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Do you hear that? |YoonMin| por Tchavskyvosky14

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Notas del capitulo:

ADVERTENCIA: Contenido fuerte. 

Narra YoonGi

Después de haberme follado a mi Doctor, este se retiro sin siquiera decirme nada. Sabía que algo le estaba pasando, pero aún así no le insistiría para que me dijera. 
La primera vez que lo vi entrar me di cuenta que era una persona muy inestable emocionalmente, y que para mi fortuna sería bastante genial poder controlarlo como yo quisiera. 

Mi mayor ansiedad era poder salir de esta cárcel para seguir mandando mis negocios por fuera, y no por dentro ya que... por desgracia no podía hacer el trabajo sucio. 

Oh cariño, tú no haces el trabajo sucio...

Por eso quiero mantener a un aliado aquí dentro, al menos puedo hacer que el Doctor se enamore de mi... y pan comido, me sacará fácilmente de aquí. Después de que todo resulte como quiero, lo mataré... Será una pieza de mi ajedrez, un peón más... y sí, yo seré su Rey... morirá por mi para poder hacer el Jaque Mate. 

Te estoy hablando, no me ignores. 

O quizás en vez de matarlo... lo use un poco más, no lo sé. 

MALDITA SEA MIN, SABES QUE NO ME GUSTA QUE ME IGNORES HIJO DE PUTA. 

  —¡¿POR QUÉ NO TE CALLAS DE UNA MALDITA VEZ HIJA DE PUTA?!

Oh no, no, a mi no me hablas en ese tono.

  —Yo te hablo como se me dé la puta gana. 

A pesar de que sabía que esa voz venía de mi mente, yo... simplemente no podía controlarla. Era una cuestión de que si ella quería algo, yo debía hacerle caso de alguna u otra forma para no salir herido, podía manejar mi cuerpo... era como si una maldita persona te estuviese moviendo las extremidades como si fueras un títere sin vida. 

Narrador Omnisciente. 

Los guardias entraron casi en pánico al oír tantos insultos y ruidos de la celda de Min, por desgracia no podían ver nada por las cámaras ya que el nombrado siempre lograba encontrarlas y destruirlas sin que nadie se pudiera dar cuenta. 
El mayor de los oficiales se acercó al de tez blanquecina, ya que éste estaba echado en el suelo como si fuese algún ser sin vida. 

Min YoonGi estaba en un estado de desmayo, con fuertes heridas en sus piernas, brazos, espalda, rostro... bueno, estaba herido en todo su cuerpo. Llevaba algunos tajos de rasguños, otros lados estaban llenos de moretones y hematomas. 

El comandante en jefe se colocó en cuclillas al lado del pequeño cuerpo de Min, moviéndolo un poco hasta que una fuerte mano le apretó el cuello. 

  —¿Nunca te enseñaron que estar cerca de un asesino puede ser muy peligroso?— Habló Min con una ligera sonrisa en sus labios, levantándose lentamente junto al oficial que mantenía tomado del cuello, presionando sus uñas con fuerza en la morena piel. —Claro, es que como eres policía crees que yo no te puedo hacer nada...  ¡Te equivocas maldito ingenuo! JAJAJA ¿Escuchaste? ¿Hey? Jefe... ¿la escuchas? ¡DIME QUE LA ESCUCHAS!— Habló entre fuertes risas, tenía los ojos desorbitados y cada palabra que decía parecía no tener algún sentido. —Ella... ella... quiere matarte, yo... no puedo desobedecer ¿sabes?—  Ladeó su cabeza hacia la derecha como un completo maniático, permaneciendo con una sonrisa socarrona en su rostro. 

Min enterró con mucha más fuerza las uñas en la pobre piel del cuello del policía, poco a poco la sangre comenzó a fluir de ahí. Y aunque el foráneo le gritaba que parara que iban a venir los demás YoonGi no se detenía. 

  —Min... Detente...—   Tosió el oficial, tratando de quitar inútilmente las manos del asesino de su cuello. 

  —No, no... a ella no le gusta así... MALDICIÓN.— Lo tiró a la pared con fuerza, escuchando como algo hueco se rompía en el interior del oficial junto a un fuerte sollozo por parte de este. 

Pateó dos veces el estómago del comandante, logrando sacarle sangre de la boca en cada tosida que daba para poder recuperar en aire perdido. Pero Min no le dejaba ni siquiera poder quejarse con cada uno de los golpes que les daba. Estuvo minutos pateándole las piernas hasta romperlas, siguió con los brazos y nuevamente con las piernas. 

  —Shh... no llores... no llores...— Tomó el rostro bañado en sangre entre su mano derecha y presionó sus mejillas con las uñas, moviendo su rostro para que lo mirara.  —Shh... ¿escuchas eso? Las voces están diciéndome que te mate.—  Metió los dedos de su mano izquierda dentro de la boca del oficial, mientras que la diestra mantenía la palma en su frente. Poco a poco comenzó a hacer fuerza con sus manos en los sentidos opuestos, el oficial lloraba, gritaba del dolor, y Min... Min tan solo se reía disfrutando el exquisito placer que le causaba aquello. 

La mandíbula del oficial bajó más de la cuenta, y las comisuras de sus labios hicieron un tajo por su mejilla hasta donde llegaban los oídos. El mentón cayó directo al pecho, pero aún así seguía vivo, tan solo que llegó a ese punto de máximo dolor que era inútil seguir quejándose. 

YoonGi hizo una mueca al no haber logrado su cometido, pero algo más le dijo que hiciera la voz en su cabeza. Min sin rechistar aceptó sonriendo, y enterró sus dos pulgares en los ojos del comandante, de a poco fue haciendo presión hasta que esas zonas... quedaron huecas. 
Tomó su cabello con su fuerza e hizo un fuerte movimiento hacia el suelo para golpear una y otra y otra y otra vez la cabeza del hombre contra el suelo.

La sangre salpicaba, el corazón del oficial ya ni siquiera latía... pero Min no podía detenerse, más bien, no quería detenerse. Aquella escena le excitaba, le encantaba, le llenaba de placer. Y aunque ya tuviera la cabeza en su mano y fuera del cuerpo... siguió torturándola. Luego, le pegó como si fuese una pelota hacía la pared más cercana y continuó con el cuerpo. 

Rompió los dedos como si fueran simples varillas, enterró las uñas en los brazos hasta separar la piel como si fuese alguna chaqueta. Y pisó con fuerza el pene del oficial descuartizado. 

Se tiró al suelo riéndose, gritando a los cuatro vientos lo fácil que había sido todo. Y se revolcó en el pozo de sangre que había dejado, esparciéndosela por el cabello, por el rostro, y el pecho. Y por último se la metió a la boca, colocando los ojos en blanco al sentir el exquisito sabor en su lengua. 

Tres oficiales habían entrado para ver que sucedía allí dentro, y aunque quisieron escapar, acabaron muertos como el comandante en jefe. 
Y así siguió hasta una suma de tener veinticinco muertos dentro de su habitación. 

 

Min YoonGi había matado a una suma de 199 personas. 

Y quizás, podría haber seguido aumentando si no fuese porque ya no mandaron a más oficiales. 

Esa noche Min durmió como un ángelito en medio de un nido de cadáveres. 

 

 

Notas finales:

Nos vemos el próximo fin de semana<3 
Lamento si hay errores. 


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