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Fuera de balance. por cristinita9509

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Notas del capitulo:

Hola!!!

 

Bueno termine por fin el cap :v espero les guste.

Hay unas rikuras abajo e_e

 

El humo salía de su boca aún con el puro ahí, sentado en ese sofá desgastado; ni siquiera se podía distinguir bien el color ya que se encontraba opaco, hasta roto, en esa sala donde apenas y cabía junto a una mesita y un televisor en un estante.

En la pequeña mesa reposaba un vaso de vidrio con algo de whiskey en él, a secas; lo tomó mientras sacaba el habano de sus labios y le dio un sorbo que le raspó la garganta, pero ese raspar le gustaba, era uno adictivo.

Había salido del trabajo con intenciones de encontrarse con Charles pero su camino se vio interceptado por aquella pelirroja de mirada coqueta. No es que no le pareciese atractiva, claro que era guapa, incluso se había fijado a ella desde el primer momento en pisar la institución, pero eso ahora no importaba, la única persona que lograba moverle el mundo con una mirada era aquel hombre de sonrisa pícara y mirada azulina.

Cuando la chica lo dejó en paz, fue a buscarlo a su oficina pero se encontró sólo, por lo que regresó a  su hogar encontrándose con una desagradable nota de su casero pegada en la puerta. La arrugó y la guardó en su bolsillo. Se quitó la ropa de la parte superior, quedando sólo en jeans, quitándose su zapatos pateándolos lejos y caminando por aquel lugar estrecho.

Con trabajo habían dos habitaciones, la suya en la cual no cabía más que la cama y un ropero que quedaba apretado, y el de 'visitas' que usaba de bodega. La cocina tampoco era tan amplia, las paredes rojizas resaltaban, más aún porque tenía sólo una lámpara pequeña prendida mientras seguía tomando y fumando, pensativo, ido entre las cuentas, todas esas deudas lo tenían con dolor de cabeza.

-Charles...- dejó escapar su nombre junto con el humo que nuevamente salía de su boca. Apretó los ojos tratando de imaginar aquella piel blanca, esos labios rojizos que tanto ansiaba en ese momento. Sonrió de lado, se sentía como un imbécil al perderse en esos pensamientos, pero ya se le hacía costumbre. - ¡Maldición!- abrió los ojos de golpe y se paró del sofá, algo de las cenizas del puro habían caído en su pierna dejando marca en el pantalón, dejó el habano en el cenicero de la mesita. Maldecía por lo bajo, dio un respiro hondo y tomó lo que le quedaba de la bebida, ya era tarde, apagó la lamparilla y fue directo a su habitación.

                      ********
Miraba con duda aquella tarjeta, tan sobria, llena de elegancia, sólo con el nombre de la institución y el número de ésta en color plateado.

Era temprano, las ocho de la mañana para ser exactos. Seguía en la cama, sentado a la orilla mientas continuaba observando esa tarjeta que se paseaba en sus manos. ¿Sería realmente buena idea? Suspiró tratando de relajar su cuerpo, el estómago comenzaba a arderle pues seguramente ya exigía algo para desayunar.

Dejó la tarjeta en la cama y se levantó, tenía puesto sólo un bóxer un poco ajustado de color negro, dejando ver su cuerpo no exageradamente marcado. Fue directo al baño que se encontraba frente a la habitación, no era muy amplio pero lo suficiente como para que cupiese una bañera, el inodoro y el lavabo. Todo era color beige, el espejo sobre el lavabo estaba algo sucio, debía limpiar.

Se lavó la cara y los dientes, viendo como se marcaban un poco sus ojeras, no es que le molestara pero ya hacía tiempo que su rostro las tenía.

Regresó a la habitación, en una hora tenía que ver a su cliente. Ésta tenía una demanda por abuso sexual contra su pareja. Por más que tratara de ayudar a su cliente habían huecos en la historia que le contaba y por eso nunca llegaban a nada. La contraparte parecía estar más solida haciendo que le complicara más las cosas.

 La audiencia sería en un par de días más y aun no llegaban a un acuerdo, nada, el demandado no aflojaba, en realidad ni siquiera se veía intimidado. Su seguridad era tal que comenzaba a pensar que su cliente era quien estaba errada. No había suficientes pruebas para que él fuese encarcelado.

La mujer, durante sus exámenes de sangre revelaron que había estado consumiendo algunas drogas y tenía tambien un alto nivel de alcohol en la sangre. Pero el ser adicta no quitaba que pudiese decir la verdad y que el acusado era muy astuto al no haber dejado pruebas, ni una marca en la piel, al parecer había usado condón y el sitio donde ocurrieron los hechos fue una habitación de hotel que había sido limpiada minuciosamente, ni siquiera las cámaras de seguridad revelaban algo que fuese de ayuda, nada parecía haber sido forzado.

Suspiró de nuevo, no se dio cuenta en que momento se había terminado de vestir con aquel traje gris, usaba una simple camisa blanca bajo éste y unos zapatos café oscuro. Se colocó un reloj en la muñeca izquierda y caminó hasta la cama, tomando la tarjeta que había dejado allí y metiéndola en su bolsillo.

Si, llamaría, lo haría después de la audiencia y probaría suerte con aquella universidad.

                        *******
-¿Estás segura de que sólo tengo libre hasta esa fecha?- El castaño hablaba con calma con la joven secretaria, al parecer ya le había ordenado el itinerario de la semana y de las siguientes.

-Si profesor Xavier, tal como dijo sólo dejé lo más importante en la agenta pero, al parecer tendrá un mes algo ocupado.

-Está bien, iré a mi oficina, comunícame con la señorita Frost y hazme saber cuando te atienda.

-Como diga.

Entró a la oficina y tomó asiento mientras miraba unos documentos en su escritorio. El día no había comenzado mal, claro, prefería la idea de haber despertado rodeado de aquellos fuertes brazos de su amante pero ya tendría todo el fin de semana para cobrarse esa pequeña abstinencia.

Carraspeó la garganta, esperaba no enfermarse por que eso perjudicaría su agenda, de por si ya se encontraba ajetreado y no podría ir a ver la institución hasta dentro de un mes. Esperaba que no hubiese problema con eso, de verdad deseaba hacer trato con esa universidad en Alemania.

El sonido del teléfono en el escritorio llamó su atención.

-Diga, señorita Pryde.

-Tengo a la señorita Frost en la línea, dice que puede atenderlo pero que sea breve.

-Gracias, por favor póngala en la línea.

La voz aterciopelada de la mujer se escuchó en un saludo el cual el castaño respondió con formalidad.

-Dígame ¿Qué es lo que tiene que decirme? A decir verdad estoy algo ocupada con los documentos para mi regreso a Alemania.

-Lamento quitarle su tiempo, pero es sobre la visita a la institución, me temo que no podré efectuarla tan pronto como creía. Éste mes estaré realmente ocupado, me temo que sólo puedo ir a inicios del siguiente, eso sí, iría por al menos dos semanas para poder contemplar bien el lugar.

-Comprendo, es alguien ocupado. No se preocupe, podemos programar la visita para el mes que viene, en realidad me parece perfecto ya que hay personal nuevo que va estar siendo capacitado durante éste mes. - hablaba con seguridad.

-De acuerdo. Mi secretaria se comunicará con su asistente para que puedan ver las fechas.

-Bueno, entonces lo veo el mes que viene joven Xavier.

-Hasta pronto señorita Frost.

Colgó el teléfono relajando sus hombros, al menos estaba seguro de que en un mes estaría en Alemania sin problema alguno. De todas formas debía empezar a poner sus papeles en orden para que al momento no haya ningún inconveniente.

Revisó la hora en el reloj de la pared, aún tenía unos minutos antes de ir a dar una clase, tomó su celular y marcó un número, sonó y sonó pero no respondían por lo que dejó un mensaje de voz para después salir de su oficina con una sonrisa que no se molestaba en ocultar.

Por otro lado, Logan ya estaba dando clases, silenciando a uno que otro alumno que murmuraba al fondo, vio como su teléfono vibraba sobre la mesa pero no atendió, luego los jóvenes se creían con derecho a tener el teléfono en clase si él lo hacía.

-Para el lunes quiero un ensayo de ocho páginas sobre la guerra fría. Usen buen argumento, se calificará ortografía, limpieza, información y más les vale no hacer trampa trayendo algo que ya estaba hecho en internet porque quedaran reprobados automáticamente.

Los jóvenes se levantaron de sus asientos con pesadez, después de todo ¿A quién le gusta hacer tarea?

El salón quedó vacío, ordenó sus cosas y revisó el teléfono viendo el mensaje de voz. Se fijó bien que no hubiese nadie asomándose y prosiguió a escucharlo.

-Asegúrate de tener libre el fin de semana y tener muchas energías porque tenemos una cita dentro de las cuatro paredes de mi habitación.

Sonrió de lado, ahora esperaba que el tiempo pasara rápido, sintiéndose ansioso de disfrutar de estar junto al de mirada azulina.

Escribió un mensaje en respuesta y se lo envió, saliendo después de aquella aula.
                      ********
Definitivamente su semana había sido atareada, no había podido hablar con su amante en persona, con trabajo se mandaban mensajes.

No importaba ahora, la noche era joven y siendo viernes no debía preocuparse por dormir. Raven se fue a pasar la noche a casa de una de sus amigas.

No hace mucho había llegado de la universidad, se estaba dando un baño. El mayor llegaría en una media hora.

Su cuerpo se relajaba bajo el chorro de agua tibia, no había sudado, pero la tensión por las juntas y pláticas con diferentes profesores, instituciones, los chequeos de presupuesto para algunos materiales; todo lo tenía estresado, sumándole que había sido una semana completamente en abstinencia.

Hoy se acababa eso, la noche la disfrutaría a como fuera. Sus ganas de tener aquel cuerpo fornido sobre el suyo lo estaban calentando.

Salió del baño, secó con paciencia su cuerpo y se colocó unos boxers ajustados color gris y una bata de baño blanca. Eso fue todo ¿Para qué ponerse más ropa si se la iba a quitar? Además, así podría sentir más rápido el tacto de Logan.

El tiempo pasó rápido, el timbre sonaba y no era necesario preguntar de quien se trataba. La reja de la entrada fue abierta y en cuanto pasó se cerró automáticamente. Logan se acercaba a la puerta principal, no le molestaba caminar hasta ella aunque el trayecto fuese algo lejano.
Al encontrarse ya en la puerta, tocó, rápidamente Charles le abrió y lo jaló hacia dentro mientras se apoderaba de sus labios con desesperación.

No esperaba esa brusquedad del menor pero no negaba que le gustaba. Tomó con sus manos la espalada del castaño, rodeándola en un abrazo mientras correspondía ese beso.

Amaba esos labios rojizos, sus bocas se dejaban explorar, sus lenguas empezaban a apoderarse de la cavidad húmeda del otro; movimientos que les hacía sentir cosquilleos placenteros por el cuerpo.

Antes de romper el beso, Logan mordió y succionó el labio inferior del oji azul. Mirándolo ahora mientras sus frentes chocaban.

-¿Me extrañaste? - hablaba bajo, sus respiraciones chocaban mezclándose. Charles sólo sonrió con coquetería y se mordió el labio sin despegar su mirada de la del mayor.

Las palabras no fueron necesarias, ambos se apresuraron en subir y meterse entre esas cuatro paredes que habían sido testigos de sus anteriores amoríos.

Con lentitud y de forma seductora, el castaño se quitaba la bata, revelando su piel de porcelana. Era imposible para Logan esconder su erección, aquel bulto comenzaba a crecer entre sus pantalones que de a poco se volvían molestos.

La erección se marcaba en ese bóxer gris, estaba realmente ansioso por sentir al mayor. Caminó despacio hacia la cama, se sentó a la orilla y abrió sus piernas, esperando a que el otro se acercara.

Caminaba con paso firme, agachándose al llegar al menor, pasando sus manos ásperas por aquellos muslos que se le mostraban enfrente. Los masajeaba, viendo como con cada roce la erección de su amante se endurecía más.

Charles le acarició la cabellera, haciendo que lo mirara, se mordió el labio y miró con intensidad, sabiendo que provocaba lujuria ante la mirada del mayor.

El moreno acercó su rostro a esa piel tersa, ese muslo izquierdo temblaba sólo por sentir el aire caliente de su respirar, sonreía mientras besaba con lentitud ésa piel, abrió un poco la boca y mordió ligeramente, justo a la orilla del bóxer que marcaba sus piernas.

Lamía con gula esa piel nívea. La respiración del más joven se aceleraba, su pecho desnudo subía y bajaba con cada mordida y caricia que sentía sobre sus muslos, las manos traviesas del mayor tocaban detrás de su rodilla, luego subían rozando los brazos y costillas.

El de mirada azulina lo alejó sin brusquedad, si no se quitaba esa ropa que lo aprisionaba, sentía que explotaría. Mientras Charles se retiraba aquella prenda, él tambien se desnudaba, quitándose la camisa de forma desesperada, los zapatos volaron quizá bajo la cama, las calcetas cayeron cerca de la puerta, y el cinturón, ese cinturón grueso color negro con esa hebilla ovalada no voló a ninguna parte. Se lo quitó con lentitud frente al joven quien lo miraba con ojos idos en pasión.

Ya sabía en que usaría ese cinturón y no le molestaba.
El joven se movió más al centro de la cama, teniendo ahora encima ese cuerpo marcado; Logan tomó el cinturón y ató las manos de Charles a la cabecera de la cama, entre esos barrotes de fierro. Lo apretaba, no con intención de cortar la circulación pero de forma que no se  soltase.

Sus labios comenzaron a posarse en el cuello sensible del castaño, su barba creciente causaba un estremecimiento en Charles, quien no podía esconder la humedad que se apoderaba de su miembro.

Su húmedo apéndice dejaba restos de saliva por esa extensión, recorriendo en círculos esa marcada manzana de Adán, mordiéndola un poco. Notó como aquellos botones estaban erectos, casi rogando que fuesen atendidos.

No los hizo esperar, sus grandes manos recorrían todo el pecho, moviendo de un lado a otro esos pezones duros, erizando la piel de su amante mientras besaba su clavícula y apretaba esos botones hasta dejarlos rojizos.

Escuchaba por lo bajo como los suspiros salían de los labios de su acompañante, le encantaba, se prendía con cada movimiento o gemido que liberaba.

Su lengua traviesa continuaba recorriendo ese cuerpo, besando por debajo de la zona axilar, lamiendo los pectorales, continuando el camino hasta los ligeros abdominales y juguetear después con el ombligo.

La cadera del castaño ansiaba por moverse, su pene estaba hinchado, la punta rojiza y brillante por el liquido pre seminal que no dejaba de brotar como néctar.

-¿Qué quieres que haga, Charles?- su voz salía gruesa, ronca, realmente excitada. Se sentó apretando entre su mano aquel falo duro. Veía como el rostro del joven se ponía ruborizado, su mirada cristalina perdida en placer. Sonreía mientras miraba al castaño, no movía su mano, cosa que impacientaba al oji azul.-Dime ¿Qué hago? - le gustaba torturar ese cuerpo pecaminoso.

Su lengua humedeció sus labios secos, los dejó entre abiertos buscando que decir. Quería decirle que lo tomara, que lo lamiera, que fundiera sus cuerpos en uno, pero las palabras no salían, estaba tan ansioso que su cuerpo se movió sólo. Su cadera se empujó hacia delante y atrás, sintiendo gusto con esa mano que todavía lo rodeaba, masturbándose casi sólo de no ser porque Logan empezó a mover la mano también, comprendiendo que quería ser tocado hasta estallar.

El sonido de los fluidos con su mano era exquisito. Lo hacía lento, acariciando con la desocupada los muslos, tocando la marca que dejó con su mordida. Apretaba un poco la punta sensible, provocando suspiros y desespero en el menor.

El cinturón comenzaba a molestarle, quería rodear con sus brazos la espalda del moreno y llenarla de rasguños, abrazarlo, acariciarlo, jalonearle la cabellera, pero no podía y de algún modo le excitaba sentir ese apretón en sus muñecas.

Soltó un jadeo ronco al sentir como su miembro era apretado de la punta, notó que el moreno se empezó a acomodar entre sus piernas sin dejar de estimularlo, quedando su rostro entre aquellos muslos abiertos cuales alas de mariposa.

Probaba esa piel ahora caliente, poco a poco fue acercando su rostro a aquella intimidad del oji azul que desesperado contraía los dedos de los pies, enterrándolos en las sábanas.

La húmeda lengua degustaba con paciencia aquellos testículos endurecidos, paseaba su lengua por la linea que los dividía, creando un sin fin de sensaciones que dejaban sin habla al menor. Dejaba restos de saliva resbalar, su boca descendió, no es que no quisiera probar aquel pene palpitante, pero deseaba lubricar esa entrada estrecha por la cual su propio sexo despertaba.

Con cada lamida que daba a ese esfínter, su pene se apretaba más en los pantalones, le molestaba, dejó de masturbar a Chales y de lamerlo para retirarse esos jeans estorbosos. La humedad traspasaba la ropa interior, se notaba bastante.

La mano con la cual había tomado el falo del menor se dirigió a la estreches del mismo. Masajeaba, relajando la entrada, había dejado bastante saliva pero de vez en cuando lamía alrededor de sus dedos aún masajeando.  De a poco fue invadiendo con su dedo índice, causando que el castaño frunciera el ceño por la intromisión.

No es que quisiera lastimarlo pero estaba entrando en desesperación con cada jadeo que sus tímpanos captaban, movía su dedo intentando hacer espacio para otro que no tardó en introducir con dificultad. No podía aguantar, su razonamiento se perdía y su mente era invadida por el deseo.

Retiró los dedos sin terminar de prepararlo, apenas y estos habían entrado pero no pensaba en ello, bajó su bóxer liberando su miembro venoso e hinchado, se notaba realmente duro.

El oji azul sabía que no estaba completamente dilatado pero las ganas de ser uno también lo tenían embriagado, por lo que no hizo gesto de desaprobación al sentir como esas manos ásperas separaban un poco más sus piernas y como ese miembro empezaba a rozarse contra su entrada.

Un grito ahogado en su garganta se hizo presente al sentir aquel órgano caliente empujarse contra su estrechez, doloroso, en definitiva; apretaba la mandíbula y cerraba los ojos esperando no dejar caer un par de lagrimas que ya se asomaban. Su cuerpo se tensaba y a pesar de sentir como una mano lo estimulaba para relajarlo, era difícil, pues el ardor era persistente y podía asegurar que tan sólo era la punta lo que estaba dentro.

Intentaba regularizar su respiración, pero el mayor no ayudaba al continuar adentrándose, sentía que se partía en dos, claro, tampoco decía nada para detenerlo, de algún modo le gustaba. 

Con una sola estocada termino de adentrarse a esa cavidad, viendo como las mejillas del castaño se encendían en un color rojo.

Se quedó estático, admirando ese cuerpo que debió ser moldeado por los dioses, sus manos alcanzaron a acariciar los pezones y luego los abdominales, buscando que la tensión en su cuerpo se disipara.

Notó como una irritación se pintaba  en las muñecas del joven, pensaba que lo había apretado mucho y tuvo intención de desatarlo, pero pareciera que Charles le leyó la mente porque negó de inmediato.

-Así esta bien, me gusta. - habló bajo, sus labios estaban algo secos, los humedecía con su lengua viendo como su amante tragaba saliva al tener esa vista.

No preguntó si podía moverse, simplemente lo hizo, salió y entró de una sola estocada, dejando escuchar el sonido se sus pieles chocando.

Ya no sólo jaloneaba sus brazos apretando más su muñeca en ese cinturón, sino que apretaba las uñas y dejaba marcas en sus palmas, mordía su labio casi hasta sangrar con cada estocada frenética que le proporcionaba Logan.

Le dolería más tarde, eso era seguro, pero su propia cadera había empezado a moverse ansiando más de aquellas penetraciones. Una mano apretaba su pezón izquierdo dejándolo rojizo. Unas uñas se paseaban por su pálida piel, tocando cada una de las pecas que pintaba ese lienzo.

El sudor comenzaba a perlar sus pieles, cada vaivén se hacía más frenético; el moreno se inclinó hacia delante, apoyando sus manos en el colchón y dirigiendo su boca al cuello del castaño para dejarle mordidas.

Las piernas de Charles rodeaban la cadera del mayor para profundizar las embestidas.

Cerraba los ojos con cada toque que llegaba a su próstata, sus piernas amenazaban con flaquear, disminuyendo el agarre que tenía.

No podía resistir mucho al sentir una mano apretarle el miembro y masturbarlo de forma desesperada.

El ceño de Logan se fruncía, las venas de su frente comenzaban a marcarse al seguir empujando y complaciendo al mismo tiempo ese cuerpo que se dejaba hacer.

El espejo de la habitación ya se encontraba empañado ante el calor que esos dos cuerpos emanaban.

-Charles...Charles...- susurraba su nombre perdido en la pasión. Se acercó más al rostro del oji azul, sus pechos estaban casi pegados de no ser porque uno de sus brazos se atravesaba para así poder masturbar al menor.

Sus miradas se encontraron, perdidas en la del contrario, rompiendo la distancia en un beso fogoso donde sus lenguas danzaban a la par.

El cuerpo bajo suyo comenzó a temblar, sintiendo como esa esencia quedaba untada entre sus dedos, probablemente había manchado el abdomen de ambos pero no podría saberlo ya que se concentraba en aquella estreches que se contraía por la reciente liberación, succionando su pene de manera exquisita, con cada apretón disfrutaba más la estocada y con cada roce de sus lenguas sus rodillas temblaban. Unas cuantas estocadas más bastaron para liberarse dentro de ese cuerpo escultural.

Ahogaban los jadeos en sus bocas, sintiendo sus cuerpos temblar, dándose cuenta del sudor que los envolvía. Sus pechos subían y bajaban con velocidad, intentando acoplarse.

No queria salir de esa cavidad cálida que envolvía su apéndice, pero poco a poco se retiró, dejando una sensación de vacío en el menor.

El semen salía, manchando sus glúteos. Logan besó la frente del castaño que ya tenía el cabello pegado por el sudor. Se acercó a los barrotes y liberó sus muñecas, tomándolas para besarlas con suavidad, sintiéndose mal por dejar esas marcas rojizas en esa piel que tanto quería.

-¿Te duele?- continuaba repartiéndole besos, ahora en la mejilla mientras se recostaba a su lado izquierdo, rodeándolo en un abrazo.

-Un poco, pero ya pasará.

Ambos sonrieron con complicidad, apenas era el inicio de su noche pasional, una como las tantas que habían tenido ya.

Notas finales:

No se mucho de derecho xD así que si alguien sabe y lo que puse está mal :v díganme. e_e bueno aún falta para que esos dos quiten su rutina. :v es como para que vean como es la vida de ellos, al menos ahora para que se note el cambio después. :3 espero les haya gustado, cualquier cosa, critica buena o mala, tomatazos o amenazas de muerte son bien recibidas.

Nos leemos


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