Cuando llegue a la enfermería deje a Aka-chin me quede en la entrada esperando sentando pensando en que le podría decir a Aka-chin y si era apropiado hablar de ello en este momento, mientras me quede sumido en mis pensamiento de la nada se apareció Midorima.
-No puedo creer que no notaras que estuvo enfermo- le dije con ciertos aires de superioridad
-Lo sabía pero él insistió en terminar lo del festival, al parecer no conoces a Akashi- dijo Midorima entrando para ver a Aka-chin y yo entrando después de él.
-Chicos, no se preocupen él se encuentra bien, mucho trabajo le costo una fiebre, ya le dí un antibiótico, un poco más de descanso y estará mejor, iré a llamar a alguien para que se lo lleven- Dijo la sensei y se fue dejándonos solos con Aka-chin dormido, lo observe dormir y se veía tranquilo, Aka-chin me resultaba un chico muy atractivo, con su cuerpo delgado, su piel blanca como la nieve y el cabello rojo que lo caracterizaba, las chicas lo tenían en su top pero para ellas era como un Dios inalcanzable, yo lo tenía cerca, podía conversar con él e incluso compartir muchos momentos.
-Oye Midorima, ¿crees que quedarme en esta posición sea la mejor para Aka-chin?- le pregunte sumido en mis pensamientos, yo no quiero ver mal o triste a Aka-chin, realmente ahora no sé que hacer.
-Murasakibara creo que le estas dando demasiadas vueltas a un asunto que no te concierne, pero déjame decirte algo, yo amo a Akashi- Midorima decía calmado y parecía entender la situación
-Realmente eres muy molesto Midorima, no te dejaré a Aka-chin, te lo quitare-
-¿No crees que esa decisión deba tomarla él?- dijo acomodando sus lentes y saliendo de la habitación. -Te daré ventaja ya que yo soy su pareja ahora, pero si lastimas a Akashi otra vez, no dejaré que lo veas más-
-¡¿A que te refieres con otra vez?!- le dije en voz alta y enfadado pero él salio de la habitación.
-¿Atsushi, qué sucedió, como llegue aquí?- despertó Aka-chin frotando sus ojos y yo impidiendo que se levante
-Estas muy débil Aka-chin, debes descansar más, pronto vendrán a recogerte-le dije sosteniéndolo con mucho cuidado
-Ah... ¿qué paso con el festival?- dijo reaccionando por completo
-Midorima dijo que se estaba haciendo cargo, ahora descansa que aun tienes fiebre-
-Atsushi, ¿qué haces aquí?.
-Yo te traje, te veía muy mal y te desmayaste, Aka-chin yo te amo- le dije sin rodeos y con un nudo en el estomago
-Atsushi creo que tu eres quien esta mal- dijo con la voz temblorosa, intentando que suene como una broma
-No Aka-chin, yo quiero estar a tu lado, te amo-le dije esta vez un poco más firme
-Atsushi...-Aka-chin sujeto mi rostro -Si las cosas fueran más fáciles yo te aceptaría, pero ahora mucha gente saldría herida si yo hiciera lo que quisiera.
-Lo sé, pero déjame ganarme tu amor Aka-chin.
-No tienes porque ganártelo, es tuyo pero las cosas no son tan fáciles, estuve pensando todo este tiempo y espero pronto arreglar las cosas, por el momento ¿podrás esperarme?- me dijo y me abrazo del cuello
-A...Aka-chin, ¡Si.... yo te esperare el tiempo que desees!- le dije casi al borde de las lagrimas
-Buen chico, te daré tu premio- dijo y me dio un beso apasionado, fue mucho mejor que aquel sueño, me sentía en el cielo, correspondí, fue dulce y sentí todos los sentimientos de Aka-chin
-Atsushi, hay que dejarlo así, creo que si continuo no podré detenerme.
-No tienes porque hacerlo.
-Eres un pervertido Atsushi.
-Te amo Aka-chin- le dije y volví a besarle.