Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Enamorado de la muerte. por Gloria M D

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes pertenecen a la creadora de corezón de melón, ChiNoMiKo, yo sólo los utilizo cómo personajes de mi fic.

 

 

 

Notas del capitulo:

            Espero que  disfrutaten  el capítulo, me gustaría que me comentaran qué les ha parecido y si he tenidi algún fallo para poder mejorar. Y ahora, sin más, pueden comenzar a leer.

         Yo caminaba tranquilamente por las calles casi completamente vacías de la ciudad, metido en mis pensamientos mientras que escuchaba el cantar de los pájaros y pensaba en qué explicación les iba a dar a mis padres por llegar tan tarde a casa sin tener que decirles la verdad. La verdad… La verdad era que cuando salía de clase para dirigirme a la salida del instituto y así poder llegar a casa a la hora a la que solía llegar siempre a casa, unos matones de los cursos superiores me habían intentado robar y yo lo único que hice fue echar correr lo más rápido que pude, pero teniendo menos resistencia física que mis compañeros, estos me habían alcanzado en seguida y me habían despojado de todo mi dinero, dándome unos cuantos golpes que me dejaron sin aire y por lo que fui incapaz de moverme por un largo rato, y cuando por fin conseguí hacerlo me dirigí ami casa, ¡Si tan sólo hubiese tenido un poco más de resistencia física lo habría logrado!

       Si al final va ha ser verdad la que siempre me dice mi madre de que debo hacer más ejercicio en vez de pasarme en mi cuarto todo el día jugando con el ordenador, leyendo o estudiando. Por esto último es por lo que tenía el apodo de “empollón”. La verdad es que no entiendo el problema que hay en que me guste aprender, a diferencia de la mayoría de mis compañeros… Saliendo de mis pensamientos me di cuenta de que había llegado a la puerta de mi “dulce hogar”. Esto último nadie se lo tragaba, todos lo habitantes del lugar sabíamos que aquella casa podía ser llamada de cualquier manera menos dulce hogar, simplemente por que había más discusiones entre mi padre y mi madre en el lugar en una semana, de las que una pareja normal tendría en un año, y no, no estoy exagerando, las cosas como son. Metí la llave en la cerradura y abrí la puerta entrando a mi casa y me sorprendió no escuchar el ruido de las típicas peleas que solían mantener mis padres entre ellos a diario, cerré la puerta a mi espalda y en ese instante apareció mi madre llorando, con un pañuelo en las manos y con intenciones de salir cuando notó mi presencia y viéndome a la cara por unos segundos, bajó la mirada.

 -Nathaniel, cariño, tengo… tengo que decirte algo…- Dijo de manea lastimera, cómo si el solo echo de decir aquellas palabras le doliera.- Tu padre… tu padre ha sufrido un accidente de tráfico y ahora se encuentra en el hospital, en estado crítico. -Dijo sin atreverse a mirarme a la cara aún.

    Yo estaba sorprendido, ¿Cómo era aquello posible? Hacía apenas unas horas había estado compartiendo mesa con el mientras desayunaban… Y ahora esto… Vale, puede ser que mi padre no halla sido el mejor y halla cometido cientos de errores, pero aún así seguía siendo mi padre, el que me había educado y cuidado…

 -Mamá, ibas a ir a verlo, ¿Verdad?- Dije con un tono triste por todo lo qué había sucedido. Mi madre levantó la cabeza y me miró mientras asentía con la cabeza.- Quiero ir a verlo, ¿puedo ir contigo?- Pregunté con el mismo tono de voz a lo que mi madre asintió mientras que se dirigía a ala puerta con las llaves en la mano.

 -Por supuesto.-Dijo abriendo la puerta y entrando en el coche. Yo hice lo mimo y me coloqué en el asiento de copiloto.- Sigue siendo tu padre y siempre lo será.- Añadió mientras arrancaba el coche y se dirigía al hospital.

        Después de lo que a mi me parecieron oras cuando en realidad solamente habían pasado minutos llegamos al hospital, una vez allí preguntamos en que lugar se encontraba mi padre, pero, para nuestra mala, muy mala suerte, habíamos llegado tarde. El médico que lo había atendido nos dijo que había hecho todo lo posible por salvarlo, pero que su estado era demasiado malo cómo para poder hacer algo más que aliviar un poco su dolor mientras las garras de la muerte lo envolvían, y llegado a su fin, el había dicho que se arrepentía de no haber podido pasar más tiempo con nosotros y el vivido no haberlo disfrutado al máximo. Mi madre se limitó a llorar mientras inútilmente trataba de secarse las lágrimas que caían de sus ojos con su pañuelo. Yo, con la cabeza gacha, y poniéndome una mano en la cara lloraba sintiendo un dolor inmenso.

 -Quiero… Quiero verlo… aunque sea una última vez, quiero verlo.-Dije aún con la misma posición a el doctor que nos miraba con pena. Se limitó a asentir con la cabeza.

 -Mamá, esperame en el coche, yo… iré a despedirme de papá.- Dije sin mirarla a la cara, pero por sus pasos alejándose del lugar supuse que hacía lo que le había dicho.

 -Señor, siga me, le mostraré el lugar dónde se encuentra el cuerpo de su padre.- Yo sólo asentí con la cabeza y lo seguí.

        Cuando llegamos, pude ver la gran cantidad de cadáveres en el lugar, algo normal teniendo en cuenta que nos encontrábamos en la morgue del hospital. El doctor me indicó el lugar y me enseñó como se encontraba. Tenía ganas vomitar, y pensar que hacía tan sólo unas horas antes lo había visto… vivo… El médico me dejó solo para que pudiese tener más privacidad, y una vez sólo las lágrimas corrieron cómo cataratas por mis mejillas, me sentía tan triste en ese momento… Y entonces levanté la cabeza y pude notar cómo alguien completamente vestido de negro y vestido de negro me observaba. Me puse tenso y me asusté.

 -¿Quién… Quién eres?- Pregunté con temor en mi voz.

 -Oh, ¿Puedes verme?- Yo asentí. ¿Por qué no podría hacerlo?- Yo soy la muerte.-Lo miré sorprendido, ¿era eso cierto lo que estaba diciendo? Aunque por cómo estaba vestido no lo dudaba.-Es extraño que puedas verme, sólo las personas cercanas a su fin pueden hacerlo…-Yo le miré sorprendido ¿Cercanas a su fin? ¿Acaso yo era una de esas personas?-Um… No, al parecer no estás en la lista de las personas a las que tengo que segarles el alma hoy, aunque sintiéndolo mucho… tu padre si estaba en la lista- La pena volvió a mi, no estaba enfadado, comprendía que el tenía que hacer su trabajo pero… no podía evitar doler…- Y yo me pregunto, Si no estás apunto de morir entonces, ¿Porqué puedes verme?- Me preguntó extrañado, pero de algo de lo que no se percató es de que to tampoco tenía la menor idea, pero sobretodo aún no podía moverme de la sorpresa, al fin de al cabo, estaba hablando con la mismísima muerte, ¿No?

 

 

 

Notas finales:

Espero que hallan disfrutado de su lectura, estaré esperando impaciente sus comentarios.

 

 Un saludo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).