por humanos, Hanji quería guardar las apariencias, mezclarse entre humanos es una buena opción. ¿Cuánto tiempo los vampiros se han ocultado entre nosotros? Milenios.

-Bájate- Levi quitó el seguro de niños.

- ¿Qué hacemos aquí?

-Entenderás cuando entremos- Respondió sin mirarlo. Petra camino detrás del vampiro. Su mirada estaba baja.

Al entrar una mujer de edad avanzada los saludo.

-Bienvenido señor Ackerman- Saludo.

-Buenas noches Señora Collins- respondió seco el vampiro.

Petra sonrió a la mujer.

-Veo que trae un invitado.

Con su huesuda mano señaló a Eren, el solo siguió a los vampiros.

Levi golpeó la puerta, sacó la tarjeta y la paso por la hendidura. Un vampiro moderno.

La puerta se abrió. Un silencio aplasto todo. Eren entro. Ahí, parados observando estaba Hanji, Ymir, Suo, Jean, Rico y Hannes.

Eren quedó atónito. Se sentó en el sofá observando a todos.

-Hay algo que debimos decir desde el principio- la voz de Rico sonó lastimera –Si te lo hubiéramos dicho desde el principio todo sería diferente.

- ¿Qué es? - la voz de Eren tembló.

-Sobre tu madre y tu padre.

-Carla y Grisha.

- ¿Qué tienen que ver mis padres en esto?

Hannes se acercó a Eren, intentó sonreír, pero solo una mueca de culpa se tatuó en su rostro.

-Quiero que entiendas…- deslizó su mano por su bigote –Eras demasiado pequeño.

- ¿Demasiado pequeño para qué? - estaba desesperado. Quería respuestas.

-Tu padre era un Tepes.

Una bellísima mujer estaba sentada en el respaldo del sillón, vestía un largo vestido negro y su largo cabello se tornaba de un profundo color oscuro.

- ¿Quién eres?

-Lilith- sonrió

-Vlad Tepes es tu tatararara abuelo, firmó un contrato con Lilith, sin embargo, muchas cosas se han salido de control todos estos años.

- ¿Mi apellido no es Jaeger?

-Es el apellido de tu mama, lo usamos para que nadie te reconociera- Hannes tomó la mano de Eren como pidiéndole disculpas.

Hanji resoplo. Si hay alguien que ha memorizado todo es ella. La más indicada para hablar. Todos la miraron.

-Dejemosnos de cuentos- gruño Levi –Habla cazadora.

Hanji dio un respingo, estaba tratando de evitar todo. Los ojos desesperados de Eren se clavaron sobre ella. Sintió una pavorosa necesidad de decir todo. Después sería demasiado tarde.

-Escúchame- su voz se hizo fuerte.

Petra miró por la ventana. Cerro las cortinas.

-Vlas Tespes, conocido como Vlad Draculea fue un príncipe de Valaquia, ahora la llaman Rumania, le vendió su alma a Lilith a cambio de poder.

Lilith movía sus pies. No parecía estar interesada

- ¿Y por qué está aquí ella?

-Créeme niño, yo soy la más interesada en terminar con este desastre, el estúpido de Vlad solo me ha servido como dolor de cabeza.

-Vlad ha estado creando vampiros sin notificarlo a Lilith- dijo Ymir.

-Cuando estaba en mi casa vi a tres personas por la ventana, estaban observándome.

-Les dije que ya estaban demasiado cerca- Bufo Jean.

- ¿Y por qué me está buscando?

-Vlad necesita de su familia para existir, él no confía en nadie, pero puede manipular a su propia sangre para que lo ayude a seguir existiendo, Grisha huyó, intentó matarlo, luego conoció a tu madre, ellos ingenuamente creyeron que cambiando tu apellido y viniendo a este país cambiarían todo. Cuando Vlad se enteró de que había un último descendiente los mató para quedarse contigo, Hannes le pido ayuda a la legión de brujas para protegerte, matarte hubiera sido la mejor opción, pero nosotros no matamos niños solo monstruos- hizo una pausa buscando alguna forma de explicar todo –Lilith llegó hasta nosotros ofreciéndose a ayudar, si matamos a Vlad se acabaran muchos problemas que han perseguido a la legión de brujas y si él te lleva todo estará perdido.

-Siglo de lucha a la basura- Ymir leía un libro viejo.

- ¿Y por qué no lo mataron desde el principio?

-Ese es el problema- Hanji lucia ansiosa –Generaciones de cazadores, licántropos, brujas y vampiros han ido tras él, ninguno ha logrado hacerle un rasguño.

-Eren- lo llamo Hannes –Vlad ha estado moribundo todos estos años, alguien lo ha estado ayudando necesita, el necesita de un descendiente para vivir.

El chico solo se quedó pasmado. Intentaba digerir todo lo dicho.

-Un descendiente pueda ayudarlo a seguir existiendo y sólo un descendiente puede acabar con él- las palabras de Hannes se volvieron claras y duras.

-Necesitamos de ti, solo tú puedes matarlo- la mirada de Hanji, sus ojos al igual que Eren clamaban respuestas –Solo tú puedes acabar con esta guerra.

Alicia no siempre estuvo en el país de las maravillas.

Ahora Eren se encontraba siendo guiado a un mundo que no conocía. La realidad horrorosa se tiñó ante él, la presencia de todo lo que en un momento le fue indiferente se posaba sobre él mofándose de que todo este tiempo vivió engañado.

 

 

-...-

 

 

Tras lo ocurrido Erwin medito y pensó durante toda la noche sobre eso.
Tenía mensajes en la contestadora de su teléfono fijo. Los escucho todos pensando en quien le enviaría tantos mensajes.

"Ellos lo saben" decía uno.
"Vendrán por mí, lo sé, ellos están aquí" decía el siguiente.
"No saben que te di la información, hoy alguien entro a mi casa, no se si me estaban observando, pero si saben de ti es mejor que te cuides". La voz del hombre viejo sonaba nerviosa.
"Me observan, tengo un vídeo, hay algo parado en la puerta, supongo que no noto las cámaras" decía el otro.
"No se si enviarle el vídeo a la policía ¿que les diría? Erwin, creo que saben de ti, lo lamento, te he metido en este lío" decía el último.
Carraspeo. El hombre ya traía problemas tras de sí. Él ahora lo había metido en más. Culpable de un error.
Tomó el teléfono y habló al hombre.
La línea sonaba, sonó dos veces hasta que alguien respondió.
-¿Smith?- dijo la voz cansada -¿Eres tu?
-Si, soy yo- respondió al oír la voz del viejo mentor -¿que son todos estos mensajes?- pregunto intrigado.
-No debemos hablar aquí, he notado cosas extrañas- su voz se entrecortada -Te veré mañana en un café ¿puedes?
-Claro, claro que puedo- respondió intentando que su voz sonara tranquila.
-Si ellos vienen por mi trata de contactar con mis hijos, Sara ya no esta- intentó ahogar su llanto -Mi hija vive en la otra ciudad, te daré su dirección ...
-No digas estupideces- interrumpió el detective.
-Oh, Erwin, en que te he metido...- dijo disculpándose -Espero y esto no llegue hasta ti, ellos son inteligentes, saben como moverse en este mundo.
-Puedes venir a mi casa- dijo invitándolo. Quizá eso tranquilizará al solitario anciano.
-No, no- negó - Ellos me seguirán, si voy ellos podría sospechar, lo mejor es que me quede en casa.
-¿Estás seguro?- pregunto el rubio ante la respuesta del mayor.
-No le temo a la muerte- río al otro lado de la línea -Temo a cómo moriré si ellos llegan por mi, te dejo, debes estar ocupado- finalizó la llamada.
En una solitaria casa un detective tiene mas preguntas que respuestas.

 

 

-...-

 

 

Hanji le había dicho que se tranquilizara, Rico le ordenó que se bañara y se fuese a dormir, Hannes por su parte pidió que Eren se quedase con ellos, él arreglaría unas cosas en el departamento para que Eren estuviera más seguro.

-Se lo prometí a tu madre- Hannes sonrió un tanto triste -Ve a bañarte, pasare por ti cuando esté seguro que el departamento es un buen sitio.

-¿Y tu?- lo miro a los ojos -¿No tienes miedo?

Hannes se encorvó un poco pensando en algo para tranquilizar al chico.

-Todos tienen miedo- sonrió -Saldremos de esta, irás a la universidad, conseguirás un buen empleo y cuando sea viejo contrataras a una sexi enfermera para que me lave el culo- colocó su mano sobre la cabeza del chico -No quiero morir hasta que una sexi enfermera me lave el culo.

Eren río.

-Te prometo que conseguiré a esa enfermera.

-Estaremos a mano- le guiñó un ojo -Ahora quita esa fea cara y ve a lavarte el culo.

Al cabo de uno minutos todos se habían marchado. Eren estaba en el baño, se lavo el cabello con pesadez, sus manos le temblaban, él sabía que Hennes y todos tenían miedo, incluso Levi.

Salió del baño con una toalla enrollada en su cintura, de su cabello caían pequeñas gotas de agua, respiro profundo y se vistió. Bajo por las escaleras de aquella casa departamento, Levi leía un libro.

-Hola…- dijo con una voz baja y temerosa.

-Te has descuidado- musitó el mayor -Tu cabello esta mas largo.

Eren toco su flequillo.

-Si, no he tenido tiempo de cortarlo- se excuso.

-Ven- Levi se paro de la silla invitando al chico a que se sentase, Petra armaba figuras con papel -Lo cortare yo.

Eren obedeció mientras veía la figura de Levi subir por las escaleras, escuchó el chasquido del picaporte y la puerta abrirse, luego escuchó al mayor maldecir, elegantemente este bajo, traía consigo una caja.

-¿Qué es eso?- pregunto Eren confuso.

-Yo le cortaba el cabello a Petra- respondió colocando la caja sobre la mesilla -Así que tengo todo esto, a ella ya no le crece el cabello- dijo en un suave lamento -déjame hacerlo…

Eren entendió eso de alguna manera. El lazo de padre e hija que unía a Petra y Levi.

-Si, está bien- dijo sonriente -Puedes cortarme el cabello.

En el silencio de una sala un vampiro con total cuidado cortaba el cabello de un chico al cual sin darse cuenta deseaba.

Los mechones castaños caían de uno en uno.

Podía sentir el aroma del chico, oía cada palpito y respiración. Olía la sangre sana corriendo por las venas de aquel joven. Por un momento se vio así mismo como un humano nuevamente mientras su madre cortaba su oscuro cabello. Que triste y solitaria había sido su existencia. Y ahora ese chico.

Notas finales:

Esto estodo por mi parte, nos vemos la proxima semana!


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