Capítulo 2_Edward
Total, que el autobús es una mierda.
Ojalá me arreglen ya el coche. Un coche que espero poder mantener, porque si no tendré que venderlo. Así de pelado estoy.
Llegué tarde por culpa del puñetero retraso de todos los días y me llamaron la atención. Ante un supervisor cabreado no hay excusas que valgan.
Me puse en mi sitio de la cadena de montaje y me puse a envasar pescado. Pues sí, ese es el gran objetivo de mi día. Coger tiras de pescado deshidratado y meterlas en una bolsa para que luego la sellen.
La gloria, vamos.
En fin, que llego al portal de mi edificio y me encuentro con el percal. Con unas… bueno, no se echarle cuentas mentalmente a cuantas cajas habría. Un montón de cajas de cartón apiladas hasta en los más mínimos rincones, llenándolo todo.
Y un pibón, pero un pibón imponente de mujer, cargando con lo que parecía una caja pesada escaleras arriba.
Y yo, como buen caballero que soy, me acerco a ella y me ofrezco a cargarle la caja. Porque, no sé si lo he dicho, pero en mi edificio no hay ascensor.
-Hola, buenas. ¿Necesitas ayuda?
-Oh, ¿Ayuda? ¿Help? Yes, yes, thank you. Tu ser todo un hombre bueno- me respondió.
Obviamente, no era de por aquí. Como deduje por la intercalación de palabras en inglés y el acentazo. Soy todo un detective.
-Mi name es Katherine, nice to meet you.
-Oh, yes, yo soy Tony.
A todo esto, yo de inglés ni papa. Cuatro frases y palabras sueltas y vete parando. Pero por ella se haría el esfuerzo.
Y es que tendríais que haberla visto. Era bajita, pero con un cuerpo proporcionado y bonito, con unas curvas que quitaban el aliento. Rubia, rubísima y con unos ojazos azules que… bueno, que era muy guapa, vamos.
-You are so… what’s the Word? ¿Amable?
-Oh, gracias… digo thank you. No es molestia.
Ella me sonrió y me pasó la caja, cogiendo otra que parecía más liviana y empezamos a subir las escaleras.
-Bueno, ¿de dónde eres?- pregunté tratando de entablar una buena conversación.
-Yo vengo United Kingdom. England, You know?
-Oh, yes, yes, bonito país.
-¿Tu estas alguna vez allí?
-No, nunca he estado, pero, me parece que es un bonito país. Ya sabes, lo he visto en televisión y así, pero nunca he ido.
Ella me miró con cara de no haber entendido ni papa, y yo carraspeé, porque no sabía cómo explicarme mejor. Ya estábamos llegando a mi piso, y me pregunté…
-¿A dónde vas?
-Yo voy aquí, flat 2ºB.
No me lo podía creer.
-¿Te mudas? ¿aquí? ¿Al 2ºB? ¡Yo vivo ahí! ¡Vaya coincidencia!- dije quizá un pelín demasiado emocionado.
Habíamos llegado al descansillo y nos paramos los dos dejando las cajas en el suelo.
-¡Ah! Yo no mudo aquí, yo solo ayudo con mudanza. Aquí muda mi…
Y en ese momento se abrió la puerta de golpe y apareció un tío, altísimo, con el pelo tan rubio y los ojos tan azules como ella.
-… brother.
Mieeeeeeeeerda. Karma, eres una perra mala.
-Oh, entiendo. Qué bien- dije con evidente desilusión, que pareció pasar desapercibida para los dos rubios.
-Hi Kath, who is he?- preguntó a la chica.
-Oh, he said he lives here, he must be your flatmate- contestó ella.
Yo no pillé ni papa.
No sé qué le dijo ella a su hermano, pero se le iluminó el rostro y me ofreció una sonrisa de oreja a oreja y un fuerte apretón de manos.
-Oh, encantado, disculpa mis modales. Yo soy Edward, me mudo a la habitación del fondo. Entonces supongo que somos compañeros de piso, ¿no?- soltó sin coger aire ni hacer una sola pausa en un castellano perfecto y casi sin acento.
-Pues sí, yo soy Tony, mi habitación es la primera a la derecha del pasillo. Encantado.
Y así fue como todo empezó, y cómo mi vida nunca volvería a ser como antes.