Brinco, Paso, Salto.
Dibujó, Dibujar, Dibujado.
Chispas, Chispitas, Helado.
Mi supuesto yo.
Debe mantenerse
extraordinariamente
frío y fuerte.
Es la manera de que uno pueda vivir
Pero, la verdad es,
que no se cómo quiero ser.
Quiero ser
una persona normal.
Empujando a un lado la presión.
Quiero ser honesta.
"No es mi carácter",
es lo que van a decir.
Mi propio corazón.
¿Qué quiero ser?
Yo sé muy bien.
Shugo Chara viene conmigo.
Lo que quieras,
ya no tendrás ningún problema.
Estarás completamente bien,
ya veras
¿Qué quiero ser?
Yo sé muy bien.
Porque sólo uno
muy aburrido es.
Lo que quieras,
ya no tendrás ningún problema.
Podrás hacer lo deseas.
Seguramente,
Brinco, Paso, Salto.
Dibujó, Dibujado, Helado.
Chispas, Chispitas, Helado.
Mi supuesto yo...
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Dicen que los pequeños actos causados por equivocaciones son los que provocan que el hilo del destino se desate más y más o claro estas pueden hacer más nudos sin importas las circunstancias en ese punto llegaron a estar Zero y Ikuto de un momento a otro el peliplata paso de estar huyendo a tener a un gato según sus criterios tomándole de la mano con fuerza.
-Suéltame maldito gato pervertido.- Hablo con voz un tanto entrecortada el enserio no quería estar cerca de aquel chico luego de ver a su novia la niña única y diferente.
-Zero escúchame yo no me be….
-No me interesa lo que hagas.- Antes de que el chico terminara de decir aquello con rapidez se soltó lo que él no esperaba es que su cuerpo se moviera tan rápido que hasta amenazo con caerse pero aquellas manos lo detuvieron causando que sus rostros se encontraran demasiado cerca su espacio personal fue tan cortado que el mismo tomo entre sus manos la cara del chico de ojos morados provocando un contacto entre sus labios que fue respondido de una manera suave.
Aquel beso solo reflejaba sus sentimientos aquellos que querían ser encontrados con gran espero ¿acaso era amor? O una atracción pasajera esa eran las preguntas que pasaban por las mentes de los dos chicos, ese contacto hubiera seguido si no fuera porque esa chica rubia que entraba en la pubertad llegaba con Yoru entre sus manos que formaban una cárcel a la vista de las shugos del Kiryuu.
-¡Ikuto! Tengo a tu gato callejero…..-Les mismo por unos momentos aquella posición definitivamente era sugerente su hermano no podía estar unas horas sin violar a alguien al parecer.- Ikuto sabía que tenías problemas pero no me imaginaba que tenías fetiches con personas mayores a ti.- A causa de aquellas palabras y la propia presencia de la chica los dos restantes se separaron.
-Arruinaron la ecena.- Hablo Rin con ojos llenos de lágrimas mientras que Rem la apoyaba de modo que la rubia les mismo enseguida.
-Parece que es hora de irme, plateado espero que nos veamos pronto.- Le tomo las dos manos besándolas mientras su mirada iba fija a los ojos del peliplata.- Utua vamos.- Sin decir nada más tomo el brazo de su hermana mientras esta protestaba de que porque no la había presentado al chico al cual besaba hace unos momentos.
-¿Utau?.- Murmuro mientras las shugos solo asentían.- Al parecer acabo de conocer a dos chicas cercanas a ese gato.- Aunque la primera no le había agradado la rubia parecía alguien amable a sus ojos.- Deberíamos irnos a casa ya.
-¿Eh?
-¿Eh?
Las dos shugos que planeaban seguir por las calles solo desistieron al ver que el peliplata solo las tomaba entre sus manos imitando el acto de la rubia.
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Después de aquella “cita” Zero decidió ponerse a estudiar lo que podía las matemáticas no siempre eran su fuerte se encontraba tratando de prestar atención a su libro mientras sus shugos dormían sobre el escritorio de una manera tierna que solo lo hizo sonreír tanto fue su felicidad que se quedó completamente dormido en el intento de volver a los números.
Un hermoso pasillo fue lo que podía ver mientras caminaba sin runbo pudo abrir una puerta demasiado grande dándose cuenta de que aquello emanaba un brillo su curiosidad gano como las pocas veces que esta había relucido.
-¿Dónde estoy?.- Pudo ver muchos rostros conocidos de la academia hasta la chica que usaba gafas pudo reconocer vio a su maestro cosa que le hizo sonreír un poco.- ¿Mmm?.- Miro a un lado entonces se encontró con su amado hermano este solo le sonreía mientras le daba un abrazo que le dejo un tanto sorprendido.
-Ya te estabas tardando Oni-sama sabes cuánto te estuvimos esperando.- Había cosas que no entendía de las matemáticas pero esta situación lo estaba confundiendo más.- Es hora de que bailes practicamos para este momento él te está esperando.
-¿El?.- Su hermano solo asintió con la cabeza mientras le daba empujones en la espalda para que caminara al centro del salón de bailes cuando estuvo ahí vio cómo su gemelo se alejaba con una cara de la cual Cross se sentiría orgulloso.
-¿Quieres bailar conmigo? Aunque se supone que eso ya lo sabes.- Se giró al oír esa voz entonces le vio aquel chico de cabellos azules y ojos morados que vestía un traje de color blanco mientras usaba de igual forma una máscara blanca.- Plateado es el momento por el cual estuvimos esperando.
-Ikuto……
-Exacto mi querido plateado este gato espero mucho este momento en el cual poder mostrar todo lo que siento por ti aunque hacer eso sería poco para demostrarlo.- Zero sintió como el chico le tomaba de la cintura con delicadeza.- Siempre quise decirte esto desde el día en que te vi aunque tu solo me veías como un pervertido o un acosador sin ti no puedo ser capaz de vivir mi día a día.- El cazador solo se sonrojo ante aquellas palabras.- Escúchame con claridad….me gus….
Un fuerte sonido no se hizo esperar aquel chico sucesor del clan Kiryuu se encontraba en el piso nunca era buena idea dormir en una silla en especial por esto abrió sus ojos con pesadez mientras sus pequeñas solo se despertaban por el ruido le miraron con algo de curiosidad.
-¿Zero-chan?- El de ojos amatista miro a Rin con su rostro sonrojada ganándose una mirada confundida mientras que Rem pensaba en cuales eran las posibilidades de que Zero estuviera enfermo.
-Ne, Rin.- La shugo del lado oscuro solo miro a su contraparte de modo que solo esta le entendió.- Zero está enfermo o tuvo un sueño húmedo con Ikuto-kun o el castaño sexy.- Una almohada fue a dar a las shugos mientras que el cazador solo respirada rápidamente con algo de molestia y vergüenza.
-Nunca pasara es imposible.- El chico solo trataba de negar todo aquello mientras recordaba su sueño.- Ese fato pervertido.- Murmuro aquello creyendo que sus shugos no le escuchaban.- ¡¡¡JAMAS ME VA GUSTAR!!!
CONTINUARA…..