Han pasado varios meses y ya nos encontrábamos empezando las vacaciones de verano, me había mantenido esperando a Aka-chin durante mucho y no encontraba alguna señal de que él hiciera algo con lo nuestro, admito que no soy una persona paciente pero por aka-chin estuve esperando y mucho. Me encontraba caminando camino a una nueva pastelería al parecer era muy famosa en lo que apenas llevaba días de apertura, yo quise invitar a Akashi pero nunca me contesto el mensaje así que me dirigí solo.
-Aka-chin mi paciencia está llegando a su límite- dije mientras miraba el mensaje sin respuesta, cuando llegue me di cuenta de la gran fila que había por clientes que deseaban ingresar ya que era fin de semana era normal ver tanta gente con tiempo libre. Resignado me di la vuelta para irme a casa, me había dado cuenta que solo con Aka-chin era capaz de esperar.
-Oye, ¿ese no es Akashi Seijuro, que hace en un lugar como este? Incluso reservo todo el lugar- escuche a una chica que dijo a sus amigas, yo al escuchar el nombre de Aka-chin me di la vuelta a mirar y efectivamente él estaba ahí, me sonroje de sobremanera y fue a su encuentro.
-A…Aka-chin, ¿cómo?- un hombre intento sacarme del lugar y Aka-chin le hizo un ademan para que me dejara pasar
-Atsushi, me hiciste esperar demasiado tiempo- me sonrío, me temblaron las piernas, estaba realmente estaba emocionado después de tanto tiempo pude ver algún progreso
-¿Estás pensando quedarte parado ahí?- dijo haciendo que recobrara los sentidos –Aka-chin te robaste mi línea, yo fui el que estuve esperando más tiempo-.
-Hay cosas que debo decirte, espero que sepas entender que aparte de ser una persona muy ocupada y con un compromiso sobre mis hombros, tu te enamoraste de mi- dijo, algo estaba mal, por un momento note alguna lejanía, como si marcara una distancia conmigo, no me agrado nada y solo me senté a escucharlo
-Aun así yo te amo Aka-chin- dije viendo como un pequeño sonrojo se formaba en el rostro de mi Aka-chin, lo que me ayudo a calmar
-Atsushi como te dije antes yo haría algo para arreglar las cosas, estoy feliz de que fueras prudente y esperaras todo este tiempo, más que feliz… orgulloso-
Realmente estaba seguro, en sus ojos está el lugar que finalmente busco, me quede observando su rostro mientras hablaba, cada parte de él era hermosa, deliciosa, no podía evitar quedar perdido
-Realmente…- dijo y sonrío, en aquel momento me puse a 100, era a quien quería para mi
-Atsushi, creo que deberíamos ir a otro lugar-se puso de pie y acerco su rostro al mío- puedes tomarlo como una cita- dijo sonriente, limpiando la comida que tenía en los labios- yo me puse de pie de golpe sorprendido- Akachin tu… como puedes … akachin, ¿puedo tomar tu mano? - dije mientras salíamos del lugar, las chicas miraban a akachin como si quisieran comérselo, una de ellas logro empujarme, todas se acercaron a él haciéndole preguntas, él era como una celebridad, realmente era una celebridad
-Disculpen señoritas, hoy me encuentro en una cita, me disculpo por arruinar su fin de semana en esta gran pastelería- todas eran unas confianzudas, al momento que akachin dijo eso ellas solo querían dales su número de teléfono, yo me acerque a una de ellas que sujeto su cabello y levante de su muñeca, algo que llamo la atención de todas y solo me gritaban quejándose, me enfade y me adelante.
-Atsushi, no puedo seguir tu paso, creo que no deberías desquitarte conmigo-, dijo tratando de ocultar su risa, al parecer le parecía gracioso verme así
-Akachin todas ellas se lanzaban contra ti y tu solo te dejabas, eres demasiado coqueto- le dije enfadado, él se acercó a mí y tomo de mi brazo – ¿no te gusta que sea coqueto? A mí me encantaría coquetear contigo siempre- dijo y me puse rojo, pensamientos indebidos se apoderaron de mí y lo arrincone contra la pared,-Akachin, yo quiero hacerte cosas indebidas- el sujeto mi mano y me miro con una mirada feroz –Atsuhi las cosas llevan un orden y tienen un lugar-.
Después de caminar por muchos lugares y hacerse de noche, el me llevo a un apartamento, desde la puerta hasta sentarme en el sofá estuve nervioso, cosas peligrosas solo pasaban por mi mente.
-Atsuhi, he intentado decirte las cosas, pero al parecer no logras prestarme atención o es que me prestas demasiada atención- sujeto mi rostro y me miro fijo- Mi padre va a desheredarme Atsushi- escuche lo que dijo y me puse de pie ahora yo tomando su rostro y pegando mi cuerpo al suyo -¿es por mi culpa akachin? Yo… yo tal vez no pueda darte la vida lujosa que te da tu padre, pero yo te daré todo el amor de sobra- lo mire y algunas lágrimas empezaron a salir, estaba algo preocupado porque ambos aun estábamos en la escuela, tal vez si él empieza a vivir en mi casa… no estoy seguro si mis padres lo permitirán aunque siendo Akachin sé que a él lo aceptaran de inmediato.
-Atsushi, yo no vivo de mi padre, vivo para él pero no de él, tengo mis negocios y aunque él ahora me lo haga difícil, he logrado ganar una batalla con él, estoy algo feliz porque por fin puedo tenerte, será difícil para ambos ahora pero yo no sería un Seijuro si no lograra tener lo que quiero- dijo y seco mis lágrimas con sus dedos y luego lamiendo sus dedos, eso realmente me encendió y me acerque a besarlo, acercándolo al sofá y recostándolo -Atsushi, ambos no entramos en el sofá- dijo y sin escucharlo me senté en el sofá y él se colocó sobre mí, besándonos frenéticamente no me podía controlar, él había estado ausente como dos semanas en la escuela luego aparece y no me dirige la palabra y ahora lo tengo aquí frente a mí, así de cercanos, yo lo besaba y desvestía, lo tocaba y él solo gemía, pequeños gemidos sonaban y me encendían más, lo amo como locura, por fin lo tenía para mí, por fin podría saborear todo de él –Akachin te amo, te amo demasiado- lo abrace y mordí su cuello, él se separó y expuso mi miembro ya grande, lo miro con asombro -Es como me lo imagine- dijo lamiendo sus labios y con un sonrojo dijo -Atsushi se amable conmigo- dijo muy excitado y ambos unidos frotando el sexo con el del otro, empecé a estimularlo mientras que él solo me besaba. Cuando estuve a punto de ingresar, él lo introdujo de golpe moviendo sus caderas –Atsushi no quiero que te contengas-, estaba jadeando, cerraba sus ojos llorosos mientras movía sus caderas, abrazándome del cuello yo lo sostuve de la cintura y ambos iniciamos un vaivén, estábamos llegando al placer. Yo estaba en mi limite, iba a salir de Akachin pero él me sujeto con más fuerza mirándome con lujuria moviéndose más rápido y volviéndome loco –córrete dentro Atsushi- escuchándolo con su voz excitada, le di todo de mí y ya tratando de salir de él para respirar, el me besa y pide por más –¿Akachin aún no estas satisfecho?- le dije algo sorprendido, viendo como el solo se desesperaba, lo recosté sobre el sofá, nunca había hecho un oral pero por Akachin lo intente –Atsushi… no… nhmmm… yo….- al parecer le gustaba ya que lograba ver su rostro como si no podría más, tenía el sexo de Akachin en mi boca lo lamia y chupaba, el termino corriéndose en mi boca. Yo lo sentí cálido y me lo trague realmente era delicioso, todo en él lo era. –Akachin te amo- me acerque a él recostándome en el sofá y el recostado sobre mí.
Cuando abrí los ojos me di cuenta que era de día y vi que Akachin ya no estaba pero en su reemplazo tenía una cobija que apenas me cubría. Me levante de golpe tratando de buscarlo, ande desnudo por el departamento y no lo encontraba, cuando fui a la cocina vi una nota en la mesa que decía.
-Voy a volver pronto, no te vayas… si quieres probar algo delicioso solo debes ser un buen chico.-
Me di un baño y busque algo que comer, andaba preocupado mirando a cada momento la puerta pero también ansioso por saber qué era eso “delicioso” que menciono Akachin
Fui a la habitación recostándome y quedándome dormido, cuando desperté vi por la ventana que ya era de noche, debía llamar a casa y avisar que estoy bien, cuando que algo se movió y a mi lado se encontró Akachin, me sorprendí pero trate de no moverme, mire su rostro los cuales se veían hinchados, lo abrace y bese su frente despertándolo –¿Qué paso?- le dije y lo abrace con más fuerza el me miro y sonrío, correspondiendo a mi abrazo –Solo… recordaba algunas cosas, Atsushi… te amo- Lo separe de mi al escuchar su confesión, no lograba ocultar mi felicidad, nunca me sentí tan feliz, ni cuando comía mi dulce favorito –Akachin yo… yo también te amo- lo volví a abrazar mientras respiraba su aroma.
Después de despertar, me llevo a la mesa y me mostro un gran pastel, recordando que hoy era mi cumpleaños, me sentía muy feliz que las lágrimas solo salían.