EL PLAN DE LA BRUJA
-La guerra es inminente- Sentencio la bruja Aikawa Eri mirando la devastación de Astrae, un mundo en donde los ángeles habían convivido de manera pacífica por siglos
-No se puede hacer mucho Aikawa- Un pelinegro de ojos azules de nombre Yokozawa Takafumi se colocó junto a la bruja- Sabíamos que esto pasaría
-Lo sé pero… ¡Es una tontería!- Aikawa exploto, en un arranque muy infantil de furia- ¡Si esos idiotas tan solo me escucharan!- Hacia algo parecido a un berrinche, o al menos Yokozawa lo veía así
-Aikawa tranquilízate- dijo un hombre de castaños cabellos y ojos de color avellana, Krishima Zen. Con su sonrisa trataba de tranquilizar a Aikawa
-¡Pero…!- Aunque era inútil
-Isaka-sama tiene sus razones para declararle la guerra a Usami Fuyuhiko- Yokozawa gruño un poco
-Sé que no debo defenderlo pero Usami-sama no hubiera aceptado su declaración de guerra si no hubiera asesinado a su amada esposa- Aikawa solo los escuchaba sintiendo como su estrés se elevaba. Si toda esa situación había sido a raíz de un malentendido, o por lo menos ella lo veía a sí. Usami Fuyuhiko culpaba a Isaka Ryuichiro de la muerte de su amada esposa, cuando la verdad era que había sido un accidente que había ocurrido, desafortunadamente, en el territorio de los Ángeles de alas blancas. Isaka le ofreció disculpas a Usami pero este, queriendo vengarse, ataco al menor de sus hijos, acto imperdonable que había desatado una declaración de guerra
-Fue un accidente- Krishima se acercó a Yokozawa- Quedamos que Aikawa era territorio neutro- El pelinegro solo frunció mas el ceño- Hoy no me has besado- estiro sus labios recibiendo un pequeño golpe en su cabeza
-Idiota- exclamo sonrojado para luego atraerlo para plantarle un casto beso
-¡Eso es!- grito Aikawa siendo iluminada de repente- ¡Tengo una idea para acabar con la guerra!
-La perdimos- dijo Yokozawa mirando de manera recelosa a la bruja
-¿Cómo no se me ocurrió antes? Si la solución estaba frente a mis ojos- Señalo a Yokozawa y Krishima que extrañados mantenían su distancia con la bruja- Literalmente ¡Frente a mis ojos!- señalo con emoción a la pareja que se alejaban cada vez más de la bruja
-Sabía que estabas loca pero hoy te has superado a ti misma- le dijo Yokozawa provocando que Aikawa frunciera el ceño
-Yo también te quiero oso gruñón- le dijo burlándose de su expresión- ¿Quieren escuchar mi plan?- Krishima y Yokozawa se miraron, y ambos pensaron lo mismo
-¡No!- Aikawa hizo un puchero
-¡Pero…!- dijo a nada de hacer un berrinche
-No te ofendas Aikawa pero tus “grandes ideas” siempre nos meten en problemas- dijo Krishima suspirando
-Está de más recordar aquella vez que se te ocurrió llevar a el hijo menor de Usami-sama al mundo de los humanos- Aikawa se encogió de hombros
-Pero Shouta lo disfruto mucho- Yokozawa solo atino a mirar de manera casi asesina a Aikawa
-Te superaste a ti misma la vez que quisiste secuestrar a Misaki- Krishima no abandono su sonrisa pero esta tenía la ligera impresión de ser asesina
-¡Pero es tan lindo! ¡Pero esto es serio! ¡Esto si va a funcionar!- le reclamo a ambos
-Escuchemos- Yokozawa accedió a escuchar la idea de Aikawa
-Todos los presentes sabemos que hay solo una cosa que Isaka y Usami aman más que su vida- Lo presintieron su idea los llevaría al matadero- Sus adorados hijos- Con solo mencionarlos venían venir los problemas- Solo hay que juntarlos, si alguno de ellos se enamoran perdidamente entonces Usami e Isaka no tendrán más opción que aceptarlos
-Es… ¡Lo más ridículo que he escuchado en mi vida!- Yokozawa dejo que las llamas de la ira pura lo rodearan
-Aikawa se honesta ¿Quieres matarnos?- Aikawa frunció el ceño
-¿Cuál es el problema?- pregunto pues, según ella, su plan era la mejor opción en esos momentos
-Sus hijos son simplemente intocables- respondieron al mismo tiempo
-Lo sé, los aman demasiado- Aikawa seguía sin verle inconveniente- Sé que suena una locura pero si esto sigue así Astrae dejara de ser lo que conocemos, si ustedes pudieron olvidar sus diferencias por amor sé que ellos también lo harán
-Esto es diferente Aikawa- respondió Yokozawa
-¿No te gustaría un mundo en donde Krishima y tu puedan ir de la mano con la pequeña Hiyori sin que nadie los juzgue?- Aikawa dio en el clavo pues la expresión de Yokozawa perdió su dureza
-Ya no es tan pequeña- la expresión de Krishima era nostálgica, ya que su pequeña Hiyori estaba creciendo en el mundo de los humanos, lejos de el- Ellos son sobreprotegidos por sus padres y en este momento lo serán más ¿Dónde crees que pueda florecer el romance?- Aikawa sonrió
- Usaremos aquella sobreprotección a nuestro favor, por favor confíen en mi esto funcionara…
Yokozawa y Krishima suspiraron, a pesar de que querían negarse no podían, después de todo tenían una gran deuda con Aikawa Eri…
***
-La guerra es inminente…
-Pero no es mi culpa- sentencio Isaka Ryuichiro, el Rey de los Ángeles de Alas blancas. Su cabello era castaño y sus ojos de un extraño azul grisáceo, era un bondadoso Rey que daría todo por sus hijos, eso Aikawa lo sabía pues a leguas se notaban que eran la adoración de Isaka
-¿Ha pensado en sus hijos?- toco el tema por el cual había ido a ese lugar
-¿A qué viene la pregunta?- la cuestión fue hecha por el esposo de Isaka, Asahina Kaoru. Rubio de ojos castaños, sobreprotector con su esposo e hijos
-La guerra destruirá su hogar, ellos no merecen ver eso, son tan dulces sobre todo Misaki-Aikawa sabía que su apuesta era alta pero ella lograría su cometido, lograr que aquellos sobreprotectores padres enviaran a sus hijos al mundo de los humanos
-¿Qué propones Krishima?- este suspiro mirando a Aikawa, Krishima era el consejero de Isaka, sus palabras serian tomadas en cuenta- No quiero que miren los horrores de la guerra
-Quizá sea atrevido su alteza, pero yo sugiero que enviarlos lejos es la mejor opción – Las cartas estaban puestas sobre la mesa
-No, me necesitan, ellos son tan pequeños- Ahí estaba el padre sobreprotector que Aikawa consideraba como un obstáculo
-Ryuichiro, no son unos niños yo creo… que Krishima tiene razón, lo mejor para ellos es estar lejos de aquí- Kaoru apoyaba la idea, la mitad de la guerra estaba ganada, o por lo menos eso pensaba Aikawa
-Pero… - Isaka fue envuelto en un fuerte abrazo
-Yo solo quiero que estén a salvo, no sé qué haría si los perdiera- Asahina Kaoru era un hombre que rara vez mostraba tener sentimientos pero esta vez abría su corazón
-Kaoru- Isaka se aferró a su esposo hundiendo su rostro en su pecho
-¿Qué lugar es el más seguro?- pregunto Kaoru consolando a su esposo, Aikawa no lo veía pero Isaka lloraba, alejarse de sus pequeños era como si le quitaran la mitad de su alma
-El mundo de los humanos- Kaoru se quedó callado- Es un sitio neutro, nadie se atrevería a pensar que sus hijos estuvieran en ese lugar- Aikawa sabía que aquello era verdad
-Krishima ¿Qué opinas?- Isaka no podía formular pregunta alguna gracias al nudo de su garganta
-Estoy de acuerdo- dijo mirando a Aikawa con cierto aire de complicidad
-Guardias, tráigame a mis pequeños- Los guardias de inmediato obedecieron, a los pocos minutos regresaron con un grupo de bellos jóvenes
-¿Ocurre algo?-pregunto el mayor Ritsu, su cabello era castaño y sus ojos verdes, su expresión era siempre seria, pero Aikawa sabía que Ritsu en su interior era un chico muy dulce, su máscara de seriedad era para proteger a sus hermanos menores
-Papa ¿Te encuentras bien?- pregunto un rubio de ojos caramelo, Kou el hijo segundo, que, a ojos de Aikawa, brillaba gracias a su hermosa sonrisa que ahora era una mueca de preocupación a ver a Isaka aferrado a Kaoru
-Si es solo…- Isaka no podía ocultar sus lágrimas-Vengan mis amores- Kou y Chiaki, el tercer hijo, castaño de ojos grises, corrieron de inmediato a los brazos de Isaka, Ritsu se quedó en su lugar mirando algo extrañado la escena, detrás de él, un pequeño castaño de ojos verdes, más intensos que los de Ritsu, se aferraba a su hermano mayor mirando con cierta curiosidad la escena- Ven a mi brazos Misaki- pronuncia Isaka animando a su pequeño, Misaki miro a Ritsu que con dulzura lo empujo- Tu no te salvas- y así Isaka tuvo a todos sus pequeños entre sus brazos, era una escena realmente conmovedora- Los amo ¿Lo saben? Por eso he decidido que ustedes se irán por un tiempo al mundo humano, Krishima cuidara de ustedes
-¿Qué?- pregunto sin entender
-Te encargare a mis tesoros ¿Algún problema?- Krishima negó con la cabeza fulminando a Aikawa con la mirada. Ella silbaba mirando el techo ¿Así que esa era la falla de su plan? ¡Ah! Quizá las cosas no eran tan malas
Trato de buscar lo bueno de la situación antes de que Krishima lo matara…. O aun peor
-¡No puede ser!- su grito interrumpió el hermoso cuadro familiar
-¿Qué ocurre Aikawa?- pregunto Ritsu al sentir como su hermanito Misaki se aferró a él por el miedo que su grito provoco
-Este lo siento… La vejez- La excusa perfecta para ocultar el miedo que sentía
Después de todo lo peor de esta situación seria decirle a Yokozawa que su amado estaría lejos…
***
-La guerra es inminente
-¿Y?- pronuncio el hijo mayor de Usami Fuyuhiko, Akihiko, su cabello era peliblanco y sus ojos lilas
-No hables así- regaño Fuyuhiko, que era pelinegro de ojos grises. Era el Rey de los Ángeles de alas negras, vulgarmente conocidos como demonios- Ellos lo buscaron
-Fue un lamentable accidente, pero no creo…- Aikawa se sentía más intimidada, pues el ambiente era un poco más pesado en ese lugar
-¿Accidente?- Shouta, el hijo menor, de grandes ojos castaños y cabello negro rio de manera sínica- ¿De qué lado estas Aikawa?
-No estoy de ningún lado solamente…- Hablar era más difícil
-No parece que sea así- dijo Hiroki sin despegar su vista de un libro de pasta obscura, sus ojos color caramelo siempre estaban concentrados en algún libro, su cabello era castaño- ¿Desde cuándo sabes reír sínicamente Shouta?
-¡Papa! ¡Hiro me molesta otra vez!- Acuso Shouta esquivando el libro que su amado hermano había lanzado
-¡No me llames Hiro!- Grito buscando más proyectiles (Libros)
-Como decía la guerra…- Aikawa carraspeo un poco pero no pudo continuar
-¿Solo viniste a decir lo obvio Aikawa?- Pregunto Masamune, su cabello era negro y sus ojos ámbar
-Masamune tus modales- le regaño un castaño de ojos igualmente castaños
-Déjame en paz Yoshiyuki- Aikawa ya no sabía qué hacer, busco algo de apoyo en Yokozawa que parecía algo aburrido, al parecer la escena ya era más que normal
-Su alteza será mejor escuchar a Aikawa- Fuyuhiko asintió
-Habla Aikawa- ordeno Fuyuhiko con total desinterés, Aikawa sabia el porqué de su amargo carácter, después de todo su esposa había sido la luz de sus ojos, y aunque en ese momento no se notara, sus hijos también eran su vida
-Su alteza sé que no desea más perdidas, yo creo que lo mejor será poner a salvo a sus hijos, mi recomendación es enviarlo al mundo de los humanos hasta que las cosas se calmen-sabía que Fuyuhiko no se negaría, con el las cosas serían más sencillas
-¿Qué tiene de interesante el mundo humano?- pregunto Akihiko con una mueca de molestia
-Hay personas que son muy bellas- Insinuó imaginándose la excelente pareja que Akihiko y Ritsu formarían, después de todo sus caracteres eran muy parecidos
-No la escucharas ¿Verdad?- pregunto Masamune notando el silencio de su padre- ¡Es increíble! ¡Quieres deshacerte de nosotros!
-Era predecible- A Hiroki no parecía importarle mucho la situación- Yoshiyuki gane la apuesta
-Gracias padre- le dijo con sarcasmo dándole un libro a su hermano
-El mundo de los humanos es interesante- dijo Shouta
-Lo dices solamente porque ahí podrás conseguir a personas que complazcan tus sádicos gustos- dijo Hiroki provocando a su hermano menor
-¡No voy a ir a ese lugar si este va!- sentencio Shouta
-Irán y punto final, y Takafumi los cuidara- Este abrió los ojos impresionado
-¡Pero su majestad…!- Aikawa de manera disimulada de acerco a Yokozawa
-Krishima también estará y Hiyori vive allá- dijo de manera cantarina
-Como usted ordene Usami-sama- Aikawa tenía el triunfo en sus manos, todo iba conforme a su plan…
Al parecer el destino le sonreía a la Bruja Aikawa Eri
Pero los problemas apenas comenzaban…