JiMin hubiera querido que así fuera todo, que su YoonGi volviera en sus cinco sentidos y que recordara todos los buenos momentos que pasaron juntos, queriéndose, amándose y anhelándose.
Pero lastimosamente cuando Min había comenzando a gritar él entró en un estado de shock, imaginándose lo que quisiera que pasara. Y lastimosamente, todo lo que pasó anteriormente era uno de sus más anhelados sueños.
Min seguía gritando y pataleando en el piso, agarró su cabeza entre manos apoyando la frente en el suelo y finalmente las rodillas también. Sus ojos se mantenían cerrados y tarareaba una canción inventada por él, que sonaba escalofriante.
—Tic... toc... tic... toc... no, no creo que deba hacerlo... pero si es tu idea entonces debe ser buena...— Nuevamente estaba hablando solo, como si le valiera una mierda que estuviese ahí Park. —JAJAJAJA... Sí... sí... me gusta... me gusta la idea... me gusta la idea Talia.
Lentamente YoonGi se fue levantando, tenía los ojos dilatados y un aspecto bastante macabro, claramente las intenciones eran claras para cualquiera que lo viese. Torturaría a Park.
¡Pesadilla! (Ahora tu pesadilla vuelve a la vida)
—JiMin... JiMin... JiMin... tuviste el tiempo suficiente para correr, pero aún así no lo hiciste...— Lo tomó fuertemente del cuello alzándolo con fuerza hasta levantar sus pies del suelo, los sollozos dados por el contrario eran bastantes placenteros incluso llegaron a ensanchar su sonrisa.
Arrastrándose por el suelo, hacia abajo el Diablo se muestra... Para ser tu huésped para siempre. ¡La paz mental es menos que nunca!
—N-No... no tengo la necesidad... ni siquiera el miedo de huir de ti.— Min ladeó su cabeza procesando la información, y ya al haberla procesado, río con ganas, con locura y arrastró al más bajo por todo el suelo hasta estampar su espalda en el frío pavimento de la pared. JiMin ahogó un jadeo por lo fuerte que había sido golpeado pero se procuró no gritar para causarle más satisfacción en Min.
Odio retorcer tu mente, pero Dios no está contigo; es un viejo conocido segregado. ¡Quema el mundo, con tu último esfuerzo!
—¿No? Ya veo... ya veo... te harás el fuerte, Talia ¿oíste? al parecer debemos hacerle gritar a las malas... oh... joder, esa idea me encanta.— Gimió del puro gusto, se relamió sus labios y acostó al menor en el piso, rompió la tela de su pantalón junto a la del bóxer dejando ese redondo y gran trasero expuesto. —JiMinnie... ¿te gusta el masoquismo?— No lo dejó ni siquiera hablar, debido a que en un momento se había oído el sonido de un cinturón deslizarse, y Park supo lo que vendría.
La carne está ardiendo, se puede oler en el aire. Porque los hombres tienen un alma tan fácil de robar.
—No... me toques... no me toques maldito pervertido, ¡ah!— Gritó con un fuerte dolor retorciéndose en el piso al no haber esperado que el otro tuviera tanta fuerza, un golpe y ya sus lágrimas salían en cascadas, no queriéndose imaginar como sería después. Un segundo azote retumbó en su piel, y en toda la habitación, seguido de un tercero... un cuarto... hasta haber llegado al décimo. —P-Por... por... por favor... haré lo que quieras... lo que quieras...
Así que únete a la fila mientras que los números se marcan en tu cabeza, ahora eres un esclavo hasta el final del tiempo aquí. ¡Nada detiene el ciclo de la locura, inquietante, anhelo, aprieta el gatillo!
—¿Lo que yo quiera? ¿Estás dispuesto a hacer lo que quiera?— Una afirmación de cabeza por parte del Psiquiatra fue lo que convenció a Min. Ayudó al individuo a levantarse, y sujetándolo por la cadera, habló. —Verás... quiero salir de este lugar... y tú... eres el único que puede sacarme de aquí. También serás solo mío, me acompañarás a todos los lugares, ¿entendido?— JiMin se acurrucó en el pecho de YoonGi, es que sin evitarlo no podía odiarlo o sentir rencor hacia él... lo amaba, lo amaba tanto que podía hacer todo lo que quisiera con su cuerpo.
Deberías haber conocido el precio del mal y duele saber que pertenezco a este lugar... sí... oh... ¡es tu maldita pesadilla!
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JiMin luego de haberse colocado alguna de las prendas de YoonGi, prosiguió a tener que sacarlo en ese mismo instante, pues sí, conocía perfectamente a Min y sabía que este era jodidamente impaciente... y que en vez de hacer un plan, el otro querría improvisar.
Luego de haber estado un buen momento en la habitación de Min, se dio cuenta que los guardias al parecer no estaban ni al tanto con todas las armas que habían allí dentro.
El paciente se ocultaba bien las armas, algunas blancas que estaban en ciertos bolsillos del chaleco antibalas y algunas de fuego dentro del pantalón, calcetines, bóxer y en cualquier otro lugar donde tuviera municiones por si las tuviera que necesitar.
No se puede despertar exhausto, porque no ha terminado todavía... aún así baila con tus demonios. ¡Víctima de tu propia creación!
Le hizo un gesto a Park de que ya estaba listo, el nombrado caminó con cierta dificultad hacia la puerta, verificó que no viniera nadie y siguió caminando hacia el frente como si no estuviera pasando nada sospechoso, ni mucho menos algo criminal. Misteriosamente en el área de YoonGi no habían cámaras, al parecer era un tipo tan peligroso que cualquier muestra de la locura de Min era algún delito o quién sabe qué.
Min iba caminando detrás de Park, analizando de que no lo estuviera chantajeando para llevarlo a ese sitio donde te ponían la lastimosa inyección en la que tendrías tus últimas palpitaciones.
Más allá de la voluntad de pelear, donde todo lo que está mal es correcto, donde el odio no necesita una razón. ¡El amor es auto-asesinato!
Hace algún rato YoonGi había estado pensando en una situación extraña, en el momento que lo había golpeado sintió como su mano quemó, como si lo que estuviera haciendo estuviera jodidamente mal algo como que esas reacciones tuvieran algún significado oculto.
Cada vez que el menor se le acercaba, al menos unos milímetros su cuerpo reaccionaba en su contra y las ganas de abrazarle y besarle eran infinitas. Pero, ¿él? ¿Cautivado por el amor? Já, quizás era así, porque sinceramente no podía quitarle los ojos de encima a su Doctor, es como si sintiera que se conocieran de mucho antes.
Por acto de reflejo tiró a JiMin al piso, unos fuertes balazos se escucharon en dirección a ellos y sí, a Min algo le molestó, estaban tocando a su nuevo amado, y no literalmente de forma suave.
—Tienes dos segundos para soltar tus armas, o le vuelo la cabeza, YoonGi.— Y tan solo con oír esas palabras, vio un arma dirigirse a la cabeza del Doctor.
—Acabas de cometer dos errores oficial...— Sonrió con sorna, soltando fuertes carcajadas al ver la cara de miedo del susodicho. —Error número uno... amenazarme... y error número dos...— Su diestra lentamente fue sacando el arma que mantenía en su espalda, ladeando el rostro con burla. —Haber tocado a mi amado con tus mugrientas manos.
Y dos balazos terminaron por retumbar en el pasillo.
Te han mentido un poco sobre la violación de tu sitio y ahora tienen el descaro de decirte como se siente así sedado, ya que medicaré a tu cerebro y mientras poco a poco te van llamando demente ''Teniendo en cuenta las mejores intenciones, ayudarte con tus complicaciones."
(...) Nadie a quién llamar, todo el mundo que temer, tu trágico destino parece tan claro, sí. Oh, ¡es tu maldita pesadilla!
(...) ¡Lucha! ¡No fallar! ¡No caer! O acabarás como los demás, ¡morir! ¡Morir otra vez! ¡Empapado en el pecado! Sin respeto por otros, ¡descendiendo! ¡Siente el fuego! ¡Siente el odio! Tu dolor es lo que deseamos, ¡perdido! ¡Golpeo la pared viéndote arrastrar! Cuál mentiroso reemplazable, y sé que escuchas sus voces... llamando de arriba y sé que puede parecer real estas señales de amor pero nuestra vida está hecha de decisiones, algunas sin fundamento, dabas por sentada tu alma y es nuestra hora para robar mientras tu pesadilla vuelve a la vida.
Deberías haber conocido el precio del mal y duele saber que pertenezco a este lugar, sí. Nadie a quién llamar, todo el mundo que temer, su trágico destino parece tan claro, sí... oh... it's your fuckin' nightmare!