Solo una frase y quedo atrapado ¿cómo pudo ser tan fácil? Y es la pregunta que siempre se hace. Cada día lo ve y no puede olvidarse de aquello, cada día que juega a su lado no puede evitar fijarse en cada detalle de su persona haciendo que el mismo cometa errores y se despiste. Pero es que él es tan perfecto en todo sentido. Para él no hay nada que este mal.
“Me gustan tus ojos, tu mirada es refrescante” Le había dicho aquel pelirrojo
Es ciego y tonto cuando le dicen que aquel está un poco loco. No el no está loco, ellos son los que están locos por no saber comprenderlo.
No, pocos realmente entienden la forma de ver de Sei-chan, porque nadie entiende su hambre por ganar y su empeño de querer superarse a sí mismo, a costa de su propia felicidad incluso.
Una visión algo retorcida de la perfección.
Y solo quiere estar a su lado lo que más pueda, aunque temes, temes que él te vea como te ven los demás, puesto que la forma en que te han llamado los demás por tus maneras amaneradas es como la de una hermana y no la de un hombre.
Pero no quiere que solo lo vea como un hombre, si no como la persona que puede darle amor cuando quiera y como quiera.
“Yo solo quiero estar lo más cerca de Sei-chan” Se repitió mentalmente cada vez que hacia algo pensando en el. Cuando conseguías alguna cosa que creías que le ayudaría o le compraste un paño nuevo para el sudor donde bordaste su nombre con hilos dorados.
Tan iluso, tan ingenuo, tan estúpidamente maternal que era a veces con aquel pelirrojo, que a veces se enojaba un poco consigo mismo al parecer tan como una hermana. Pero la sonrisa de aquella persona era suficiente para iluminarlo por completo.
Tan hermoso amor que florecía en su pecho, era un amor que lo embobaba.
Hay muchas formas del amor la suya es la más suave, es casi un arte. La diplomacia al hablar con él y seguirle fielmente a pesar de que a veces parece tan abstraído en su propio mundo.
Fue por su culpa que dejo de ver las cosas tan oscuras porque el siempre sonreía.
-¿Reo estas bien?-Pregunto Kotarō que veía al azabache un poco perdido en sus pensamientos-¿Hoy por fin se lo dirás?
El nombrado asintió preparando sus últimos detalles de la ropa quería lucir impecable, no quería perder tiempo-Si, espero que me resulte, aunque estoy seguro que Sei-chan me ve más como una hermana. Todos me llaman Reo onee ¿No crees que es difícil que me vea de otra forma?
El rubio solo se encogió de hombros, al verdad no sabía bien que decirle a este. Akashi a veces era imprevisible en las cosas que hacía o que pensaba.
-Sonara trillado Reo- onee pero te diría que no perdieras la esperanza.-Termino por decir finalmente el rubio de manera tranquila.
El amor brotaba del pecho de Reo Mibuchi como una flor hermosa que esperaba salir de su fase de un botón.
¿Seria correspondido o seria como una madre simplemente para el pelirrojo? Pero no lo podría comprobar hasta verle.
“Quiero que no me veas solo como tu amigo”
El pelirrojo miro fijamente al azabache y sus ojos claros, realmente Reo se había arreglado muy bien para esa tarde. Sonrió de manera amable antes de responder cuando este se le confesó mientras habían ido a ver un supuesto encargo de Mibuchi pero solo buscaba un lugar que fuera el ideal para confesarse, no cualquier lugar era bueno, debía de ser un lugar especial.
-Sinceramente nunca te había visto de aquella manera, siempre te vi como un buen amigo y casi como un hermano, pero podemos hacer el intento, eres realmente una de las pocas personas que me han dicho las cosas de manera directa, la mayoría de la gente ni se atreve a hacerlo. -
-No tienes que obligarte a quererme Sei-chan, está bien así.- Aunque por dentro su alma temblaba inquieta.
-No digas eso, nadie obliga a nada soy yo quien quiere intentarlo, porque eres una persona genial Reo, yo puedo darme cuenta de ello, es por eso que deseo esto.-
-¡SEI-CHAN!-Lo abrazo de manera amorosa y lo beso en la mejilla sin poderlo evitar-Perdón me emocione demasiado.
El pelirrojo asintió con un leve sonrojo, la verdad esa reacción del otro le parecía adorable.
-Entonces no hay nada más que decir, a partir de ahora somos pareja.-Finalizo haciéndole un gesto de que podía abrazarlo nuevamente gesto que el azabache aprovecho apropiadamente.
Finalmente aunque triste separaron su vida por situaciones externas, los estudios en distintos lados del extranjero de ambos y las ambiciones los dejaron tomar rutas distintas.
No podían prometerse esperar, aunque se podían hablar por mensajes o verse no era lo mismo, verse a distancia no era lo mismo que verse en físico esa era la verdad.
Sin embargo cuando se volvieron a ver supieron que el sentimiento seguía ahí.
Entonces los lazos se fortalecieron entre ambos. Entonces supieron ambos que esto iría para largo o quizás no, pero la esperanza estaba en los corazones de ambos jóvenes.
No necesitaban demostrarle a nadie lo que sentían solo estar juntos era suficiente. Solo eso.
Un amor que florece.
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