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Fuera de balance. por cristinita9509

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Notas del capitulo:

Hola!!!! Lamento tanto la ausencia :'v aunque esta vez tardé menos que la vez pasada en actualizar. Ya quiero que sean vacaciones para poder estar aquí más seguido. Bueno, espero les guste.

No había nada mejor para Charles que la idea de poder descansar adecuadamente en la habitación del hotel al cual deseaba llegar con ansias.

Durante el vuelo durmió bastante pero a pesar de todo, su espalda no estaba conforme con aquellos asientos después de un rato, por lo que se mantuvo despierto los últimos instantes.  La azafata que se encontraba en la primera clase no dejaba de coquetearle con la mirada y de acercarse cada diez minutos a preguntar si necesitaba algo.

Amablemente la rechazaba rogando en su interior llegar pronto a su destino.

El taxi que abordaba se detuvo frente al hotel, abrió y salió esperando a que el conductor terminara de sacar su maleta. Durante el viaje en el vehículo se encargó de llamar al hotel.

Lo atendieron con suma amabilidad en la recepción. Había reservado una de las habitaciones más lujosas, pues estaría varios días y deseaba comodidad.

Un botones le ofreció ayuda con la maleta y lo acompañó hasta la puerta de su habitación. Al entrar lo primero que hizo fue ir directo a esa cama que parecía atraerlo con fuerza, pues de una sola vez cayó encima cual peso muerto y a los pocos segundos se quedó dormido.
                   ***********
-Muy bien Sr. Lehnsherr, todo se encuentra en orden aunque no luce muy feliz.

-Mi entusiasmo no va a interferir con mi desempeño en el trabajo.

El hombre se levantó de su asiento. Se encontraba en la oficina de aquella rubia con traje blanco. 

-Bueno, siendo así, espero poder ver su plan de trabajo para las clases en mi oficina en tres días.

-Lo tendré listo mañana. - su expresión era seria, no se ponía ni un poco nervioso ante la presencia de la belleza de esa mujer. Acomodó su saco y disponía a salir de la oficina.

-De acuerdo. En dado caso de que no me encuentre, puede dejar las cosas con mi asistente.

La mujer lo acompañó a la puerta, despidiéndose con un ademán de la cabeza.

Erik salió de aquellas instalaciones de la universidad. Se sentía extraño por saber que de ahora en adelante daría clases en ese lugar, bueno no en todo el lugar, en la facultad de derecho.

Ya hacía algunos días que asistía a unos cursos de docencia. Tres veces por semana por dos horas. Prefería ir temprano durante días laborales que sacrificar sus pocos ratos de descanso el fin de semana.

Caminaba por la acera en dirección a una parada. Tomaría un taxi para ir a comer a algún restaurante cerca de ahí, aún tenía pendiente la revisión de unos documentos que recientemente llegaron a sus manos. Un nuevo cliente, por fortuna el caso era pequeño, bueno, no tanta suerte ya que la ganancia sería menos.

Un taxi se detuvo frente a él, subió sin cambiar el semblante de su tez. No estaba para nada enojado, solamente no era del tipo de persona que va regalando sonrisas por todos lados.

El auto paró en una pequeña taberna. Erik bajó y se adentró en ella. Al ser de día, ese lugar funcionaba como un restaurante. Servían bebidas alcohólicas pero no en gran cantidad como cuando ya es entrada la noche.

Tomó asiento en una mesa junto a la ventana que daba hacia la calle, se retiró el saco y esperó al camarero que llegó a paso veloz a su asiento. No se molestó en leer la carta, ya tenía en mente lo que quería pues no era la primera vez que pisaba el establecimiento.

El joven anotó su pedido y se retiró con la misma velocidad con la que llegó. Colocó su maletín sobre la mesa, la abrió y sacó la carpeta con documentos que leería.

Daba gracias a que sus dolores de cabeza se habían reducido, no le gustaba estar consumiendo medicamentos todo el tiempo pero por el momento le había funcionado. La garganta le picaba, carraspeaba cada dos minutos así que se vio pidiendo una bebida.

Nada de alcohol, sólo un poco de agua para quitar ese raspar molesto que parecía no querer cesar. Dos tragos fueron suficientes, por lo que se dispuso a leer mientras esperaba la comida.

                   **********
Sus ojos no dejaban de estar fijos en el techo. Habían algunas manchas ocasionadas por el humo de los habanos que siempre fumaba. Sus labios dejaban escapar suspiros con pesadez y sus músculos se negaban a moverse para levantarse y dejar la cama.

Un día, tan sólo era el primer día sin la presencia de Charles y eso que no había pasado completo. Se sentía como un tonto por entrar en algo cercano a la depresión sin su amante. Había pensado que con la noche de despedida que tuvieron iba a ser suficiente pero no, su cuerpo ya lo extrañaba.

Esos ojos azules y esos labios rojizos los ansiaba cerca, esa piel lechosa salpicada de pecas que moría por contar, el calor de sus cuerpos al fundirse en uno sólo. En definitiva seria duro soportar su ausencia.

Su cuerpo se desperezó de a poco así que se estiró y se levantó para poder darse un baño. Faltó a las primeras horas, no es que no le importara dar las clases pero no se pudo despertar temprano. Esperaba poder llegar a tiempo para su siguiente clase.

No estaba de muchos ánimos para ver quien suplantaría a Charles esos días. Posiblemente cancelarían las clases que daba el castaño, no se imaginaba a nadie más con su puesto. El otro tema era ver quien lo suplantaría en la dirección.

De no ser por que su hermana aún estaba cursando clases, ella sería el remplazo.

Las tuberías rechinaban al abrir la llave del agua. Tardaba un poco en salir pero no importaba ahora, llamaría al plomero después. El agua comenzaba a caer cubriendo su cuerpo, cada gota caía por ese torso torneado y esos muslos firmes. Sus ojos se cerraron en busca de relajación.

Imaginaba la cercanía del de ojos azules. Tenerlo ahí en esa estrecha regadera no le molestaría. Al ser pequeño sus cuerpos se verían forzados a estar pegados. Sus pechos juntos, posiblemente sus grandes manos lo envolverían en un abrazo y olfatearía su cabellera.

Imaginaba cada roce que sus dedos podrían darle a su espalda, estremeciéndolo mientras el agua cae sobre ellos. Sentía tan real el respirar que chocaría con su pecho. Como los ojos del más joven lo observarían con coquetería.

Mordió su labio al darse cuenta de que se había formado una erección entre sus piernas. Sólo imaginar a Charles le causaba esas reacciones.

Su mano derecha buscó sin rodeos su miembro. No estaba tan duro como cuando tiene al castaño en frente pero si necesitaba atención. El agua ayudaba a mover su mano con facilidad. Sus movimientos eran toscos, la velocidad con la que masajeaba su sexo ayudaba a estimularlo más. Sentía como el liquido pre seminal salía y se mezclaba con el agua que no dejaba de cubrirlo. 
 
En su garganta se acumulaba el calor de los jadeos que no dejaba escapar. Sólo quería imaginar que estaba poseyendo el cuerpo del de piel clara. Simulaba embestidas moviendo su cadera en un compás acelerado. Se recargó sobre los mosaicos sintiendo el frío en su espalda pero no dejó de moverse.
 
Su pecho subía y bajaba con velocidad, sentía como sus músculos se tensaban y como un cosquilleo se formaba cerca de su ingle. 

El nombre se atoró en su garganta mientras sus fluidos salían de su cuerpo siendo desvanecidos por el agua que se llevaba todo por el drenaje.

Dejó que su cabeza descansara en el mosaico, respiraba pausadamente intentando recuperar su ritmo.  Ladeo la cabeza negando.

-Regresa pronto Charles.

                     *********
Los minutos pasaban sumergidos en la lectura del documento. No tenía realmente prisa así que no le daba importancia al alimento que estaba frente a él, pero estaba tan distraído en la lectura que no se percató de aquella persona que entró a la taberna.

Los pasos eran de porte elegante, la vestimenta tan sobria sin dejar de verse de clase le hacía dar un aire excepcional.

Se escuchaban los murmullos de una señoras que no dejaban de alabar la buena postura que parecía tener aquel hombre. Aquellos ruidos molestaban al abogado, que dejó sus papeles de lado y comenzó a degustar la comida que ya se encontraba fría.

El bullicio de las señoras no paraba, así que pensó que lo mejor sería ir a su hogar o al despacho. Cualquiera de los dos lugares era mejor para concentrarse que estar en medio de  mujeres ruidosas.

Inmediatamente terminando de comer, alzó la mano en busca de llamar la atención del camarero para pedirle la cuenta.

El joven que aún se encontraba mirando la carta, vio de reojo a ese sujeto, no lo divisaba bien por que se encontraba al otro lado de las mesas pero, las facciones que lograba ver se le hacían algo familiares.

No fue hasta que Erik se alzó que el de ojos azules quedó estático.  ¿Estaría soñando? Lo miró recorrer el lugar hasta la salida, dudó un poco pero sus pies reaccionaron casi sin pensarlo y salió disparado tras él.

Caminaba sobre la acera, con paso veloz. No estaba seguro de llamar su atención. Podría estar equivocado pero, un cosquilleo en su cuerpo lo empujaba a arriesgarse.

Caminó lo más rápido que pudo y al encontrarse a un metro de distancia se detuvo a tomar una gran bocanada de aire.

-¡Magnus!

Ese nombre. Sólo le había permitido a una persona llamarlo así, pero no lo creía posible. La voz la había escuchado distorsionada por el viento que chocaba con su rostro.

Tragó en seco, sintiendo nuevamente el raspar de su garganta. Sus pies giraban con lentitud, su mirada estaba en el suelo. Al voltear por completo sus ojos se posaron en el rostro del que lo había nombrado.

Parecía que el aire se había escapado de sus pulmones.

-Charles...- el nombre escapó en un suspiro. Por primera vez en mucho tiempo una sonrisa se dibujó en su rostro. No dudó ni un segundo en acercarse, su cuerpo quería estrecharlo entre sus brazos pero se contuvo.

- Es un gusto verte, viejo amigo.

Los ojos de ambos se veían iluminados. Analizaban al otro recorriendo la mirada de arriba hacia abajo.  Sus cuerpos de pronto se habían llenado de un sentimiento de nostalgia, una que les hacia recordar la amistad que tenían.

Notas finales:

Ando aquí en vez de estar terminando mi tarea  , pero es que yo los amo nenes. :v bueno, ya por fin va a empezar el drama . :000 !!!!!

Si tienen sugerencias será bienvenidas . No sé si se me pasaron errores de ortografía, lo acabo de escribir y ya no lo revise, así que disculpen si ven algo horroroso.

Me voy a comer galletitas. Nos leemos.


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