El haber recordado como su antiguo novio había sufrido el accidente le dolió de alguna forma, le hirió la dignidad por haber temido de su paciente aún sabiendo que YoonGi jamás habría matado a ninguna mosca pero como todo es relativo, el amor de su vida sufrió un accidente. Aquél accidente perjudicó una parte específica que se generalizaba en el actuar sel ser humano, el hipotálamo e incluso también afectó el hipocampo.
Hoy sería ese día donde debía ir a ver a su paciente y actuar como si no se conocieran, solo un pequeño milagro haría que su queridísimo novio fuera recuperando la memoria y que dejara de ser un asesino en serie.
En cuánto entró a esa reconocida habitación instaló el exquisito aroma que desprendía naturalmente YoonGi, un olor extraño algo combinado a las cerezas y pinos junto a un leve olor a leña recién cortada. Muy, muy rústico. Aquél día que se dejó llevar y terminó follando con él, no pudo evitar sentirse triste... de las veces que lo había hecho con YoonGi jamás había sido tan duro aunque no negaría que le había gustado extrañaba sentir las tiernas caricias en su cuerpo y esas sonrisas tímidas que solían darse en medio de tanto amor.
Unos brazos le rodearon la cintura y una fría nariz se paseó por su cuello aspirando su dulce aroma.
ㅡYoonGi...ㅡ Suspiró el chiquillo acostando su nuca en el hombro del más alto y sonreír suavemente cuando fue sintiendo tiernos besitos por la extensión de su cuello.
ㅡTe extrañé...ㅡ Susurró en su oído el mayor, separándose de él y dar la vuelta lentamente hasta quedar frente al chico, tomó ese angelical rostro y besó sus labios con lentitud, succionando y chupando... de alguna forma sentía una pequeña corazonada, y sin evitarlo una extraña sensación se albergó en su estómago. Es como si ya hubiese conocido al chico que tenía frente a él, como si sus labios fuesen familiares junto a esas extrañas sensaciones.
JiMin recordó varios momentos junto al chico de sus sueños, y YoonGi... él tan solo lo hacía para continuar con su plan de ir enamorando a Park, aunque sin que supiera... sin que se diera cuenta... de a poco él también iba cayendo.
ㅡNo juegues conmigo, Min.ㅡ Habló autoritario, separándose bruscamente de su paciente para tomar la distancia necesaria.
No necesitaba seguir aumentando sus sentimientos por el asco de persona que se había convertido su amado, pero aún sabiendo que era un maldito asesino... no podía evitar que su corazón sintiera tanta calma y armonía cuando estaba junto al de piel blanquecina.
Quizás para muchos era un amor enfermizo pero realmente para Park era un amor bastante hermoso, con una historia preciosa detrás de tanta locura y aunque muchos no lo creyeran aquello era un amor verdadero.
ㅡNo juego contigo, precioso. Tan solo digo que extrañé a mi JiMinnie.
Y ambos sin evitarlo sintieron una fuerte conexión con tan solo esa palabra, a Min le dejó un sabor amargo en la boca y a Park una fuerte palpitación en su corazón.
Un vivido recuerdo recorrió a ambas mentes, uno triste para Park y uno bastante doloroso para Min. El último agarró su cabeza mientras soltaba fuertes gritos desgarradores, algo le estaba cegando, fuertes luces y muchos recuerdos golpeaban a su memoria de una forma atroz.
No supo cómo ni cuándo pero estaba pataleando en el piso, afirmando su cabeza mientras se balanceaba de un lado a otro.
JiMin actuó rápidamente, tomando el rostro de YoonGi e ir susurrándole palabras para que respirara, que se calmara y que no podía saber que le sucedía si no dejaba de gritar.
Pero, ¿cómo iba evitarlo? Si en todos sus recuerdos aparecía alguien a quién no podía verle el rostro que cuando esa persona hablaba era como si solo estuviera modulando, ningún sonido salía ni siquiera un gesto para saber de quién se trataba esa persona a quién se le notaba que amaba tanto.
De un momento a otro todo su cuerpo se quedó quieto, sus ojos andaban desorbitados y oía todo como si se estuviera tapando los oídos, eran sonidos lejanos, e incluso los movimientos los iba viendo de forma lenta su Doctor le hablaba en gritos, parecía exasperado pero no podía entender que decía.
Sus ojos se pusieron blancos y su cuerpo empezó a moverse de forma descontrolada, como si hubieran apretado un botón de reinicio. Espuma salía de la boca de Min, y lo último que escuchó fue a su JiMin llamándole, diciéndole que no podía dejarlo... Y así... de alguna manera sintió que no debía irse.
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ㅡ¿Ya está despertando?ㅡ ¿Por qué estaba oyendo como si repitieran las palabras una y otra vez? Sentía un dolor horrible en la cabeza, y no sabía el por qué, él solo recordaba que había ido a dejar a su novio bastante tarde en la noche.
ㅡMin... Min...ㅡ Esa era la voz de su ángel, sin evitarlo gruñó en respuesta y abrió lentamente sus ojos.
ㅡ¿Estoy en el cielo?ㅡ JiMin rió y negó, besando con suavidad el rostro de su chico para que fuera despertando de a poco.
ㅡDespierta ya dormilón, que anoche tomaste tanto que te caíste a pasos de mi casa.
Como hubiera deseado que ese extraño sueño permaneciera.
ㅡEl paciente está despertando, repito, el paciente está despertando. Chequeen los ritmos cardíacos.
ㅡTodo está en orden doctor, Min YoonGi está en excelentes condiciones.
A Min le importaba un comino si estaba bien o no, él tan solo deseaba ver a una persona en específico. Y como si todos estuvieran a su favor a la habitación que estaba entró su Doctor sonriéndole como siempre.
ㅡ¿Qué tal te sientes?ㅡ Susurró Park algo meloso, alzando la mano e ir acariciando su cabello lentamente.
ㅡPuedo recordar... puedo recordarte JiMin...
El psiquiatra abrió sus ojos sorprendido pero... conservó la calma y solo asintió con ternura, Min acercó su mano a la mejilla del menor y suspiró de lo suave que era.
ㅡConseguiste tu sueño de ser Psiquiatra... y déjame decir... que te ves malditamente sexy en bata.
Park rió, definitivamente ese era su hombre, su chico, su todo.
Quizás... nuevamente los dos podrían ser felices como antes.