Mensajeros predilectos de la Diosa Inari, los Zorros de Nueve Colas son aquellos mitológicos seres, guardianes de los bosques y protectores de la vida misma. Nacen bajo el mandato de su líder, con la finalidad de traer paz y abundancia a los poblados meritorios de su devoción.
Con el precepto establecido de su creadora, los Zorros de Nueve Colas deben encontrar a su pareja destinada para mantener el ciclo de existencia y conservación de su humanidad, generalmente el compañero de vida de estas intrigantes criaturas son varones, debido que, en su mayoría los mismos suelen ser hermosas féminas o preciosos jóvenes gestantes, quienes exteriorizan sus características dominantes con orejas erguidas y numerosas colas de pelajes vistosos.
Dentro de las Cinco Grandes Naciones existe un porcentaje estimado de Zorros de Nueve Colas, siendo la Aldea Oculta de la Hoja, los primeros en hacerse con éstas míticas criaturas. No obstante, su actual líder, Namikaze Minato, Hokage y pareja destinada de la princesa del clan Uzumaki, fue elegido por la deidad de la fertilidad, Inari para la continuidad de descendencia, teniendo más tarde junto a su bella esposa, al pequeño rubio de enigmáticos ojos azules llamado Naruto.
Naruto al igual que su madre es un Zorro de Nueve Colas, un joven gestante de belleza cautivadora y figura delicada, poseedor de un encantador carisma que atrae en masas a la cándida gente de su amada tierra. Él junto a las demás criaturas de su misma especie, habitan los bastos terrenos del poblado que lo vio nacer, Konoha. Alejado de la maraña ambiciosa de ciertas personas que también forman parte de la prospera ciudad del País del Fuego.
Minato al convertirse en el dirigente de la Aldea Oculta de la Hoja, se propuso velar por la seguridad de los Zorros de Nueve Colas, quienes viven en armonía con el resto de los ciudadanos. Sin embargo, las tradiciones que guardan estos seres, les obliga a emprender un largo viaje, una vez alcanzan la madurez sexual para dar con el paradero de su compañero e iniciar el proceso de apareamiento.
La preocupación del rubio mayor, padre de un hermoso Zorro de Nueve Colas, recae en el futuro viaje que su primogénito tiene que realizar. Le aterra que Naruto deje su seguro cobijo y se enfrasque en la travesía de vida que por designio divino debe cumplir. Los peligros que tendrá que enfrentar solo y sin la compañía de algún conocido.
Minato es consciente que su hijo ya cuenta con la edad para llevar a cabo el recorrido; de hecho, su esposa Kushina también tuvo que realizar tal travesía para dar con él. El viaje de la fémina duró aproximadamente seis años hasta que llegó a la Aldea Oculta de la Hoja por circunstancias dolorosas, encontrando a su compañero en el proceso. El menor deberá hacer lo mismo que el resto, obteniendo al final del camino la recompensa de ser amado y protegido por su pareja.
—También estoy preocupada por el bienestar de Naruto, cariño Los demás zorros también lo están, pero es ley de vida cumplir con la voluntad de la divinidad de los cielos —la hermosa pelirroja acarició las sedosas hebras doradas de su esposo, quien miraba a través del enorme ventanal de su pequeña cabaña a las afueras de Konoha, las acciones de su vástago.
—Es inevitable sentirse intranquilo ante el desconcierto que pueda sufrir nuestro hijo. Fuera de esta pacífica tierra hay gente ambiciosa sin escrúpulos que no les importa causar daño a seres inocentes. Durante tu viaje experimentaste situaciones desagradables que en su momento me contaste. Temo por Naruto y lo que pueda suceder, Kushina —la mujer de largos cabellos rojos asintió con resignación. Desvió sus grisáceos ojos de la mirada azulina de Minato, terminando por enfocar su vista hacia la presencia alegre del joven rubio.
Hace algunos años atrás, Kushina se vio en vuelta en una serie de eventos desafortunados, siendo gravemente herida por ninjas avariciosos de supremacía, quienes buscaban hacerse de su poder como Zorro de Nueve Colas. Además, de ser la princesa de un clan reconocido dentro del País del Viento, incrementó la codicia de estos despreciables tipos.
Al saberse que los Zorros de Nueves Colas son incapaces de atentar contra la vida humana por mandato de su Dios regente, los nefastos shinobis arremetieron contra la pelirroja, quien trató de librarse de ellos sin llegar a lastimarlos directamente. Sin embargo, en la menor oportunidad de escape, Kushina dio uso de sus habilidades heredas por la suprema deidad, desapareciendo de sus victimarios.
La hermosa pelirroja logró escapar de las siniestras fauces de sus captores, huyendo a duras penas del área fronterizo de Suna hacia la Aldea Oculta de la Hoja, donde cayó desvalida por agotamiento y cantidad innumerable de hematomas en su delicado cuerpo. Por fortuna, fue encontrada por Minato y sus estudiantes a pocos metros de la entrada principal de Konoha, dando inicio a su capítulo de amor hasta entonces. No obstante, el rubio varón se encargó personalmente de ajusticiar a los culpables, terminando con el reinado de maldad impuesto por aquellos delincuentes de tierras ajenas.
—Hemos educado a Naruto con buenas bases, él conoce nuestra historia y el resto de los zorros han compartido sus experiencias para prevenirlo de la maldad humana, solo la Diosa soberana velará por su seguridad, Minato —el rubio mayor no pronunció palabra alguna, confiando en las palabras de su mujer, quien le regaló una amable sonrisa, calmándolo al instante.
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Naruto prestaba mucha atención al cuidado de sus girasoles, adoraba la jardinería y se encargaba de cada aspecto que necesitara sus plantas, disfrutaba de ser acariciado por la suave brisa al estar en contacto con la naturaleza, siendo el cultivo la actividad que le llenaba gratamente. Además, de regocijarse con la amena compañía de los niños de la Academia Ninja, cuando éstos salían de clases, jugando por horas hasta terminar agotados. El propio blondo tomaba la iniciativa de llevar a los infantes hacia el resguardo y protección de sus padres, ganándose el debido agradecimiento de los progenitores.
—La Diosa Inari ha sido generosa de mostrarme en sueños a mi pareja destinada, no pude ver su rostro en sí, pero tengo certeza de que es formidable, alto y de cabello negro. Mi intuición me dice que es un poderoso ninja al igual que papá y estoy entusiasmado por conocerlo —con la alegría desbordándole por los poros, el bonito blondo comentaba a sus girasoles los pormenores de su compañero—. Mañana será el día en que recorreré las Cinco Grandes Naciones para encontrarlo, le dejé en claro a mamá y los demás zorros de que vieran por ustedes hasta mi regreso.
Con una sonrisa dibujada de sus delgados belfos, el rubio se levantó del suelo, regando su sembradío de hermosos girasoles por última ocasión. Naruto debía prepararse para recoger sus pertenencias y dejarlas listas para el próximo amanecer.
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El agasajo que prepararon los ciudadanos de la Aldea Oculta de la Hoja para despedir a Naruto y desearle buen augurio en su viaje, traspasó los límites de lo imaginable. Los elementos decorativos resaltan con cierta gracia la simpleza de las calles. Banquetes exquisitos de comidas tradicionales, permanecen en una serie de mesas dispersas ubicadas de forma estratégica, deleitando a los presentes con la mezcla de agradables sabores. Música y bailes destacados en los terrenos de la mansión Hokage, protagonizados por gente de clanes de renombre dentro del País del Fuego, conmovieron en demasía al hermoso zorro, quien lucía sus mejores galas con aquel trabajado kimono de color naranja, elaborado por su madre.
Naruto dejó al descubierto sus llamativas colas, moviéndolas al son de las melodías alegres y observando con detalle cada rasgo de su amada Konoha. Caminó aferrado al brazo de su progenitor, sonriendo ampliamente por el cariño que le gente le transmitía con sus sonoros cánticos en la plaza principal de la aldea.
—¡No puedo expresar con palabras lo feliz que me siento ante este festejo!
—Al darse a conocer tu partida hacia otros países, la gente manifestó su deseo de querer alagarte con tal celebración, es una muestra de cariño que quieren hacerte saber, Naruto —el rubio mayor expresó sus pensamientos, mientras veía asombrando la cantidad de personas reunidas en las afueras de Konoha.
—Me aseguraré de encontrar con rapidez a mi pareja destinada, papá. No deseo permanecer tanto tiempo fuera de Konoha —el pequeño blondo se soltó del brazo de Minato, acercándose hacia su madre y demás zorros reunidos, quienes disfrutaban del espectáculo junto a sus familiares.
—Espero que así sea, hijo...
...
En tierras lejanas del País de la Niebla, el mejor equipo Jōnin de Konoha se encarga de llevar a cabo una misión de espionaje a órdenes del Yondaime. Debían recopilar información con respecto a un grupo peligroso de shinobis renegados, quienes desean tener a su disposición el poder de los Zorros de Nueve Colas para gobernar el mundo ninja.
Uchiha Sasuke, un atractivo joven prodigio y líder del equipo Jōnin, encabeza la arriesgada misión. Dirigía a sus hombres con cautela, asegurándose de velar por sus compañeros de batalla si la acción lo amerita.
En medio del trabajo asignado, el moreno no dejaba de pensar en el hijo del Hokage. Sasuke se había enamorado del precioso zorro por la constante vigilancia que él se propuso a tarea personal. Verlo cada día y observar detalladamente sus acciones para con el resto de los ciudadanos, endulzó su frío corazón. Sin embargo, él tenía claro que un amor entre ellos jamás se daría por las tradiciones arraigadas que estas criaturas debían cumplir a su deidad.
—Naruto... —el menor de los Uchiha pronunció el nombre de su amor secreto con dolor, sabiendo que, en cuestión de horas, el zorro partiría a tierras lejanas en busca de su pareja destinada...