Había acabado con los asuntos del club y me dirigia a la entrada de la escuela, donde divise a Midoria desde una de las ventanas, mientras iba a su alcance sacaba mi celular para llamar a mi chofer y decirle que hoy iria a casa de Midorima, quien entendio que no debia venir a recogerme.
-¿Estas seguro de que todo saldra bien?- dijo Midorima mirandome preocupado.
-No te preocupes, ya tengo una gran lista de planes secundarios si fallara a mi primer intento- dije y tome de su brazo para irnos pero antes de abandonar la escuela veo a lo lejos a Momoi algo exaltada tras correr creo yo del gimnasio. -Momoi-san, que oportuno, hoy escusame a mi y Shintariou, tenemos unos asuntos que debemos resolver- dije muy serio y apurado, como si cada segundo contara, ella se deduvo, respirando entrecortado, tratando de recuperar el aliento. -Akashi-kun, entiendo... solo prometame que volvera al menos para la ultima rutina, hay muchas cosas que debo informarle- la observe esperando impaciente ya que hablaba muy lento, tratando de capturar aire entre cada palabra.
-Momoi-san, tratare de hacer lo posible-dije sabiendo que los chicos siempre se quedaban hasta muy tarde prácticando y siguiendo la rutina de entramiento que dejaba a cargo a Momoi.
Despues de dejar a Momoi y ya en la entrada de la casa de Shintarou, deteniendolo a que abriela la puerta, algo nervioso, trataba de repasar todo mi plan antes de entrar. Al entrar creo que casi se me cae la cara al suelo de la sorpresa, algo que noto Midorima, haciendo que regresara en si. -Shintaro, esta aquí, ¿por qué no me lo dijiste?-dije casi lanzandole una maldición en mi pregunta, mirandolo entre asustado y furioso.
-Akashi, yo no...-Midorima fue interrumpido por su madre quien se acerco a nosotros, abrazandome tiernamente, lo que ocasiono que sintiera que mi espalda se erizara y sudara frio, tratando de recordar todos mis planB en caso falle.
-Akashi-kun, es buen momento, tu padre vino a visitarnos, estuvo a punto de irse-me miro risueña, y yo tratando de ser lo más cordial posible, maldiciendome a mi mismo por siempre hacer las cosas con prisa, pensando que si solo hubiese llegado minutos más tarde, mi plan seguiria su curso.
-¿En serio? creo que los Seijirou tenemos un sexto sentido para arruinar las cosas-dije algo sarcastico, haciendo que mi ahora suegra sonriera tomando mis palabras como una burla, ella sabia mi relación con mi padre y sabia que siempre encontraba cualquier oportunidad para hablar mal de él, acción que solo hacia con ella.
-Pasa, siempre hay un espacio para alguien más y más si eres tu Akashi-kun-me tomo del brazo y jalo de mi casi a rastras para ir a la sala. Al llegar ahí vi a mi padre algo sorprendido, acercandose a golpear mi espalda, haciendo que mi nerviosismo se vuelva en pánico.
-Vaya, no esperaba menos de mi hijo, siempre cumpliendo con las espectativas- dijo burlesco, acto que respondi con una mueca chueca, intentando reir inutilmente.
-Señor Seijuro, cuanto tiempo-Midorima, saludo a mi padre, salvandome de su agarre, logrando poder recuerar la compostura y tragar dificilmente un poco de aire -Es muy oportuno, hoy quería hablar solo con mis padre y el que usted este aquí es perfecto- dijo algo timido, mirandome a los ojos, diciendome que no me preocupara, ahí estaba otra vez, Midoriman, apode que le puse despues de tantos rescates que lograba triunfante cuando mi padre siempre me utilizaba y yo trataba de escapar de él.
-Midorima, no sé si preocuparme o pedir el mejor vino para un brindis-dijo arqueando una ceja, mirandolo casi amenzante
-Me temor que haría bien la primera obsión- todos se quedaron mudos,principalmente sus padre, ya algo preocupados, pensando "¿ahora como la vas a cagar Midorima?" -Necesito que tomen asiento, tengo que hablar sobre un asunto importante y creo yo me costara la cabeza.- todos al unisimo se sentaron en el gran sofa, mi padre lo miro sospechozo, luego mirandome a mi tratando de adivinar si yo tenía algo que ver -Bueno, ire sin rodeos, no puedo comprometerme con Akashi, agradezco su preocupación y apoyo a mi familia, y lamento decepcionarlos padre, pero ustedes saben cuales son mis planes y casarme con Akashi no era uno de ellos-dijo tratando de creerse a si mismo, mirando al suelo, apoyando sus manos sobre sus rodillas y haciendo la pose de perdón, todos quedaron serios, pensativos y yo solo me limite a ver cada acción, siempre me salvaba de cada problema con mi padre, sin dudas Midorima era mi mejor amigo, uno que jamas quisiera perder.
-¿No es Akashi suficiente para ti Midorima?-dijo mi padre casi retandolo con la pregunta, Midorima solo lo observo apenado y excusandose con que el ya tenía a alguien que estaba dentro de sus planes, confeción que sorprendio a sus padre, principalmente a su madre que era quien creia saber todo de su hijo. Su padre hizo una mueca de incomodidad, casi de dolor, pensando en que estaba perdiendo una gran oportunidad ante sus ojos, tras la confeción de su unico hijo.
-De verdad espero sepan comprender y más que pedir disculpas, quien que acepten mis decisiones, decisiones que jamas los ha decepcionado. Señor Seijuro, no quiero ser descortes y creo que si no fuera por mi ya actual...-buscaba la palabra correcta para no sonar falso- pareja, creo que estaria realmente honrado de que Akashi fuese mi acompañante, pero yo solo puedo verlo como mi amigo, mi mejor amigo.-Dijo tratando de sonar convincente, algo que me conmovio, poco me faltaba de ir a abrazarlo, pero me detuve a solo observar.
-Bien...-bufo mi padre, recostandose sobre la espalda del sofa, respirando y presionando el centro de sus ojos cerrados, pensando en quien sabe que,-No sé...- mi padre al parecer parecia ya convencido, mi evidente felicidad no podía ser menos notoria, casi sonriendo triunfante, casi, hasta que el padre de midorima interrumpio casi suplicando-No creo que sea aquel moreno, que a veces viene de quien hablas, ¿verdad? de ser él, no puedo permitir que esta decición tuya pase por alto, además no puedes solo venir y rechazar a akashi-kun tan descaradamente, como si él fuese menos, estas tirando la gratitud de Seijuro a la basura, acto que no voy a tolerar-dijo el padre de Midorima, sorprendiendo a mi padre y mucho más a mi, dejando mudos a Midorima y su madre
-Midorima, escucha a tu padre, siempre hemos confiado en ti, plenamente, pero quiero que confies en nosotros y aceptes lo que nosotros pensamos que es lo mejor para ti, Akashi-kun es parte de esta familia, la familia Seijuro son parte de nuestra familia-dijo su madre suplicando, mirandolo casi al borde de las lagrimas, yo trataba de pensar en algo que nos libere de esto, cuando se me ocurrio algo pero siendo interrumpido por mi padre
-A decir verdad, esta idea a mi hijo tambien la tomo con algo de...-se detuvo mirando al techo como si ahí estuviese la respuesta-rechazo, casi negandose, pero como le dije, esto no es algo que sea en consideración de ustedes, aun jovenes que no pueden tomar decisiones serteras, esto es una decición en favor de la familia, de AMBAS familias que llevamos generaciones conociendonos- dijos haciendo enfasis en el "ambas" como si nos dijera que ambos debiamos entenderlo, ambos miramos al suelo, tratando de buscar alguna respues ahí -Creo que esta conversación puede darse por terminada, quiero que ambos arreglen sus asuntos personales y acepten nuestra decisión, madura, apropiadamente.- dijo, poniendose de pie, acto que los padre de midorima imitaron haciendo un gesto de agredecimiento -hijo, quiero que sepas que esto es por tu bien, por el bien de ambos-dijo su madre acariciando el hombre de midorima, quien no se inmutaba
-¿Nosotros?-dije como acto reflejo a lo que dijo su madre- esto jamas sera o ha sido pensando en nosotros, yo estoy realmente en contra de esto-dije amenazante, casi suplicando que ya nos dejaran en paz, siendo sujetado del brazo por mi padre, quien me miraba con enojo, casi con la expresión del demonio
-Akashi, realmente saliste a tu madre pero yo sé como arreglar esa actitud tuya-mi padre me miro con odio, esa mirada que siempre me lanzaba cuando me castigaba, Midorima se puso de pie y apoyo su mano sobre el hombre de mi progenitor y miro suplico -Señor Seijuro, aceptamos su decisión, solo deje a Akashi, yo me encargo de él, quiero que al menos me confie eso-lo miro casi pidiendo misericordia, él sabia de los castigos a los que fui sometido por mi padre desde mi infancia, castigos que había sesado ya mucho tiempo, castigos que me crearon a otro ser que por ahora dormia dentro de mi, y siendo él quien siempre trataba casi heroicamente evitar.
-Muy bien, lo dejo en tus manos-saco la mano de Midorima, inconforme, no había nada más molesto que no darle una negativa a Midorima, o tal vez no castigarme.
Despues de toda la pesadilla que acababamos de pasar, ambos nos encontrabamos en la habitación de midorima, el me miraba culposo, como pidiendo perdón por no haber logrado nada
-Shintarou, aun nos falta tiempo para terminar la escuela, tiempo más que suficiente para librarme de esto, ya pensare en algo o dejo de llamarme Akashi Seijuro